SOLO TE NECESITO A TI
"TE INVITO"
Sakura se miro nerviosa frente al largo espejo en el que se veía reflejada. Estiró temblorosa los pliegues del suave tul que cubría la primera parte del vestido, según Tomoyo: la más importante.
"Sakura, modestia aparte, te vez soñada" dijo la joven amiga de Sakura, esta vez seria y contenta.
"T-tu crees?" dijo la chica de ojos esmeralda, con la voz vibrante.
"Definitivamente" completó el padre de la mencionada.
"Muchas gracias a los dos, Tomoyo, de todos los trajes, este es el más hermoso que has hecho" Dijo la muchachita con ese brillo especial de sus ojos, y gratitud sincera de su garganta.
Ambos se limitaron a asentir modestos y felices por la niña de cabello miel.
Quince años.
El padre de Sakura con unos cuantos ahorros personales, y con un poco de ayuda de el bisabuelo de su hija, logró juntar lo suficiente para hacerle una pequeña fiesta elegante para su pequeña niña, quien primero se rehusó a tal regalo, humilde como siempre, pero luego de insistencia de Tomoyo y Fujitaka, accedió con la sola condición de que solo fueran parientes y amigos muy cercanos.
Ahora se encontraba frente a el espejo de la habitación de Tomoyo, probando el vestido que cuatro semanas después utilizaría.
El vestido, de color blanco, le llegaba hasta un poco más abajo de las rodillas, cubierto por un tul también blanco, llegaba, enmarcando la figura de la estilizada chiquilla, hasta su pecho, sin sostenerse con nada, y a el lado derecho, cerca del corazón, una linda rosita de perlas.
Sin duda era un vestido sencillo, pero que le entregaba a la quinceañera todo lo necesario para verse sofisticada, resaltar su figura y cabello, pero especialmente contrastar con sus ojos jade.
***
Pronto todo estuvo listo, Sakura se cambió nuevamente a su ropa casual y dejó que su padre se marchara, para ella quedarse un rato más hablando con su mejor amiga.
"Y bien, ¿tienes completa la lista de invitados?" dijo la niña de ojos amatistas.
"Si, invitadas y invitados" la joven adolescente seguía un tanto nerviosa y tomo varios sorbos del café que sostenía en su mano antes de completar la oración.
"Y eso incluye a quienes?" dijo la muchacha suspicaz.
"Bueno..... la mayoría de mis compañeros de clase, Tatsunori y sus amigos, Yukito y mi hermano por supuesto, y departe de las mujeres, todas nuestras compañeras" dijo Sakura tratando de sonar trivial.
"Claro, claro" calló un momento y luego sonriendo un poco volvió a preguntar "Y nuestros amigos de Hong-Kong?"
En ese momento Sakura se atoró un poco con una galleta.
"Que?" dijo entre espasmos "Meiling y Shaoran?" nuevamente trató de sonar tranquila, pero su amiga notó lo nerviosa que estaba.
"Si, ya nos vinieron a visitar el año pasado, pretendes no invitarlos?" Tomoyo no dijo esto en tono de reproche, si no de bien fingida afirmación.
"Estaría encantada de que vinieran, pero puede representar un problema para Shaoran, sabes en la situación dificultosa en que se encuentra" dijo muy seria Sakura, o tratando de serlo, por que más sonó a lamento.
Tomoyo recordó el estado en el que su antiguo compañero de caza mágica nocturna había llegado.
FLASH BACK
A lo lejos, acercándose por el pasillo de entrada del aeropuerto, solo se podía divisar a un muchacho sonriente como pocas veces, con un cabello chocolate revuelto, y agitando levemente su mano.
Al acercarse, Tomoyo se dio cuenta de que hasta Sakura notó el estado en el que se encontraba.
Se podían ver grandes círculos de ojeras alrededor de sus ojos ámbar, una pequeña pero notoria cicatriz entre el mentón y la oreja, y a un costado del cuello un tatuaje de un dragón verde, que según la luz, se tornaba de diferentes tonos. El dragón se enroscaba por una espada y hasta parecía estar observando todo a su alrededor, quizás un poco terrorífico.
