Un millonario de poca suerte

Eran cerca de las 3 de la tarde, los jóvenes estudiantes de la privada Hyotei Gakuen salían ya de clases. Los alumnos del tercer año se dispersaron con rapidez, ese día había una serie de eventos que por lo general pasaban desapercibidos, claro ello si no eras parte de la esfera social mas alta de la ciudad… Por ello las actividades de los clubes deportivos, musicales y demás habían sido canceladas.

-Debes estar de mal humor…eh? Atobe… -Dijo la voz de Oshitari Yuushi desde el casillero al lado de Keigo.

Este hizo una mueca con la boca demostrando lo que el primero había dicho- Claro que lo estoy… eres tan perceptivo… Oshitari… no solo no hay club, sino que además hay ese estupido evento de las familias… lo detesto…

Era curioso oír al capitán del Club de Tennis decir ello, después de todo no perdía oportunidad en esos eventos para hacer notar su supremacía en todo lo que el se sabia mejor que el resto, Oshitari dejo salir un suspiro- No pienso ir al evento ese…-Dijo de la manera mas normal del mundo.

Un leve ruido a su lado le hizo dirigir su mirada al capitán, quien había dejado caer los cuadernos al suelo- Co… como que… no piensas ir…- Yuushi sonrió.

-Ya te lo dije… -Le ayudo a recoger sus cosas mientras salía de su asombro- … Creo que iré a las canchas callejeras a practicar un poco… si te animas de seguro nos vemos allá… creo que estaré… algo solo –finalizo en un tono triste entregándole los libros caídos y despidiéndose para salir rumbo a donde Keigo sabia estaban los cambiadores de la escuela.

Atobe tardo en reaccionar, no se esperaba ese tipo de cosas de Oshitari, después de todo era bien sabido que esa reunión era tan importante para los padres de su escuela, ya que podían alardear de sus hijos… el decir que faltaría era todo un acto de rebelión, se lo pensó un poco tal ves las cosas no estaban bien entre sus padres, según el sabia ellos querían que el siga con el negocio de medicina de la familia, mientras que el Tensai parecía verse inclinado hacia la carrera musical que a simples ojos prometía mucho para el.

Keigo tomo sus raquetas del casillero y se las coloco al hombro, tenia el buzo de la escuela en el maletín, se cambiaría una ves llegara a las canchas. Si era cierto que el Tensai iría para allá, entonces allá le daría alcance…

Sabiéndose Atobe Keigo, no iba a ser fácil pasar desapercibido delante de toda la escuela, esquivar a su chofer y claro esta llegar a las benditas canchas callejeras. Con todo el aire de superioridad que pudo centrar en su rostro salio al patio principal, era de esperarse… había quienes no se alejaban por ello, Un grupo de chicas le corto paso rodeándole y ofreciéndole cartas y regalos.

"…si te animas de seguro nos vemos allá… creo que estaré… algo solo"

Le dijo la voz de Oshitari en su cabeza, la mirada del heredero Atobe cambio a una un tanto fria, y en nada su mano estaba en alto y el sonido de sus dedos en chasquido hizo que su fiel compañero de segundo año llegase corriendo hacia el- Kabaji… encárgate… -Dijo Keigo saliendo de entre la muchedumbre, mientras Kabaji tomaba los regalos y cartas como hacia de costumbre. Casi nunca las leía… solo devorada el chocolate mas fino… pero no tenia mala educación, no podía rechazarles fríamente… y menos en conjunto.

Una sonrisa amplia se formo en el rostro de Atobe al notar que sus perseguidoras ya habían entendido lo que debían hacer. Ahora era un camino no muy largo a la salida, de golpe se pego a la pared que dividía los territorios de la escuela con la salida, casi lo había olvidado, el chofer como de costumbre le estaría esperando fuera de la escuela- Maldición… -Se dijo. Como era una fecha tan especial seguro su padre había ordenado el recogerle y llevarle directamente a casa, pues era una lastima, el tampoco tenia pensado ir a esa reunión, y nada se lo impediría.

A velocidad corrió de regreso a los salones del segundo piso, sabia bien que en el salón de Química había una vista espectacular de un cerezo que cuando florecía era lo mas precioso después de el en esa escuela. Ahora ese cerezo le serviría para otra finalidad.

Abrió la ventana levemente, fijo su mirada en la rama mas próxima y luego en la altura de la rama al suelo, debían ser unos 4 metros o algo así. Trago grueso, nunca se imagino haciendo ese tipo de tonterías, aun así… Se acerco a la puerta del salón y la cerro por dentro con seguro, si alguien le veía seria algo vergonzoso, desde fuera de la ventana no había ni un alma, tomo el maletín y lo aseguro a su espalda, apoyo sus finísimos zapatos en el borde de la ventana y no tuvo que hacer mucho esfuerzo para llegar a la rama.

