La Fantasía del Balcón

El día ventoso de otoño, las hojas caían y la bella figura de una mujer en los altos de un balcón posaba lentamente en este, mirando al infinito de los árboles, el cielo carmesí del atardecer. El silencio del viento, que cortaba este con las hojas secas moviéndose y pasando por allí. Ojos marrones como la tierra y el cabello color chocolate, largo hasta sus hombros, un tanto ondulado en las puntas, con un vestido naranja hasta sus rodillas, meciéndose en los brazos de la brisa otoñal. La paz que inundaba en la mansión Sakamaki, le agradecía a Dios por esto, paz.
Se terminó girándose, volviendo a entrar y cerrar las compuertas del balcón, un sonido y volvió a girarse, asustada, su paz había acabado.

Miró desde el suelo, unos zapatos marrones, pantalones negros un poco sueltos, piernas largas, un suéter color beige mal puesto como la chaqueta, un cuello largo y blanco, labios rosados y finos, ojos azules como el mar y un cabello rubio despeinado, que ya la había atrapado entre esas puertas de vidrio, entre sus brazos, atrapada, tanto como en estos y en sus ojos, que tenían una mirada un tanto perezosa y brillaba un poco, ya sabía lo que quería.

— S-Shu, por favor, espera. No puedo..-Susurró, tímidamente, tenía miedo de lo que haría. Pero este solo le acaricio la espalda, besándole lentamente.

Últimamente Shu se comportaba extraño, más de porque se había entregado a él en cuerpo, y le molestaba cuando éste quería su sangre o llevarla directo al cuarto. Pero hoy, él tenía un plan hoy; hacerle disfrutar como él hacía.

El nerviosismo de la castaña hacía que el rubio siguiera sus movimientos, metiendo su mano bajo su ropa, la suave piel de su espalda, subiendo lentamente hasta arriba, quitando el vestido, en un momento, solo quedaba el sostén violeta de encaje, junto las bragas blancas de seda y sus zapatos negros. Sonrío con pesadez, que mal gusto de ropas que tenía, algún día le haría comprar lencería.

En cambio, ella estaba roja de nervios, estaban contra ese vidrio, en que era el balcón principal, todos la verían en su ropa tan desagradable, junto a ese chico que estaba aun vestido, intentó cerrar las cortinas, pero un manotazo del chico hizo que lo mirara.

— Afuera. Ahora- Sentenció, corriéndola de las manijas y esperar a que salga.

—¡P-Pero Shu, podemos ir al cuarto, a una cama! S-Será más cómo-

— He dicho afuera.-Le cortó, solo espero ahí, viendo a la confusa mujer, y salió lentamente, sus zapatos resonaban al caminar, ella miró atrás varias veces, mientras el cerraba la puerta y le acomodaba contra el barandal, haciendo que mire hacia sus alrededores, veía todo de aquí, cada parte de la mansión.

Comenzó con las caricias, que pasaban de sus piernas, sus muslos, hasta llegar a la braga que era bastante vergonzosa, parecía de una de las mujeres mayores de edad. El aire ya se sentía, se había sonrojado, le había arrancado las bragas, eso se oía. Luego oyó como se acomodaba y se ponía sobre ella, aplastándola contra lo que le salvaba la vida, tenía suerte de ser un poco enana, si no, hubiera caído por el balcón/N/A: JAJAJAJJA CORDELIA:C/.

—¿Te das cuenta lo que haces solo para satisfacerte? -Río un poco, sacando el sostén de ella y tirarlo por ahí, había caído, eso era lo que veía mientras el sostén lila iba cayendo hasta esconderse en los rosales. Ahora que lo pensaba, estaba totalmente desnuda frente a Shu, y el aún seguía vestido. Pero sus dudas habían sido respondidas.

—¿Crees que me desvestiré como tú? Sigue soñando, solo me bajaré un poco la ropa.-Le acaricio sus pechos, apretándolos un poco y bajar por las curvas de este, hasta llegar a estos pezones, que tenían un color que amaba, un color oscuro, tocándolos y apretarlos. La voz de ella sonaba, soltando varios gemidos.

Eso le aburrió, continuó con su cintura y bajar, pasando sus manos a su caderas y meterlas adentro, acariciando toda su parte delantera de su *censura-chan por ahora aparece(?)* metiéndose entre sus labios vaginales, abriéndolos entre dos dedos. Ella intentaba removerse e insistirle que vayan dentro, pero no, él quería aquí y ahora. Un nuevo gemido apareció cuando con el pulgar acariciaba lentamente su clítoris, Shu le miró con atención, con la otra mano acariciando sus pechos, mordiendo su labio a sus gestos y demás caras que lo volvían loco. Terminó por rendirse en eso y girarla, besándola y apoyándola de nuevo contra el balcón, levantándole una pierna y hacerla pasar por su cintura.

— Bájame la cremallera del pantalón y yo haré el resto.

— S-Shu. . por favor..-Susurró, cegada por el placer de los largos dedos del rubio, aun seguía en pie, lo sabía y creía.

— Hazlo..

La chica se sonrojo, intentando ver, pero le había dicho que lo busque, esta solo suspiro, pasando su mano por su pantalón, hasta encontrar este y bajar la cremallera lentamente, luego intento desabrocharlo al botón de arriba, pero como dijo el ojiazul, lo haría él.

Sin avisar nada, ya se había bajo un poco el bóxer, el miembro ya rozándole, estaba un poco entusiasta al ser flojo. Y sin más, entro en ella, para moverse un poco, ella gimió, sosteniéndose un poco más fuerte a la baranda.

— Shu, lo estás haciendo fuerte-Soltó un quejido, pero este seguía, moviéndose un poco más, hasta mirarle y besarla, haciéndole callar la boca, no podía dejar de pensar en ella, mientras se movía un poco más

— Yo te enseñaré que es placer, ven conmigo, y te lo daré.-Susurró, ya haciéndose transparente, su figura desaparecía.

¿Era todo un sueño? Mátenme, por favor.

— Hey, ya despierta molesta-Susurró la misma voz, sonriendo un poco de lado, besándole el cuello, recostados en la cama.- ¿Me dirás de que soñaste? Te sentías húmeda.. y tu sangre bombeaba muy rápido.

Solo se atinó a verlo y sonreírle, acariciando su pecho desnudo y ponerse sobre él

— Solo, una fantasía~

Este arqueó la ceja derecha, levantando la sabana y taparlos, mientras se besaban, y dos anillos dorados brillaban en sus manos, en un lazo de eternidad.

FIN.

Okay, yo se que les gusto u NYAAAA. LSDJKAGSDGA

En fin, el siguiente será de Reiji y así con todo sakamaki –desu – kawaii (¿)