SEMANA DE ONE-SHOTS
DIA 3
Estoy muy feliz de estar de nuevo con ustedes , les agradezco mucho. Mil disculpas por no actualizar como prometí pero hubieron ciertos percances un tanto personales y demás motivos por los que no pude publicarlos, mi cuenta no quería abrir, y tuve que crear otro correo y hacer movimientos… en fin, más vale tarde que nunca ¿no?
La idea original no me pertenece, ni el nombre tampoco es un 70% mía y el resto junto con el nombre, de una historia que hace tiempo leí.
OJO.
NO ES UNA ADAPTACIÓN. ESTE ONE-SHOT ALGUNA VEZ SE BASO EN ESO, Y EL FINAL FUE MUY DIFERENTE. YO LO ACOMODÉ PARA QUE FUERA AL REVÉS . VIENE SIENDO ENTRE PARAFRASIS O ALGO ASÍ… MUCHO MENOS ES PLAGIO.
La votación sigue, y ambos van empatados, cuando finalice la semana de ONE-SHOTS será cuando finalice la votación.
LA hESCRITORA.
Candice White desde muy pequeña era amante de las letras, ella era de esas niñas que en vez de comer arena, prefería tomar cuadernos y ponerse a dibujar o a escribir el abecedario.
Su padre había fallecido en el fatídico ataque terrorista del 11 de septiembre , desde entonces su madre había quedado viuda y ella huérfana de padre . Con mayor razón se refugió en la lectura y escritura. Era muy imaginativa, y a pesar de ser muy inteligente y sacar buenas notas, no había día en el que no fantaseara en la clase.
Llegó la época de la "hormoneada" como decía su madre, aquella cuando tus intereses comienzan a cambiar y ya no te gusta "my little pony", donde tu cuerpo comienza a experimentar cambios y sensaciones nuca antes conocidos. Cuando eres media bipolar y te sientes eufórica, triste, "depre" o con ganas de bailar hasta que te duelan los pies. Gracias al cielo, su madre supo orientarla debidamente y la pérdida de su padre no afectó a ninguna de las dos. Candy siempre fue una niña tranquila, un poco platicadora, pero estudiosa y educada.
Iba entrando a la preparatoria.
Las típicas recomendaciones que toda madre da a sus hijos cuando comienzan una nueva etapa, y porque no, también una que otra amenaza.
El colegio San Pablo, un lindo lugar donde se sentía la comodidad en el aire.
Habia pasado ya medio semestre cuando de pronto…
- Buenos días clase
- Buenos días – todos se pusieron de pie y contestaron al unísono .
- El día de hoy les presento a un nuevo alumno Terruce Hopsking Grandchester. Viene de Inglaterra, espero que lo traten con respeto y que lo integren a sus grupitos .- estaba de mas decir que el chico nuevo era lo mas guapo que había en el universo, una que otra miraba discretamente y las mas aventadas y descaradas guiñaban el ojo y se retocaban el labial. Terry conocía perfectamente a ese tipo de chicas y obviamente NUNCA caía en sus telarañas, siempre se apartaba, pero no por eso dejaba de ser el popular, sino al contrario era "el inconquistable" , "el único", "el chido", etc, etc. – bueno Terry siéntate donde gustes, vamos en la mitad del semestre pero justo hoy es día de repaso, si no comprendes algo puedes levantar la mano con toda confianza. El chico sólo asintió levemente con la cabeza y agradeció.
- Gracias.
Habían varios asientos disponibles, siempre se colocaban lugares extras en cada salón precisamente por si ocurrían casos como estos en el que un nuevo alumno llegara a mitad del ciclo por cualquiera que fuera la razón.
Visualizaba para escoger donde sentarse, ya que si decidía incorrectamente, sabía que lo lamentaría el resto de su vida, bueno, jeje, el resto del año.
La chica pecosa era muy rara, imposible no ir hacia ella. Estaba sumergida en un libro sin prestarle atención alguna a él. ¿tan siquiera había notado su presencia?
Preso de esa indiferencia al lugar de la chica. En esa escuela eran escritorios de dos personas y habían varios sin pareja. La rubia seguía concentrada en lo suyo sin tomar en cuenta al ojiazul que trataba inútilmente de llamar su atención. Amablemente, él le preguntó.
