POR QUE ERA ÉL
By: Lavi*
Conjunto de cinco drabbles
Weeno~
Pues eso, no podía sacarme esto de la cabeza luego de ver los primeros capis de la serie. Son cinco pequeños capitulos de no más de 500 palabras, aunque el último no estoy segura si tiene más xD. Están basados desde el final del capítulo 5 y hasta el capítulo 13. En pequeñas escenas donde aparece Yuuki Natsuno. Y está escrito buscando reflejar los sentimientos de éste, desde mi punto de vista.
Shiki no es un Anime/Manga de mi propiedad, pertenece a Fuyumi Ono y sus respectivos colaboradores, yo sólo uso sus personajes para divertirme sin recibir nada a cambio. Sin fines de lucro.
Sin más...
Primero
_Natsuno_
Fue el susurro que escuchó mientras permanecía en duermevela en su habitación.
Había pasado todo el día y gran parte de la noche en un estado de irrealidad. A duras penas asimilando los sucesos en los últimos días. Maldiciéndose por no haber actuado antes, por haberse ido.
Y cuando su cuerpo parecía simplemente ya no soportarlo más, se había vuelto a casa. Aoi aún llorando desconsolada, Tamotsu sujetándola mientras intentaba ser firme, sin lograrlo.
Cuando se despidió de sus padres, se había rehusado a que abrieran nuevamente el féretro para despedirlo,
_Ese que está ahí no es Tohru-chan_ Había asegurado antes de salir de la habitación. Los llantos de su madre siguiéndolo hasta el jardín y resonando en sus oídos hasta que cruzó el umbral de la puerta de su hogar.
Su madre le brindó una mirada que no requería de más palabras, y se permitió recibir un cariñoso apretón de hombros de su padre antes de encerrarse en su habitación.
Y allí, en su cama, tratando de no dejarse vencer por el cansancio, recordó cada instante al lado de su amigo, de su hermano, de la única persona amada en ese pueblo rodeado por la muerte. Sí, Tohru no era el frio cuerpo en el ataúd, era el cálido abrazo amistoso, era las bromas en voz baja a su oído, era la dulce sonrisa que podía iluminar hasta el día más oscuro, era aquella mirada de cariño antes de dormir. Tohru-chan era, ahora, todos y cada uno de sus valiosos recuerdos.
Y por eso mismo se negaba a dormir. Se rehusaba a dejar pasar un minuto más. Soportaría el agotamiento y esperaría a que apareciera. Porque estaba seguro que vendría y entonces sería de él y se encargaría de hacerle pagar el dolor que ahora no sólo él sufría.
Y espero hasta entrada la noche, espero casi hasta el amanecer, pero ella no vino.
Continúa...
Gracias por tomarse la molestia de leer.
