Disclaimer: Los personajes, parte de los diálogos y parte de la historia no me pertenece, solo cuento la historia desde mi punto de vista, hago esto sin fines de lucro.
Notas del autor: "Bones" o "Huesos" es mi serie favorita, y la parejita de Huesos con Booth creo que nos ha cautivado a todos, por eso es que he decidido escribir esta historia donde se relatara todo el embarazo de Huesos.
IMPORTANTE: para poder entender esta historia es necesario que primero leas UN AGUJERO EN EL CORAZON, solo entra a mi perfil de autor y la podrás encontrar.
Espero disfruten la historia y me dejen sus comentarios, aunque parezca ridículo un comentario nos deja estúpidamente felices xD.
UN FINAL DIFERENTE
CAP 1: PROBABILIDADES.
Un grito ensordecedor llegó a mi oídos, había llegado la hora, Hodgins y Angela iban a tener un bebe, ambos iban a formar una familia.
Una familia…
Mire hacia mi derecha, y la vi, Huesos estaba acariciando el pequeño peluche que habíamos comprado para el bebe, estaba pensativa muy seria para mi gusto.
Otro grito aún más fuerte que el primero y el lloro de un bebe, ese niño por fin había llegado a este mundo.
Recuerdo cuando Parker nació, fue el día más feliz de mi vida, convirtiendome en padre, pero su madre no permitió que me casara con ella, ese día gané a un hijo pero no una familia…
Aún vivo solo, nunca tuve la dicha de escuchar la risa de un niño dándome la bienvenida después del trabajo, su madre nunca me lo permitió.
Ella me quito tantos momentos con Parker, me perdí la primera vez que dijo mamá, no pude ver sus primeros pasos, tampoco me dejo ir a su primer día de clases. Estuve en sus cumpleaños pero tan solo por una hora y en las navidades también estaba conmigo por poco tiempo comparado con el tiempo que tenía que rogar para eso.
La puerta se abrió y Hodgins salió con una gran sonrisa y con un pequeño bulto en sus brazos.
-Todo el mundo, quiero que conozcan a mi hijo- todos en la sala se pararon para poder verlo – Michael Stacatto Vincent Hodgins.
Miré al niño, se parecía mucho a Hodgins, Michael, era un buen nombre, sonreí. Todos nos reunimos alrededor de Hodgins y el niño, todos estaban sonriendo y riendo. Mire a Huesos y ella estaba sonriendo también, luego se dio la vuelta para entrar al dormitorio de Angela seguramente para verla.
- Estos son tus amigos – dijo Hodgins al bebe, mientras yo concentraba mi vista de nuevo en el bebe.
- Felicitaciones hermano - dije a Hodgins.
- Perdón por interrumpir este momento – dijo Cam - pero… ¿cómo están sus ojos?-terminó un poco insegura, era una pregunta un poco delicada tomando en cuenta el riesgo que había. El bebe podría ser ciego…
- ¿Sus ojos?- respondió Hodgins – sus ojos están bien… están bien, como todo en el, Michael es un niño muy saludable.
La tensión del aire se disipó y todos sonreímos.
- ¿Como esta Angie?- preguntó Sweets.
- Hermosa – dijo Hodgins alzando la vista.
- No me refería a eso pero…
- Ella está bien – dijo Huesos saliendo del cuarto de Angela – pero ahora está descansando.
- Debería entrar – dijo Hodgins
- Hodgins felicidades – dijo Huesos abrazándolo- creo que es hora de que me vaya, mañana pasare a visitarlos.
- Si yo también – dije despidiéndome de Hodgins – despídeme de Angela.
- Lo hare.
Huesos y yo salimos del hospital en busca de algo que comer, pensamos en comprar comida tailandesa y comer en su departamento. Ya era de noche y las calles estaban vacías. Hoy había sido un día agitado; resolvimos el caso en un solo día.
- Ellos se veían tan felices- Dijo Huesos rompiendo el silencio.
- Sí, bueno, Ellos tuvieron un bebe- era obvio.