Eso sin mencionar, que había crecido varios centímetros más, y su musculatura desarrollado enormemente.
Hay que admitirlo, pensó Sakura, quien nunca había sido tan superficial, esta muy guapo.
Más tarde pudo explicarle a ambas amigas, que todos esos cambios eran consecuencia del entrenamiento al que actualmente estaba sometido.
"Y eso no es mucho?" preguntó Sakura, pensando, en su inocencia, que la vida de Shaoran estaba en juego frente a tal entrenamiento.
Shaoran se limitó a encogerse de hombros y murmurar "Es mi responsabilidad enfrentarme al riesgo"
FIN FLASH BACK
Le había explicado que pasar por ese duro entrenamiento, debía ser aplicado por 5 años, y habiendo comenzado a los 13, terminaría cuando alcanzara la mayoría de edad.
Tomoyo meditó por unos minutos, pero no se desanimó "Sakura, creo, que más bien para él serían unas buenas vacaciones venir aquí contigo, no creo que le resulte muy complicado"
"Crees que debería preguntarle?" dijo la muchacha aún dudosa.
"Definitivamente" dijo la amatista sirviendo más café a la taza de su amiga.
"Si tu insistes, creo que debería hacerlo, y me encantaría además que pudiera venir "dijo Sakura dejando que ese brillo e ilusión volvieran a sus ojos.
***
"Buenas tardes, familia Kinomoto"
"Buenas tardes, se encuentra Sakura?"
"Si, un momento" el señor Kinomoto, dejó el auricular aun costado del teléfono y se aproximó a la escalera "Sakura! Te llama el joven Li"
Al escuchar a su padre pronunciar la frase que había estado esperando toda la tarde, se aprontó hacia la puerta, sin fijarse que en el camino le pisaba la cola al pobre Kero. El animalillo, pego un chillido que la adolescente no logró escuchar, ya, que se encontraba a los pies de la escalera, la cual bajó con suma rapidez.
"Diga?" fue la palabra que pronunció agitada por el aparato.
"Ho-hola Sakura!" no importaba cuantas veces la llamara, él siempre titubeaba al contestar.
"Shaoran! Como has estado?" dijo la muchacha entusiasta.
"Un poco resfriado, pero nada serio, y tu? Como has estado" la muchacha siempre se enternecía al escuchar la voz tímida pero preocupada de su persona especial.
"Muy bien! Mucha gente sigue preguntándome por ti, a veces no se que decirles, por que no me comentas mucho lo que haces....." Sakura dijo esto, no con la intención de reprocharlo, si no, como una exigencia tímida de una conversación menos trivial y más intima entre ellos.
La mayoría de sus conversaciones se trataban de algo a lo que a cualquiera se puede contar, Sakura, un poco inconsciente de aquello, quería que Shaoran confiara un poco más en ella.
"Este... bueno, sigo con el entrenamiento como te conté, estoy estudiando también mucho para la administración de la casa, y bueno.... la próxima semana parto a Londres, para mi primer trato comercial" dijo el muchacho un poco avergonzado.
"Pro-próxima semana?" preguntó Sakura helada.
"Si"
"Cuanto vas a estar en Londres?" Sakura seguía nerviosa, todas sus ilusiones se veían deshaciéndose frente a ella.
"Dos semanas, dos domingos y el último vuelvo a China......pasa algo?"
La ojiverde dejó que una solitaria lagrimita se deslizara por su mejilla. Rápidamente la limpió, no podía preocupar a Shaoran, aunque le diera mucha pena que no pudiera viajar a su fiesta.
"Na-nada, es que se que esto es importante para ti" dijo ella con voz fingidamente alegre.
Pero existe algo mucho más importante pensó el muchacho, con una sonrisa impregnada de ternura
*********************
Hola! ........... es una historia sencilla y no muy complicada, pero es tiernísima y les aseguro que todos van a terminar contentos.
Contenta voy a estar yo también, si me dejan una felicitación por ahí jaja.
Depende de el impacto que esta historia tenga para que la siga construyendo.
