Disclaimers: Los personajes de Crepúsculo no me pertenecen, así que los uso sin ningún lucro.


TOY STORY


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Esme, para variar, fue quien se rió suavemente de ellos por ofrecerse a cuidar a Reneesme cuando Jacob no estaba por la casa. Eran los segundos canguros oficiales después del lobo obsesivo-compulsivo. Los dos medio sonrieron, no muy complacidos con el apodo, pero tampoco era cuestión de que rezongaron a su madre. Esme se despidió de ellos con un suave movimiento de mano y partió a su trabajo en las galerías de arte.

Reneesme brincó, rió, los incordió, destrozó el último juego que compraron para el Wii, les haló el cabello, trató de meterse fruta falsa en la boca y, lo peor de todo, es que la tuvieron que llevar al baño por lo menos cuatro veces. Pidió ver una película, Toy Story, así que tuvieron que complacerla. A los pocos minutos Reneesme dormitaba encima de las piernas de Jasper. Los dos hombres, uno al lado del otro en el sofá, tenían la vista clavada en la tele. Jasper no quería despertar a la niña, por eso no se movió demasiado y sólo giró lentamente la cabeza hacía el más alto que parecía disfrutar la película. ¡Oh por Dios, es un niñote! Pensó, y eso no debería sorprender ya.

"Recuérdame porque estamos haciendo esto" Le preguntó en voz baja.

A Emmett le costó despegar la vista de la pantalla pero le sonrió feliz a Jasper. Estiró la mano hasta coger la del rubio y entrelazó sus dedos con los de él.

"Porque Alice no puede vernos mientras estamos al lado de la niña" Dijo.

Jasper ya lo sabía, pero a veces necesitaba recordar porque necesitaban a un infante de excusa para poder engañar a su esposa clarividente. Desde luego, tras ese pensamiento, recordó el porqué.

"Me gusta esta película" Dijo Emmett.

Jasper rodó los ojos. Graciosamente era por eso que le gustaba Emmett. Él tan lleno de pensamientos culpables, de vivencias sangrientas, de sed constante y de marcas en la piel; y por otro lado estaba Emmett, siempre demasiado despreocupado. Jasper no quería a alguien que le dijera todo el tiempo que todo iba a salir bien o que insistiera con una vida que inclusive a él le parecía aburrida o falsa, lo que él buscó fue a alguien que le hiciera sentir vivo. Hechos, no palabras.

"Si, a mi también me gusta".

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