Antes de comenzar con esta reedición de mi primer FanFic, quiero agradecer infinitamente a quienes dieron lectura y me dejaron sus reviews al comenzar en esta aventura de escribir, que tiene principio, pero no fin; agradezco sobre todo a quienes me hicieron hincapié en mejorar ortografía, redacción, o me corrigieron datos incorrectos en este o en otros FanFics.

Les hago saber, que en esta nueva adaptación de mi primer FanFic, hago muchos cambios en la trama, por no decir que la voy a cambiar casi totalmente.

¿Por qué reedito mi primer FanFic?... Bueno, les cuento que desde hace meses me estuvo dando vueltas por la mente la idea de borrarlo, además de las muchas faltas de ortografías y mala redacción que le encontré, me di cuenta de que la historia había perdido sentido, tenía muchos clichés de taranovela, pero como no quería borrarlo (¿Cómo lo voy a borrar?) porque es parte de mi historia en FanFiction, y tengo seguidores a los que les gustó (Seriously… ¿Por qué?), decidí entonces reeditarla… rehacer el argumento (sin villanas ni Teresas de Calcuta) y publicar… No es como que ahora sea la última coca del desierto (bueno, en realidad sí soy del desierto, y no me gusta la Coca, jaja), pero me esforzaré por que se acerque a la irreal perfección.

Prohibido.

Prólogo.

I. Darien.

Es viernes por la tarde, un día que desde temprano ha estado nublado. Hoy no me tocó hacer guardia en el hospital, y aunque ansiaba ir directamente en búsqueda de la mujer que me quita el sueño, me encuentro afuera de la casa de mi novia. Sí, sé que al hablar de esta manera, me escucho como si fuera el peor de los hombres, y la verdad, no voy a decir que me siento orgulloso de serle infiel a mi novia, mucho menos de no darle el lugar que se merece a la mujer que verdaderamente amo; sin embargo, tampoco puedo decir que me arrepiento de lo que viene sucediendo desde hace un año entre Rei Hino y yo, pues esa mujer me provoca sentimiento que ninguna mujer me había provocado antes, ni siquiera mi novia, a quien tengo entendido amé mucho en otra vida. No dudo que quizá en el milenio de plata puede amarla e incluso morir por ella, pero dudo que con la misma intensidad que a Rei.

¿Amé a Serena Tsukino alguna vez en esta vida?... Me atrevo a decir, que ni yo mismo lo sé. Hace 9 años, tanto Serena como Rei aparecieron en mi vida, casi al mismo tiempo, y debo decir que en verdad no sentía interés alguno por ninguna de las dos. De Serena siempre me burlaba por su comportamiento infantil, haciéndola enojar; ella entonces no se interesó en mí, al menos no en lo que soy en esta vida, sino en lo que en otra fui; Rei Hino, por el contrario, desde conocerme se interesó en mí… No diré que fue amor a primera vista, ella entonces era una chiquilla de 14 años en la que no tenía interés, era ella quien me buscaba, y sino hubiera sido de esa manera, no sé si entonces hubiera salido con ella. Debo decir, que entonces, a veces la evadía, aunque poco a poco me fui encariñando con ella.

¿Qué si como terminamos?... Bueno, en realidad nunca cortamos, en medio de todo eso sucedieron muchas cosas; descubrí que había un pasado que me unía a Serena, fui secuestrado y recluido en el Negaverso, donde se me hizo un lavado de cerebro para atacar a Serena y el resto de sailors; tras la batalla final en que Serena derrotó a Beryl, perdí mis recuerdos; ni Serena ni Rei estaban en mi memoria, pero entonces, así como en su tiempo Rei me buscaba, ahora era Serena quien me perseguía… Al recuperar mis recuerdos, entonces se dio por hecho que yo y Serena debíamos estar en una relación, nadie me preguntó si quería, todos lo dieron por hecho; y a decir verdad, yo también pensé que así debían ser las cosas.

Serena me inspiraba infinita ternura, di por hecho que al haber un pasado que nos unía, ella era con quien debía estar, creí que tarde o temprano podría sentirme tan feliz y pleno con ella, así como muchos hombres se sienten al estar con la mujer que aman o al hablar de ella; sin embargo, nunca llegué a sentir eso por más que me esforzaba, y en secreto, muchas veces me quedaba pensando en Rei Hino, mirándola mientras ella no se daba cuenta, evadiéndola porque creía que ella podría poner de cabeza mi ordenada y monótona vida.