- Disculpa está ocupado? – la chica se debatía entre decirle que si estaba ocupado o no. Le gustaba estar sola, y la mejor compañía que tenía HASTA EL MOMENTO , eran sus fieles libros, y una página llamada Fanfiction, con fabulosas autoras que le daban finales alternativos a sus tristes historias, de las cuales, las escritoras originales, no se tomaban el tiempo de darle el digno final que se merecía .
- No… - soltó finalmente.
- Me podría sentar? – cuestionó un tanto emocionado.
- Claro- contestó sin emoción alguna, quitando del asiento su mochila para que el asiento quedará libre.
- Gracias.
- Hhm- fue el ruidito que Candy atinó a contestar tratando de IGNORAR al ser a su lado.
La maestra hacia el repaso correspondiente. Las miradas no se apartaron del chico nuevo y de la pecosa desde que el sr acercó a ella ¿que rayos pasó para que "ese" tipejo se fuera a sentar junto a ella? " Posiblemente solo me vio cara de nerd, y buscaba a alguien que le pasara todo" pensaba Candy " claro que más ha de ser, como sea, ni crea que se saldrá con la suya".
- Capital de Inglaterra, White
- EH? – estaba tan enfocada en su libro que sólo alcanzó a escuchar Inglaterra, white , por lo que supuso eran capitales. – Londres – respondió justo a tiempo .
- Correcto.
- Capital de Francia, Grandchester- la maestra estaba evaluando al nuevo
- París
- Correcto.
Y así transcurrió la clase. Terruce veía embobado como la chica a su lado devoraba hoja tras hojas rápidamente, de manera que cuando la campana sonó, la chica sólo dejó pendiente la introducción al nuevo libro.
- Hola soy Terruce- se presento cortésmente.
- Candy, un gusto.
- El gusto es mío, oye… tenía una duda…
- No paso exámenes, no tengo novio pero no acepto salidas o invitaciones a ningún lado, mucho menos con extraños, y si me piensan regalar algo que sean libros porfavor, pero sin compromiso.
- Jaja, wow! Que intensa! - la guerra acababa de comenzar. Su intención con ella era tratar de llamar su atención invitándola a algún sitio, pero por lo visto, la rubia, reconoció inmediatamente sus intenciones, sorprendiéndolo y frustrándolo al mismo tiempo ¿acaso era vidente esa chica? Tendría que cambiar de táctica, tal vez algo más llamativo, que cause algo en ella, si, ya estaba - ¿acaso eso te pasa por tener tantas pecas? ¿es eso lo que te pone así?
- No, las pecas no tienen nada que ver, es la gente que se cree la última coca del desierto y que piensa que por venir y hablarme bonito voy a caer redondita en sus brazos y lloraré el día en que se aburran de mí y busquen a otra para seguir jugando ¿no?
- Quien lo diría! Una pecosa tratando de hacerse la valiente .
- Y tu una persona que cree que tiene el derecho de burlarse de LAS pecas de cualquiera!
- Yoo? Solo pregunte que te pasaba y si las PECAS eran las causantes de esa locura tuya, digo, sin ofender, pero ¿enserio creías que te iba a invitar a salir o algo así? Por Dios! ¿Qué le pasa a la gente de ahora?
- No, no lo harías porque no tienes las agallas para tan siquiera ser amable.
- Ja! Mira quien habla de amabilidad, si la señorita PECAS fue la que me insulto.
- Yo JAMAS te insulté.
- Claro que si además insinuabas cosas que JAMÁS saldrían de mi boca.
- Pues me alegro! Ya que en cuanto escucho tú voz siento que mis oídos SANGRAN e IMPLORAN misericordia .
- Y se supone que tu voz es melodiosa? – pregunto sarcástico
- Pues de perdido se le puede llamar voz! No que a la tuya… - atacó irónica .
- Envidias mi sensual voz. – atacó con una voz tan sexy y seductora capaz de derretir el polo norte.
- Nn.. No… yo… no… - tartamudeaba mientras trataba de estructurar algo coherente "!Dios, esa voz!"
- Eso creía – concluyó triunfante dejando a la pobre chica con pecas aturdida.
Era guapo, demasiado, y esa voz… esos ojos… esos labios, su rostro. Perfecto .