- Sus vidas enteras han cambiado, se podría pensar que sería un poco más aprensiva- lo decía como si el bebe fuera una mala noticia.
- Bueno, ya sabes, tener un bebe, eso es algo muy bueno.
-¿Realmente piensas eso?- preguntó.
- Si, es genial- respondí dándome la vuelta para verla, lucia preocupada- ¿Qué?- estaba afligida, ¿por Angela? - ¡Oh!, vamos Huesos, mira el bebe… el bebe está bien- dije tratando de mostrarle que no hay nada de qué preocuparse - es saludable, ellos tienen un bebe saludable ¿De acuerdo? Ellos se aman, este es el día más feliz de sus vidas. ¿Está bien?
Ella seguía luciendo afligida, preocupada por algo, me miraba como si tratara de hacerme entender algo, algo de lo que no me había dado cuenta.
-¿Qué?- pregunté tratando de entender, ¿qué es lo que le pasaba?
- Estoy… - no entendía por qué estaba así, era muy extraño que huesos no pueda terminar una frase- estoy… embarazada.
De pronto y sin aviso sentí como si un camión me arrollara, como si mil bombas explotaran al mismo tiempo, mi corazón latía rápidamente y yo no podía hacer nada más que mirar a la mujer que estaba delante de mí.
– Tú eres el padre- afirmó
Tú eres el padre…
Tú eres el padre…
Tú eres el padre…
Un escalofrió recorrió mi espalda y una sensación extraña inundó mi cuerpo, algo parecido a las cosquillas pero más agradable, tienen un nombre para eso, mariposas en el estomago.
Yo iba a ser padre de nuevo, padre del bebe de Huesos, de Huesos la mujer a la que yo amaba, no pude evitar que mis labios formaran una sonrisa, y luego vi la sonrisa más bonita que jamás podría haber visto, Huesos estaba sonriendo.
Me acerque lentamente a ella, y coloque mis brazos alrededor de su cintura mientras ella me miraba expectante.
-¿Estas embarazada? ¿Voy a ser padre?- dije no pudiendo evitar que mi sonrisa se agrandara.
-Eso es lo que dije, no me escuchaste- respondió con tono confundido.
Me hinque lentamente hasta quedar arrodillando en el suelo y bese la barriguita donde se encontraba mi bebe… ¡Mi bebe!, me levante rápidamente y abrase a Huesos, la abrace con tanta fuerzas que la levante del suelo y comencé a reír.
Después de un tiempo la deje aterrizar, pero no la solté, la mire a los ojos y lentamente me acerque a ella para besarla, ella solo me correspondió, la bese con toda la ternura y amor que sentía por ella, Huesos la mujer a la que yo amaba y ahora la madre de mi bebe.
- Al parecer te agradó la noticia- dijo con un tono qué no me agradaba por completo.
- ¿Qué si me agradó? ¿Por qué dices eso?, estas bromeando es la mejor noticia del mundo- su mirada no se encontraba con la mía, como si tratara de ocultarme algo- que es lo que pasa, ¿Por qué te costó tanto decirme que estas embarazada? Te conozco Huesos, ¿Qué sucede?
- Bueno hoy dijiste que nunca tendríamos un hijo- su mirada reflejaba dolor.
- ¿Qué? – respondí confundido, luego mi mente hiso click, hoy trabajamos con esa niña - No, Huesos entendiste todo mal, dije que nunca tendríamos un hijo como esa chiquilla malcriada.
- ¡Ah! – Expresó entendiendo con una sonrisa, como siempre hacia cuando se daba cuenta de algo que estaba frente a sus ojos - Te referías a eso, así que nunca insinuaste que no querías tener un hijo conmigo.
- Siempre malinterpretas las cosas huesos, siempre malinterpretas- dije mientras caminaba y Huesos se unía.
Caminamos unos pasos más y llegamos a mi auto, me dedique a conducir hacia el norte para comprar comida tailandesa, nuestra favorita.
- Un bebe, Huesos me diste la mejor noticia del mundo – confesé alegre, un bebe.
- Si, lo sé, ya lo dijiste.
- Qué crees que sea, un niño o una niña- pregunte entusiasmado.
