Era un día soleado en la Madriguera aunque bastante peculiar, ya que ese día se celebraría la boda del primer hijo del matrimonio Weasley, Bill, y la novia francesa de éste, Fleur Delacour. Aquella casa se encontraba realmente llena de familiares lejanos que recién llegaban y además de los habitantes de la misma, pero, en definitiva quien se encontraba más ajetreada era Molly.

La mujer estaba de un lado a otro sin parar verificando que todo estuviera en orden. Entre tanto estrés no se había fijado hasta cierta hora de la tarde que cuatro adolescentes se encontraban sentados en el patio hablando, sin tomar en cuenta que en solo unas horas era la boda.

Molly se acercó a ellos tomándolos por sorpresa ya que por lo visto hablaban de algo privado. Sin darle mucha importancia a aquello habló.

-Niños creo que ya es hora de que vayan a alistarse. Además Harry debe tomar su poción Multijugos.

Ron y Harry pusieron cara de fastidio y el primero fue quien habló – Mamá, faltan muchas horas para la boda, solo debemos subir a bañarnos, ponernos la túnica y listo.

-Bajo ningún concepto permitiré que todos los invitados lleguen y los vean sin sus túnicas. Vayan a arreglarse ahora mismo.

-¡Mamá! – se quejó el pelirrojo otra vez.

-Ronald tu madre tiene razón – Interrumpió Hermione – Los invitados tienden a llegar temprano para saludar y tomar buenos puestos, deberíamos ser uno de los primeros en estar listos a tiempo.

-Además Hermione y yo si nos tardaremos arreglándonos – Añadió Ginny mirando a su hermano reprobatoriamente.

-Va, solo deben ponerse los vestidos y un poco de maquillaje, no tiene mucha ciencia – dijo él con desdén.

-Ehm Ron, ellas tienen razón, tal vez tu y yo no tardemos mucho pero ellas sí – dijo Harry.

-¿Tú de qué lado estás?

-Ron eres un bruto – dijo Ginny enojada.

Hermione rodó los ojos y luego habló – Como se nota que no sabes nada acerca de mujeres Ronald.

-Oye no le veo mucha complicación a eso, sólo se tardan para hacer esperar a los chicos – dijo él.

-Pues no Ronald. Sólo admite que no sabes nada de mujeres – respondió ella desafiante.

-Tú admite que se tardan solo para hacernos esperar.

-Chicos…- Intentó decir Harry pero fue interrumpido por la naciente discusión entre sus mejores amigos.

-Las chicas necesitamos tiempo suficiente para quedar como queremos y así estar lindas en la citas y…- pero el chico la interrumpió.

-¡Aja! Así que esa es tu intención ¿cierto?

-Chicos…- Intentó interrumpir también Ginny pero fue inútil.

-¿De qué hablas Ronald? – Preguntó la castaña fastidiada.

-"Estar lindas en las citas" – dijo él imitando su voz.

-No le veo nada de malo… ¡Y yo no hablo así!

-Claro que no tiene nada de malo, pero es obvio que hoy quieres "estar linda" para ver a tu búlgaro ¿no?

-Ronald ni siquiera sabes si vendrá o no. Y si fuera el caso él no es mi cita, sólo es mi amigo.

-¿Un amigo al que besaste?

-¡Creí que habíamos dejado claro eso hace unos días!

-¡Eso no cambia el hecho de que lo hicieras!

-¡Ya te dije que él me besó!

-¡Tú le correspondiste y además se escondieron para hacerlo!

-¡Tú besabas a tu novia en plena sala común con millones de espectadores!

-¿Qué hay con eso? – Su mirada cada vez era más penetrante y llena de furia - ¡Era mi novia! – Dijo haciendo énfasis en la primera palabra.

-¡BASTA! – Gritó Molly cansada de la pelea haciendo que los cuatro adolescentes la miraran – No es momento para discutir, vayan inmediatamente a arreglarse.

Ninguno de los chicos dijo nada, se limitaron a levantarse, aunque no sin antes de que Ron y Hermione se dedicaran miradas llenas de enojo y orgullo.

Las chicas se quedaron en el primer piso de la casa para arreglarse en la habitación de Ginny. Ésta antes de entrar a su habitación se dirigió a su hermano y a su novio – Chicos usaremos este baño ¿Sí? Primero iré yo y luego Hermione.

