Bueno aquí os dejo un minific de Frozen que ya tenía escrito desde hace una buena temporada y que tenía ganas de publicar. Las imágenes de la cabecera son dos fotos promocionales de la 4ª temporada de Once Upon A Time que creo que ilustran a la perfección la historia. Espero que os guste y que me dejéis alguna review con vuestra opinión.

Los personajes que parecen, así como la historia original, son propiedad de Disney.

"Buenos días Su Majestad, disculpe si la importuno pero ya son las 9, la hora a la que deseaba ser despertada"

¿Las nueve? ¿Por qué tan temprano? Entonces se acordó de sopetón y una media sonrisa se formó en su cara.

-Muchas gracias Johann… Dime ¿Se ha despertado ya mi hermana?

"Emm… esto… -le oyó farfullar a través del telefonillo- Su Majestad, he tratado de despertarla varias veces, pero me temo que sigue dormida"

La sonrisa de Elsa se ensanchó. Típico de Anna, quedarse dormida en un día como hoy.

-No pasa nada Johann, yo la despertaré. Muchas gracias otra vez.

"Su Majestad…." Fue todo lo que Johann dijo como despedida antes de colgar.

Aun con la sonrisa en los labios, la muchacha se desperezó y miró por la ventana. Hacia un día precioso, el sol brillaba y solo unas pocas nubes adornaban el cielo. Luego dirigió la mirada hacia una esquina de su habitación, para constatar que el regalo de Anna seguía allí, y en perfecto estado. Una vez confirmado que todo estaba en su sitio, se pudo su ya típico vestido azul con un golpe de mano, se rehízo la trenza y salió a despertar a su hermana, que dormía en la habitación de enfrente. Se planteó si debía llamar primero a la puerta, pero conocía a su hermana lo suficiente como para saber que eso no la despertaría, así que entro de sopetón y la zarandeó con fuerza hasta que esta entreabrió los ojos.

-Mmmm… cinco minutos más, Elsa…-balbuceó su hermana antes de darse la vuelta para seguir durmiendo. La reina puso los ojos en blanco, despertar a su hermana siempre había sido un reto, y esta vez no iba a ser diferente.

-No hay cinco minutos que valgan, Anna. ¡Son ya las diez, y todavía te tienes que vestir y peinar!

-¿Vestir y peinar para qué?

Esa muchacha era imposible-¿¡Para tu boda, por ejemplo!?-le gritó zarandeándola de nuevo.

Por fin, Anna saltó de la cama de un brinco, con pelos de loca y una sonrisa radiante, que contagió a su hermana. Le dio un abrazo y se puso a corretear por la habitación como una niña pequeña. "Pobre Kristoff, no sabe donde se mete" pensó para sí. En los tres años que llevaba como reina había tenido que madurar mucho, pero su hermana no había cambiado un ápice, y parecía que al chico no le importaba el carácter curioso e infantil de su futura esposa. "Supongo que esto sí que será amor verdadero" rió para sus adentros.

-Anda perezosa, vístete y arréglate un poco el pelo, que quiero enseñarte mi regalo.- le dijo, mientras salía de la habitación cerrando la puerta tras de sí. Un cuarto de hora más tarde, su hermana salió de la habitación, más presentable y mas calmada.

-Bien, ahora quiero que cierres los ojos y que no los abras hasta que yo te diga ¡Y sin trampas, que nos conocemos!

Obediente, Anna cerró los ojos, y se dejó guiar por su hermana dentro de su habitación. Una vez colocada, le gritó con emoción:

-¡Ya puedes abrirlos!

Automáticamente los ojos de Anna se abrieron como platos y su boca formó una gran "O". Ante ella tenía un precioso vestido blanco, bordado con encajes que formaban copos de nieve. Una enredadera con flores rosas y moradas nacía de un lado del escote palabra de honor y se enredaba en torno a la cintura formando una especie de cinturón. Era precioso.

-¿Te gusta?- le pregunto Elsa con nerviosismo.

Anna era incapaz de reaccionar. Solo fue capaz de murmurar… -¿Es para mí?

-Pues claro, tonta- rió su hermana abrazándola-¿A quién si no voy a regalarle un vestido de novia? Por supuesto, lo he hecho a mano yo misma.-En realidad no había dado ni una sola puntada, lo había hecho con su magia, gracias a la cual había logrado hacer los delicados bordados.

Su hermana corrió a coger el vestido de la percha en la que estaba colgado y se lo puso por encima.- ¿Crees que a Kristoff le gustará?

-Estoy totalmente segura de ello. De todas formas… ¿Por qué no te lo pruebas?

Anna abrazó el vestido y sonriendo le dijo a su hermana – Solo si tú me ayudas.

Elsa le devolvió la sonrisa.

-Faltaba más, hermanita-Y con un movimiento de mano envolvió a su hermana en una tormenta de nieve. Cuando esta se disipo, Anna ya tenía el vestido puesto. Le sentaba como un guante, y estaba preciosa vestida de blanco. Le dio un abrazo y le susurró:

-Eres toda una princesa.

FIN