Lazos de Odio 2: El Reencuentro

Katekyo Hitman Reborn © Akira Amano


Ciao chicos, Dios les bendiga aquí comienza la segunda parte de lazos de odio para fans de fans y claro me ha gustado todo esto. He mantenido atrasado caminos entrelazados entre otras por esta historia; pero no las olvido las tengo muy presentes…!bueno a leer se dijo!

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Quince años después…

Ninguna mujer le había hecho eso a Sawada Tsunayoshi. Ninguna había huido después de estar con él en la cama, y el rencor junto al desconcierto que aquello le produjo fue muy profundo.

Aun después de quince años, aun recordaba la pasión de ella en la cama que contradecía los hechos…pero allí estaban, se había ido esa misma noche y que debía encontrarla, no podía dar crédito a la forma tan insultante de ella de huir sin dar explicaciones ¿acaso no lo amaba?¡Era su esposa, Dios!

Aun le corroía los recuerdos de aquella noche, la hipocresía de su suegro y su descarada proposición de extorsión; por suerte supo mantener su posición y terminar con el asunto. Su madre había muerto la semana pasada y por suerte en paz, pero aun sin saber dónde se encontraba ella…debía hacerle pagar su insulto.

Observo el expediente cerrado y etiquetado con el nombre de su esposa sobre la mesa de su despacho. Llevaba años buscando algún dato de su ubicación exacta, estado y esperando con la autodisciplina que se había interpuesto como reputado hombre de negocios en las finanzas. Llevaba mucho tiempo esperando las explicaciones de su equipo de seguridad, llevaba mucho tiempo sin saber nada de ella ¿Cómo podría ser eso? ¿Acaso les había burlado?

–Signore Vongola, posiblemente–comento el investigador de la Stella inseguro– Haya obtenido ayuda para ocultar su identidad, de alguien con el suficiente poder para…

–Supongo que así justificas el fracaso ¿No?–espeto secamente–a pesar de que mi antiguo asesor de seguridad, Reborn se haya marchado y por supuesto considero que tú eres uno de los mejores Fuuta.

Fuuta trago en seco, había buscado a la mujer que encajaba con aquellos detalles proporcionados por su jefe, pero no comprendía ¿Cómo podría una mujer desparecer sus huellas y que sus influencias no hubiesen llegado siquiera escuchar mencionar su nombre?

–No tengo nada más que decir, allí están los datos que pude recopilar de ella en estos quince años, Tsuna–comento mientras tomaba asiento en el sofá cerca de la pared–Solo estaré seguro de que son los datos correctos, cuando la reconozcas. Hasta aquí sigue mi trabajo, Adiós…

–Grazie, Fuuta–comento mientras suspiraba algo más tranquilo y examinando la fotografía.

Tsuna frunció el ceño y se tensó su mandíbula. Fuuta entrecerró los ojos al verlo mientras veía al hombre tenso. Acercándose a la puerta se volvió de medio lado, mientras tomaba su gabardina negra del perchero.

–Por cierto…Esa fotografía la pude encontrar exactamente hace diez años, al parecer es protegida por algún ente oficial y cualquier tipo de búsqueda extraordinaria es inútil. Fue la única a la que pude acceder, todos sus datos desaparecieron sin rastro alguno.

Tsunayoshi asintió, mientras la puerta se cerraba con un golpe seco se fijó en el cabello largo y en sus ropas maltratadas. No era más que despojos de lo que él conoció alguna vez.

A pesar de la recompensa ofrecida por su búsqueda a los mejores investigadores, no había aparecido. Pero a pesar de todo, según la última fotografía y el informe fue tomado en islas cercanas a Sicilia. Desilusionado al no descubrir más del asunto, aún tenía pendiente su Vendetta personal.

Alguien toco la puerta y Tsunayoshi resguardo el expediente en su escritorio; su secretaria anuncio por el altavoz, la puerta se abrió y ahí de pie estaba la silueta de un hombre alto cabello negro cuyos ojos dorados se posaron con calidez en él y en su rostro había una cicatriz junto a la sonrisa que expresaba…Yamamoto.

–¡Yo, Tsuna!–comento el pelinegro sonriente mientras tomaba asiento frente al esplendido escritorio de roble organizado con algunas pilas de papeles y carpetas organizadas para firmar–Muy ocupado ¿eh?

