Los personajes de Death Note pertenecen a Tsugumi Ohba y a Takeshi Obata.

Voy a tener que modificar un poco la trama para que cuadre, pero espero que no os moleste.

Venzamos a Kira.

Capítulo 1

Qué aburrimiento. Si es que no hago nada. No sé ni por qué estoy aquí ni por qué no puedo salir. Sólo me dejan estar en este apartamento, que no es que sea feo, pero no es mío, además de que estoy sola, y sólo puedo ver a Light cuando ellos quieren. Encima que ahora sé que Light es Kira, y yo soy el segundo Kira… ah, es verdad, lo sospechan… pero igualmente… tengo que quedarme aquí, sin hacer nada, de brazos cruzados. Mirando la tele, estar sentada en el sofá, mirar por la ventana, comer y dormir. ¿Pero cómo pueden hacerme esto? Encima me encuentro mal. No me extraña, llevo semanas sin salir de aquí… puff… me duele la barriga… estoy cansada de no hacer nada. Quiero ver a Light, quiero seguir siendo modelo… me da igual Kira… quiero salir de aquíii.

L, mirando la pantalla que tenía en frente suyo, comentó a Light.

-Light, creo que Amane no se encuentra bien. ¿Quieres ir a verla?-dijo mientras se metía una cucharada de helado en la boca.

-¿Qué? No, Ryuuzaki, no estamos para tonterías, ahora.-L se giró para mirarle a la cara.

-Está bien, entonces, voy yo.- dijo levantándose.

-¿Entonces para qué me preguntas?

-¡Inspector Yagami!- gritó ignorando a Light completamente.

-¿Qué quieres, Ryuuzaki?

L solamente se desencadenó su mano y puso la otra manilla en el brazo de Soichiro.

-Supongo que podrá controlar a su hijo, inspector.- le comentó, para salir de la sala y dirigirse al apartamento de Misa.

Los dos Yagamis y los demás se quedaron con caras extrañadas, pero en fin, les dio igual.

Sonó el timbre. Misa pensaba que era Light, y con unos saltos fue a abrir. Pero al ver quién era, se desanimó de golpe.

-Ah, hola, Ryuuzaki. ¿Dónde está Light? Dijo mirando alrededor suyo.

-No está aquí, Amane.-Misa le miró feamente.

-¿Y qué haces tú aquí? Si puede saberse… -dijo con cara de desprecio.

-¿Te encuentras mal?-preguntó acercándose a ella. Ella se volvió a apartar.

-Bueno, sí, es que… estar aquí encerrada… hace que me encuentre mal- le contestó dramatizando un poco.

L pensó las posibilidades y decidió sacar unas manillas.

-Está bien.- ató a Misa con una y a él mismo con la otra.

-¡Eh! ¿Pero qué haces?-le gritó enojada.

-Vamos al terrado a que te dé el aire.-le contestó ignorándola.

Misa no dijo nada. No le gustaba estar en esa posición. Ryuuzaki le caía bien… pero tenía la intuición de que era L… no estaba segura, pero por eso mismo, no le gustaba tenerlo tan… cerca…

-Buaaah! ¡Qué bien, Ryuuzaki! La verdad que ahora me siento muuucho mejor- le sonrió cantarina.

Ryuuzaki se la quedó mirando con el pulgar en la boca.

-¡Eh! No me mires así. Que pareces un pervertido.-se quejó ella. Ryuuzaki se giró hacia otro lado y miró el cielo.

-Si era esto lo que necesitabas, sólo hacía falta que lo dijeras. Ya sabes que en tu apartamento hay micros y cámaras…

Otro punto en contra. Se sentía vigilada.

Se sentía rabiosa, enfadada. Utilizada, estafada, como una marioneta. Una carga en el fondo. Pero lo peor era que su vida sólo tenía sentido para eso… y luego… ¿qué? Podía amar a Light por siempre. Hacerle caso toda la vida. Pero sabía que él no la amaba, y que sólo la tenía al lado, porque si la mataba, Rem lo mataría y porque tenía el ojo. Bueno, en ese entonces, no se acordaba, pero sabía que él lo tenía todo planeado.

-¡Eh Misaa! ¡Nooo! –gritó de pronto L que tuvo que correr a dónde se dirigía Misa, que era, nada más y nada menos, que el final del edificio.

Misa había querido tirarse y acabar con su vida, y se había tirado. Pero no había caído que estaba atada a L, y L era muy fuerte. Misa veía los coches pasando por debajo de sus pies, y notaba un tirón como si le estuvieran intentando arrancar el brazo. Y arriba en la barando estaba L, tirando de la cadena todo lo que podía con todas sus fuerzas.