Ron se limitó a seguir subiendo las escaleras rodando los ojos mientras Harry le respondía a la pelirroja – Está bien, usaremos el de arriba. Las veo en un rato – y antes de irse aprovechó el momento para robarle un corto beso en los labios a lo cual la chica se sonrojó mucho.

Ginny entró a su cuarto y cerró la puerta detrás de ella con una sonrisa en los labios, sin embargo no era el mismo caso de su mejor amiga. La castaña se encontraba sentada en su cama con el ceño fruncido y balbuceando, ya podía imaginar porque estaba así y decidió hablarle.

-La verdad me gustaría saber cómo la conversación dio un giro tan inesperado como para que terminaran discutiendo sobre Viktor y Lavander.

-Tu hermano es un idiota que me saca de mis casillas siempre que tiene la oportunidad. Es frustrante – explotó la chica.

-Sé que a veces se comporta como un troll contigo, pero es porque le gustas – dijo la pelirroja con una sonrisa pícara.

Las mejillas de Hermione se encendieron provocándole calor – ¿De qué hablas Ginny? Sabes que no soy el tipo de chicas que el gusta a tu hermano.

-Excepto por el hecho de que sí lo eres – dijo ella mientras se acercaba a su amiga – Y tú sabes muy bien que él te gusta.

-Es mi mejor amigo, es todo.

-No tiene nada de malo que te guste tu mejor amigo.

-No le intereso de esa manera.

-Sí lo haces, sino ¿por qué te celaría tanto con Krum?

-Sabes cómo es Ron, sigue pensando en que somos amigos porque él quiere acercarse a Harry, ya que según él es el enemigo.

-Es la peor excusa que se le ha ocurrido al idiota de mi hermano, y tú la crees. Además en mi opinión no tiene razón para estar celoso, porque él te gusta.

-¡Te dije que no le intereso de esa manera y mucho menos él a mí!

-¡No seas terca! Además hoy comprobaste que si le dolió lo de tu beso con Krum.

-¿Por qué habría de dolerle? Él y yo solo somos amigos.

-Y lo digo otra vez, tú le gustas y por eso cada vez que recuerda que tu primer beso fue con Krum da la impresión de que quiere matarlo.

-Dices tonterías Ginny… Voy a bañarme o se nos hará tarde si seguimos esta conversación sin sentido.

La pelirroja rodó los ojos y dio un suspiro – Está bien, lo que tú digas.

Hermione tomó sus cosas de aseo personal y se dirigió al baño.

Mientras tanto, en el tercer piso de La Madriguera se encontraban dos adolescentes hablando sobre temas propios de ellos. Harry estaba abrochando su camisa mientras Ron secaba su cabello con una pequeña toalla mientras lucía en su cuerpo otra toalla alrededor de su cintura, no tenía prisa en vestirse.

-¿En serio Ron? ¿"Doce formas a prueba de falla para encantar a tu bruja"? – dijo Harry mientras leía la portada del libro que recién le había mostrado su mejor amigo.

-Es en serio Harry, me lo regalaron los gemelos cuando cumplí 17 pero apenas lo empecé a leer cuando salimos de clases.

-¿Es una broma?

-¿Qué tiene de malo? Me gusta por su buena redacción.

-O más bien ¿Te gusta porque te ayuda a hablar y acercarte más a Hermione?

Las orejas de Ron se pusieron muy rojas y esto no pasó desapercibido para su amigo quien reía – ¿De qué demonios hablas?

-Ron es obvio que ellos te lo regalaron por Hermione, y es más obvio aún que lo lees para acercarte a ella.

-No quiero acercarme más a ella, sólo quiero entender más a las mujeres y no quedar como un idiota como hace rato.

-Entonces ¿admites que Hermione tenía razón con eso de qué no sabes nada de chicas?

-No es que no sepa nada de chicas, es solo que quiero saber más. Y no tiene nada que ver con ella y su manía de impresionar a ese búlgaro cada vez que lo ve.

-Ni siquiera sabes si vendrá o no.

-No me importa en lo absoluto.

-¿Qué tal si le pide bailar a Hermione?

-Sigo fiel a mi teoría de que solo la está utilizando.