Tsunayoshi asintió mientras aun simulaba terminar de leer algunos documentos cuando el hombre frente a él deslizaba una invitación sutilmente por la mesa, y la sonrisa de Yamamoto se extendió en el rostro, simulando un mero interés en la revista que había en la mesa junto al sofá donde yacía; sabía que había captado el interés de su amigo que a pesar de su aislada pero ajetreada vida le conocía mejor que nadie.

–y bien, esto es una broma ¿verdad?–pregunto Tsunayoshi mientras levanto la mirada a la hermosa tarjeta decorada con bordes dorados, luego espero respuesta de Yamamoto quien aun estaba "distraído" leyendo la dichosa revista de la semana pasada–¿Dime porque la has aceptado y quien la envió?

Yamamoto sonrió al ver el singular interés de su amigo, que de por si no había aceptado invitación alguna sin compañía de alguna mujer de su interés.

–Es una fiesta organizada por la agencia de publicidad "Rosa di Macchia" supongo que deseaban invitarte al igual que a otros muchos empresarios–comento encogiéndose de hombros y dejando la revista sobre la mesa–Pero deberías asistir por lo menos para distraerte, ¿No crees?

Tsunayoshi, quedo pensativo. Quizás salir un poco podría relajarle, olvidar tal vez su sentimiento de venganza contra el abandono de su esposa hace quince años…Si, necesitaba algo para olvidarla y tal vez en esa fiesta encontrara alguna chica que satisficiere sus deseos; después de todo ya no era un joven como antes y ahora estaba a cargo de una compañía que podría revisar si deseaba desde su casa.

Pero, cada vez que regresaba a su Castello…allí estaban los recuerdos, allí estaba su esposa. Solo podía ver la silueta frágil y delicada junto al cabello negro que caía por su espalda blanca y aquella sonrisa que iluminaba como si fuera el sol, sus hermoso rostro con aquellos ojos negros… ¡ ¿En qué rayos estaba pensando?!

–Si llegaras a cambiar de opinión, allí está la invitación que fue extendida a los altos ejecutivos y asociados de la compañía.

Yamamoto salió de la oficina, cerrando tras el la puerta.

El escritorio aún continuaba lleno de carpetas y balances generales entregados por sus subalternos, que observo con desgana pero luego los dejo sobre el escritorio. Se levantó en dirección a uno de los estantes llenos de licores y volviendo de soslayo la mirada fija en el escritorio, sintió que se le formaba un nudo en el estómago.

"Ya debería, dejar a cargo de estas cosas a alguien más" pensó mientras tomaba una copa junto a una botella de coñac; que bebió rápidamente.

Miro el calendario: enero, suspiro al ver que aun el tiempo parecía tan lento y dejando la copa sobre el estante junto a la botella y luego se fijó en el reloj de mano para ver que dentro de unos minutos debía reunirse con Gokudera…

Tenía tiempo, la fiesta seria en unas horas.

Tomo el teléfono celular de su chaqueta, marco rápidamente en su agenda telefónica. Mirando entre los múltiples números avisto algunos de viejas compañeras…

"Quizás, necesite compañía…aunque quizás, no"

Las altas estelas sociales y del mundo empresarial se habían reunido en aquella función benéfica y los medios de comunicación habían acudido en masa para transmitir el acontecimiento.

El vestíbulo estaba lleno de sonrientes famoso con sus mejores galas. A pesar de que casi todos los hombres iban vestidos de negro, Yamamoto pudo localizar a la persona que estaba buscando.

Tsunayoshi Vongola sobresalía entre la multitud, y no solo por su aspecto, sino su presencia dominante.

– ¿Tsuna…?–dijo, sonriente aliviado.

Tsunayoshi, que iba acompañado por una elegante mujer rubia esbelta llena de joyas, se volvió al ori su nombre. Al ver a Yamamoto sonrío sutilmente.

–Yamamoto–dijo a la vez que extendía su mano–. No sabía que fueses aficionado a las fiestas.

–No lo soy…y aunque lo fuera no creo que hubiera podido asistir a esta–admitió Yamamoto con franqueza–. He logrado venir hasta aquí, por supuesto acompañado…

Sonrío y tras el salió un joven; saludo acercándose cortésmente y estrecho la mano de Tsunayoshi.

