Muchas cosas han comienzado a cambiar, desde que numero uno dejo este planeta
Base lunar, día x del mes xx.
-¡Numero 700, espero esos documentos acomodados en mi escritorio! –Expreso con voz autoritaria Rachel McFarland, número 362 y líder de KND, al agente archivista numero 700 por el intercomunicador de su oficina.
-Está bien, solo necesito localizar algunas carpetas. Puede que tarde un poco, jefa. –Contesto 700 desde la habitación de archivos.
-Vaya, veo que estas algo ocupada. Perdona, entre sin avisar. –Comento Patton, número 60.
-No hay problema. –Dijo 362 y se paró de su escritorio. –Ya estamos en esa época del año donde comenzamos con el reclutamiento de nuestros próximos agentes. El papeleo ya es agobiante, y eso que esto solo es por la convocatoria de inscripción. – Comento 362 con cara de hastió.
-Jefa, necesita relajarse un poco. Acompáñeme a la cafetería por un sándwich de salchichón.
-Tienes razón, necesito aire fresco y caminar.
"Recuerden, la organización es más importante que los individuos que la conforman. ¡KND siempre es primero"! Se escuchaba en los altavoces del corredor.
Me enchinchan estos anuncios matutinos. Soy la líder suprema y aun así me niegan la autoridad para quitarlos, como si mí puesto solo fuera una farsa.
-¿No eres la líder suprema? ¿Quién te lo prohíbe?
-El consejo supremo. ¿Quién más? –Comento Rachel. -Ese grupo de idiotas.
El consejo supremo se había constituido como un aparato legislativo que funcionaba como contrapeso al líder supremo. O eso se suponía.
La realidad, numero 274 había acomodado representantes leales a su autoridad. Todo aparentaba ser una democracia, pero ocultaba un régimen autoritario por parte del anterior líder supremo, quien movía los hilos de la organización.
La caída en desgracia de Chad y el ascenso de Rachel había sido un golpe muy fuerte para el consejo, puesto que ella traía una visión más liberal de lo que debería ser la organización, que chocaba con la visión conservadora del consejo.
-Tranquila jefa, Ahora usted está al mando. –Expreso Patton. –He escuchado comentarios positivos hacia usted de parte de muchos agentes. Hay cientos que la admiran como figura de autoridad.
Rachel esbozó una ligera sonrisa.
-Bueno, aun podemos hacerlo bien con la siguiente generación.
-Las próximas generaciones son nuestro futuro. -Comento Rachel, mientras observaba la tierra desde una ventana de la base lunar.
Mientras tanto.
Una pequeña niña caminaba tranquilamente de regreso a su casa. Su nombre era Isabel y acababa de salir de la escuela.
"Disculpen las molestias, hombres trabajando."
Se alcanzaba a leer en una cartulina pegada a un cono de tráfico.
El municipio había iniciado con la renovación del alcantarillado público y por ello, bloquearon aquella acera para comenzar con la excavación.
-oh no, no pueden hacerlo. Yo siempre tomo ese camino para regresar a casa. –Dijo Isabel en voz baja. –Me hace sentir segura.
Isabel conocía otra ruta, pero resultaba problemática para ella. Pero no tenía otra opción, era la única ruta de regreso a casa.
-Veamos, veamos. Si deseo regresar a casa ¿tengo que cruzar la avenida o tomar el puente peatonal? –Isabel señalo con un dedo de su mano la avenida aglomerada de automóviles. -Podría cruzar por la avenida y tropezar, mi cabeza golpearía con el asfalto, la llanta de un automóvil pasaría por mi cabeza y la aplastaría. –La niña se quedó por un instante pensativa. - Mis glóbulos oculares saldrían disparados y mi masa cerebral se esparciría por todas partes… Y nadie se preocuparía por la pobre Chabelita, ¡Porque no tengo amigos! –Exclamo bastante exaltada
Ella giro su mano y apunto ahora al puente peatonal.
-O, puedo subir las escaleras con pisadas lentas y seguras, esperando que el puente no se derrumbe por uso de material defectuoso, corrupción durante la construcción, un sismo repentino de fuerza descomunal o el surgimiento de un kaiju…si, eso suena más seguro.
Después de cruzar el puente, cosa nada sencilla por su acrofobia. La niña caminaba por caminos olvidados por el tiempo y peligrosos por el peligro. La hierba había crecido, luego de tanto tiempo, y eso hacía difícil localizar los monstruos desconocidos que acechaban desde las sombras: Perros y gatos.
Y fue justo una de esas terribles criaturas, un pastor belga quien fijo su mirada en ella.
La inocente chica no sabía en lo que se metía. Un simple ladrido la puso en alerta.
-¡No tengas miedo, Chabelita! ¡Que no huela tu miedo!
El can se fue acercando amenazante, mostrando los dientes de forma agresiva. La chica intento correr, pero sus piernas se encontraban paralizadas por el miedo.