-Acabas de decir que no te importa.

-Sólo me importa porque es mi amiga y no quiero que un idiota como Krum le haga daño. Tú deberías preocuparte también.

-Me preocupo por ella, pero Krum no es una amenaza.

-¿Cómo dices eso? ¡Era tu competencia!

-Sí, en cuarto año.

-Ese no es el punto. El punto es que debemos cuidarla a toda costa de tipos cejudos como él.

-Sabes que no tienes que estar celoso de Viktor Krum.

-¡No estoy celoso! – Dijo él con las mejillas rosadas y se podía notar su nerviosismo – Esto… ¡Ella es solo mi amiga y la debemos proteger! ¿Por qué no me apoyas?

-Porque a mí no me gusta Hermione, a ti sí – dijo el azabache con una sonrisa en los labios.

-¡Ella no me gusta! – dijo Ron cada vez más nervioso.

-Entonces ¿por qué te enoja tanto que sea amiga de Viktor?

-¡Porque es una amenaza! ¿De qué lado estás Potter?

-Sabes que siempre estaré de tu lado amigo, pero creo que deberías aceptar lo que te pasa con ella.

-¡A mí no me pasa nada con ella! ¡Es simplemente mi amiga!

-¿Amiga con la que le peleas por sus citas y su primer beso?

-¡Eso...! – entonces se dio cuenta que se le acabaron sus argumentos y que su amigo había ganado esta vez, decidió callarse mientras posaba su mirada en la ventana.

-Sabía que lo admitirías – dijo Harry.

Ron se volteó – No he admitido nada y tampoco lo haré porque no me pasa nada con ella. Y que conste solo leo el libro para aprender más sobre mujeres – dijo esto mientras se dirigía a sus cajones y rebuscaba entre sus cosas. Sin éxito de aquello volvió a hablarle a su mejor amigo – Demonios, Ginny volvió a tomar mis grajeas, esta vez no se saldrá con la suya.

Harry le habló a Ron mientras éste se dirigía a la puerta aún con solo una toalla alrededor de la cintura - ¿Irás a pedírselas?

-Sí, tengo hambre y no creo aguantar hasta que comamos en la boda.

-Antes de subir Ginny me dijo que se bañaría ella primero y luego Hermione.

-Bueno eso fue hace mucho, supongo que ya Ginny estará en su cuarto y Hermione en la ducha – dijo él a punto de salir.

-Viejo ¿no pretendes ponerte si quiera los pantalones?

-¿Para qué? ¡Es solo Ginny!

-Estás hablando de mi novia.

-Lo sé y aún no me agrada la idea – dijo él mientras miraba amenazante a su mejor amigo – Además es mi hermana, da igual – y luego de decir esto salió por la puerta y empezó a bajar las escaleras.

Por suerte todos estaban abajo y en las plantas de arriba solo estaban ellos alistándose por lo tanto nadie lo reprendería por solo estar con una toalla alrededor de la cintura. Al llegar al primer piso se paró frente a la habitación de su hermana. En la puerta del frente estaba el baño y se escuchaba la ducha, imaginó que Hermione estaría ahí y prefirió abrir sin tocar la puerta.

Sin nada de tacto entró a la habitación mientras hablaba – Ginny sé qué tienes mis grajeas, dámelas o…- sin embargo, no esperaba semejante imagen.

Ron se paró en seco y quedó sin habla al encontrarse parada en medio de la habitación nada más y nada menos que a Hermione vistiendo un simple brassier color negro y unas bragas que hacían juego. La chica estaba anonadada ante tal situación ya que su amigo solo tenía una toalla que lo tapaba, haciendo el momento más incómodo de lo que ya era. Ambos adolescentes se encontraban estáticos hasta que la castaña reaccionó y empezó a taparse cruzando sus brazos en su pecho.

-¡SAL DE AQUÍ RONALD!

-¡Hermione yo lo siento!

-¡VETE!