- Es imposible saberlo, solo tengo 3 semanas de gestación- respondió clínicamente como de costumbre.
- Si es un niño, le enseñare a jugar beisbol o futbol, lo que él prefiera, iremos al zoológico y haremos campamentos, muchos campamentos. Si es una niña, o por Dios si es una niña… ya me la imagino sonriéndome y dándome la bienvenida después del trabajo, le compraría muchos vestidos, la llevaría a comer helados y le compraría muchos peluches.
- Es inútil que hagas conclusiones tempranas, todavía no sabemos su sexo- dijo arruinando mi entusiasmo.
- Oh vamos Huesos- dije reclamando – déjame disfrutar.
- Esta bien, has conjeturas tempranas.
Me molestaba tanto cuando ella no reaccionaba como las demás personas, como las personas con carne y sangre, pensé que sería diferente por ser su bebe de quien hablamos, pero ella es demasiado racional en todo, me sacaba de quicio.
- ¿Que haremos? – preguntó.
- ¿Qué haremos? – respondí confundido.
- Pensé que íbamos a mantener nuestra relación amorosa y sexual en secreto- respondió aclarando.
Diablos, eso era cierto, las cosas cambiarían, todos los nerds se enterarían, el FBI estará muy molesto, Sweets por fin venderá su libro, esto apesta.
- Hay que avisarle a tu padre - dije organizando las prioridades en mi mente.
- Que relevancia tiene en comparación con los demás, Cam necesita saberlo, voy a necesitar un permiso de por lo menos 3 meses después del nacimiento.
- Huesos, es tu padre, tendré que hablar con él.- dije pensando en voz alta.
- Creo que soy yo la que debe darle la noticia.
- No Huesos, tu padre pertenece a la escuela antigua. Tú sabes, El chico pidiendo la mano de su hija para matrimonio, una charla de hombre a hombre, necesita estar seguro que él no tiene malas intenciones con su hija, asegurarse de que no quiera jugar con ella.
- Mi padre tiende a acecinar a los que quieren hacerme daño- sonrió por su comentario.
Chistosa, Trague ruidosamente, tal vez… tal vez debería tomar medidas de seguridad mientras hablo con su padre.
- Vamos Huesos, tu padre sabe que no juego contigo.
- Mi padre no sabe que tenemos una relación más allá del compañerismo o la amistad- dijo aclarando su punto de vista.
Sonreí, Huesos tenía una habilidad muy limitada para entender a las personas.
- Te equivocas, tu padre lo sabe, sabe que estoy… -enamorado iba a decir, enamorado hasta los huesos, pero eso sería mucho para Huesos- sabe que estoy dispuesto a protegerte y a cuidarte de cualquier persona y de cualquier circunstancia al costo que sea, lo sabe, sabe lo que siento por ti, y ya sospecha de nosotros.
- ¿nosotros?- preguntó confundida.
- Si Huesos, nosotros, tu y yo, tu sabes huesos lo que tenemos, tu padre ya lo sabe o por lo menos se lo imagina- dije sonriendo, recordando cómo Max había reaccionado horas antes, claramente lo sospechaba.
La mire de reojo, estaba analizando la información, tenía el seño fruncido, como cuando no tenia argumento contra mí. Gané se sentía bien.
Llegamos al restaurant, pedí dos porciones para llevar y me dirigí al departamento de Huesos, pero ella permanecía callada, muy callada, no era usual.
Entramos a su departamento, y coloque la comida en su pequeña sala de estar.
- ¿Todo está bien?- pregunte preocupado.
Me concentre en su rostro, algo no andaba bien, había algo que la perturbaba, se le veía en los ojos.
- Si – respondió no muy segura, debe de ser muy ingenua para pensar que me lo creería.
- Vamos Huesos, te conozco, se que algo anda mal.
Me miro directo a los ojos y se quedo ahí por un momento, no tomando una decisión todavía. Su mirada era cautelosa, ella tenía miedo. ¿Miedo?
- Huesos…
- ¿Qué pasara con nosotros?- preguntó rápidamente.