–Mucho gusto, signore Tsunayoshi–comento el joven en un buen italiano–Mi nombre es Uigetsu Takeshi, encantado de conocer al jefe de mi padre.

Tsuna frunció el ceño lleno de una leve sorpresa, sabía que su amigo tenía un hijo pero jamás le había presentado al joven y aunque había conocido a su madre esta había muerto después del nacimiento; pero no tuvo la oportunidad de saber siquiera donde residía el chico.

Sonrieron, y asintiendo a una señal de los ojos dorados de su padre se dirigió a un dialogo amigable entre otros de sus amigos en el salón mientras la rubia a su lado se había apartado al tocador. Yamamoto se disculpó por la forma un poco modesta de su hijo de presentarse, y se encogió de hombros al explicarle que vivía en Japón con su hijo de una forma modesta lejos de la vida secular del espectáculo.

–¿y tu acompañante?–pregunto Tsunayoshi al verlo solo.

Yamamoto contemplo el rostro bronceado de su amigo que conocía desde la juventud en sus días de instituto.

–Bueno, no tengo a alguien…aunque creo que si, pero naturalmente no podría venir–comento encogiéndose de hombros.

Tsuna se palmeo la frente con la mano.

–¡Lo había olvidado!–admitió con una mueca de pesar–de verdad, disculpa mis comentarios, Yamamoto…

–Eso es lo de menos–comento encogiéndose de hombros y fijando su mirada en el joven de ojos claros quien sonreía al entre charlar con un joven de cabello carmesí y ojos verde claro–Por cierto, ¿Has visto a Enma? Al parecer está por aquí…

–No, aun no lo he visto–comento un poco pensativo–Pero espero verlo pronto en la gala.

–Tienes muy buen aspecto, Tsuna–dijo Yamamoto. Nadie que miraba a Tsuna podría decir que era infeliz o ciertamente un hombre de negocios demasiado temible, el era una de las pocas personas que conocían sus otras facetas… ¡Y apenas podía creerlo!

–Siempre el doctor, ¿Eh Yamamoto?–bromeo burlonamente Tsuna mientras la chica estaba a su lado nuevamente sujeta a su lado; recordaba que su amigo había aprendido un poco de medicina y por supuesto sabía lo importante para salvar una vida.

–Y el amigo, espero–contesto Yamamoto. A fin de cuentas, aquel era uno de los motivos por los que estaba allí…además de la fiesta de la innovadora diseñadora "Primavera" quien le habia insistido en ir y por supuesto la insistencia de su hijo aún más.

De manera que allí estaba, aun habría preferido no tener que acudir.

Los rasgos bronceados de Tsunayoshi se distendieron en una encantadora sonrisa.

–Y el amigo, por supuesto–asintió–. ¿Sucede algo, Yamamoto? –añadió más serio.

–No sucede nada–replico yamamoto, incomodo.

Tsunayoshi no se molestó en ocultar su escepticismo.

–No me vengas con esas. Sé que no hubieras venido como de costumbre y te hubieras dedicado a tu hijo.

–Es él, el que me insistió en venir–admitió Yamamoto.

–Y me alegro de que lo haya hecho. Me habría sentido ofendido si no hubieras acudido después de haberme dejado tal invitación. A fin de cuentas, de no ser por ti yo no estaría aquí.

–tonterías.

–Tu modestia es demasiado–comento Tsunayoshi al tomar una copa de un mesero y pasando una a su amigo–y ¿Ahora cuál es el problema?

–Yo no diría que es un problema, Tsuna. Quiero trabajar desde mi casa, por supuesto el cargo puede ser traspasado a Blue bell es una mujer muy inteligente y eficiente que me ayudara a terminar los asuntos…–Yamamoto carraspeo un poco antes de añadir–: Mi hijo ahora es mi prioridad y en estos años necesita más mi apoyo…

La expresión de Tsunayoshi no cambio, pero sus movimientos al tomar el vaso para beber resultaron extrañamente mecánicos.

–¿Está enfermo?

–No.

Los hombros de Tsunayoshi se relajaron casi imperceptiblemente.

