Claim: Renly Baratheon/Loras Tyrell.
Notas: Pre-series.
Rating: T.
Género: Family
Tabla de retos: Drabblethon.
Tema: Sólo por hoy.


El ritual comienza desde temprano, cuando junto con el primer rayo de sol, el patio de Bastión de Tormentas se llena del sonido de las espadas chocando entre sí, los gritos furiosos de los perdedores y las instrucciones del maestro de armas. Renly se despierta temprano todas las mañanas, medio pegado a las sábanas de su dormitorio y con ojeras enormes adornando sus ojos, su camino es el mismo todos los días tras darse un baño y desayunar en el silencio hosco de su hermano Stannis.

Se encuentra con Loras en los vestidores de la armería, pero no están solos y sus palabras son frías, impregnadas con la flojera matutina, llenas de órdenes secas que hacen que el muchacho Tyrell se ría entre dientes, aunque a veces también tiene el ceño fruncido, enojado sin duda alguna por el rechazo de Renly a los recuerdos de la noche anterior, las experiencias nuevas encontradas bajo las sábanas, escondidas tras una palabra o una nueva posición. Aún así, Loras lo entiende. Aunque eso no evita su venganza matinal mientras viste a su señor y caballero, al cual está ligado más allá del juramento que hizo su padre de dejarlo como escudero de la casa Baratheon.

El peto es lo primero que Loras coloca y mientras ajusta aquí y allá las hombreras y los ristres, sus dedos dejan marcas invisibles y aparentemente inocentes en la piel del joven Renly, que parece perder toda su autoridad como miembro de la familia nada más esos dedos lo tocan. Sin embargo, siempre logra reconciliarse con Loras cuando éste le coloca las rodilleras y las grebas arrodillado ante él, mirándolo de cuando en cuando con sus ojos azules llenos de diversión. Lo hace sentirse poderoso y sabe que a Loras le gusta hacerlo sentirse así, impotente, deseoso, desesperado. Por suerte, esa energía se convierte en fuerza bruta en el patio de batallas y sus deseos desaparecen durante el tiempo que tarda el sol en regresar al horizonte, muriendo en un crepúsculo rojo sangre.

A la hora de la cena, Loras acompaña a Renly hasta la presencia de su hermano y cenan todos juntos, siempre en ese silencio sepulcral que caracteriza a Stannis, siempre entre miradas fugaces de lado a lado de la mesa, siempre con algún roce accidental al pasarse los platos el uno al otro. Son los últimos en marcharse del lugar y aunque caminan con dignidad y aparente despreocupación, sus pasos esconden cierto ritmo desesperado, mismo que los lleva a los jardínes cuando el cielo está oscuro y las estrellas ciegas los observan desde el firmamento.

Hay un árbol de melocotones escondido en el bosque y mientras se dirigen hacia él, mirándose de reojo en la oscuridad, se mienten a sí mismos formulando la misma promesa de todos los días. Sólo por hoy. Luego sellan el pacto con beso y caricias furtivas en la oscuridad.