Sobre Rei, debo decir que después de lo nuestro, nunca supe que saliera con otro chico, incluso no sentía celos de verla con Nicholas, un pretendiente que estuvo detrás de ella por muchos años; pero si sentí que se me oprimió algo dentro del pecho, cuando una vez que fui con Serena al cine, la miré sentada en las butacas con un joven que supe, se llamaba Kaidou, y quien por cierto es secretario de su padre.

Escucho de pronto que la puerta del auto se abre, salgo de mis pensamientos, encontrándome con Serena, quien sube al auto y me rodea el cuello con sus brazos, besándome las mejillas… ¡Cómo me molesta que lo haga, y qué mal me siento por no corresponder a sus sentimientos!

-¡Darien!... Hace mucho que no venías y te he extrañado mucho.

-He estado ocupado.- Respondo.

-¿Tanto como para no venir a visitarme en 10 días?- Me pregunta a modo de reproche.

Tomo una bocanada de aire. Es cierto que la carrera de medicina es pesada, requiere mucha dedicación de parte de uno, sobre todo cuando ya estás compaginando el trabajar con estudiar la especialidad.

-Ya sabes como es la vida de un médico.

La veo fruncir el ceño. Está molesta.

-¿De verdad?- Me pregunta.- Hasta donde sé, Motoki también es médico y está estudiando una especialidad; y sin embargo, ya van dos veces que me lo encuentro paseando con una chica linda… antier en el cine, y hace una semana cenando en un restaurante.

"Eso es porque Motoki está interesado en la chica, y cuando a uno le interesa realmente una mujer, busca tiempo de donde sea para pasarlo a su lado" Quise decir.

-No creo que en el hospital donde trabaja Motoki le den más tiempo libre o que sus profesores de la especialidad sean más benevolentes que los tuyos.

Serena hizo una pausa y continuó hablando.

-¿Sales con otra?

-No.- Miento. Me parece muy cruel decirle que sí, y si le digo que esa otra es su mejor amiga, entonces Rei se molestará conmigo.

-¡Dime la verdad!- Exige.- Ya no eres el mismo de antes, siempre eres seco y frío, nunca me besas, ni quieres tener sexo… ¿Estás saliendo con alguna enfermera del hospital?... Crees que soy tonta, pero no lo soy tanto… ¿Qué sucede entre nosotros?

Volteo a verla a los ojos, se me oprime el corazón al ver las lágrimas a punto de salir, pero es ahora o nunca.

-¿Ya no me amas?...¡Dímelo!

-Serena…no puedo seguir con esto.

-¿Qué estás queriendo decir, Darien?- Me pregunta mientras las lágrimas ruedan por sus mejillas.

-Serena… por favor, no llores… mira, tú eres una chica muy linda, tienes cualidades tanto físicas como morales que te hacen dignas de ser amada por cualquier hombre, pero…

No termino de hablar, pues entonces me mete una sonora bofetada.

-¿Quién es la otra?

-No hay ninguna otra.

-¡Mentiroso!

Agacha su rostro y con el dorso de una de sus manos se limpia las lágrimas que salen a causa del llanto, la situación es incomoda, desearía darle alguna palabra de aliento, no me gusta ver a una chica llorar, menos por un hombre; pero cualquier cosa que diga, creo que no me haría quedar nada bien. Palabras de consuelo de mi parte no necesita, así que, pese a sentirme incomodo, la dejo darle rienda suelta al llanto.

¡Cuántos recuerdos!... ¡Cuántos momentos al lado de Serena!... Le tengo aprecio del que se le tiene a una hermana pequeña, pero no amor. Me dolía, claro que dolía, eran ya 9 años de noviazgo, de conocerla, 9 años de momentos compartidos, pero como esta mañana me dijo Motoki mientras tomábamos el café, "no es lo mismo amor que costumbre, aunque ésta última sea una manera de llevar una relación que está muerta", así que por eso, aunque duela, por el bien mío e incluso por el de la misma Serena, decidí ponerle fin a nuestro noviazgo.

-¡Por favor, Darien!- Me suplica Serena.- ¿Qué quieres que haga?... ¿Te molesta algo de mí?... Cualquier cosa dímela y pondré de mi parte para que nuestra relación funcione.

