-Aquí tienes, pequeña.- dijo Eli a la pequeña Enigma llenando su plato con alimento para babosas. Mo lució una gran sonrisa y se acercó más que feliz, pero cuando apenas estaba llena la mitad del tazón, Trixie se asomó a la cocina.
-Eli, necesito sacar una pieza de Boom-r para que Kord la revise. ¿Podrías ayudarme?
-Seguro.- Olvidandose por completo de su tarea anterior, el muchacho se retiró con ella, ante la desepcionada mirada de la babosa.
Un rato más tarde, el Shane sacó un poco de tiempo para relajarse con su arsenal, pero este no contaba con muchas energías luego de los casi diez duelos que tuvieron ese día, siendo Mo la única dispuesta a pasar una tarde de juegos. El lanzador no paraba de reir con los cientos de intentos de su no muy coordinada babosa para atrapar la pelota.
-¡Ahí estás!- exclamó la pelirroja entrando en la sala.- Finalmente terminé el vídeo que te había mencionado, ¿quieres verlo?
-Claro.- Sobre la pelota, la enigma lo vió irse, quedando sin compañía una vez más.
Unos días más tarde, Mo se acercó a la sala en busca de alguna babosa con quien jugar. En lugar de eso, encontró a Eli viendo una de las películas mas recientes de Max Jackson.
-Hola, amiguito. ¿Quieres verla?- preguntó el lanzador. La babosa asintió alegre y subió a su hombro. La trama era genial. El héroe estaba a punto de batirse a duelo con su mayor enemigo cuando ambos espectadores escucharon un fuerte ruido detrás de ellos.
-Ay, no.- Al darse vuelta descubrieron que se trataba de Trixie. Llevaba unas cajas al segundo piso, pero estas eran demasiado pesadas y la fuerza de gravedad le había hecho una mala jugada.
-¿Estás bien, Trix?- preguntó Eli acercándose a ella para ayudarla a levantar todo. Mo se quedó observándolos en el sofá. Algo le decía que terminaría la pelíacula solo, otra vez.
-Si. Creo que debía pedirle ayuda a Kord con estas cosas.
-Yo puedo ayudarte. Lleva esas dos, yo me encargaré del resto.
-Gracias.- dijo la pelirroja con una sonrisa correspondida por el Shane. Tomó su parte y se dirigió hacia las escaleras, pero cuando Eli se dispuso a seguirla con lo demás, alguien chilló desde el sofá.
-¿Qué sucede?- Mo le señaló la pantalla del televisor con la película en pausa.- Oh, si. Lo siento, Enigma, creo que tendremos que terminarla después. O puedes seguir viéndola si quieres. Es que tengo que ayudar a Trixie.- La babosa lo miró desepcionada. Eli sonrió conmovido y se inclinó hacia él.- Algún sabrás de lo que hablo.
Y todos sabemos que Mo lo comprenderá muy pronto. ¿A poco y creyeron que no haría nada con respecto a que mi pequeña se enamoró? ¡Estoy fascinada!
