Disclaimer: Inuyasha no me pertenece, solo la trama de este One-Shot.

Nota: Estoy probando otra forma de escribir, ustedes digan que tal. ¿Que mas? Es una pareja Crack, y yo debería estar des-endeudandome, pero les traje esto, sooo... disfruten.


|Miradas

Sus pies resonaban por los pasillos sumidos en un sepulcral silencio, acelero el paso sosteniendo su cabeza entre sus manos, intentando disminuir el dolor. Abrió la puerta en un ruido mudo y diviso la figura de una niña mirándose al espejo.

—Kanna—llamó intentando parecer seguro, pero salió como un gemido. La niña giró su cabeza—Podrías… ¿Podrías prestarme el espejo?—preguntó Kohaku arrodillándose junto a ella.

—Quieres ver a tu hermana—aseguró. Kohaku bajó la cabeza—Naraku sabrá que lo recuerdas—. La habitación se fundió en un silencio igual al de los pasillos, al que ambos estaban más que acostumbrados.

—Tan solo…quiero ver mi reflejo—Aunque haya mentido Kanna acercó ligeramente el espejo a Kohaku. Él tomó poniendo accidentalmente la mano sobre la de ella. Una extraña electricidad recorrió el cuerpo de ambos, Kohaku no sabía que era, solo quería volverla a sentir, no apartó la mano de la de ella.

Kohaku puso el espejo de forma vertical y observó su rostro pecoso ahora demacrado con algunas cicatrices que le recordaban a aquella noche. Cerró los ojos intentando alejar los pensamientos y cayó en la cuenta de que no había visto el reflejo de Kanna , llenándolo de duda—Kanna, ¿Puedes ver tu reflejo?—preguntó aun sin abrir los ojos.

—No—Su voz serena no denotaba ninguna emoción.

—¿Quieres verlo?—preguntó él en un susurro, ella giró su cabeza hacia el niño—En mis ojos—Se observaron. En los ojos de él una muñeca de fina porcelana con facciones delicadas, en los de ella un niño pecoso delante de una ventana donde se veían estrellas, Kanna pensó que parecía una.