Renuncia de derechos: Harry Potter y todo su universo son de J. K. Rowling. Tomo prestado parte de eso en el presente fanfic sin fines de lucro. Por otro lado, trama y algunos personajes sí son míos, por lo que me reservo su uso.

Advertencia: el presente fanfic insinúa detalles que no siguen el canon debido a que está ligado a la Saga HHP, escrita por su servidora antes de leer HP6 y HP7, así que no se admiten reclamos por la ausencia y/o presencia de personajes y situaciones que Rowling jamás escribió.

Dedicatoria: Me he aprovechado de este desafío en particular para desearle feliz cumpleaños a JessyRiddleFriki, mi hermana pequeña adoptada. Espero que la pases bien en tu día y que cumplas muchos, muchos años más. Adivinarás qué hermana Carrow eres, sin dificultad.

Esta historia participa en "¡Desafía a tus musas!" del foro "Amor de Tercera Generación"


Pregunta.

Era una hermosa mañana de verano.

Flora Carrow, desde la puerta trasera de la casa de campo, miraba hacia la amplia pradera que se extendía detrás de la casa, parte de la cual era cubierta por una enorme carpa a rayas amarillas y verdes, de tonos muy pálidos. Era como si el sol derramara sus rayos sobre parte del mullido césped, o al menos eso le pareció.

Ignoró por completo el parloteo tras ella, en el interior de la casa, con sus hermanas discutiendo detalles que, al final, sabía que estaban más que subsanados.

—¡Flora! ¿Quieres dejar de fantasear y venir a ayudarnos?

La joven, de abundante pelo castaño oscuro peinado en lo alto de la cabeza en un moño muy elaborado a base de muchísimas trenzas, dejó escapar un suspiro, echó un último vistazo a la quietud de la pradera y dando media vuelta, se internó en la casa.

Era un sitio curioso aquel, tan elegante y a la vez tan campestre, con cada habitación llena de detalles hermosos y sutiles, que parecían un curioso reflejo de la paz y la brillantez del exterior. Flora atravesó la cocina, fue a un pasillo lateral y subió la escalera hasta el dormitorio más amplio, donde su hermana mayor se encargaba de dar los últimos toques al arreglo de su gemela.

—Flora, ¿se puede saber qué hacías? —inquirió Tisiphone con una mueca que, increíblemente, no lograba quitarle su aspecto de delicada muñeca de porcelana —Por favor, colócale con cuidado la tiara y el velo a Hestia, tengan su minuto a solas y todo eso. Voy a ver qué hace Marcus.

Tisiphone abandonó el dormitorio al tiempo que se alisaba su túnica de gala color borgoña, que en realidad, era demasiado elegante para una boda al aire libre. Pero claro, las gemelas no serían quienes le dijeran semejante cosa a su hermana.

—Por favor, Flora —llamó Hestia.

La nombrada asintió, acercándose a la otra por la espalda, quedando por un segundo ambas ante el espejo del tocador. Siendo gemelas, eran prácticamente idénticas; solo mirando poco a poco lo demás en ellas que se les comenzaba a distinguir por el arreglo del cabello, por el color de la túnica de gala, por las muecas que podían hacer ante la misma frase…

Lo que las dos tenían en común ese día, aparte de su rostro, era la felicidad que sentían.

—Quieta, Hestia, y pronto podrías darle el sí a Bernie luciendo muy, muy guapa.

—Flora, ¿cómo lo sabías?

La aludida arqueó una ceja tras colocar una delicada y sencilla tiara de plata y perlas en la cabeza de su hermana, complementando el moño en el cual estaba recogido su cabello castaño oscuro, para a continuación fingir despreocupación mientras fijaba el blanco velo con varias horquillas.

—¿Qué cosa, Hestia?

—Me lo dijiste. Que cuando me enamorara, solo me importaría "ese" chico. ¿Cómo lo sabías?

Flora miró a Hestia por el espejo. Los ojos de ambas, azules y penetrantes, no solían mentirse mutuamente. Tal vez por ser gemelas, suponían. Sin embargo, esta vez la pregunta tenía una respuesta un poco más clara, pero no muy sencilla.

—¿Tenemos tiempo? Es algo largo de explicar —aseguró Flora.

—Creo que nos queda media hora antes de que nos llame Tisiphone.

—De acuerdo, entonces te cuento antes que a Phonie se le ocurra interrumpirnos. Solo espero que no te vayas a reír, creerás que es algo tonto.

—¿Cuándo me he reído de lo que tú me cuentas?

Flora meneó la cabeza y sonrió. Hestia siempre la tomaba en serio, por más descabellado que sonara lo que le explicaba. Tomó aire.

—Bien, recordarás que en quinto, un día entramos a Pociones y dijiste oler algo peculiar, ¿verdad?

—Sí, me acuerdo. Slughorn se disculpó por el desorden, pues antes que nosotros habían tenido clase con él los alumnos de sexto, los que tomarían el ÉXTASIS.

—Exacto. ¿Te acuerdas que retiró algunos calderos de las mesas y que tú dijiste que el olor peculiar venía del caldero cercano a nosotras?

—Sí, me acuerdo. Luego supimos por los de sexto y séptimo que Slughorn les mostró Veritaserum, Multijugos, Amortentia y Felix Felicis.

—Lo que tú oliste era por la Amortentia, Hestia, estuve segura. Todo por varios detalles que me habías contado tiempo atrás. Y todos tenían que ver con Bernie.

Hestia parpadeó repetidamente con aire incrédulo, causando que Flora dejara escapar una breve risa. Era lógico que no le creyera a la primera, Hestia solía ser la racional de las dos, por lo que Flora sonrió ligeramente, asintió y tomó aire.

Le iba a describir a Hestia cómo empezó a intuir que Bernard Victory, un mago hijo de muggles aparentemente del montón, terminaría convirtiéndose en su futuro esposo.

–&–

¡Bienvenidos sean!

Esto es para un desafío cuyas variables incluyen al Sagrado Veintiocho "Carrow". A decir verdad quería otro, pero ya que salió este apellido (que en los libros es nefastamente representado por Amycus y Alecto), decidí contar algo del pasado de "Tras Bambalinas", otro de mis fics que, de hecho, también surgió por un desafío en el mismo foro.

Los pongo en antecedentes: las gemelas Carrow, Hestia y Flora, solo salen en la sexta película de Harry Potter, son unas chicas de rostro serio. Allí su pelo es castaño y lacio, por lo que el presente fic explicará cómo llegaron a lucir como se describen en "Tras Bambalinas". Siendo estas gemelas solo parte del canon fílmico, me tomé la libertad de crearles una hermana mayor, Tisiphone, cuyo nombre está inspirado en Tisífone, una de las tres Erinias o Furias. ¿Adivinan quiénes eran las otras dos? Se los dejo de tarea (Bell rueda los ojos, ella y sus pistas raras…).

Espero que te guste el regalo, Jessy, y como será un fic de más de un capítulo, te durará bastante.

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.