Pero en un momento, minvaron. Misa vio su muerte. Perdió el conocimiento. Pero L no la había dejado caer. Es más, no se había dejado caer con ella. La había subido. Simplemente la había dejado un momento para cogerla mejor…

Al subirla del todo, la cargó como a un saco de patatas y se dirigió caminando a un sitio donde sentarse. Estaba fastidiado, y cansado.

Misa notó calor. ¿estaba muerta? ¿Qué era eso? El calor de la sangre chorreando, quizás… pero no le dolía… sólo dolía el brazo. Pero notaba tacto. No era dolor. Era calor humano. Abrió los ojos lentamente y vio una tela de camiseta blanca, y alrededor todo lleno de pelo negro.

-¡uaah! ¡Ryuuzaki! ¡No me cojas así!- se quejó ella separándose bruscamente.

Pero al enderezarse, casi se caía, y rodeó el cuello de L con sus brazos. Y L sus piernas con los dos brazos. L se dio cuenta de la escasa distancia que los envolvía y decidió soltarla y seguir adelante hasta el lugar donde se iba a sentar.

Misa lo miró confundida, con los ojos abiertos y las mejillas un poco sonrosadas.

Es fuerte… eso ya lo sabía, pero… no ha dejado que muriese… se podría haber sacado la manilla y dejarme caer… pero no lo ha hecho… y está cansado… je, no es tan raro, en el fondo. Me pregunto si Light haría lo mismo… pff, para qué mentirme… no, él no lo haría. En realidad, sería su oportunidad perfecta para perderme de vista. Eso, claro, cuando recupere la memoria.

Ryuuzaki se sentó y Misa le siguí a su lado. Estaba muy cansado. No es que Misa pesara mucho, pero era la posición, y además, el dolor de la muñeca… porque que se te clave una manilla… es doloroso…

Misa se dio cuenta, porque al mirarse el brazo, vio una marca roja en su muñeca, y luego miró la de él. Estaba aún más roja, y parecía que se le había sacado un poco de piel.

-Eehh… Ryuuzaki… -le susurró acercándose. Pero él no dijo nada. Es más, estaba con el ceño fruncido mirando hacia delante, y no estaba sentado de su habitual manera. Estaba enfadado. –está bien… lo siento –dijo bajando la cabeza, pero al segundo levantó la mirada para verle de nuevo. La estaba mirando.

-Por eso llevaba las manillas –contestó él. –aunque no creía que lo fueras a hacer.

Misa se puso a llorar y apolló su cabeza en el hombro de L.

-lo siento, lo siento. No quería… y mira cómo te he dejado la muñeca… -dijo llorando.

-dicen que las lágrimas son saladas… -le comentó él sacándoselas de los ojos. –quizás… vaya bien… -le dijo pasándose el dedo mojado por la herida. –auch, sí, creo que funciona de algo.

Misa se lo quedó mirando atónita. ¿Estaba loco ese chico?

-Ryuuzaki… ¿Cuándo podré irme de aquí? –dijo algo triste.

-Cuando cojamos a Kira.

-Y Kira irá a la cárcel, ¿verdad? –dijo bajando la mirada.

-Por supuesto- le respondió mirándola con esos ojos enormes.

-Y el segundo Kira también…

-Sí…

-Entonces, Ryuuzaki, llévame directamente. Ya sabes que soy yo. No me hagas sufrir más aquí, por favor. –exclamó sollozando en sus brazos. L se quedó con los brazos abiertos sin saber qué hacer, y sorprendido.

-¿Así que me estás diciendo que eres el segundo Kira y que Light es Kira?

-Sí…

-Lo siento, pero sin pruebas, no podemos probarlo- le comentó y luego sonrió. –venga Misa, ya te encuentras mejor, ¿no?

-Escucha… esto no ha quedado grabado, ¿no?

-No, aquí no.

-Menos mal, no sé cómo reaccionaría Light…-dijo preocupada

-Misa… ¿sigues amando tanto a Light hasta la muerte, para dejar que te manipule y ser una marioneta? –le preguntó acercándose a ella.

-Bien, entonces, ya está todo preparado. Vamos a atrapar a Higuchi. El Kira de ahora. Light, vendrás conmigo, ¿no?

-Ryuuzaki, ¿qué te ha pasado en la muñeca? –preguntó Light algo confuso.

-Un… accidente.

Hoola. Este es mi primer fic de Death Note. =O

El título es una mierda, ya lo sé, pero no estoy inspirada para títulos, gomeen… ^^

Creo que tendrá de extensión 5 capítulos, así que no es muy largo.

Espero que os guste y que le deis una oportunidad. Y que me enviéis reviews para ver qué os parece!

Hasta la próxima ;P

Mashetsu