- De que hablas – pregunté confundido.
- Tu sabes, el bebe va a cambiar muchas cosas- otra vez hablaba como si tener un bebe fuera mala idea.
- De que hablas, piensas que no es una buena idea tener al bebe.
- No es eso, voy a amar a mi hijo, esto no tiene que ver con el bebe, Booth.
- ¿Entonces? – pregunté confundido.
- Acordamos que lo íbamos a intentar, pero esto va mucho más allá de eso.
- Espera… - dije levantando las manos, indicándole que se detuviera, la tome del brazo e hice que se sentara en el sofá y yo me senté al lado de ella- Lo estás haciendo de nuevo.
La mire a los ojos, podía ver el miedo en sus ojos, como si fuera la presa y yo el cazador.
- Huesos, no me hagas esto – dije casi suplicante.
- ¿Hacer que? – preguntó confundida.
- No me alejes de ti – dije pronunciando muy bien cada palabra para que la entendiera – no me alejes de ti, solo porque tienes miedo.
- No tengo miedo – dije con la voz un poco quebrada – soy una exitosa doctora forense, exitosa escritora, tengo estabilidad económica, y se defenderme.
- Lo sé Huesos, se quién eres, he estado a tu lado por muchos años, pero no te agradan los cambios, te asusta lo desconocido, te asusta pensar en el futuro.
Sus ojos estaban un poco llorosos, tenía una mirada resentida, como si hubiera atacado su lado más débil.
- Es solo que si la relación parece más que casual siento que debo plantearme los problemas, probabilidades de éxito o de falla – explicó tratando de que entendiera su lógica.
- ¿Qué? No tenemos probabilidades de éxito – dije casi riendo.
La mire y ella negaba despacio con la cabeza, sonreí tristemente.
- Huesos, mírame – dije serio, mi mirada era severa – ¿Qué sientes por mí?, ¿Qué significo para ti?, ¿Qué papel ocupo en tu vida?
Ella estaba en shock, su mirada se perdió por unos segundos, espere hasta que su mente se aclarara, su respiración era irregular y juraría escuchar los latidos de su corazón, al parecer eran muchas preguntas para ella. Luego de un tinempo fijo su mirada como lo hace con un esqueleto y comenzó a hablar.
- Eres mi mejor amigo – dijo pausadamente – eres una de las personas en las que más confió, eres… una de las mejores personas que conozco, si hay algo que no entienda seguramente serias el primero al que le preguntaría, confió en ti Booth, confío en que jamás dejaras que nada malo me pase, además…- dijo mientras me analizaba como restos humanos – creo que yo tampoco dejaría que nada malo te pase, siento la necesidad de que estés bien.
La mire a los ojos y su análisis había concluido.
- Huesos, a que le tienes miedo- pregunté suavemente.
- Tengo miedo a que todo eso desaparezca- dijo con los ojos aún más llorosos, sus ojos me suplicaban que la entendiera y que la dejara en paz, pero eso no pasaría.
La tome de la cintura y la acerque hacia mí, la abrace fuerte mientras sumergía mi rostro en su sedoso cabello y acariciaba la piel suave de sus brazos.
- Huesos… - dije casi en un suspiro no sabía por dónde empezar, su rostro se escondió de mí, pero se acomodo en mi pecho- ¿Huesos, puedes escuchar los latidos de mi corazón?
- Si
- ¿Puedes escuchar como los latidos se aceleran? – se quedo en silencio esta vez no respondió, sonreí.- Puedo sentir como tu respiración se vuelve irregular – Su rostro se volteo a verme con mirada intrigante – Oh Dios, eres tan hermosa- dije sin pensar solo contemplándola, sus ojos se abrieron rápidamente sorprendiéndose por mi comentario, y de nuevo oculto su rostro de mi vista.
Me quede así por unos segundos.
- Te amo, y sé que sientes lo mismo, Huesos eres la mujer más increíble que conozco, eres inteligente, segura, y hermosa, he arriesgado mi vida por ti más veces de las que debería – dije riendo – hemos pasado por tantas cosas juntos, eres la única persona en la que he podido confiar, he vencido a la muerte a tu lado. ¿Aún me dices que nuestras probabilidades no son buenas?- pregunté divertido.