-No tienes que cambiar, Serena.- Le digo poniendo una mano sobre su hombro.- Y te pido que nunca cambies por nadie, quien verdaderamente te ame, te amará por la maravillosa persona que eres… Créeme… ésto que hago, es por el bien de los dos… no mereces tener a tu lado a alguien que no te ame.

-¿Y Tokio de Cristal?... ¿Y Rini?... ¡No te importa tu hija!

-Serena, nosotros no tenemos hijos.- Le digo.- Claro que me encariñé con Rini…pero si te soy honesto, Tokio de Cristal es un mundo donde no quiero vivir, no quiero ser un monarca… sólo quiero ser Darien, un hombre común, quiero poder forjar mi propio futuro.

-No creí tanto egoísmo de tu parte.

Sacando fuerzas de quien sabe donde, Serena logra controlar sus emociones y baja del auto dando un portazo al cerrar que me aturde los oídos. La veo entrar en su casa, y aunque sigo sintiéndome el peor de los hombres, debo decir que también me siento como si me hubieran quitado una pesada carga sobre mis hombros… Me siento libre, así como supongo se siente un preso al salir de prisión tras muchos años de encierro.

Ésta noche no veré a Rei, pero entonces recuerdo que Motoki me comentó de un reencuentro de ex egresados de la universidad, así que decido ir a festejar. Nunca me ha gustado mucho el ambiente de fiestas, baile y cerveza… pero estoy tan contento que hasta quisiera gritarle al mundo que soy libre.

Libre al fin para amar a mi princesa de fuego.

II. Serena.

Al abrir los ojos, me doy cuenta de que ya es muy tarde, pues la luz del sol se filtra a través de las cortinas de mi recamara. En toda la noche me la pasé encerrada en mi habitación, llorando, mirando las fotografías donde Darien y yo salíamos juntos, o los regalos que solía darme en fechas especiales.

Rogué a Morfeo durante casi toda la noche que se apiadara de mí y me meciera entre sus brazos, hasta que finalmente me entregué al dulce sueño, queriendo olvidar lo sucedido y pensar que al despertar me daría cuenta de que todo era una cruel pesadilla, y que entonces me reiría de ser tan estúpida y preguntaría… "¿Cómo se te ocurre que Darien puede terminarte?... Él te ama, así ha sido siempre, así es, y así será hasta el final de los tiempos"… sin embargo, ahora que de nuevo estoy despierta, la dura realidad me golpea, haciendo que me dé cuenta de que mis ilusiones están rotas, mis planes a futuro desmoronados, de que ahora todo a mí alrededor es incierto… ¿Qué me queda?... Nada. Estoy vacía, me siento sola, perdida.

¿Qué sentido puede tener la vida sin Darien?... ¿Ahora que será de mí?... Me faltan pocos meses para egresar de la carrera de Administración de Empresas, hasta hace poco estaba feliz, esperando que terminaran 5 años de tortura en que me quebré la cabeza para así obtener el título universitario… El premio a mi esfuerzo no era recibirme con honores, ni buscar un trabajo apropiado con mi carrera, ni siquiera colgar el título en la pared… El premio era casarme con Darien, porque la razón por la cual me matriculé en la carrera de Administración de Empresas, fue para poder estar a la altura de Darien, para que se sintiera orgulloso de mí… ¿Y todo para qué?... ¿Para qué él me corte como si nada?... ¿Para qué tire por la borda 9 años de relación y de golpe acabe con nuestro hermoso futuro?

Necesito hablar con alguien, desahogarme, así que tomo mi teléfono celular y le marco a Rei.

Timbra una vez, dos veces, tres veces. No contesta.

Prendo mi computadora portátil que está a un lado de mi cama, le hablo en Facebook, pero entonces me doy cuenta que ayer por la noche publicó que se iba por una semana de viaje a Kioto con su padre.

Rei Hino es mi mejor amiga, pero ahora que lo pienso, desde hace un buen tiempo estamos distanciadas; ya no hablamos como antes, no me frecuenta tanto, y cuando la busco siempre está ocupada, cuando hago planes para que salgamos, siempre tiene algo que hacer… pero por una parte la entiendo, sé que sale con Kaidou; sin embargo, pese a todo, a veces siento como si me evadiera a propósito, como si estuviera enojada conmigo, y no lo digo sin fundamentos, pues hace un mes que salí a cenar con unas amigas de la universidad a un lujoso restaurante me la encontré cenando con Mako. El otro día, también miré que Makoto tenía en su perfil algunas fotografías de una fiesta con sus amigos de la escuela de gastronomía, en algunas de ellas estaba Rei... después me percaté que ya no podía ver las fotos en el perfil de Mako, por lo que supuse que las puso en privado para que yo no las viera.

