1. el Capitolio alado

Ya era demasiado tarde el tratado estaba concluido, las fuerzas opositoras isleñas llegaron demasiado tarde al capitolio alado, como lo había dicho Heinz en el viejo arrogante pero de clase alta de draflaand, las cinco culturas que unificaban el imperio se han disuelto. Este gran imperio quedara solo en libros de historia que se perderán en el recuerdo de los textos y sumirán bajo mitos de lo que una vez fue esta gran tierra.

Pero como llegamos a este punto como, dejamos que esto pasara.

En qué punto dejemos que la ignorancia y el orgullo de cada individuo al mando, dejara un vacío que no se llenara.

Esto era lo único que me retumbaba en la cabeza, no soportaba que mis camaradas sufrieran por dentro,

Alain me pregunto:

- Señora ahora que haremos?

Me tomo desprevenida, no sabía que responderle. Pero era inminente tenía que dar la orden de retirarnos y que cada recluta que estaba a mi cargo volviera su lugar de destino,

- -Tenemos que irnos ,respondí

- -Pero señora, el imperio?

- -¡ya no existe Alain! Es solo un recuero ,

- -Pe, pe, pero señora

- Alain es una orden no tenemos nada más que hacer en este lugar ordena a todos la retirada, que vuelvan con sus familias ,que las abrasen, las amen y que sobre todo vivan en su nuevo destino

- De acuerdo mi señor.

Tardamos un año en llegar a Draafland, nuestra isla (al sur del nuevo imperio)

Una isla importante en el pasado, en donde los barcos extranjeros llegaban con mercancía y negociaban todos sus productos, para después los mercaderes los llevaran a tierra firme,

Nuestra isla era financiada por la capital imperial, pero ahora que tal capital no existía nuestra isla dejo de recibir mantenimiento de atracaderos, de puertos y edificaciones dejándola como un moridero, después de ser catalogada una de las mejores ciudades costeras, se convirtió en una pocilga. Alain y yo estábamos sorprendidos de tal notica. Al pisar Draafland sentíamos melancolía al caminar por nuestra isla.

De repente escuchamos Alain, Elodie. ¡Por aquí!

Eran nuestros amigos pescadores, siempre alegres aunque las circunstancias no lo pintaran. Nos como invitaron a comer y a hablar de nuestra aventura en la capital imperial, les contamos el viaje directo que tuvimos que hacer desde la isla hasta el centro del imperio y como habíamos ido de pueblo en pueblo reclutando gente para que se uniera a la causa,

-Sabíamos que eso pasaría dijeron

Alain se alboroto, tomo su jarra y le arrojo la cerveza que le quedaba (que no era mucha)

-¡que sucede con ustedes que acaso no ven como nuestra isla se cae lentamente, como la pobreza aumenta y como mueren de hambre nuestros niños!

Todos se quedaron callados, la cantina tomo un ambiente fúnebre, la música dejo de sonar y Alain se retiró, hacia la fría noche entre la niebla y el sufrimiento, no lo volví a ver hasta la mañana siguiente.

Ya de nuevo en nuestra antigua vida volvimos a la pesca tardábamos casi una semana en alta mar intentando pescar algo, aunque fuera un miserable pez

Cada día en alta mar que pasábamos desvanecía nuestra esperanza, e rendimiento de cada uno de nosotros se hacía más corto y pescar se convertía en una deuda.

Llegamos hasta el punto de dejar tierra firme y vivir solo en el agua. Pero tal decisión no fue tan inteligente, al cabo de dos semana no encontrábamos deshidratados, quemados por el sol y desnutridos, tuvimos la suerte de que otro barco pesquero con la misma suerte de nosotros en la pesca no llevara de nuevo a tierra firme.

Pasaban semanas en el hospital y cada vez me sentía inservible no quria estar en un hospital, me recordaba mi infancia,

Por fin nos recuperamos estábamos listos para volver a lugar que casi nos mata ,

Pero algo pasaba en el tiempo que estuvimos halla adentro

La gente se estaba acumulando en la plaza del gran pescador, se oían gritos y palabras consoladoras y alentadoras para el futuro de nuestro reino

Al parecer el representante del emperador de Haadfeerder, ( así se llama el imperio al que pertenecíamos )

Iba a hablar por el pueblo y emitiría una orden para la restauración y comercio de nuestra isla que nosotros los isleños de Draafland también pertenecemos a Haadfeerder y necesitamos que nuestro nuevo imperio nos ampare como el anterior, todos saltaron lloraron y aclamaron a tal representante. Yo en mi parte no quede convencida se veía en la cara de ese sujeto que lo único que iba a hacer era pedir amparo a los de la clase alta nada más y que la media y baja sucumbiera en la miseria, tales fueron mis pensamientos que después de esa reunión pública se volvieron realidad, solo que en lo único que falle fue en lo que las personas de alcurnia harían, nos abandonarían e irían a tierra continental. La clase alta tomo todo lo que tenían en la isla y todas las riquezas de esta.

zarparon al anochecer, me di cuenta porque estábamos en el mar a la hora de que empezaron a Salir, Alain y los demás muchachos estaban dormidos esperando que la red empezará a tirar para subirla a la superficie, yo mientras tanto veía unas sombras enormes con siluetas de barcos, estaba asustada ningún barco de tal magnitud saldría a esas horas , decidí quitar en ancla que tenía sujeto a nuestro barco y dirigí la pequeñas belas hacia donde iban esas siluetas, después de unas cuantas horas se encendieron luces dentro de las siluetas y en cada barco veía la insignia del salmón alado dorado , las insignias de alta clase en Draafland y no solo era los barco de la capital isleña estaban las insignias del salmón alado rubí ,esmeralda ,perla ,diamante e hierro toda la alcurnia de la isla se iba no dejaban a suerte del mar, mis ojos se aguaban no soportaba ver esto, mis sentimientos me distrajeron de los demás navios y uno de estos golpeo y destruyo nuestro pequeño barco pesquero todos salimos a volar, Alain y yo fuimos los únicos que sobrevivimos los demás se ahogaron porque quedaron atrapados con las redes que sostenían con esperanza solo quedábamos los dos en el océano, en una de las noches mas frias que recuerdo, estaba asustada no sabía que hacer todo lo que pasaba me dejaba paralizada en unos instantes perdí el conocimiento, solo recuerdo que seguía viendo el salmón alado alejarse y como la oscuridad llegaba nuestro pueblo ahora estábamos solos.