–Lo cierto es que tiene un aspecto muy bueno…un excelente deportista, tal vez–dijo Yamamoto–. Siempre alegre y carismático en el club de beisbol.

–No me interesa su aspecto–la mandíbula de Tsuna se tensó visiblemente–¿Cuál es tu razón?

–Quiero estar con el, apartarme de esta vida ocupada sin tiempo–dijo sonriente fijando su mirada en Uigetsu quien se acercaba al bufet con un leve plato mientras conversaba con una chica rubia–Ese es mi motivo, disfrutar con el estos años.

–Eso es bueno, Yamamoto–comento tratando de ser lo más amistoso posible–Manda tu solicitud el lunes por el debido proceso ejecutivo, nos veremos después.

Tsunayoshi se alejó con la mujer en brazos quien sonreía normalmente, sintió pena por su amigo quien de verdad necesitaba terminar con esa absurda forma de pensar…ya era hora de que conociera a su hijo, y eso lo hablaría con Haru.

"Mamma mia, demasiada gente"

Habia sido mucha gente la que acepto su invitación, la mayoría venia vestido formalmente. Primavera estaba sentada frente a un tocador ajustando sus aretes de mariposas que caían hechas de diamantes; cortesía de Byakuran Gesso…su cabello recogido en un alto moño que hacia caer con gracia su negro y liso cabello en hebras por su espalda y flequillos en su frente.

–Signora primavera–comento la dulce voz grácil de una joven modelo quien vestía un hermoso traje diseñado por ella–¿Puedo entrar?

La mujer tomo el antifaz de mariposa grisáceo sobre el tocador, y ajustándolo en su rostro le afirmo para que ingresara. La joven se inclinó en un ademan de respeto y sonrío detrás del mismo antifaz de ella.

–Ha llegado, Verano–comento–Le espera en la otra habitación contigua y espera su aprobación para entrar.

Siempre debía seguir los procedimientos, precavida por su identidad sonrío y asintió para que la joven le entregara a "Verano" su llave personal.

–Por cierto, Mariposa–comento primavera detrás del antifaz mientras relucía un brillo en sus labios con un leve matiz rosa de su lápiz labial. Ella las llamaba las Mariposas a cada una de sus modelos, por la seguridad de ellas, era un requisito que había seguido en estos últimos años–¿Están listas?

La joven asintió.

–Bene, ahora preparen el salón. Es hora de comenzar nuestro espectáculo, Grazie Rosabella.

Ella sonrío, y salió de la habitación asegurándola desde afuera.

Primavera se levantó del tocador, y giro sobre sus pies en dirección a la puerta doble que la separaba de la habitación de la persona más importante que tenia en su vida, su hijo.

Habia regresado a Italia después de tantos años, e inclusive llegar al centro de Roma no sabía si era un error volver otra vez sin temer a una sola persona, su ex -esposo.

Abrió de par en par la puerta y en ella encontró sobre un mueble un joven de cabello castaño oscuro parecía despeinado pero su apariencia denotaba que no era así. Vestido de smoking negro, y en una de sus manos su antifaz semi-anaranjado, sus ojos castaños con el singular brillo dorado que caracterizaba su tranquilidad y agilidad mental.

–Hola mama–comento mientras se levantaba y ella cerraba tras ella con seguro la puerta, los ojos castaños de su hijo la miraron con un brillo de aprobación y sonrío–Estas hermosa, esta noche…Tu primera noche en público ¿No, es así?

–Sí, eso no lo negare–comento ella sonriente mientras cogía el antifaz de la mano de su hijo y lo acomodaba en el rostro de el–. Tú también estas guapo,Caro.

Él se sonrojo y desvió levemente la mirada, mientras ella se envolvía en su brazo.

–Espero que esta velada sea buena, además será una oportunidad para tu padre…al parecer esta vez sí pudo acudir a esta cita–comento ella tratando de no dañar a su hijo, pero conociéndolo debía decirle la verdad–Por cierto, está acompañado ¿No te molesta?

El negó con la cabeza y sonrío con un aire tranquilo mientras ambos salían de la habitación en dirección hacia donde otra de sus asistentes con antifaz violeta en forma de mariposa les esperaba sin dudas para guiarlos a la culminación de la fiesta y presentación social de ellos, era el momento de ver nuevamente a la persona que le había hecho tanto daño…Tsunayoshi Sawada, no, Tsunayoshi Vongola.

