El personaje que protagoniza la historia pertenece a J. K. Rowling, y yo no poseo ningún derecho sobre él. Se lo dedico no sólo a mi pandilla de siempre, sino también a todos los que os habéis conmovido con el final de "El Misterio del Príncipe" (toda mi vida insistiré que deberían haberlo traducido por "El Príncipe Mestizo"), y a todos los que, igual que yo, esperan que esta historia tenga un final feliz.


Carta desde el Cielo

Querido Harry:

Tengo que irme de aquí. Ya nada me retiene en Hogwarts, no me queda nada aquí que pueda considerar mío. Sé que tú también te marchas, y realmente me gustaría acompañarte, pero no puedo hacerlo aunque quisiera. Tengo que aliviar esta pena, desahogarme explicándole a las estrellas, a la luna y al sol por qué me siento así, y marchar a algún lugar tranquilo y oculto, seguramente alguna montaña, en la que meditar e intentar purificar mi alma de este sentimiento.

Todo el mundo te dirá ahora que no llores, que llorar no es cosa de héroes, pero se equivocan. Hártate de llorar, derrama todas las lágrimas que quieras, porque para algo eres un ser humano, y como tal tienes sentimientos y necesitas expresarlos. Llora hasta sentir que ya no podrás llorar nunca más por nada en el mundo, pero recuerda tres cosas. Primero, que no hay lágrimas, ni tuyas ni mías, que nos devuelvan a nuestros seres queridos del Más Allá. Segundo, que aunque el alma de Albus Dumbledore haya abandonado su cuerpo, su espíritu pervive en el colegio, y siempre estará en él mientras un solo alumno le respete y le sea fiel, como tú. Y tercero, que lo que debes buscar en tu lucha es solamente justicia. Que no se te pase por la cabeza la idea de la venganza, porque no es digno de alguien en cuyo corazón reina la nobleza.

Tampoco olvides que esta lucha no es sólo tuya, aunque así lo creas. Tus amigos siempre estarán ahí para ayudarte y darte todo su apoyo y cariño. Nunca los excluyas de tus propósitos por querer protegerlos del peligro, porque de todos modos se rebelarán e insistirán en luchar a tu lado. Déjales estar contigo.

Harry, quiero que sepas que yo te apoyaré y siempre sentiré un inmenso orgullo de ti, por ser simplemente Harry Potter y no El Niño Que Vivió. Me alegro de haber tenido la oportunidad de conocerte, de haberte ayudado miles de veces, directa e indirectamente, aunque todo el mérito sea tuyo.

Finalmente, si alguna vez sientes miedo o la flaqueza se apodera de tu alma en algún momento crítico de tu lucha contra Voldemort, recuerda que en todo momento tienes en tus manos una parte de mi ser. Piensa con fuerza en mí, y yo iré hasta ti, no importa lo lejos que estés, para infundirte valor y reafirmarte en tu propósito de reestablecer la justicia en el mundo mágico.

Siempre queriéndote y protegiéndote, más allá del tiempo y del espacio,

Fawkes