Era notorio su preparamiento físico le facilitaba aquello, quiso reír por su grandeza pero sabia que no tenia tiempo que perder, en cualquier momento el chofer empezaría a buscarle; Observo la muralla de la escuela y se impulso en la rama para alcanzarle, estuvo a punto de caer y se sujeto con las justas quedando colgado para la parte interna de la escuela

"Genial" Se dijo sujetándose con toda la fuerza que le permitían sus brazos "En que lió me estoy metiendo eh…" Con algo de dificultad por lo que llevaba en la espalda y con la incomodidad de la vestimenta que traía, logro pasar su pierna derecha por encima de la muralla y se impulso con fuerza… ya estaba lo había logrado ahora solo tenia que bajar con delicadeza… se decía aun con el impulso…

ITAIIIIIIIIIIIII… - Algunos alumnos voltearon hacia el lugar donde se había oído ello, pero solo había un árbol enorme y las paredes de la escuela y de los salones de ciencias, Al otro lado de la muralla un adolorido Keigo sacudía su ahora sucio uniforme de la escuela…- Kuso… Por que tiene que pasarme esto a mi… -Dijo en una queja que mas parecía llanto, era cierto nunca había estado acostumbrado al mas mínimo dolor, como fuese… ahora tenia que llegar a las canchas y ya que no podía usar la limosina… quedaba una opción.

Unos minutos después, las personas en el paradero observaban algo curiosas como un estudiante de la Hyotei Gakuen estaba parado de brazos cruzados observando los taxis pasar…

"Como diablos es que esos sujetos te llevan a donde quieres... Eh?" Se dijo mientras su mirada se dio en una anciana que había logrado parar uno y hablaba con el conductor tratando de llegar a un acuerdo en el precio, lo había entendido… Detuvo el próximo automóvil que paso y al nombrar el lugar el taxista le dio un precio por debajo del costo, suerte de millonario? No para Keigo….

¿Monedas? ¿Billetes bajos? El solo manejaba tarjetas de crédito y billetes por encima de 100 000 000 yenes, y en definitiva no cargaba un mínimo como el que le pedían, no tendría otra opción iría caminando hasta el lugar, caminar para el no era tan difícil después de todo era como entrenar en las mañanas corriendo por su propiedad.

Ya había pasado media hora de caminata y el golpe de la muralla empezaba a dolerle o era simplemente que tenia hambre, por lo general en la limosina comía algo antes de llegara a la mansión, fuera de ello al estar de mal humor no había querido tomar nada del banquete de refrigerio de la escuela. Se sentó en una banca, sabia que ya no estaba muy lejos del lugar, había visto pasar a algunos chicos de la Seishun Gakuen, pero a ninguno conocido y por suerte el tampoco se les hacia muy conocido, tomo su celular y marco a Oshitari.

"Hey… Atobe que haciendo…"

-Es… estoy por llegar a las… canchas… -Contesto muy agitado el capitán de la Hyotei

Oshitari dibujo una sonrisa en su rostro- De veras estas por llegar? –Pregunto incrédulo.

-Que si… espero ya estés allí…

-Así es… pero pensé en comprar algo de comida… Espero no te moleste… puedes ir cambiándote… Keigo… llegare en nada…

"Me corto… el malvado..." Se dijo poniéndose de pie y guardando en su bolsillo el celular. Prácticamente ya estaba dentro del complejo deportivo, no había nadie dentro, era normal después de todo sabia que esas canchas se llenaban solo de noche, pero alguien de su clase nunca estaría allí de noche.

Los cambiadores no eran la gran cosa, una especie de ducha, que por los santos no tenia ni seguro siquiera, y las bancas. Dejo salir un suspiro y dejo el maletín en el suelo, ese lugar no podía hacer más que ensuciar más su ya sucio uniforme. Cuando se disponía a desvestirse un leve ruido le llamo la atención en la puerta, lo primero que se aprende al ser millonario es a ser desconfiado, lentamente se aproximo a la puerta pero antes de poder hacer algo esta se abrió dejando ver a dos personas totalmente vestidas de negras, lentes oscuros y pasamontañas en la cara.

Atobe retrocedió por instinto, no podía mostrarse asustado al menos eso era lo que le decía su instinto- ¿Que es lo que desean? –Pregunto con la debida educación de alguien de su calidad.

Uno de ellos era notablemente más alto que el otro, el cual parecía observar al pequeño, el cual de inmediato tomo el maletín del suelo y se hecho a correr.

-Hey… -Atobe trato de salir en su búsqueda pero el mas grande le tomo bruscamente por el brazo, sintió que su codo era un sándwich entre los dedos del tipo. Ero por alguna razón bajo la presión con rapidez.

-Lo siento… pero eres mio-nya … -Dijo el sujeto Alzándole y colocando a Keigo en la banca del vestidor y cerrando con su pie la puerta- Al menos... tendrás privacidad… -Dijo en un tono que a Keigo le erizo las puntas de los pelos.

Viéndole desde la banca el sujeto era enorme, no tenia forma de salirse de allí. Si quería ganar algo con el… no tenia mas que secuestrarle, por ello no debía hacerle daño, aun así el tensita no dejaba de pensar en la manera de salirse, si sus raquetas estuvieran cerca le daría con ellas en la cabeza y saldría corriendo… ¿Dónde demonios se suponía que estaba Yuushi?