Ron reaccionó rápido y salió de la habitación dando un portazo, cuando estaba en el pasillo dio un suspiro y pasó una de sus manos por su cabello rojo en señal de preocupación, se deslizó por la puerta hasta quedar sentado en el piso con la cabeza abajo –Debí haber tocado… Ahora esa imagen no la olvidaré nunca. Demonios ¿cómo la voy a mirar ahora a la cara? – Pensaba el chico preocupado – Por Merlín hoy más que nunca me di cuenta que si tiene senos y que en serio tiene buen cuerpo pero demonios ¿por qué tuve que enterarme así? – Tratando de apartar un poco estos pensamientos decidió subir a su cuarto para terminar de arreglarse, sin embargo sería difícil borrar esa imagen de su mente.

Mientras tanto en la habitación, apenas Ron había salido Hermione no dudó en ponerse una bata de baño encima de su ropa interior, luego se sentó en la cama mirando un punto fijo en la pared –Nunca lo había visto sin camisa ¡Por Merlín ni siquiera tenía pantalones puestos! ¡Sólo una toalla! Vale hay que admitir que tiene el torso definido y brazos fuertes, pero ¿cómo se supone que vamos a hablar ahora? ¡Me vio en ropa interior y él prácticamente estaba desnudo!

Hermione fue sacada de sus pensamientos al ver a Ginny que entraba a la habitación. La pelirroja de inmediato se fijó que su amiga estaba un poco rara y algo pálida - ¿Te pasó algo?

-No ¿por qué? – respondió ella tratando de fingir que no había visto a su hermano casi desnudo.

-Estás un poco pálida ¿Te sientes bien?

-Estoy bien, sólo que me maree un poco, es todo.

Ginny no quedó convencida con aquella respuesta pero se limitó a restarle importancia por el momento – Cómo tú digas… Será mejor que nos arreglemos ya.

Hermione estuvo de acuerdo y ambas chicas se pusieron manos a la obra. Sin embargo aquella imagen de su mejor amigo solo con una toalla alrededor de la cintura sería difícil olvidar, por lo menos por el resto del día.

La Madriguera ya se encontraba atestada de invitados para el atardecer. Ron y Harry ya con poción Multijugos, se mezclaban entre las personas buscando a las chicas a quienes no habían visto desde la discusión del pelirrojo y la castaña.

-¿Dónde estarán? – preguntó Harry intrigado ya que quería ver a su novia.

-Este lugar está repleto de gente, pueden estar donde sea.

-Tal vez las encontremos en el patio.

Los chicos siguieron caminando un rato hasta que por fin llegaron al patio y justo entre tanta gente alcanzaron a ver a las chicas a lo lejos. Hicieron paso entre la gente y llegaron a su destino, ambos chicos quedaron sin habla al verlas.

Ginny usaba un vestido color blanco y negro con muchos detalles, su maquillaje era perfecto para la ocasión y su cabello rojo estaba semi-recogido. Harry simplemente no podía dejar de verla, quiso besarla pero luego recordó que su apariencia era la de otro Weasley.

Hermione llevaba un vestido rojo hasta las rodillas que realzaba sus atributos, un maquillaje sencillo pero perfecto y sus rizos estaban definidos. Ron aún estaba enojado con ella por lo de Krum, pero no podía negar que se veía preciosa. Sin embargo, los dos al verse recordaron su incidente de esa tarde y se pusieron un poco tensos.

Iban a hablar cuando se dieron cuenta que la boda ya iba a empezar, así que optaron por sentarse los cuatro juntos en una misma fila. La ceremonia avanzó con normalidad, fue una boda hermosa para la opinión de la mayoría.

Luego de aquello pasaron a donde sería la fiesta, los chicos decidieron sentarse todos juntos en una mesa. Se encontraban hablando de temas muy variados hasta que Ginny mencionó a la Tía Muriel.

-¿Ya la conociste? – le preguntó Ron a Hermione tomándola por sorpresa.

-Ehm sí, Ginny me la presentó. Es algo estricta.

-¿Estricta? Es una vieja arcaica – dijo el pelirrojo.

-Ronald modera tu lenguaje – regañó su amiga.

-Yo apoyo a Ron – dijo Ginny – Es cierto, ella es así con todos… ¡Incluso te dijo que tenías mala postura y que tus tobillos son muy delgados!

-¿Ella dijo eso? – preguntó Ron intrigado.

-De hecho sí – respondió la chica un poco cohibida.

-Yo diría que le caíste bien, hemos escuchado cosas peores desde que somos niños – añadió Ginny.