Se dio la vuelta a verme y su mirada se clavo en la mía.
- Las probabilidades son buenas Booth, pero si algo va mal, son más que catastróficas. ¿Qué haremos si algo va mal?- preguntó desesperada.
Su mirada seguía fija en mi, su mirada era oscura.
- Lo resolveremos, como ya lo hemos hecho antes, nuestra relación es fuerte – dije sonriendo.
En ese preciso momento vi como su expresión cambio, y sus ojos adquirieron un nuevo brillo.
- Es cierto, no hay porque preocuparse, cuando te rechacé hace un tiempo nuestra relación siguió intacta.
- Eso no es justo – dije molesto soltándola de mi agarre.
- ¿Qué? – preguntó sin entender, pero con un tono que me irritaba.
- Huesos, se supone que este era un momento romántico y lo arruinaste – dije acusándola.
- Perdón solo mencioné el hecho de que ya paso una vez, que te rechace y que aún así seguimos siendo amigos, además tu me rechazaste también recuerdas
- Huesos eso no era necesario – dije mientras me separaba de ella y alcanzaba mi plato de comida- no era necesario comentarlo – dije más que enojado mientras comenzaba a comer.
- Perdón, solo quise expresar que entendí tu punto de vista.
Sonreí un poco sin que ella lo notara- solo come ¿Si?- dije mientras le pasaba su plato de comida.
Probé otro poco de comida esta vez saboreándolo, estaba…- Delicioso – dije en voz alta.
- Booth como crees que reaccionara Parker- preguntó mientras probaba la comida.
- A Parker le agradas, especialmente cuando le muestras huesos o cuando haces bombas en tu piscina, y el siempre quiso un hermano.
- Puede ser hermana –respondió con el tono de corrección que tanto odiaba.
-Hermano… hermana, solo es un niño de 11 años, solo quiere alguien con quien jugar.
- Esta bien, estas un poco gruñón, solo decía que… - de pronto me extendió su palto de comida, la vi pálida yo solo atine a agarrar su plato y ella salió corriendo.
Me quede por unos segundos sin moverme, tratando de entender que es lo había pasado, escuche una puerta cerrarse y un sonido muy desagradable.
Entonces me di cuenta, deje el plato en la pequeña mesita y me pare inmediatamente siguiéndola, me di cuenta que la puerta que había estrellado era la del baño, trague ruidosamente, la escuchaba tosiendo fuertemente.
- ¿Huesos estas bien?- pregunte con miedo.
Ninguna respuesta llegó a mis oídos.
- Huesos abre la puerta- ordené.
- Estoy bien – respondió.
- Abre la puerta – dije de nuevo.
- Ya te dije que estoy bien – ni bien termino la frase llego a mis oídos el sonido de ella devolviendo lo poco que había logrado comer.
- Abre la maldita puerta Huesos- y de nuevo ese sonido – esto es ridículo – me queje en voz alta – aléjate de la puerta – avise mientras tomaba distancia para poder envestir la puerta, esta se abrió rápidamente.
La busque con la mirada, y ahí estaba tirada en el suelo abrazada del inodoro, se dio la vuelta y –¡Estás loco! rompiste mi puerta- se quejó.
- La pagare – dije mientras me acercaba y me inclinaba para ponerme a su altura, la puerta no era importante ahora.
- Es normal que ocurra esto durante el embarazo, no es para que te alarmes, el bebe está bien- dijo explicándome y de nuevo ni bien termino la frase se abrazo fuertemente del inodoro y vomitó.
Yo no estaba seguro de que hacer, no podía hacer nada, me sentía tan impotente, lo único que se me ocurrió fue frotar su espalda. Unos segundos después comenzó a respirar profundamente como tratando de tranquilizarse.
- Podrías ayudarme a levantarme- pidió mientras extendía su mano.
- Eh… Si- respondí me levante rápidamente, tome su mano y con la otra la sujete por la cintura para ayudarla a incorporarse.
