Donde mis besos anclan y mi húmeda ansia anida.

Título prestado por Pablo Neruda de su tercer poema de los 20 poemas de amor que dedicó al amor de su vida. Y yo dedico este fic a Nymph como respuesta a su desafío en el foro Alas Negras, Palabras Negras.


Nada me pertenece, todo es única y exclusivamente propiedad de George R. R. Martin


Cersei. Un nombre tan sonoro como la mujer que lo porta. Cabellos rubios, ojos verdes y voz de terciopelo ¿Y el cuerpo? El cuerpo es de muerte, pechos llenos y caderas anchas.

Ella es simplemente la imagen de la diosa-amante de las Islas del Verano. Un cuerpo femenino que se entrega al deseo y al sexo para obtenerlo todo, incluso superando sus propios miedos. Es un volcán intempestivo, una llama que se propaga. Pólvora encendida en la primera chispa.

Su boca rosa, arrogante y orgullosa, sabe ejecutar tantos buenos movimientos como sus dedos agiles cuando desatan el corsé y se escabullen bajo las enaguas de Taena. Es una leona, una que tiene a su presa como quiere: con las piernas abiertas y el coño mojado.

Cualquiera diría que ella esperaría ser complacida, llevada hasta el límite de su propia cordura y placer por alguien más, después de todo es la reina, pero ella prefiere llevar las riendas, darse gusto en lo quiere. No se lo puede negar, es la reina. Y la reina tiene garras, garras que arañan dentro del cuerpo de la myriense que cada noche lleva a su cama, colmillos que hacen sangrar sus pezones y muerden su intimidad sin piedad, un cuerpo inquieto que se revuelva contra el suyo.

Es excitante, divertido y necesario. Taena no puede resistirse a nada, quiere que ella la subyugue y le haga ver el cielo mientras destroza su cuerpo con la lengua y las manos.

A veces ella se deja hacer, pero Taena no siente necesario devolverle la misma moneda. Prefiere regar la piel blanca con besos de satén que jamás dejen marca, con caricias tontas y delicadas que la arrullen. Prefiere llevarla despacio por el camino de la sinrazón arrodillándose entre sus piernas y amando su sexo despacio, con besos de picaflor en vez de dientes felinos.

Cersei es tanto ardor, tanta pasión, que Taena solo necesita mirarla para constatar que la desea y no quiere irse, que su lugar favorito esta entre las piernas de la reina.