I've never written before and I have no idea how to do well, so this is a little experiment. Initially I was planning to write a story about Daddy Pirate Hook, but in the end came this … I'm still not ready to write in English, but I promise to practice, both with English as with writing, to make it better.
The Hero's Journey
Summary: After saving Emma from the darkness, all the people back to the Enchanted Forest. Everybody find their happiness, but one day, five years later, Killian has to carry out a mission that will make him become a pirate again
Había echado de menos los atardeceres en el Bosque Encantado. Y ahora aquí estaba, tras cinco años, contemplando ese bonito espectáculo, aunque en esta ocasión el escenario era completamente diferente, ya que se encontraba en uno de los balcones de palacio, y, a su lado, David, también miraba hacia el horizonte. Su rostro reflexivo, sin duda valorando la propuesta que le había hecho hacía unos minutos.
- "Sabes que no tienes que hacerlo, Killian…"
Killian sonrió al escuchar su nombre, sabía que a su suegro le costó acostumbrarse a usar su nombre de pila. – "Sé que debo hacerlo, David, no se trata de una misión suicida, si elaboramos un buen plan será todo un éxito. He sido un pirata durante más de 300 años, sé cómo funciona el mundo de la piratería. Todo saldrá bien."- Intentó mostrar con sus palabras más confianza de la que realmente sentía, aunque en verdad no dudaba del éxito de la misión.
- "Emma nos va a matar cuando se entere, lo sabes, ¿verdad?"-
Otra sonrisa se escapó de los labios de Killian. " Sólo hay que buscar el momento más oportuno para explicarle, y, créeme, se me ocurren al menos un par de ocasiones…"
- "¡Hook! Podrá ser tu esposa, pero que no se te olvide que estás hablando de mi hija, hay ciertas actividades que prefiero no conocer… " Sin duda el maldito pirata disfrutaba con estos comentarios.
- "Cuidaréis de ellos, David" Fue más una afirmación que una pregunta. – "y ahora, vamos a elaborar el plan"
3 meses después…
Killian se encontraba en la cubierta de su nave, su mano y su garfio sujetando con fuerza el timón, mientras su mirada nostálgica se perdía en el horizonte. Permitió que sus pensamientos vagaran de forma errática durante unos minutos, acercándose a esa parte de sus recuerdos que normalmente trataba de evitar a toda costa. Pero en esta ocasión la realidad le golpeaba una y otra vez, y es que los echaba terriblemente de menos.
Hoy, Liam, su hijo, el pequeño niño que había traído luz a su vida y la esperanza de un futuro mejor, cumplía 3 años, y la certeza de que no estaría con él para celebrarlo le golpeó de forma brutal. No podría entregarle alguno de los regalos comprados pensando en él en algún puerto exótico, no podría abrazarle y perderse en sus profundos ojos azules, un fiel reflejo de los suyos, no podría decirle cuánto le quería, ni vivir con él las grandes aventuras que tenían previstas a bordo de la Jolly Roger.
Cerró un momento los ojos, lanzando un suspiro profundo, sacudió ligeramente la cabeza mientras notaba que sus nudillos estaban blancos, no había sido consciente de la fuerza con la que se aferraba al timón. Aflojó un poco el agarre y dejó a su mente divagar de nuevo. En esta ocasión sus pensamientos fueron invadidos por la imagen poderosa de Emma, su Emma, su mujer, fuerte y valiente pero también vulnerable y llena de ternura, que no dudaba mostrar a sus seres queridos. Pero esto no fue siempre así. Recordó cuánto le había costado derribar los muros a los que ella se había aferrado de forma desesperada durante tanto tiempo para proteger su corazón. Pero cuando esos muros finalmente cayeron pudo conocer a la verdadera Emma, de la que ya había tenido pequeños retazos anteriormente. Y esa caída de muros permitió algo que él pensaba que era imposible y es que Killian se enamoró aun más de ella, de su sonrisa, que cada vez aparecía más a menudo en su rostro y de sus preciosos ojos verdes, que ahora estaban llenos de vida, de esperanza, de amor… ¡Cuánto la echaba de menos! Nunca pensó que añoraría de forma tan desesperada su risa, ese sonido que inicialmente ella guardaba para él en exclusividad, y que Killian atesoraba como el mejor de los regalos, pero, que, tras el nacimiento de Liam, ella comenzó a mostrar de forma más habitual.