¿Por qué para Mako si tiene tiempo y para mí no?

¡Calma, Serena!... Falta que ahora te pongas celosa hasta de tus amigas. Dicen que a veces hasta los sentimientos de amistad pueden cambiar con el tiempo, que pierdes afinidad con una persona, y de pronto, descubres que tienes más en común con otras personas… Y no puedo evitarlo, en verdad me siento un poco celosa.

Escucho de pronto ese sonido que te avisa cuando alguien te está hablando en Facebook. Al mirar la pantalla me doy cuenta de que es Mako-chan.

Mako: Hola… ¿Cómo estás Sere?... Oye, la siguiente semana es cumpleaños de Ami, así que Minako y yo le andamos preparando una fiesta sorpresa.

Odango: Darien me cortó.

Cuando escribo eso, las lágrimas de nuevo comienzan a caer por mis mejillas.

Darien me cortó… ¡Qué horrible suena eso!

Con detalles comienzo a contarle todo. Ella pregunta, yo respondo. Al final acordamos vernos, para volver a contarle todo, y una hora después de esa charla, me asomo por la ventana y la veo llegar en su moto Harley Davison.

Tras 20 minutos de recorrer Tokio en la moto de Mako, llegamos a un restaurante que ofrece desayunos estilo americano. Ella pide unos hot cakes; y como siempre, se la pasa diciendo que a la comida le falta un poco de tal o cual ingrediente; trata de distraerme, hacerme reír, pero no tengo fuerzas para eso, ni siquiera para comer.

-Serena… vamos, sé que la comida no es lo máximo… pero tampoco es tan desagradable el sabor.- Dice Makoto.- Come aunque sea un poco.

De pronto, ponen una canción que estaba de moda cuando comencé mi relación con Darien, e inevitablemente las lágrimas salen.

-Sere.- Me susurra dándome un pañuelo.- Sé que ahora mismo duele… pero verás que con el tiempo podrás recordar tu relación con Darien como algo hermoso, una etapa en tu vida… y en algún momento llegará un hombre que te pueda amar.

-No.- Le digo.- ¿Cómo puedo olvidar tantos milenios de amor?

Makoto toma una bocanada de aire, le da un trago a su café y después me mira con absoluta seriedad.

-Mira, Serena… de nuestro pasado en el milenio de plata casi no recordamos nada… olvídate por un momento del milenio de plata… Esta es otra era, otra vida, y ustedes, como muchas parejas cortan después de años de relación… ¿Alguien se ha muerto de eso? No… Conozco a personas que después de años con la misma pareja cortan, y después terminan en feliz matrimonio con otra.

-Eso lo dices porque nunca has tenido novio, Mako… El día que ames verdaderamente a alguien… entonces entenderás… El día que te sientas sola, vacía, entonces comprenderás.

La veo fruncir el ceño, parece que mi comentario la hubiera molestado, pero sus facciones pronto se suavizan. Si no la conociera de tantos años, hubiera pensado que me iba a golpear, pero pese a su finta de chica ruda, Mako es una muchacha muy dulce y amable, evita el conflicto, aunque si la provocan es peligrosa; es honesta, pero siempre busca decir las cosas con tacto para no herir los sentimientos de las personas a quienes aprecia.

-Deja de decir tonterías, por favor Serena.. Sé como te sientes, aunque no lo creas, también yo he estado enamorada de verdad…hace poco salía con un chico, y… bueno, no importa… me rompió el corazón y aquí estoy… No puedes estar lamentándote de todo… ¿Acaso quieres que Darien vuelva a ti por lástima?... Llora lo que quieras llorar, pero no te victimices, por favor… mírame a mí, si para historias tristes vamos…me quedé huérfana a los 11 años, no tuve un lugar donde enterrar a mis padres porque nunca fueron encontrados sus cuerpos, desde los 14 años he vivido sola porque la esposa de mi tío no me quería en su casa, no he tenido muy buena suerte en el amor… y estoy viva… a veces me siento sola, sí, me rompen el corazón y no dejo de soñar con encontrar a mi príncipe azul… pero no me gusta causar lastimas contando la historia de mi vida para que digan… "pobrecita Mako, me quedaré a su lado para consolarla."... La vida sigue y trato de disfrutar lo bueno que tengo, tú deberías hacer lo mismo.