"TE INVITO"
Sakura se miro nerviosa frente al largo espejo en el que se veía reflejada. Estiró temblorosa los pliegues del suave tul que cubría la primera parte del vestido, según Tomoyo: la más importante.
"Sakura, modestia aparte, te vez soñada" dijo la joven amiga de Sakura, esta vez seria y contenta.
"T-tu crees?" dijo la chica de ojos esmeralda, con la voz vibrante.
"Definitivamente" completó el padre de la mencionada.
"Muchas gracias a los dos, Tomoyo, de todos los trajes, este es el más hermoso que has hecho" Dijo la muchachita con ese brillo especial de sus ojos, y gratitud sincera de su garganta.
Ambos se limitaron a asentir modestos y felices por la niña de cabello miel.
Quince años.
El padre de Sakura con unos cuantos ahorros personales, y con un poco de ayuda de el bisabuelo de su hija, logró juntar lo suficiente para hacerle una pequeña fiesta elegante para su pequeña niña, quien primero se rehusó a tal regalo, humilde como siempre, pero luego de insistencia de Tomoyo y Fujitaka, accedió con la sola condición de que solo fueran parientes y amigos muy cercanos.
Ahora se encontraba frente a el espejo de la habitación de Tomoyo, probando el vestido que cuatro semanas después utilizaría.
El vestido, de color blanco, le llegaba hasta un poco más abajo de las rodillas, cubierto por un tul también blanco, llegaba, enmarcando la figura de la estilizada chiquilla, hasta su pecho, sin sostenerse con nada, y a el lado derecho, cerca del corazón, una linda rosita de perlas.
Sin duda era un vestido sencillo, pero que le entregaba a la quinceañera todo lo necesario para verse sofisticada, resaltar su figura y cabello, pero especialmente contrastar con sus ojos jade.
***
Pronto todo estuvo listo, Sakura se cambió nuevamente a su ropa casual y dejó que su padre se marchara, para ella quedarse un rato más hablando con su mejor amiga.
"Y bien, ¿tienes completa la lista de invitados?" dijo la niña de ojos amatistas.
"Si, invitadas y invitados" la joven adolescente seguía un tanto nerviosa y tomo varios sorbos del café que sostenía en su mano antes de completar la oración.
"Y eso incluye a quienes?" dijo la muchacha suspicaz.
"Bueno..... la mayoría de mis compañeros de clase, Tatsunori y sus amigos, Yukito y mi hermano por supuesto, y departe de las mujeres, todas nuestras compañeras" dijo Sakura tratando de sonar trivial.
"Claro, claro" calló un momento y luego sonriendo un poco volvió a preguntar "Y nuestros amigos de Hong-Kong?"
En ese momento Sakura se atoró un poco con una galleta.
"Que?" dijo entre espasmos "Meiling y Shaoran?" nuevamente trató de sonar tranquila, pero su amiga notó lo nerviosa que estaba.
"Si, ya nos vinieron a visitar el año pasado, pretendes no invitarlos?" Tomoyo no dijo esto en tono de reproche, si no de bien fingida afirmación.
"Estaría encantada de que vinieran, pero puede representar un problema para Shaoran, sabes en la situación dificultosa en que se encuentra" dijo muy seria Sakura, o tratando de serlo, por que más sonó a lamento.
Tomoyo recordó el estado en el que su antiguo compañero de caza mágica nocturna había llegado.
FLASH BACK
A lo lejos, acercándose por el pasillo de entrada del aeropuerto, solo se podía divisar a un muchacho sonriente como pocas veces, con un cabello chocolate revuelto, y agitando levemente su mano.
Al acercarse, Tomoyo se dio cuenta de que hasta Sakura notó el estado en el que se encontraba.
Se podían ver grandes círculos de ojeras alrededor de sus ojos ámbar, una pequeña pero notoria cicatriz entre el mentón y la oreja, y a un costado del cuello un tatuaje de un dragón verde, que según la luz, se tornaba de diferentes tonos. El dragón se enroscaba por una espada y hasta parecía estar observando todo a su alrededor, quizás un poco terrorífico.