–Mamma–comento Giotto sacándola de sus pensamientos–Tengo planeado algo para mi padre, esta vez te dejare sola en la presentación de gala y por supuesto me presentare después cuando la fiesta haya llegado a tal nivel, pero ahora solo quiero trabajar ¿No te molesta?

Ella sonrio, y negó con la cabeza. Tal vez su hijo tenia una mejor forma de acercarse a su padre, después de todo si saliera con esa noticia podría terminar mal y debían ver como interpretaría tal situación Tsunayoshi.

–Bene, nos veremos luego.

Se alejo por uno de los oscuros pasillos en dirección al comedor y ella lo observo irse. Era como ver de nuevo la agil figura de Tsunayoshi al momento en que le mintió y le dolia, pero ya era tiempo de dejar atrás el pasado…Si, es que este la dejaba en paz.

Tsunayoshi estaba sentado en una de las mesas cercanas a la plataforma, desde donde pudo avistar a Yamamoto junto a su hijo y luego pudo ver en el lado contrario de la misma a Enma junto a un joven carmesí; sabia que kyoko se habia divorciado de el y le habia abandonado por supuesto sabia cuáles eran los motivos de la inesperada separacion…él.

Luego apareció en el fondo de la plataforma donde emergió la imagen de la cortina translucida.

Rosa di Macchia

Presenta

La colección de Inverno-Primmavera:

Sogno di allegra

Cuando las luces volvieron a encenderse salio una mujer danzante en un hermoso paisaje de flores y donde los reflectores eran el sol, podía ver que a pesar del antifaz podrían deducir en sus labios la alegría y cuando ella aparto de su rostro el antifaz de mariposa este desapareció como miles de mariposas en sus manos…y después de que ella mirara hacia el horizonte donde habia un camino en la imagen virtual donde desaparecio ella.

Se descorrio la cortina para dar paso a un enorme diorama, que ocupaba todo el escenario pintado en colores claros y de tonos pasteles y una imagen impresionista de un gran valle junto a un hermoso jardín desde donde se avistaba una hermosa casa de campo de donde emergieron un par de puertas a medida que se acercaba la imagen.

El desfile transcurrio normalmente, cada una de las chicas atravesó la plataforma y después de haber pasado las modelos una tras otra, nadie se habia ido todos los flashes de las cámaras corrian tras una y otra de las modelos facinados por la desbordante fuerza y alegría de los vestidos amoldados a todas las personas dispuestas a comprar aquellos hermosos vestidos y trajes de gala.

–hasta ahora las chicas han estado fantasticas–murmullo primavera a su asistente Rosabella.

–¿Te has fijado que nadie se ha ido?

Asintió mientras obeservaban como la ultima modelo terminaba el desfile, de repente apareció unas letras después del paso de las mariposas: impegno di amore

De repente las puertas de la casa se desvanecieron y un hermoso jardín parecido a los campos elíseos de las leyendas griegas apareció, y emergieron de la tierra dos puertas de bruñido oro tallado en figuras de dioses y héroes. Cuando las puertas del arco se abrieron lentamente un solo proyector enfoco a la novia que se erguia bajo el, alta regia, oculta por un hermoso velo claro en el que su rostro no se avistaba y el corpiño de encaje lleno de bordados de mariposas levemente en cada una de las capas del vestido, de cuyos zapatos brillantes blancos emergían en cada paso de la bella rubia el novio que la esperaba en trajes negros con una sonrisa levanto el velo y de ella emergio una hermosa joven con un antifaz gris de brillantes dorados y cuyo cuerpo brillaba en pequeños puntos dorados y platinados.

Ahora el novio llevaba a la novia por la pasarela mientras las fotografías no se hacían esperar, era emocionante conocer uno de los rostros tras las hermosas modelos de Rosa di Macchia. Ambos avanzaron hasta el centro de la pasarela y luego regresando lentamente mientras sonaba música de fondo, ambos se miraron y el aparto del rostro juvenil la máscara donde una sonrisa afloro en los labios brillantes y el novio sonrió mientras se le apartaba de su rostro la mascara dorada entre los dedos de su mano izquierda…

Habia culminado en un hermoso y apasionado beso, una boda.

