Después de la borrachera
En uno de los cuartos de la legión de reconocimiento, un chico castaño de ojos color verde esmeralda se movía tratando de destaparse, parpadeo un poco para ir aclarando su vista que al tenerla más clara lo hizo sorprenderse al ver sus entorno, esa no era la celda en el calabozo en donde el dormía. Al incorporarse se dio con la sorpresa de que se encontraba desnudo lo que hizo que se le subieran los colores a la cara, observo a su alrededor tratando de orientarse y saber en donde se encontraba exactamente. Al observar al lado suyo pudo observar una mata de cabellos negros cortos los cuales se le hicieron muy familiares, levanto con delicadeza un poco las blancas sabanas para saber quién era en realidad, al saber quién era tuvo que evitar soltar el grito que se encontraba alojado en su garganta al ver a su querido Sargento durmiendo tranquilamente. El castaño se horrorizo al verlo por lo que decidió que lo mejor para su salud mental y física era el salir de allí antes de que el pelinegro se despertara. Se destapo completamente, se levantó con toda la delicadeza del mundo sin hacer un solo ruido pero cayo de sopetón a la cama al no sentir sus piernas y un agudo dolor en su parte trasera. Al sentir eso se asustó y muchas ideas pasaron por su cabeza, sus dudas fueron resueltas al ver una pequeña mancha de color rojo entre las sábanas blancas, ya se imaginaba más o menos lo que había sucedido ayer. Como pudo se fue incorporando de nuevo y dando pequeños pasos se vistió con sus ropas que se encontraban esparcidas por el suelo, al ya estar vestido volvió su mirada a la persona que aun dormía dando así media vuelta hacia la salida sin percatarse que la persona que antes dormía le observaba desde la cama con una mirada seria.
