Nota obligatoria: Los personajes de Saint Seiya son obra de Masami Kurumada, yo nada más me dedico a escribir sobre ellos sin obtener nada a cambio más que mucha satisfacción personal y entretenimiento saludable.
De asesinos a caballeros: historia de renacimiento y redención
Prólogo
Desde la batalla con Hades, habían pasado seis meses y las cosas comenzaban apenas a equilibrarse en la vida de los habitantes de la gran mansión Kiddo.
Como agradecimiento a todos los sacrificios que sus caballeros de bronce habían sufrido por protegerla a ella y a la Tierra, la heredera Kiddo realizó los arreglos necesarios para incluir a los muchachos dentro del sistema educativo formal, ya que asumió que el ciclo de batallas entre los dioses para lograr el dominio de la Tierra estaban en un punto de equilibrio, si es que no era que había finalizado y por eso era importante que los chicos aseguraran su futuro con una carrera que les permitiera colocarse dentro de la Fundación Graude.
La joven ofreció la opción para que la tomara quien quisiera, sin embargo no todos deseaban incorporarse a la vida normal, ya que prefirieron continuar solamente con su papel como protectores de la diosa.
En cuanto a Shunrei, Sahori le propuso que aceptara quedarse en Japón para realizar estudios de secundaria, por supuesto que cabe de más decir que cierto caballero dragón no cabía en si de la felicidad, aunque por supuesto siempre trataba de disimular, para no ser evidente ante la hermosa chinita, quien ahora compartía su estancia en la mansión Kiddo. Aparte de las peleas, juegos de manos y palabras pasadas de tono por doquier entre tantos varones, Shunrei había comenzado a sentirse muy a gusto entre los hermanitos Kiddo y dejó un poco de lado la desazón por la muerte del maestro Dhonko.
Mientras la vida transcurría en la mansión, Sahori no podía dejar de pensar en los hombres y mujeres de todos los bandos, quienes murieron en las guerras sagradas, pero sobre todo añoraba volver el tiempo atrás, para vivir los días en que su Orden estaba completa y así poder tener la oportunidad de convivir con todos sus caballeros y su Patriarca Shion, quien según el maestro Dhonko, había sido un hombre sabio y maravilloso.
Estaba cansada de esa guerra maldita, de la rivalidad entre los Dioses Olímpicos y de lo insegura que se sentía como reencarnación de la diosa Atena, pero lo que más la cansaba era el peso en sus espaldas de haber entregado a la parca a casi todos sus guerreros por las dichosas batallas.
Pocas veces una idea la había inquietado tanto como esa.
Si tan solo pudiera... hacerlos volver.
Continuará...
Bueno, heme aquí de nuevo, muy contenta de poder comenzar con otro proyecto de fanfic a ver cómo me va. Espero continuar atrayendo su atención hacia estas locuras, se agradecen mucho sus comentarios.
Un abrazo, Shakary