-Pero…

-Tú tienes a tus padres, Serena, un hermano latoso que te adora y a tus amigas, incluida yo. Entiendo que ahora estés triste, pero no seas pesimista… llora todo lo que necesites, desahógate, pero también valora lo que tienes.

Makoto esboza una sonrisa y yo me limpio las lágrimas con el dorso de la mano.

-¿Vamos por un helado a la nevería de enfrente?- Me propone.

Al salir del restaurante, nos encaminamos a la esquina mientras Makoto trata de hacerme reír, hablando sobre la vez que Minako se puso borracha y vomitó encima de un chico con el que estaba bailando; sin embargo, nada me causa gracia, tengo fija la vista en los autos que pasan, en el semáforo en rojo que no cambia, y sólo una cosa pasa por mi mente.

¿Qué pensaría Darien si le dijeran que he tenido un accidente?

¿Lloraría?... ¿Se arrepentiría?

Me cruza por la mente la idea de cruzarme en medio de los autos, me siento decidida a hacerlo al ver pasar un gran camión de carga, pero soy tan cobarde que no lo hago.

"Cobarde" Me digo en silencio.

Toda la vida me han dicho que soy una cobarde.

Veo otro auto acercarse a gran velocidad, me pongo a pensar en esa sensación de pavor que me da cuando me van a inyectar, el miedo sólo dura unos minutos, a veces ni siquiera sientes dolor, y después todo termina… Escucho a Mako-chan conversar animadamente con una muchacha que le pregunta donde ha comprado los botines color miel que calza, está distraída…entonces me armo de valor, doy unos pasos enfrente, pero entonces cuando veo al auto tan cerca de mí, me arrepiento y grito suplicando a una fuerza superior que el conductor se detenga.

III. Rei.

Al salir de la ducha, me encuentro con dos vestidos que me ha comprado Otou-san para que elija uno y usarlo en la cena que tendrá hoy en casa del cónsul de la embajada Francesa, pero bueno, eso ya lo decidiré en la noche y no ahora.

Desde ayer fue que llegamos a Kioto, y la verdad, debo decir que este viaje llegó justo en el momento que más lo necesitaba; me servirá para relajarme de tantas tareas escolares, y sobre todo, para por un momento olvidarme de lo que tanto remordimiento de conciencia me causa. El nombre de mi pecado. Darien Chiba.

Escucho el teléfono timbrar, al levantarlo, escucho la voz de Otou-san invitándome a que demos un paseo ahora que es de día. Me ha dado dos horas para que esté lista, así que sabiendo que tengo tiempo de sobra para arreglarme, me siento en la cama y abro mi computadora portátil. Lo primero que veo es mi Facebook, y por supuesto, un mensaje de Darien.

Darien: Te extraño.

Rei: Yo no.

Darien: Mentirosa.

Rei: ¿Cómo estuvo la fiesta de anoche?... ¿Ligaste a muchas doctoras?

No me contesta, pero entonces me llega una invitación para iniciar videoconferencia por Skype, es de Darien, así que acepto.

-Hola.- Lo saludo moviendo la mano de un lado a otro.

-¿Te acabas de duchar?- Me pregunta.

-Sí.- Le contesto.- Iré en dos horas a comer con otou-san.

-Con papi suegro.

-Bobo.- Le contesto.

-¿Puedo ver que hay debajo de la toalla?

Comienzo a reírme. De nuevo comenzará con sus cosas.

-Ya has visto.

-Pero quiero ver ahora.- Me suplica mientras me mira con cara de borrego a medio morir.

-Pues te esperas hasta el miércoles que regrese a Tokio.

Seguimos platicando de tonterías, riéndonos como un par de tontos. Yo le hablo de la cena a la que fui anoche a acompañar a mi padre, de la comida, de los planes que tenemos para ahora; hasta que toca el turno de él… me habla de sus desvelos en el hospital, de un niño que se tragó una moneda y él tuvo que atender, de la fiesta… hasta que entonces se pone serio… me dice… "tenemos que hablar". El corazón al principio me golpea con fuerza, siempre temo que me deje, él muchas veces me ha propuesto cortar con Serena y hacer oficial nuestra relación, y por supuesto yo me niego, estoy segura de que me ama; pero sufro pensando que estoy traicionando a mi amiga, que él no es para mí, que tal vez ésto no es para siempre y que cuando termine me será doloroso.