También pensó en Henry, que se había convertido en un joven caballero, y al que había llegado a querer como un hijo propio. El creyente más puro, que disfrutaba enormemente de su vida en el Bosque Encantado. Sin duda ese muchacho tenía un lugar muy importante en su corazón, no sólo por ser el hijo de Emma, sino porque era un recuerdo constante de su primer amor, Milah…
Killian dejó a un lado sus pensamientos al escuchar un ligero murmullo proveniente de algún lugar de la cubierta. Su mirada se dirigió hacia allí para descubrir a parte de la tripulación contemplando el amanecer.
Sonrió al pensar que ellos podían ser piratas, pero eso nunca les impediría apreciar la enorme belleza de un amanecer en alta mar. Piratas…su mente volvió a divagar…nunca pensó que volvería a usar su indumentaria pirata, al menos en público, él sonrió para sí mismo al recordar alguna de las fantasías de su esposa que implicaban el uso de cierta indumentaria… Después de pasar años intentando ser un hombre honorable, intentando convertirse en algo parecido a un héroe, aquí estaba, de nuevo convertido en un pirata, aunque en esta ocasión sus motivaciones distaban mucho de la venganza en la que había estado atrapado durante siglos y de la cual se había liberado gracias a Emma.
Emma…un estremecimiento recorrió su cuerpo al pensar en la reacción que tuvo ella al enterarse de los planes que le convertirían de nuevo en un pirata…
Hace 3 meses….
Killian se encontraba en los jardines que rodeaban el castillo en el que residían , contemplando como su pequeño cuñado Neal, que ya tenía 6 años intentaba enseñar a Liam, su hijo, la nociones básicas de la lucha con espada. A su lado, Snow, miraba con orgullo mal disimulado a los dos pequeños.
- "Sé que Emma aun no se ha adaptado a la vida en el Bosque Encantado"- comentó Snow- "pero cuando veo a estos niños, no tengo ninguna duda de que ellos son felices viviendo aquí".
Killian sonrió – "Lo sé , milad..Snow "– Aun no se acostumbraba a usar el nombre de pila de sus suegros- "Pero Liam nunca ha conocido la vida en Storybrooke o de cualquier otro mundo sin magia y, de algún modo, él puede estar en desventaja si algún día tenemos que regresar". -
Snow respondió con un ligero tono de duda- "pero eso es algo que no va a suceder, al menos en un futuro próximo, ¿no crees?"-
- "Por supuesto…"- Su conversación se vio interrumpida por la repentina aparición de Emma, que provenía del castillo. Killian detectó en seguida que se avecinaban problemas al notar cómo Emma se acercaba con pasos decididos, en su rostro se reflejaba una furia que hacía tiempo que no veía.
- "¡ Mamá! "– Gritó Emma – "Recoge a los niños y llévalos al castillo, ¡ahora! "– Luego se dirigió a Killian –" ¡Tú! ¡pirata! Tenemos que hablar"- Sin duda, ella estaba indignada y Killian sospechaba cuál podía ser el motivo.
Snow ni siquiera replicó, ella también sospechaba la causa de su enfado, por lo que recogió a los niños y se marchó hacia la entrada del castillo.
Emma se enfrentó de nuevo a Killian, levantando hacia él un dedo amenazante, sus ojos irradiaban una furia que habría asustado al ser más valiente. – "¡Tú!" – Exclamó – "¿ Te has vuelto completamente loco?"
- "¿ De qué estás hablando, amor? "– Se arrepintió en el mismo momento en el que sus palabras salían de su boca.
- "No me llames amor, no ahora, Killian "– Ella estaba realmente enfadada – "¿Por qué has aceptado la propuesta de mi padre? Más te vale que me des una explicación coherente."
Killian suspiró pesadamente, antes de responder, apretando con fuerza su mandíbula. Sabía que lo que tenía que decirle no le iba a gustar, y había estado retrasando lo inevitable, a la espera del momento más adecuado para hablar con ella. Pero de algún modo Emma se había enterado antes de tiempo y ya no podía aplazarlo más.
