Hola! este fanfic se me ocurrió hace unos días, la verdad es que tenía una gran duda puesto que yo sólo escribo fanfics de Katekyo Hitman Reborn! pero Ulquiorra es uno de los tres personajes del anime que más amo asi que finalmente me decidí a intentar escribir un fanfic de él y la Orihime (en un test me salió la Orihime como personaje asi que estoy encantada XD)

El fanfic tendrá algunos capítulos que serán desde el punto de vista de la Orihime, es decir en tercera persona pero cuándo lo haga lo aclararé antes de empezar el capítulo ^.^ Quizás lo intente también con Ulquiorra pero no es seguro . él es tan genial y complicado!

En fin, como lloré mucho con la muerte de Ulquiorra imaginé este fanfic con otro spoiler de que habría pasado si Aizen hubiera cambiado de idea.

CONSECUENCIAS

Prólogo.

Había sido llamado por Aizen, no era algo que le hiciese creer que hubiera fallado en su misión de custodiar a la humana que su Dios había ordenado traer, después de todo era su mejor Espada: carente de emociones, de actuación rápida y sin cuestionar sus órdenes.

-Aqui estás, Ulquiorra-sonrió clavando la vista sobre el Espada.

Él tan sólo se limitó a asentir.

-¿Cómo se encuentra, Orihime?-preguntó cómo si realmente se interesara por su estado.

Sin embargo, Ulquiorra aunque no entendía muy bien por qué percibió un cierto tono malévolo en la pregunta, aunque no era la primera vez que Aizen tenía algo oculto en sus frases, Ulquiorra en esta ocasión no lo supo comprender. ¿Acaso podría darse la escasa posibilidad de que la mujer hubiera sufrido daños en el escaso periodo de tiempo en que él estaba viendo ahora a Aizen? No, era imposible, él nunca fallaba, había protegido a la mujer tal como se le había ordenado.

-Está bien-respondió impasible.

Aizen ensanchó su sonrisa hasta alcanzar una mueca amistosa e incluso amigable, obviamente falsa.

-Ulquiorra, escuché que te abofeteó-comentó inocentemente-.¿Te sientes bien?

Qué pregunta más absurda, ¡era un Espada!Una simple mujer humana no podía dañarlo con algo tan simple como una bofetada. ¡Era tan estúpido que su señor le preguntara algo así!

Ulquiorra volvió a asentir. La mirada amigable de Aizen lo atravesó como si se tratara de un espejo y por un instante, el Espada creyó que él buscaba algo falso en su respuesta o tal vez cualquier cosa que pudiera esconder.

-Dime Ulquiorra...¿quisiste matarla cuándo te golpeó?-preguntó nuevamente.

Ulquiorra negó, estaba por encima de esas rabietas que serían más propias de Grimmjow.

Aizen volvió a sonreir.

Ulquiorra permanecía impasible.

Cualquiera que observara la escena diría que parecían jugar una estudiada partir de ajedrez, pues aún si Ulquiorra siempre era fiel a las órdenes de Aizen en ese momento había algo que ocultaba, fue una cosa que le turbó la mente en una de las visitas que hizo a la humana asegurándose de su bienestar.

Fue algo que ella susurró mientras dormía.

El simple hecho de recordar esas palabras lograban que un leve estremecimiento recorriera su cuerpo.

Desobedece...a...Aizen...

Ulquiorra había escuchado tan perfectamente el tono de voz de ella que creyó que estaba despierta, estaba equivocado, su respiración seguía siendo calmada, sus ojos cerrado, simplemente la mujer se dió la vuelta hundiéndose más en las sábanas. A él no le había sido dificil adivinar que se seguía resistiendo a ser una pieza más de Aizen, pero debía reconocer que por un segundo llegó a pensar que la insignificante humana se había atrevido a insinuar la posibilidad de que fuera él quien desobedeciera a Aizen.

Ridículo.

Aún así...ese estremecimiento seguía sacudiendo su cuerpo cómo una tentación.

Racionalmente hablando Ulquiorra tenía la firme creencia de que aquella sensación fue sólo una tontería.

-Ulquiorra tengo una nueva orden para ti-anunció Aizen levantándose de su asiento.

Él alzó la vista alejando los pensamientos. Cumpliría aquella misión cómo solía a hacer y las repugnantes palabras que la mujer plantó envenenadamente en su cerebro se disiparían.

-Estoy a sus órdenes, Aizen-sama.

Durante unos minutos el otro no se pronunció, paseó por la inmensa sala con inusitada calma, tan tranquilo como siempre aparentaba.

-La Orihime es tan hermosa-musitó pensativo-. ¿A ti no te lo parece, Ulquiorra?

No obtuvo respuesta. Aizen ensanchó su sonrisa.

-Pero ahora que los otros creen que la tenemos ya no la necesitamos...-continuó hablando-. Tenerla aqui sería como adornar un cielo oscuro con un resplandeciente sol, sin embargo, cuándo el sol se opaca...ya no es útil.

Los ojos de los dos se cruzaron, las miradas se mantuvieron, la orgullosa e hipócrita mirada de Aizen y la inexpresiva de Ulquiorra.

-Ulquiorra...deshazte de la Orihime...mátala.

Mil y un pensamientos pasaron por la mente del Espada, ¿por qué esa orden? ¿Realmente no la necesitaban con vida para atraer al enemigo? ¿Caerían por el simple pensamiento de que ella aún seguían con vida? ¿Y si salía mal? ¿Qué harían si ellos reclamasen ver a la mujer antes de entrar en territorio enemigo? Todo se echaría a perder, el perfecto plan de Aizen se iría al garete.

¿Debía consentirlo?

-Muy bien-respondió bajando la vista.

Si. Debía.

Permaneció allí unos minutos más esperando sólo por si Aizen bromeaba, él sólo regresó a su asiento e hizo un ademán de que se retirara. Ulquiorra salió de alli con tranquilos pasos, miró de reojo el lugar donde su espada reposaba, pronto estaría impregnada de la sangre de su prisionera.

Se detuvo.

¿Por qué no hacerlo?...¿Por qué no desobedecer a Aizen? Nuevamente el estremecimiento recorrió su cuerpo.

De pronto se sentía como un niño que fuera a hacer una travesura. Era tan tentador. La primera vez que lo desobedeciese...

Sintió una pequeña excitación.

Ulquiorra se negó a rendirse a esas sensaciones, no jugaría con su deber. Antes de darse cuenta ya había llegado a Las Noches, Ulquiorra se adentró en la habitación donde Orihime se encontraba mirando la falsa noche a traves de los barrotes de su ventana, apenas lo escuchó ella se giró temerosa de que nueva acción emprendería el Espada en su mente.

-Aizen-sama ha tomado una decisión...-se limitó a decir cerrando la puerta tras suya.

Continua en el capítulo 1.

¿Qué os ha parecido? ¿Está demasiado mal? Por favor dadme vuestra opinión, acepto reviews constructivos ^.^ Un saludo!