- Estoy bien – me aseguro una vez de pie, yo no podía quitarle la vista, ella se dirigió a su lavamanos y saco un cepillo de dientes, luego se cepillo los dientes y estuvo por un tiempo enjuagándose la boca.
- ¿Segura que estas bien? – pregunté preocupado.
- Si Booth, es totalmente normal. Durante el primer trimestre de embarazo se experimenta nauseas, vómitos, aumento de pecho, mareos, aumento de apetito, antojos o pérdida de apetito- La mire espantado.
- Huesos, tenemos que vivir juntos- dije llegando a una conclusión apresurada, pero no podía dejarla vivir sola durante su embarazo, yo la amaba.
- ¿Qué?- pregunto confundida.
- Me conoces Huesos, si no fueras tu de quien hablamos ya me habría arrodillado y pedido que seas mi esposa- confesé
- Sabes que no creo en el matrimonio, pero eso no quiere decir que no me pueda comprometer.
- ¿A qué te refieres?- pregunté confundido, ¡Huesos comprometiéndose!
- ¿Recuerdas cuando me dijiste que necesitabas a una persona que te ame por treinta o por cuarenta o por cincuenta años?- preguntó.
Yo solo logré asentir con la cabeza como un idiota, no podía creer lo que estaba diciendo.
- Pues, yo puedo ser esa persona, me puedo comprometer, pero eso no quiere decir que me vaya a casar contigo- terminó y comenzó a cepillar su cabello.
Era mi impresión o acaba de decir que sería mi esposa sin realmente serlo, estaba un poco confundido, pero siendo Huesos esto era increíble.
- Se que no te agrada la perdida de privacidad, pero deberíamos vivir juntos- dije un poco inseguro.
-No de hecho me parece razonable, dos semanas en tu departamento y dos semanas en el mío- respondió rápidamente todavía concentrada en su cabello.
No era a lo que me refería, pero estaba bien, ahora no era el momento de presionarla.
- ¿Necesitas algo?, ¿un vaso de agua?, ¿necesitas que te lleve a tu habitación?- pregunte nervioso.
- Si tal vez un poco de reposo me haría bien.
- OK- dije mientras sujetaba su mano y la dirigía a su habitación.
- Booth estoy bien- la escuche reclamar.
- Lo sé - respondí.
- Entonces no me trates como una viejita, puedo caminar- reclamo quitando su mano de la mía y caminando rápidamente a su habitación.
La seguí a su habitación y ella ya estaba recostada sobre su cama, tenía una mano sobre su rostro supongo para parar los malestares, respiraba acompasadamente, estuve observándola por un buen momento, todo su cabello estaba esparcido por la almohada y... - Creo que estoy lista para terminar la comida – dijo mientras se levantaba deprisa de la cama dispuesta a ir a la sala para ¡Terminar de comer!
Mi cerebro no estaba trabajando como debería pero mis reflejos eran perfectos, la agarre por la cintura antes de que se fuera corriendo a comer.
- Creo que esa no es buena idea – dije asustado, como es que esta mujer tenía ganas de comer ¡ahora! – Que te parece un vaso de agua primero, yo iré por él.
- Está bien – dijo mientras se sentaba en la esquina de la cama.
Salí con cautela de su cuarto y fui a la cocina, Huesos era una mujer extraordinaria pero parte de ella era ser muy, pero muy extraña, este embarazo iba a ser una experiencia muy peculiar, regrese con el vaso de agua y ella estaba ahí justo donde la deje, suspire en alivio.
- ¿Cómo te sientes? – pregunté, mientras le pasaba el vaso de agua.
- Bien, ya te lo dije- repitió irritada.
- Huesos está bien si me quedo a dormir ¿verdad?
- Si, pensé que ya habíamos quedado en eso- respondió fríamente como siempre lo hacía.
- Si.
- Podemos tener relaciones sexuales y luego dormir- odiaba cuando era tan directa, se escuchaba tan mal.
- Huesos, eh…
- Lo siento, fui muy directa ¿verdad?- por lo menos se daba cuenta.