Pero no, no caería en su juego, había leído muchos, pero MUCHOS casos como esos, donde al final le rompían el corazón, y el tipo se iba con la linda modelo, y ella terminaba comiendo chocolates, triste y deprimida en su habitación.
Pero… como nosotras no leemos ese tipo de historias, y siempre el chico guapo de ojos azules se queda con la de ojos verdes y pecas, le enseñaremos a Candy que no es así.
La próxima misión de Candy, además de acabar con dos libros más que acababa de comprar y dos fics que recién halló, era ODIAR a Terruce Hopsking Grandchester. Así es, ella creía que lo odiaba, pero sólo estaba MUUUY confundida, pronto de daría cuenta .
Las clases seguían y él siempre la molestaba y ella rabiaba y le contestaba. En sus peleas a veces ganaba él o viceversa. Sus ojos tenían ese brillo especial que mostraba la pasión y sentimientos disimulados, maquillados de odio, pero con un gran amor de por medio.
Clase de matemáticas
Por más que leía y volvía a leer, no lograba captar el razonado para hacerlo, sentía que estaba descifrando algún idioma antiguo o jeroglíficos porque de plano no entendía nada. Mientras tanto, Terry la observaba divertido por el inútil esfuerzo de la rubia.
- Te ayudo? – se ofreció dispuesto a acabar con el sufrimiento de la rubia.
- Como si supieras mucho – contestó a la defensiva, restándole importancia al ofrecimiento de du compañero de mesa.
- Pues… - dejó ver su hoja con el problema resuelto, llena de ecuaciones y teoremas. – según yo es así – dijo inocente y divertido por la cara de Candy.
- Pero…
- No quieres que te ayude? – pregunto en un tono triunfante. Si no aceptaba, le iban a quitar puntos, si aceptaba, le debería un favor, y eso no estaría nada bien, al menos no para ella- tómalo como un intercambio
- De acuerdo- le arrebató la hoja y comenzó a copiar.
Peleas y más peleas.
El "profundo ODIO" hacia Terruce Hopsking Grandchester, iba en aumento día con día, tanto, que mientras escribía se dispuso a quitar las "h" de su vocabulario.
Clase de literatura.
- Muy bien, el día de hoy veremos el uso de la h, es algo básico pero necesario. Tomaré participación, nombres, apellidos, etcétera . ¿si Elizabeth? – una chica levanta la mano.
- Hormiga
- Perla?
- Hospital
- James?
- Huracán.
Seguían diciendo ejemplo, y dos chicas dijeron al mismo tiempo.
- Hopsking!
- Señorita Susanna y señorita Eliza, les pido que controlen sus hormonas por un momento por favor, después harán lo que quieran, pero les pido que se comporten, no es el momento ni el lugar para que hagan ese tipo de declaraciones, si tanto interés tienes en el caballero, demuéstrenle que son unas damas dignas de llevar el apellido, de lo contrario sus familias se enteraran fe la bajeza de sus actos. Para la próxima resérvense comentarios fuera de clase. ¿entendido?
- Pero maestra Margaret, estamos viendo el uso de la h, solo es coincidencia…
- De hecho, señorita Leagan, debe saber que el apellido Hopsking, se encuentra exclusivamente patentando por dicha familia de procedencia inglesa, y dudo que haya sabido de su existencia hasta que el joven Grandchester llegó, ¿o me equivoco?
- Maestra, aun así no tiene nada de malo, al contrario sólo reafirmábamos la buena relación que tenemos con Terruce.
- ¿me podría explicar que tipo de relación según usted señorita Marlowe?
- Pues… de… amistad
- Claro- apoyó Eliza.
- ¿y que me dicen de esto? – preguntó la maestra sacando un sobre lleno de labial "rojo vulgar", que decía "Nos vemos en el patio trasero después de clases a lo que tu quieras bombón". Días antes las había visto coquetear y tratar de repegarsele para llamar su atención, sumándole el hecho de desabrocharse varios botones de la camisa y subirse la falda lo más posible. Lo peor del caso fue que ambas se le lanzaban a sus brazos LITERALMENTE. Por otro lado, molestaban a Candy, que por supuesto no se dejaba, pero si la habían lastimado con un golpe que hizo que la nariz le sangrara.