-Eres estudiante de la Hyotei-nya… -Por instinto Atobe cubrió el bolsillo de su camisa- Pero... Mira que sucio traes este uniforme…nya… - Dijo palpando la camisa de la escuela, no había duda que era el mejor material para la escuela mas exigente, pero más allá de lo que vestía…- Que suave es tu piel…

- Chotto… eres hombre no? ¿Qué crees que haces? -Se quejo Keigo mientras toma el brazo del sujeto, impidiendo que este habrá mas la camisa y toque mas de su cuerpo.

-Hombre… mujer… da igual siempre y cuando desees a tu presa-nya…

Atobe se encorvó levemente, el sujeto había puesto presión en la parte mas sensible de su cuerpo, una leve coloración había aparecido en su rostro- Ya… yamette… -Dijo sonando a suplica.

-Pero si parece gustarte… -Dijo abriendo con facilidad la bragueta del pantalón de Atobe, este trato de evitarlo pero recibió un bofetón por demás fuerte que le dejo tendido en el asiento. "Rayos creo que me pase…" Se dijo el sujeto, acariciando la cara de Atobe con ternura, más al notar este movimiento continuo donde se había quedado- Se siente bien? –Pregunto el tipo.

Keigo tenia la mirada hacia la pared, y mordía con fuerza su labio con los ojos cerrados, no podía negar que se sentía bien… sentía el tacto del sujeto buscando aquello que lo hacia merecedor del sustantivo "hombre" entre sus boxers, y palmándole ovularmente cada parte que encontraba. Aunque trataba no podía moverse para defenderse… solo había atinado a tratar de juntar las piernas, lo cual había logrado incomodar a su atacante.

-Vamos… me estas haciendo difícil el trabajo sabes?- Refunfuño abriendo con fuerza las piernas del tenista y quitándole de golpe la ropa interior, Atobe se levanto de golpe y le miro desesperado.

-No… no por favor… no lo hagas… te daré todo… todo lo que quieras… pero no lo hagas…- Dijo con la cara llena de lagrima y hecho un tembladero completo.

Una leve risa saliente de debajo de la mascara el hizo saber que no importaba que le pidiese no lo le haría caso, menos cuando lo halo con fuerza y lo coloco delante de si bajándose el pantalón, los llantos de Keigo empezaron a descontrolarse- Si vas a hacer tanto escándalo… -Dijo dándole vuelta para que quedase boca abajo- Entonces no mires…

Era una viste preciosa, era notorio el delicado cuidado que había tenido el chico con su cuerpo, le era delicioso el sentir su cuerpo bien formado, y ahora poder ver esa pequeña entrada que le derretía el invadir, decidió el preparar a su presa.

Ahhhhh… - un gemido entre doloroso y de alegría salio de los labios del agredido, pero esto sin dejar de salir las lagrimas.

-Te ha gustado? Solo ha sido algo pequeño… si usara algo mas grande que mis dedos al inicio te desangrarías por el impacto- Dijo el sujeto sonando divertido, pero no oyó respuesta por parte de Keigo. Se inclino para verle un poco, se mantenía con la mirada y los puños por delante cerrados, mas el charco de lagrimas delante de rostro y el fino hilo carmesí que brotaba de su labio le hacia notar que estaba resistiendo a por su orgullo nada mas.

-Valla… esto no esta siendo muy divertido-nya…- Se oyó la voz del sujeto, a lo cual Atobe pensó había llegado la hora y apretó lo mas que pudo sus puños, pero lo único que sintió fue una caricia en su cabellera- Será mejor que te vistas-nya…. Cuídate mucho…

Cuando Keigo abrió los ojos estaba solo en esa pequeña recamara, froto con fuerza sus ojos y se abrazo a si mismo, nunca había deseado tanto ser otra persona, ahora preferiría el solo estar en su mansión…

Unos 10 minutos después una voz conocida le hizo Salí de su estupor- Atobe!! Atobe!! ¿Dónde estas?- Yuushi había entrado después de ello al lugar, lo único que Keigo atino a hacer fue lanzarse a sus brazos- Que… que te paso… vi... tus... Cosas afuera y pensé que estabas... aquí…

-Olvida mis cosas… -Dijo el chico hundiendo su cara en el pecho del chico- Me alegra que estés aquí… me alegra verte…

-Tranquilo Keigo… Todo esta bien… no dejare que nada te pase- Respondió abrazando con fuerza a su capitán- Será mejor… que te lleve a descansar… la ceremonia de los adultos será en tu casa… así que… vamos a la mía… te parece? –El chico afirmo con la cabeza- Recoge tus cosas fuera… -indico el más alto y Atobe salio del lugar a paso lento y con pesadumbre.

Yuushi bajo la cabeza, la corbata vino de su compañero estaba en el suelo- Valla… has dejado acá un recuerdo- nya… Sonrió de manera algo maligna- Si no fueras tan lindo cuando lloras… Kei chan…