Personal Trainer
Hoy, es uno de esos días en los que lamento haber pedido a mis padres ese gran espejo de pared que se encuentra en el ala izquierda de mi cuarto. Espejo que, en algún momento pensé sería maravilloso, porque podría verme entonar las más altas notas musicales que mi bella y frágil garganta aguantaría, pero, no fue así; es obvio que mi canto sigue intacto y que mi talento no pasa desapercibido, sin embargo… yo, Rachel Barbra Berry, ¡estoy gorda!
Lo supe hace poco al encontrar ciertos rollitos indeseables en mi abdomen.
"No estás gorda hija" Dijo Papá, vil mentiroso.
La primer salida dramática que desarrolle esa mañana fue precisamente por ello, Pero, lo he decidido, para ser una estrella de talla internacional mi cuerpo ha de estar acorde a los moldes de belleza por mi estandarizados.
Próxima meta: Ingresar al Gym y, así será, porque un Berry siempre cumple lo que se promete.