-¡Vamos, reaccionen! –Isabel consiguió romper la parálisis con su fuerza de voluntad y comenzó a correr con todas sus fuerzas en dirección a su casa.
Después de un largo trecho, la niña alcanzo la puerta y se apresuró a abrirla. Justo cuando había insertado la llave y estaba por girarla, sintió un agudo dolor en la pantorrilla derecha. El pastor belga había alcanzado a morderla.
Abrió la puerta y se apresuró a entrar, mientras se aseguraba que el perro no ingresara.
-¡Qué miedo! ¡Estaba paralizada del miedo! –Chabelita se acomodó en el sillón de la sala. –Es que… ¡no puede ser! ¡Ese maldito perro me mordió!
La niña comenzó a llorar, primero quedito y poco a poco con más intensidad.
-¡Porque Chabelita, porque eres así! ¡Porque te comportas como la niña más cobarde en el planeta!
La niña se levantó del sillón.
-No Chabelita, ¡Que papa no sepa que has vuelto a llorar! ¡Se fuerte, por el! –Chabelita se secó las lágrimas.
La niña se quitó el uniforme y lo acomodo en el cesto de la ropa sucia.: una corbata de color verde, una blusa blanca, una falda color verde y unas calcetas blancas, color blanco que siempre llevaba con sus zapatos Mary Jane negros.
Puso su CD favorito con música de los sesentas, se sirvió una porción grande de helado napolitano en una copa de cristal y volvió a recostarse en el sillón, vestida solo con un top blanco y unos bloomers azules.
-¡Vamos rey lagarto, haz tu magia chaman! ¡Reconfórtame luego de un mal día! –La niña tomo el control y encendió el reproductor de música, e inmediatamente se escuchó la voz de Jim Morrison de "The Doors" interpretando "Hello, I Love You".
Mientras tanto…en la base lunar.
-Oye, este sandwich de salchichon esta muy bueno.
-¿Verdad que si? -Contesto #60.
De pronto, el celular de Rachel comenzo a sonar.
[Nota del autor: ¡Que buena cobertura! ¡Me cae que ni los de telcel!]
-Alo, alo. ¿Numero 86? Pero, ¿Que paso? -Rachel levanto de la mesa muy alterada.
Fanny estaba llorando desconsolada en el telefono. Ella no era de las chicas que lloran con tanta facilidad.
Algo habia ocurrido con su padre...
El padre de Isabel regresaba a casa, luego de un arduo dia de trabajo en el hospital. Por el sonido del reproductor que escuchó desde antes de entrar al umbral de la puerta, ya intuia que su hija estaba en su acostumbrada etapa de depresion.
-Chabelita, ¿te encuentras bien?
-Estoy recostada en el sillon en ropa interior, escucho musica rock de los años 60's y consulo una copa con helado. ¿Que te hace pensar que me encuentro bien?-Contesto Isabel.
-mi'ja ¿Que paso? ¿Acaso obtuviste una baja calificacion en la escuela?
-No, no es eso. Mis calificaciones son muy buenas. pero hoy...Papa, ¿piensas en mi como una niña cobarde? ¡Y no salgas con el cuento que solo soy precavida!
-Eso es normal, todos sentimos miedo a veces.
-Tu nunca tienes miedo. Tu eres un reconocido neurocirujano y todos te aprecian porque nunca te dejas vencer por tus miedos.
-Yo tambien tengo miedo a veces, Pero no dejó que el miedo me supere. Eso es, porque hace mucho que aprendi a enfrentarlos.
-¿Enfrentaste tus miedos?
-Chabelita, Yo no te puedo decir que hacer, Tu debes encontrar el camino para vencer tus miedos.
-Jefa, nos tomo algo de tiempo, pero ya tenemos lista la convocatoria de este año. -Comento 700.
-¿Bueno, que esperan? ¡Subanlo a la red! -Ordeno 362. -Disculpen, el stress acumulado de los ultimos dias y la situacion de 86 me tienen de mal humor.
700 obedecio y subio la convocatoria a la red.
Habia pasado cierto tiempo de que subieron la convocatoria y ya era de noche.
Isabel se encontraba sentada frente a la computadora de su habitación, con su pijama puesta (basicamente, una playera negra con la palabra "ANTHRAX" estampada en ella, sus bloomers azules y sus pantuflas de rainbow monkeys).
Click* *Click* *Clic*
-Muy bien, papa me dijo que encontrara el camino para vencer mis miedos... y no hay mejor forma de buscar algo que con Gugol. Ok, debo escribir las palabras claves. -Isabel escribio algunas palabras en el buscador. -Veamos...niños...valor...the doors, porque me gusta el grupo.
Isabel leyo las respuestas que le mostraba el buscador y uno le llamo la atención.
-Estamos buscando niños valientes para unirse a Kids Next Door... ¿Kids Next Door? ¡Debe ser un club de fans de "The doors"! -Penso la niña.
Continuara...