Tsunayoshi miro con indiferencia las escenas una tras otra y pronto escucho los aplausos estrepitosos mientras la pareja se inclinaba y desaparecía entre la brillante puerta de los elíseos.

Las luces de la sala se encendieron mientras las modelos volvían una con sus últimos trajes por la pasarela, bajo la hermosa luz junto a las mariposas que flotaban una tras otras, la joven rubia fue la ultima en salir junto al novio en brazos, ambos extendieron sus brazos detrás de ellos en la puerta:

–Agradecemos esta grandiosa oportunidad a esta hermosa mujer–comento el hombre y sonrió junto a la novia y detrás de la brillante luz apareció la esbelta figura de una hermosa mujer y las puertas se cerraron tras ella. El novio beso la mano de la hermosa mujer con antifaz gris en forma de mariposa–. Gracias, hermosa primavera.

Se escucho lo aplausos de cada uno de los modelos detrás de ellos y primavera sonrió y saludo al publico que por primera vez conocía su rostro.

–Grazie al publico italiano que nos recibió grandemente a mi y a mi casa de modas–comento con una suave voz en el micrófono inalámbrico que le habia entregado una de las asistentes–Pero en este evento especial deseo festejar los diez años de abertura de mi casa de moda y por supuesto de todo esto no quedaba mas que decir gracias.

Los aplausos irrumpieron el silencio y primavera bajo del escenario por las escalerillas hacia el centro del salón donde la aguardaba una mesa para ella y a su lado llego el joven que habia conversado con ella anteriormente.

Tsunayoshi se tenso, al ver a aquella mujer…No, podía creer lo que veía. Podría ser simplemente una confusión que tenia por haber bebido demasiado antes de venir a esta fiesta, Yamamoto se acercó a la mesa de la mujer y beso su mano mientras les deseaba felicidades por el éxito…

De repente se escucho el sonido de una copa contra una cuchara, allí estaba aquella mujer cuyo cabello caía distendidamente por la espalda.

–Esta noche, agradezco su asistencia y por supuesto tengo algo importante que anunciar después para la prensa. Por ahora espero que disfruten la velada.

Un joven se acerco a ella y extendió su mano, primavera sonrio. La orquesta de música clásica comenzó a tocar el vals de las cuatro estaciones y primavera enlazo sus manos con las de su hijo quien sonrió mientras danzaban en círculos en el centro del salón cuando hubieron terminado un aplauso continuo a ello y se le unieron a ellos otras parejas.

–Felicidades, signora primavera–comento la voz ronca de Tsunayoshi desde atrás de ambos y miro al joven levemente–Le felicito joven...¿Como es su nombre?

–Verano, signore Vongola.

–¿Nos hemos visto antes? –pregunto tratando de recordar donde le habia visto–¿En algún sitio?

El joven sonrió y negó con la cabeza.

–Singora–comento el joven de cabello negro–debo ver a unos amigos, te dejo en buena compañía del signore Vongola.

Ella sonrió, conocía muy bien a su hijo, quien se acercó a Uigetsu y junto al joven Shimmon. Miro al hombre al que se le avistaba el cansancio y tal vez la amargura en sus ojos, estaba más bronceado que cuando le conoció pero aún mantenía un porte elegante.

–Es un gusto en conocerle, signore Vongola–comento ella sonriente–; tiempo sin ver al gestor más rico del emporio Vongola & company.

–igualmente, signora–comento con voz ronca, su acompañante habia estado alucinada al conocer a tal mujer. Pero la habia despedido anteriormente después de terminar la pasarela, habia algo que aclarar ahora que podía y si tenía la oportunidad de hacerlo no quería interrupciones–. Quisiera invitarle a una velada entre usted y yo ¿aceptaría?

La mujer se torno seria, y Tsuna lo noto levemente mientras ella volvió a sonreír.

–Signore, lastimosamente no puedo acceder a su invitación. Será en otro momento…por ahora, tengo asuntos que atender.