Eso sin mencionar, que había crecido varios centímetros más, y su musculatura desarrollado enormemente.
Hay que admitirlo, pensó Sakura, quien nunca había sido tan superficial, esta muy guapo.
Más tarde pudo explicarle a ambas amigas, que todos esos cambios eran consecuencia del entrenamiento al que actualmente estaba sometido.
"Y eso no es mucho?" preguntó Sakura, pensando, en su inocencia, que la vida de Shaoran estaba en juego frente a tal entrenamiento.
Shaoran se limitó a encogerse de hombros y murmurar "Es mi responsabilidad enfrentarme al riesgo"
FIN FLASH BACK
Le había explicado que pasar por ese duro entrenamiento, debía ser aplicado por 5 años, y habiendo comenzado a los 13, terminaría cuando alcanzara la mayoría de edad.
Tomoyo meditó por unos minutos, pero no se desanimó "Sakura, creo, que más bien para él serían unas buenas vacaciones venir aquí contigo, no creo que le resulte muy complicado"
"Crees que debería preguntarle?" dijo la muchacha aún dudosa.
"Definitivamente" dijo la amatista sirviendo más café a la taza de su amiga.
"Si tu insistes, creo que debería hacerlo, y me encantaría además que pudiera venir "dijo Sakura dejando que ese brillo e ilusión volvieran a sus ojos.
***
"Buenas tardes, familia Kinomoto"
"Buenas tardes, se encuentra Sakura?"
"Si, un momento" el señor Kinomoto, dejó el auricular aun costado del teléfono y se aproximó a la escalera "Sakura! Te llama el joven Li"
Al escuchar a su padre pronunciar la frase que había estado esperando toda la tarde, se aprontó hacia la puerta, sin fijarse que en el camino le pisaba la cola al pobre Kero. El animalillo, pego un chillido que la adolescente no logró escuchar, ya, que se encontraba a los pies de la escalera, la cual bajó con suma rapidez.
"Diga?" fue la palabra que pronunció agitada por el aparato.
"Ho-hola Sakura!" no importaba cuantas veces la llamara, él siempre titubeaba al contestar.
"Shaoran! Como has estado?" dijo la muchacha entusiasta.
"Un poco resfriado, pero nada serio, y tu? Como has estado" la muchacha siempre se enternecía al escuchar la voz tímida pero preocupada de su persona especial.
"Muy bien! Mucha gente sigue preguntándome por ti, a veces no se que decirles, por que no me comentas mucho lo que haces....." Sakura dijo esto, no con la intención de reprocharlo, si no, como una exigencia tímida de una conversación menos trivial y más intima entre ellos.
La mayoría de sus conversaciones se trataban de algo a lo que a cualquiera se puede contar, Sakura, un poco inconsciente de aquello, quería que Shaoran confiara un poco más en ella.
"Este... bueno, sigo con el entrenamiento como te conté, estoy estudiando también mucho para la administración de la casa, y bueno.... la próxima semana parto a Londres, para mi primer trato comercial" dijo el muchacho un poco avergonzado.
"Pro-próxima semana?" preguntó Sakura helada.
"Si"
"Cuanto vas a estar en Londres?" Sakura seguía nerviosa, todas sus ilusiones se veían deshaciéndose frente a ella.
"Dos semanas, dos domingos y el último vuelvo a China......pasa algo?"
La ojiverde dejó que una solitaria lagrimita se deslizara por su mejilla. Rápidamente la limpió, no podía preocupar a Shaoran, aunque le diera mucha pena que no pudiera viajar a su fiesta.
"Na-nada, es que se que esto es importante para ti" dijo ella con voz fingidamente alegre.
Pero existe algo mucho más importante pensó el muchacho, con una sonrisa impregnada de ternura
*********************
Hola! ........... es una historia sencilla y no muy complicada, pero es tiernísima y les aseguro que todos van a terminar contentos.
Contenta voy a estar yo también, si me dejan una felicitación por ahí jaja.
Depende de el impacto que esta historia tenga para que la siga construyendo.
