Inuyasha es propiedad de Rumiko Takahashi

Esta historia participa en el "Reto Reyes de la Noche de 5 días, del foro ¡Siéntate!"


Capítulo 1

El sonido de las gotas golpeando contra el cristal y el tecleo de la computadora era lo único que irrumpía el silencio del diminuto apartamento. Dos figuras mantenían la vista pegada a las pantallas de sus respectivas portátiles; La silueta más alta, de cabellos plateados y semblante serio era observada de cuando en cuando por la segunda persona, mucho más baja y menuda, y con rostro inocente; ella pensaba que él no notaba su mirada, así que se permitía distraerse del trabajo sólo para observarle y suspirar internamente.

Sesshoumaru era, con diferencia, el hombre más apuesto que jamás hubiera conocido, no por nada todas sus compañeras de trabajo contenían la respiración cada vez que lo veían pasar; pero hasta ahora, en los escasos meses que llevaba en la misma área que ella (porque, según sabía estuvo mucho tiempo trabajando en la empresa antes de ser reasignado) no se había mostrado interesado en ninguna mujer.

—Rin —la voz de él, innegablemente seductora, la trajo de vuelta al mundo real

— ¿S-si? —dijo tratando de no parecer demasiado distraída

—Dame los papeles de la mesa —Sesshoumaru era una persona muy seria, mucho más si se trataba de trabajo, e incluso llegaba a ser bastante poco amable y mandón; Rin arrugó ligeramente el entrecejo, por más apuesto que fuese su compañero, no tenía derecho a ser tan pedante; Decidió no discutir, estaban trabajando en un proyecto muy importante y cada segundo valía oro, eso estaba claro, además la retribución era muy buena; quizá con ese dinero por fin podría hacer una visita a su familia, así que zamparse el mal carácter de Sesshoumaru bien valía la pena. Se levantó del sofá y se dirigió a la mesa para tomar los papeles, comenzó a seleccionarlos hasta que el borde de uno de ellos le hizo un pequeño corte en el índice derecho, Rin torció el gesto y observó su dedo.

Sangre

"Genial" pensó al darse cuenta de que manchó una de las hojas "tendré que reimprimirla". Escondió su afectado haciendo un puño con la mano y fue a entregar los documentos a su compañero, este los tomó sin siquiera mirarla, si no que hizo un gesto con la nariz, que ella no llegó a notar; se dirigió al baño para enjuagarse la herida, de fondo se escuchó el ensordecedor ruido de un trueno y, segundos después, las luces se apagaron; escuchó a Sesshoumaru maldecir por lo bajo desde la sala mientras a tientas buscaba en el botiquín unas velas que tenía guardadas, encendió una y dio un respingo al ver la imponente figura de Sesshoumaru posada tras ella, no lo había escuchado entrar.

Sin previo aviso, él tomo su mano para examinarla.

—Te has cortado —expuso, y acto seguido metió el dedo de Rin a su boca para lamer la sangre, la chica solo atinó a abrir los ojos desmesuradamente.

— ¿Qué… qué estás haciendo?


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