- "Emma, ¿Quién te lo ha contado? ¿ Has hablado con David? "– Killian no trataba de eludir la respuesta, pero necesitaba recabar toda la información posible antes de ofrecer alguna explicación.
Emma le miró un momento, valorando si debía responderle. Finalmente, lo hizo – "No, hablaré con él más tarde. Fue Smee, me enteré gracias a Smee. ¿ Te das cuenta? He tenido que enterarme por terceras personas porque ni tú ni mi padre habéis tenido el valor suficiente para contármelo. "– Dejó pasar unos segundos y continuó – "Estoy esperando una explicación, Killian."
- "En realidad, Emma… "- Él comenzó a responder, de forma vacilante, rascándose detrás de la oreja, su gesto habitual cuando se encontraba nervioso. – "Tu padre no tiene la culpa, yo…realmente….yo….me ofrecí…"- terminó respondiendo casi en un susurro.
- "¿Qué? ¿Has perdido completamente la cabeza? "– Killian estaba seguro de que, si esta conversación la estuvieran teniendo en Storybrooke, alguna bombilla se habría roto en mil pedazos, tal era la indignación de Emma.– "Me estás diciendo que vas a embarcarte en la Jolly Roger, vas a convertirte de nuevo en un pirata, vas a navegar quién sabe por cuánto tiempo y enfrentarte a un sin número de peligros y ¿todo ha sido idea tuya?"
- "Emma… "- intentó acercarse a ella, al parecer con éxito, porque no le rechazó- "Créeme cariño, entiendo que estés asustada, pero también debes comprender que éste es nuestro mundo ahora. Sé que te ha costado adaptarte a la vida en el Bosque Encantado, sé que, aun hoy, a pesar de los cinco años transcurridos, echas de menos tu mundo. Pero ahora vivimos aquí , nos enfrentamos a situaciones completamente diferentes y debemos afrontarlas tomando medidas arriesgadas. Tus padres gobiernan estas tierras, su labor es proteger a sus súbditos utilizando todos los medios a su alcance. Yo soy la mano derecha de tu padre "– ambos sonrieron, sin duda pensando en los inicios de la relación Killian-David – "Conozco a lo que nos enfrentamos y sé que podemos lograrlo. Tú confías en mí, ¿no es así, Swan?"
Emma suspiró, la voz de Killian siempre había tenido un efecto calmante en ella, en esta ocasión no fue diferente. Sintió que su cuerpo comenzaba a relajarse, liberando un poco la tensión de hacía unos minutos, pero la preocupación no la abandonaba.
- "Por supuesto que confío en ti, Killian"-…su furia inicial se iba diluyendo, dando paso a un sentimiento de impotencia. – "Pero Killian, ya sabes…yo…no puedo…no puedo perderte. Desde que viniste a buscarme a Nueva York y regresamos a Storybrooke nunca nos hemos separado, sólo cuando la oscuridad me atrapó estuvimos alejados y tú me rescataste en seguida. Yo no sé cómo podré vivir sin ti todos estos meses. Y Liam…él te adora, ¿cómo le voy a explicar…?- Se interrumpió, intentaba evitarlo, pero sintió la humedad en sus ojos y finalmente una lágrima se escapó deslizándose por su mejilla.
Killian la miró, sus ojos cargados de una melancolía anticipada, sus dedos se acercaron a su rostro y con una caricia, un ligero toque, le retiró las lágrimas. Ella tenía razón, como casi siempre. Pero Killian sabía que necesita hacer esto. Desde que regresaron al Bosque Encantado había luchado duro junto a David para restaurar el reino, sobre todo durante los primeros meses, cuando el caos amenazaba con abarcarlo todo. David era tan parecido a su hermano…Killian sentía que la vida le había dado otra oportunidad para hacer lo correcto trabajando junto a él, y no quería defraudarlo. Desde que se enteraron de que una amenaza se cernía sobre el reino y que él podía jugar un papel importante para erradicar dicha amenaza él no pudo evitar ofrecerse voluntario, asumiendo todo lo que ello implicaba.
