¡HE VUELTO DE ENTRE LAS SOMBRAS! ...bueno, de la Universidad y un bloqueo mental, pero suena más intenso decir sombras.

Llevo meses con este fic dándome vueltas la cabeza después de escuchar un montón de canciones de Emilie Autumn, pero no había logrado escribir ni un poco al respecto. Otro Luckyshipping porque hay muy poquitos en la pagina; aunque sera un pseudo lucky porque Red tardara tantito en aparecer, pero ya veremos en el futuro.

Espero les guste, y sin más que agregar:

Disclaimer: Todos los personajes pertenecen al manga Pokémon Special y Game Freak/Nintendo.

► Tercera persona, situado desde Blue.
► Futuro Luckyshipping, leve Oldrivalshipping.
► AU. Referencias históricas alrededor de 1900. Nada precisamente correcto o serio.


0. Gracias Padre.

"Te casaras conmigo", la primera vez le había escuchado decir eso, no había más que causado una carcajada había logrado esconder tras una simple sonrisa al caballero.

"Te casaras con él", había escuchado después a su padre ordenarle, y esa vez había sido mucho menos graciosa que la primera.

Blue había tardado bastante en digerir la orden, pero el mundo no se había detenido para esperar a que ella pudiese entender lo que sucedía. Era inclusive tonto no esperar ocurriera algún día, siendo de una familia de clase alta y además ella habiendo cumplido sus veinte años y siguiendo en la soltería, sería cuestión de tiempo para que sus padres ofrecieran su mano al mejor partido pudiesen encontrar.

Pero en lo más recóndito de su mente, no podía dejar de escuchar una vocecilla cuestionar con indignación si en verdad sus padres habían pensado en ello o solo la habían comprometido con la primera persona vieron.

Pryce no era un mal partido, o eso le habían repetido hasta el cansancio; tenía dinero, su apellido era sumamente conocido en todo el país, controlaba varias fábricas y el monopolio en medicinas, y todos aseguraban era un caballero excepcional.

Sin embargo, todo era simple palabrería, ¿qué caballero respetable se atrevería a desposar una dama que bien podría ser su nieta?

Y en todas las preparaciones de la boda, Blue no podía dejar de pensar en ello, aunque todos le envidiaran de casarse con aquel hombre. Conocía a Pryce, le conocía desde que había sido una niña y siempre había tomado como una broma inofensiva sus acercamientos y halagos. ¡Sus padres la casarían con un Berlitz! ¡O un Harmonia! ¡O un Oak! ¡No con un hombre era casi cuarenta años mayor a ella!

"¡Piensa en el hermoso vestido llevaras!", su madre le había insistido al tratar de convencerla en fingir al menos una sonrisa en la fiesta de compromiso. Poco tiempo había pasado con su prometido en dicha celebración; no había dejado el lado de su hermano al pensar lo poco le quedaba con él.

"Podrías escapar el compromiso, puedo buscar quien te ayude", Silver había dicho después, aunque solo lograba una leve sonrisa en la castaña. Había pensado tantas veces en escapar cuando al fin había comprendido cuál sería su futuro, pero entonces sería Silver a quien casarían con Pryce.

No se necesitaba saber demasiado para notar Pryce no la amaba ni un poco, sino que amaba la idea de poseer a un Portinari, y ello incluía a su hermano de tan solo diecisiete años.

Simplemente no podía dejar su hermano pagara por todo ello.

—Te ves hermosa- escuchó a la voz de Karin hablar tras de ella, ayudando a acomodar las faldas de su vestido, —Nunca espere las cosas fuesen a acabar de esta manera.

— ¿Quieres sea honesta contigo? Yo tampoco- murmuró en respuesta, inhalando largamente para ver a la joven en su reflejo ofrecerle una mirada resignada, —Pero viviré como una reina, con bellos vestidos, peinados y joyas nunca había imaginado antes- respondió, tratando de figurarse su nueva vida como esposo de aquel millonario.

Aunque pudiese engañar a cualquiera y hasta a si misma con las promesas de riquezas incomparables, sabía bien Karin podría ver a través de ella y saber lo mucho detestaba la simple idea de casarse con él. Karin siempre sabía que pasaba por su cabeza, desde niñas la había sabido leer bien.

—Me han ordenado ir contigo- habló después de un rato, dejando el vestido para ir en busca de los zapatos llevaría, —no solo a mí, Chermaine y Keane también nos ordenaron, tus padres dijeron sería lo mejor que tus lacayos siguieran contigo.

—Es la mejor idea han tenido en años- comentó, sentándose en un banquillo para ofrecer una de sus piernas y le calzara, —aunque sé que solo lo hacen para tener quienes me vigilen y les den la noticia si "fallo el trato".

—Hable con ambos, imagine era necesario recordarles que sus votos de lealtad fueron a ti- agregó la mujer, poniéndole las zapatillas con calma, —está bien si estas asustada.

Tragando saliva, frunció los labios culpa de esa oración. Debía mantener la calma en todo momento, conocer y aprender sus ventajas y desventajas en esa nueva casa y así poder manipular todo a su antojo. Pero si no había podido manipular la decisión de sus padres, ¿Qué le aseguraría lograría manipular a su marido?

—No estoy asustada- mintió, levantándose al ya estar lista. Sin embargo, al estar frente a frente a su amiga de la infancia, rápidamente se lanzaba a sus brazos para buscar un poco de refugio.

Su madre y hermano estaban ya en la Iglesia, su padre debía estarla esperando para entregarla en el altar, ese momento era su ultimo como una mujer libre y necesitaba a quien fuese para no desmoronarse.

—Tendré que llamarte "Usted" de nuevo.

—Lo sé-. La interrumpió, estrechándola un poco más.

—Pero eso no cambiara que tratare de ayudarte en lo que pueda- agregó, dando un pequeño apretón en la castaña para soltarla.

Blue sabía porque, no solo ella dejaba su libertad, sino que también dejaban atrás su amistad en favor de una relación ama-lacaya para poder seguir juntas.

Sosteniendo sus manos entre las suyas, frunció los labios para asentir repetidas veces a una muda pregunta y obligarse a sonreír de nueva cuenta, soltando las manos de Karin al escuchar la puerta abrirse y ver a su padre ofrecerle un brazo para llevarla consigo.

El murmullo de la gente escuchaba, y algo su padre susurraba a su oído, pero al momento en que había puesto un pie en la capilla y la música había iniciado, su cuerpo había entrado en una especie de entumecimiento que no la dejaba comprender nada de lo que pasaba a su alrededor.

Solo veía caras de aparente felicidad, y a Pryce esperarla al final del camino con una mirada no ofrecía el más mínimo cariño, sino más bien la expresión uno daría al obtener un reloj nuevo.

Era el día de su boda, y ella nunca habría imaginado que la bella marcha nupcial podría llegar a ser tan tétrica.

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Debo dejar la costumbre de escribir tan poquito al inicio...

Pero bueno, espero la idea les guste tanto como a mí. Comentarios y criticas cuales sean (sobre todo sobre OoC, aun me asusta caer en ello) son totalmente aceptados, gracias por leer ^^