- Esoo… no…
- Ni lo nieguen que yo misma las vi… en este mismo instante se van con la rectora, y la directora sabrá que hacer con ustedes, en mi caso, están reprobadas en mi materia, tienen el semestre perdido y si es que se quedan en este instituto, que li dudo mucho, no entrarán a mi clase, y como es una de las materias básicas, ni tendrán derecho a presentar extraordinarios ni venir a regularización, por lo que repetirán el curso.
Todos lis alumnos se encontraban estupefactos y con cierto temor de que la maestra Margaret no hubiera descargado toda su ira y enojo con las señoritas ya mencionadas.
Terry fue el que denunció el incidente, por lo la maestra observó el último suceso con las tipas esas (-.-) y tomó cartas en el asunto.
Lo ocurrido en vez de mostrar una buena imagen de Terry delante de Candy, li dejó como el chico chiflado y mujeriego que andaba de don Juan de flor en flor, aumentando su odio, por lo que, cuando tuvo que realizar el ejerció del uso de la H, pasó algo que sorprendió a todos.
Candice participó en distintos concursos y eventos, de matemáticas, ciencias, robótica y más, pero los que más crédito tenían eran los de ortográfica , por ende, la maestra de literatura tenía muchas expectativas para con ella.
Y este, fue el resultado de la pecosa influenciada por su ODIO hacia el joven Hopsking.
"ay momentos ermosos en la vida y otros en los que se necesita ser éroes para sobrevivir. Esa es la vida donde se necesita oradar el alma para buscar las onduras de cada uno de nuestros pliegues de la conciencia. Es fundamental la onestidad, la lucha por ser onorables frente a nosotros mismos para descubrir lo que realmente somos. La eurística nos permite ser seres íntegros, coerentes con nosotros y con nuestro entorno, omologando lo que él nos brinda, si no lo acemos así el undimiento y destrucción sólo serán el recuerdo orrendo de lo que algún día fue belleza. "
La maestra pidió que le entregaran el trabajo, y grande fue la sorpresa que se llevó al notar los ORRORES sin H, de la chica.
- Señorita White ¿algún problema con la H?
- No, maestra. ¿por qué?
- Por esto – argumento enseñándole la hoja con el escrito con las palabras sin H remarcadas de rojo, quedando ella del mismo color. – Diría que si, y también diría que está enamorada, pero como se empeñó tanto a quitar todas las H del texto, aunque claramente decía USO DE LA H, pues no me queda más que concluir que odia profundamente al portador de esta letra – Terry trago hondo.
- Lo siento maestra, no volverá a suceder.
- Eso espero Candice.
- Si- afirmó apenada por el incidente, pero es que la culpa la tenía Terruce Hopsking.
En cuanto la campaña sonó salió disparada a su casa y abrió su laptop para tratar de avanzar algo en sus fics, pero su cuenta no abría.
Molesta, se decidió a escribir sus ideas a mano. La imaginación fluía a través del lápiz quedando en bellas figuras llamadas letras, sobre el fino y blanco papel.
Seguía escribiendo, y escribiendo como si eso pudiera saciar el "odio" que la consumía por dentro. Siguió y siguió hasta que la mano le dolió, y sólo así se dio cuenta de su gran problema. Había eliminado y saltado TODAS las H de su escrito como li había hecho en la clase de literatura.
¿Qué le estaba pasando?
Se decidió, no dejaría que ese tal Hopsking la afectara de esa manera, costara lo que tuviera que costar, no iba a permitir que se metiera con ella ni que la perjudicara. De ahora en adelante trataría por su bien de llevar la fiesta en paz.
Terruce Hopsking Grandchester, le iba a costar mucho, y ella, pagaría con su corazón, e inconscientemente, ya lo estaba haciendo.
Hola niñas preciosas! Lo se, dije que iba a ser semana de one-shots pero por motivos que ya mencioné, no se pudo ~T_T~
Como sea, esta es la primera parte del que iba a ser un one-shot, será a lo mucho de tres capítulos, espero y les guste .
Gracias por sus hermosos comentarios y felicitaciones, estoy muy feliz de haber encontrado una familia llena de personas grandiosas.
Las aprecio como no tienen una idea.
En el poco tiempo que llevo aquí he aprendido muchas cosas, y la verdad espero seguir creciendo como hasta ahorita lo he hecho, como persona y como autora, como amiga y como confidente.
Siempre suya MCGrandchester.
Muchos besos y abrazos n.n