- Si Huesos, y ya te lo explique no son relaciones sexuales, es hacer el amor – corregí.
- No entiendo porque te molesta que use el término "relaciones sexuales", el cual por cierto es el correcto.
- Porque te amo y lo que hacemos, es hacer el amor ¿De acuerdo?– respondí secamente.
- Esta bien, podemos hacer el amor y luego dormir- su plan sonaba tan pero tan bien, pero…
- No, Huesos, hoy solo quiero dormir a tu lado- dije respirando profundo, no muy seguro si estaba loco o desquiciado.
- ¿Por qué?, ¿porque estoy embarazada?, porque déjame decirte que las relaciones sexuales durante el embarazo son totalmente normales, a pesar de la creencia popular, las relaciones sexuales no dañan al feto.
- Podrías callarte, sé que puedo, solo que… - odiaba cuando era tan directa, tan racional, tan…
- Entonces… - preguntó sin entender.
- Solo quiero dormir a tu lado- dije tratando que entendiera, ahora ella necesitaba descansar, solo descansar, la mayoría de las mujeres, si no todas las mujeres encontrarían este gesto dulce y generoso, pero no Huesos. Yo no quería que le pasara nada malo, solo quería cuidar de ella por esta noche, ya tendría otras para hacer el amor con ella.
- Solo acuéstate Huesos.- ordené
- Esta bien – respondió, se paró y fue hacia su armario, de pronto su ropa comenzó a caer al suelo yo no podía creerlo, que rayos le pasaba.
- Creo que… ¡voy al baño! - dije justo cuando se estaba quitando la blusa, me arme de fuerza de voluntad y Salí de ahí.
Comencé a recitar todos los nombres de Santos que me conocia, tenía un pequeño problema por mi entrepierna que debía arreglar, corrí al baño, debía tranquilizarme si no quería entrar ahí y devorarme a Huesos.
Entre al baño para poder respirar, ¿qué rayos le pasaba?, la primera vez no quería que la viera vestirse y ahora se desnudaba delante de mí, sin vergüenza ni precaución alguna. Estaba loca. No tendría objeción alguna cualquier otra noche, pero… hoy necesitaba todo mi autocontrol, se sentía mal y yo ¡SOLO TENGO QUE CUIDARLA! Maldición esto iba a ser difícil.
Me mire al espejo y me di unas palmadas en la cara - Vamos amigo puedes hacerlo – me dije a mí mismo.
Respire profundamente y volví a su cuarto, Huesos ya estaba con ropa de dormir, tenía encajes y era de color negro, se veía grandiosa bueno en realidad era más que eso, ¡rayos! como se supone que voy a poder contenerme si ¡ella se veía así!
- Booth, creo que estoy mareada- dijo mientras se agarraba a cabeza.
Solo basto que dijera eso para que todo mi cuerpo se relajara, me senté en la cama y me deshice de mis zapatos y pantalón.
- Lo sabía, solo respira profundo- dije mientras me acomodaba a lado suyo a la velocidad de la luz.
Ahora no era el momento para hacer el amor, solo me necesitaba ahí, a su lado.
Pero eso no quería decir que no iba a disfrutar esa noche, la tome por la cintura y la atraje lo más posible hacia mí, me gustaba sentir su suave piel.
- Sabes que podemos hacer el amor cuando quieras ¿verdad?- preguntó.
- Huesos, estas mareada, hacer el amor solo empeoraría las cosas, no quiero que te sientas mal, así que duerme y cállate antes de que pierda el control- dije perdiendo los estribos.
- Me amas – dijo dándome un beso, no era una pregunta era un hecho – creo que por primera vez hay más probabilidad de éxito que de fracaso… La teoría me dice que una relación a largo plazo es algo improbable y que el amor es simplemente una segregación de hormonas, pero… la teoría es siempre diferente a la práctica y al conocerte he descubierto que la teoría puede estar equivocada.
Sonreí levemente y deposite un beso en su frente.
- Te amo- dije por última vez esa noche mientras me acomodaba - Dulces sueños, Huesos – susurre mientras acariciaba su suave piel y ella se acurrucaba en mi pecho.