-Corté con Serena.

-¿Qué?

De pronto comienzo a sentir que el corazón me golpea el pecho violentamente… Dentro de mí, siento un egoísta placer al saber que lo ha hecho por mí, que él es mío… pero por otra parte tengo remordimiento y pesar al imaginar como estará mi amiga.

-¿Le dijiste sobre lo nuestro?...Dime que no.

Tengo miedo de que le haya dicho sobre nuestra relación… No quiero que se entere Serena, pues aunque me he alejado de ella, sigue teniendo un lugar especial en mi corazón, es mi mejor amiga, si es que aún le puedo llamar así, es mi princesa… es.

-¿Ya pensaste en Tokio de Cristal y Rini?- Pregunto.- ¡Por el kami!... ¡Cuándo se enteren las chicas!

-Mako lo acepta muy bien.- Me contesta.

-¡Pero eso es porque Mako es distinta!... Ami, Mina, Luna, Artemis no lo aceptarán… Haruka y las demás tampoco lo aceptarán.

-¿Crees que me importa?- Me pregunta Darien.- Además… no sé porque te preocupan las ex outer senshis, ellas no son tus amigas… Makoto lo acepta, Ami y Minako supongo que también lo aceptaran con madurez, y la opinión de Luna y Artemis sale sobrando.

-Por favor… no le vayas a comentar a nadie de lo nuestro, no aún.

-Te lo prometo.- Me responde.- Pero espero no sea por mucho tiempo más, tú no mereces que te ande escondiendo.

Seguimos charlando, dándole vueltas al mismo tema, hasta que entonces él se despide de mí para salir a hacer algunos pagos que tiene pendientes. Me tumbo sobre la cama, pensando en como será nuestra relación en adelante, preguntándome cómo estará Serena… Estoy confundida, feliz, triste, asustada, preocupada, pero no arrepentida.

Escucho de pronto que alguien me habla por Facebook, tomo la computadora portátil pensando que es Darien, pero entonces veo que es un mensaje de Minako. Supongo que querrá que sigamos hablando sobre la fiesta sorpresa que organizaremos para Ami, ya estoy pensando en decirle que yo pongo el vino, cuando de pronto veo que el mensaje es otro.

¿Qué Serena qué?

¡Oh, por el kami, no!... Esto es mi culpa.

De pronto, los sentimientos de felicidad y éxtasis que me embargaban hace un momento, son sustituidos por el miedo, el arrepentimiento, el sentimiento de culpa, la voz interior que me grita que soy una traidora, una cobarde, mala amiga. No quiero saber nada de la cena con el cónsul, no quiero seguir con Darien… todo esto es mi culpa.

Rápidamente me visto con unos jeans y una blusa roja, tengo que regresar a Tokio… Escucho que tocan la puerta, la abro y me encuentro con mi padre, que me mira asustado.

-¿Qué sucede, Rei?

-Fue mi culpa. Tengo que regresar a Tokio.

Mi padre me abraza, es raro que él tenga muestras de cariño para conmigo, pero con el simple hecho de que me susurre "todo estará bien", me hace sentir protegida… De pronto me doy cuenta de que estoy temblando, y que me encuentro llorando, de la misma manera en que lloré cuando era niña y supe que mi madre había muerto.

Notas de Autor: Bueno, éste fue el Prólogo.

¿Qué les pareció?

Ya saben, reviews, quejas, sugerencias, tomatazos, son bien recibidos (sobre todo los tomatazos, porque ahora que subió el IVA me servirán para comer tortillas con salsa).

Se me olvidaba decirles, reedité justo hoy porque es mi cumpleaños FanFikero, cumplo 4 años escribiendo en FanFiction… awww… ¡Qué tiempos cuando comencé!... Era una jovenzuela universitaria y bar-tender en un café… ahora soy una aburrida asistente administrativo.

En fin, por último, no les prometo que actualizaré cada semana, pues tengo un FanFic en su etapa final al que le estoy dedicando todo mi tiempo, pero al menos cada quince días si iré subiendo la edición de cada capítulo de esta historia.

Atte:

Mademoiselle Rousseau.