-No le hagas caso a esa mujer – dijo el pelirrojo – Además tu postura está bien al igual que tus tobillos, tienes lindas piernas – y luego de decir esto se arrepintió totalmente ya que al decirlo recordó el incidente de esa tarde.

A Hermione se le colorearon las mejillas recordando aquello, sin embargo, fue su mejor amiga quien habló.

-Ron tiene razón, no le hagas caso – dijo Ginny desviando la conversación inconscientemente.

Decidieron dejar el tema de la Tía Muriel por el momento y empezaron a hablar de otras cosas hasta que la presencia de alguien más hizo que todos pusieran sus miradas en cierta castaña.

Viktor Krum había aparecido en escena haciendo que Ron frunciera el ceño automáticamente y lo mirara con recelo mientras este saludaba a Hermione y la abrazaba. El búlgaro decidió sentarse junto a ella mientras se unía a la conversación que sostenía todo el grupo.

-Maldito búlgaro cejudo, todo iba más o menos bien por aquí y tuvo que aparecer. Demonios él no dudará en sacarla a bailar pronto, debo hacer algo para evitarlo – pensaba Ron desesperado ya que necesitaba actuar lo antes posible.

La conversación giraba en torno al padre de Luna Lovegood cuando Ron miró a Hermione y le habló – Vamos a bailar.

Hermione estaba sorprendida ante esta invitación y bajo la curiosa mirada de todos se levantó y fue con Ron hacía la pista de baile. Tomó la mano de ella entre la suya y la otra la posó en su cintura mientras la chica ponía la otra mano en su hombro. Al principio fue un poco incómodo, pero luego decidieron mirarse y fue como si todos sus problemas tales como los celos, los ex novios, la guerra mágica y demás dejaran de tener importancia solo por el simple hecho de mirar al otro.

-¿Lo hiciste por Viktor? – soltó Hermione de repente.

-¿Qué cosa?

-Pedirme que bailáramos.

-No te mentiré, en parte si lo hice. Pero fue más porque desde hace mucho tiempo quería bailar contigo.

-¿En serio?

-Sí, además tu misma me lo dijiste el cuarto año.

-No puedo creer que lo recuerdes – dijo ella con una sonrisa en el rostro.

-No se olvidan esas noches en las que una chica te grita en plena sala común que la próxima vez tenga el valor de invitarla antes que otro chico.

Hermione se limitó con sonreír y apoyar su cabeza en el pecho del chico siguiendo el compás de la música. Ese momento para ambos fue como estar en el cielo. Era simplemente perfecto.

-Ron – dijo ella captando su atención – Lamento la discusión de hoy, y con respecto a lo de esta tarde…

-Demonios soy un torpe, debí tocar la puerta. Disculpame, Harry me dijo que Ginny se bañaría primero entonces supuse que tú estarías en la ducha.

-Sólo olvidemos que eso pasó ¿Sí? Nadie se va a enterar.

-Estoy de acuerdo contigo… Y siento también la discusión, no sé nada de mujeres.

Ella se rio ante el comentario y siguieron bailando con un compás lento hasta que de repente un patronus de Kingsley Shacklebolt anunció la muerte abrupta de Rufus Scrimgeour a manos de Voldemort y esto desencadenó el caos en la boda con la llegada de unos Mortífagos.

Hermione tomó con fuerza la mano de Ron mientras ambos buscaban a Harry entre toda la gente, era el momento de escapar e iniciar la búsqueda de los horrocruxes tal como lo habían planeado. Al encontrar al chico aún con la poción Multijugos, lo tomaron de las manos y en un abrir y cerrar de ojos los tres amigos desaparecieron sin dejar rastro alguno.

N/A: Hola mis queridos lectores! Espero que estén genial. Por aquí les dejo el primer capítulo de mi nueva historia la cual llevo escribiendo desde hace dos meses y apenas pude terminarla. No había querido subirla ya que no sabía si tendría tiempo por la universidad pero ahora que estoy más desocupada he encontrado tiempo para terminarla y publicarla.

Espero que les guste ya que me he esmerado mucho y que cumpla con sus expectativas. Gracias de antemano a todos los que me acompañarán en esta nueva historia y espero leerlos en los comentarios. Un beso enorme, nos leemos en el siguiente.