David también era consciente, y en un primer momento se negó de forma contundente. Pero la perseverancia era una de las cualidades más destacables de Killian, algo lógico teniendo en cuenta su pasado. Tras un pequeño debate, que ya tenía ganador desde el principio, David reconoció su derrota y asumió, no sin cierto orgullo, que su yerno jugaría un papel importante ante la amenaza que les acechaba. No perdieron el tiempo y se pusieron a trabajar juntos para elaborar el plan perfecto.
- "Emma, amor, ¿crees que no lo sé? Maldita sea, ni siquiera quiero imaginarme cómo será despertarme sin ti a mi lado todos los días. Tú, Liam y Henry sois todo mi mundo, pero necesito hacer esto. Sé que Liam me adora, pero siento que tengo que ofrecerle un futuro y cualquier amenaza para el reino lo es también para él y para ti. Necesito que él me vea como el hombre honorable que una vez fui, aunque para ello tengo que vestirme de nuevo de pirata". –
Emma le miró fijamente, sabía que su decisión era firme, conocía su determinación y perseverancia. Asintió ante la derrota, su rostro aun mostrando cierta tristeza, pero no pudo evitar que su mirada mostrara también un orgullo mal disimulado. ¡Cuánto amaba a este hombre!
- "Prométeme que tendrás cuidado, que no vas a arriesgar tu vida sin necesidad".
- "Lo prometo, cariño. Haré todo lo posible para regresar a vosotros." – Se acercó a ella, sus labios apenas rozando los de Emma, hasta que finalmente la besó. Fue un beso suave y tierno al principio, pero después se torno en desesperado, ambos aferrándose a él como un ancla, como recordatorio de lo que dejaba atrás, y dándole a él una razón más, como si ya no hubiera suficientes, para regresar. Un beso lleno de promesas, temor, anhelo y amor.
Se separaron apenas unos centímetros, lo justo para que Emma pudiera hablar- "y ahora, pirata, quiero conocer todos los detalles de ese absurdo plan que tú y mi padre habéis elaborado."
De vuelta a la realidad…
Killian reparó en que el sol ya se había elevado en el cielo, habían dejado atrás el amanecer hacía unas horas, demasiado tiempo perdido en sus recuerdos…Pronto llegarían a tierra, tenían pensado atracar en un pequeño puerto situado en una zona estratégica, a solo unas horas del palacio, pero lo suficientemente escondido para que sólo los más expertos conocieran su ubicación. Necesitaban hacer una parada técnica para reparar algunos desperfectos en la nave causados por una tormenta anterior y comprar algunos víveres, ya que empezaban a escasear.
Navegaron durante un par de horas más y finalmente pudieron divisar el puerto. A los pocos minutos atracaron y él preparó a su tripulación para su excursión en tierra firme. Killian tenía intención de quedarse en cubierta, adelantando las labores de reparación, por lo que envió a Smee, junto con algunos otros marineros para hacer acopio de los víveres necesarios.
Killian contempló durante un tiempo la actividad del puerto, no había muchos barcos en los muelles, todo estaba bastante tranquilo. Echó una última mirada hacia el puerto y pensaba retirarse para comenzar las labores de reparación cuando observó algo que hizo que su corazón se detuviera por unos segundos. Cerró los ojos un momento y sacudió la cabeza para asegurarse de que no estaba soñando. Miró de nuevo hacia los muelles, con una mezcla de esperanza y temor, y allí continuaba…
Salió corriendo sin dudarlo hacia el embarcadero, su corazón latiendo cada vez más rápido a medida que se aproximaba. No podía ser….pero sí…tal vez….sus pasos se fueron ralentizando hasta finalmente detenerse y observó.
Una mujer, vestida con ropa sencilla, en sus brazos, sujetaba a un niño aparentemente dormido de unos 3 años. El rostro del niño oculto por el cuerpo de la mujer, pero al reparar en su cabello oscuro y sus rizos despeinados su corazón dio otro pequeño vuelco. Ella tenía el rostro parcialmente cubierto por una capa, pero su cabello dorado era inconfundible. De repente una sonrisa, mezcla de incredulidad y anhelo, apareció en sus labios. Y cuando ella lo miró, cuando sus ojos se conectaron, se sintió el hombre más feliz del mundo. Se acercó un poco más a ella y susurró…-¿Emma?
