Desde que Lilinette apareció, Starrk nunca más estuvo solo. Sus días sin ella eran de eterno sufrimiento. Recuerdos borrosos, que cuando la vio en el suelo del desierto y le tendió una capa, ya no importaron más. Porque su verdadera existencia comenzó cuando la rodeó con sus brazos y se quedó junto a ella, bajo la luz de la luna.
Todos los días era prácticamente lo mismo. Recorrían el desierto, los otros hollows caían ante su poder… pero ellos siempre se tiraban en la arena, abrazados en un cómodo silencio.
Cuando Aizen apareció, ambos fueron con él. Pero los abrazos, besos y caricias compartidas no dejaron de ser las mismas. La diferencia era que en vez de hacerlo bajo la luna del desierto, era en una lujosa habitación en Las Noches.
Cuando Starrk llegaba de las reuniones de los Espada, y (sólo a veces) veía a Lilinette dormida en su cama, se acostaba a su lado y la rodeaba con sus brazos. En esos momentos pensaba que no le importaba que tuviera cuerpo de adolescente en pleno desarrollo. No le importaba esa actitud de niña, siempre hiperactiva, jugando y molestándolo a la hora de dormir. No le importaba que fueran la misma persona. Aunque suene narcisista amarse a si mismo, Starrk admitía amarse a si mismo en ese caso. Antes de dejarse caer rendido por el sueño, le da una última mirada a su otra mitad.
Lo que pareció unos segundos de sueño para Starrk, fueron interrumpidos por Lilinette.
-¡Starrk!-lo zarandeaba ella- ¡despierta!
Starrk apartó suavemente a la chica de arriba suyo.
Lilinette se quejó. Se apegó mucho más al que dormía y lo abrazó del cuello. Lo abrazo con fuerza… con la intención de asfixiarlo.
Starrk comenzó a respirar agitadamente, y Lilinette reía. Starrk toó a la chica entre sus brazos y se las arregló para dejarla debajo de él.
-Starrk, me aplastas-se quejó Lilinette. Los dos sabían que no era cierto, pero era la única forma de que ella no lo molestara más. Cuando Lilinette dejó de moverse y se quedó en silencio, Starrk se inclinó un poco para besarla en la frente. La chica sonrió, le encantaba que Starrk la besara en la frente.
Lilinette no se explicaba como era posible que ellos, dos arrancar, pudieran sentir cosas tan… humanas, esa era la palabra. Pero cuando Starrk la volvía a dejar arriba, tomaba su cara entre sus manos y suavemente la besaba, se daba cuenta, de que no tenía que preocuparse por un porqué. Con Starrk no tenía que preocuparse por nada. Ni siquiera la furia de Aizen los separaría.
Lilinette abrazó más fuerte a Starrk, y éste le rodeo la cintura con sus brazos.
Nada los separaría.
…
Oh por dios, creo que esto es lo más cursi que he escrito (?
No vi ningún Lilinette x Starrk en español u.u, así que decidí hacer el mío :D.
Ojalá les halla gustado ^^
Review?