Ella se apartó por las escaleras que salían del salón a los pisos superiores y Tsunayoshi la siguió sin que nadie lo notara…eran casi las tres de la mañana cuando la fiesta termino y la gente se habia ido; Tsunayoshi se habia escondido esperando encontrarla en la inmensa mansión, su corazón latia rápidamente y deseaba saber que habia tras la hermosa mascara…

Escucho ruido mientras alguien subía al piso superior, estaba detrás de una pared en los oscuros pasillos. De repente vio luz al final del pasillo donde escucho ruido, se acercó a la rendija de la puerta…

¡La misma mujer que le habia rechazado! Herido su orgullo y aun intrigado se quedo observando, Allí pudo ver como estaba de pie frente a una chimenea buscando calor y suspirando dejo sobre la mesa un vaso de jugo.

Ella suspiro y una sonrisa se esbozó en el rostro de ella, mientras se echaba hacia atrás respirando agitadamente y apoyada sobre la mesa con sus manos sonrojada en una ensoñación según lo que le parecio a Tsunayoshi.

Abrio lentamente las puertas dobles y cerrando tras si, sin que ella se diera cuenta, observo aun a la mujer y acercándose lentamente a ella…sintió su excitación crecer. La luz de la chimenea iluminaba su piel clara y delicada tan suave, y el acerco su mano acariciando su rostro tan suave…

–Buona notte, signora–comento sacándola de su ensoñación vio agitarse a la mujer que sintió, agitada la mano de Tsunayoshi y observo al hombre de rasgos tensos quedando helada–Veo que no era el único que deseaba esto…

–Tsuna…–susurro.

Sintió como el corazón se le paralizaba de la impresión. Entonces procuro recuperarse, habia estado pensando en el en estos últimos años que incluso habia tenido imaginaciones. Las luces de la habitación le daban un aire sensual y cálido que provocaban en ella muchos sentimientos tan primitivos, se irguió lentamente controlando su respiración.

–Lo siento–dijo–. Espero no haberle incomodado, pero si aun persiste en su invitación lamento decirle…

–Signora primavera–comento una voz desde afuera de la habitación que hizo volver a ambos la vista en dirección a la puerta–Su representante ha venido para hablar con usted, ¿Puedo entrar?

–Adelante–comento ella sin algún recargo de conciencia mientras la joven entro y mirando al hombre quedo extrañada, fijando su mirada en la mujer–El señor Vongola ya se iba, ¿No es asi?

El asintió y besando su mano.

–Afuera lo están esperando algunos de mis guardaespaldas, lo acompañaran hasta la salida.

–No es necesario, pero gracias–comento el saliendo de la habitación y mordiéndose el labio mientras cerraba la joven las puertas detrás de el, pudo ver a un par de hombres esperándolo.

La habia tenido tan cerca, tan cerca…pero esto no se quedaría asi, la haría suya y seria pronto.

Primavera suspiro de alivio, su asistente habia llegado en el momento en que su autocontrol se estaba debilitando ¿acaso no habia tenido suficiente con lo que paso? La joven sonrió colocando una mano de apoyo sobre su hombro y Haru sonrió.

– ¿Se encuentra bien? –Comento ella– ¿Esta dispuesta a atender al signore representante?

Ella asintió. Y la joven salió por la puerta, ella tomo asiento y luego escucho unos pasos por el pasillo y solo pudo mantener sus ojos cerrados hasta el momento en que sintió su fuerte colonia y su fuerte presencia.

–Ciao, Haru–comento la voz masculina de pie frente a ella, el hombre de traje escondido su rostro tras el negro sombrero fedora que sostenía un maletín negro como de costumbre, cuya vida le debía y que aún mantenía segura su vida lejos del poder de los Vongola.

–Ciao, Reborn–comento ella dulcemente mientras apartaba su antifaz del rostro y sonreía a través de su flequillo negro, y el hermoso contraste de sus ojos negros que brillaban de alegría.


Ciao chicos! espero tengan un feliz año con esta historia y bene me ha congeniado estar aqui con tantos lectores tan sensacionales, por supuesto regresare pronto con otras historias en las que tengo planeado meterme con Curley marianne y sus historias, con muchas otras autoras que me han parecido excepcionales espero os agrade y bene Dio te benedica a todos XD

Si, merece un review comenta sino os gusta por lo menos lo sabre...T.T feliz año y feliz navidad aunque no la celebro, en fin Ciao.