Disclaimer: Todo eso que puedan reconocer es de una rubia y muy rica señora de señoras, británica y muy talentosa… lo demás es de esta simple fan, que intenta hacer un esfuerzo por escribir remotamente bien.
Summary: Cuando lo tienes solo por una noche, te mueres por tenerlo el resto de ellas y él solo no te lo permite… ¿Qué estarías dispuesta a hacer por cumplir tu cometido?... competir contra cientos ellas, solo es tarea para una sabelotodo con determinación.
Chicas bueno aquí está este nuevo fic, cuéntenme que les parece hasta ahora…. Aprovecho para pedir mil disculpas por haber desaparecido tanto tiempo… empecé este nuevo fic porque la verdad no tengo ideas para los que ya están comenzados… lo siento, hubo como un corto en mi imaginación y además empecé la u, así que bno no tengo cabeza para muchas cosas, pero aquí están mis otras ideas convirtiéndose en realidad… espero les guste y a esa persona que ya sabe quien soy le dedico este fic… Queen of Madness and Drama sos la mas… jaja… chicas a todas gracias por seguir mis fics…
Chapter 1: Una nueva chica en la larga lista.
Snape sonrío para sí, viendo la delicadeza con la que sus alumnas preparaban sus pociones, como fruncían el ceño con concentración o como apartaban mechones de cabello de su frente con gesto de fastidio, era hermoso apreciar la belleza en pequeños gestos como ese.
Porque sí, Severus Snape podría no reflejar sensibilidad alguna, pero sabía apreciar la belleza de cualquier mujer (bueno pensándolo mejor, no cualquiera, McGonagall por ejemplo ella … bueno tal vez en mujeres que no hayan sobrepasado el medio siglo de edad) sí, él era un hombre que podía apreciar la belleza en la mirada demente de Bellatrix Lestrange, en la nariz respingada y los labios rosados de Narcissa Malfoy, en el raro comportamiento de la chica Lovegood, en la exquisita antipatía de Pansy Parkinson… bueno en un sinfín de cosas que hacían especiales a cada mujer que se cruzara en su camino.
─Profesor disculpe ─ Granger acababa de interrumpir sus pensamientos, ahora levantaba la mano para que él la dejara preguntar alguna cosa, que seguramente ya sabía.
Bueno tenía que admitir que ese insufrible sabelotodismo de la chica, le encantaba, la hacía destacarse aun más de las otras chicas, la forma en que se mordía el labio inferior y como trataba de hacerle notar que ahí estaba ella y que estaba llamando por él, aunque fuera para una estúpida pregunta, le gustaba, tal vez mas de lo que debería; claro que ese no era motivo para demostrarlo.
─Granger, cuando uno levanta la mano, lo hace para que le dejen hablar ¿verdad?
─Sí señor.
─Pues entonces ¿para que la levanta, si ya se ha tomado el atrevimiento de abrir la boca con anticipación?, ¿es que acaso ese sabelotodismo suyo, le hace expresar sus ansias por hacerse notar tan desesperadamente?
─Hmm yo solo…─ la joven agachó la cabeza y se encogió en su sitio.
─ bueno ahora no me diga que ha interrumpido toda mi clase, para mirar que tan bien atados trae los cordones.
─yo solo, ya termine con mi poción señor─ Hermione en un gesto de valiente estupidez se levantó, tomó su mochila y le entregó la botella con poción empujándole la mano, para salir apresurada por la puerta. Snape no tuvo tiempo ni de restarle puntos, por su mente solo pasaba una frase, "eres la siguiente en mi lista Granger".
La clase aun no terminaba, todos volvieron a fijar su vista en los calderos y continuaron con la elaboración de sus pociones. Snape se acercó sigilosamente hacia Pansy Parkinson, quien sería la encargada de enterar a Granger de todo… según sus propias reglas la última mujer que estaba con él tenía que convencer a la siguiente.
Severus se agachó sobre el caldero de la joven.
─Hermione Granger─ susurró en su oído, Pansy arqueó una ceja incrédula y asintió levemente, el pocionista le mordió el lóbulo de la oreja y se irguió nuevamente, haciéndola temblar, mientras miraba si alguien había notado algo, pero claro que no, Snape no es alguien que se deje descubrir.
…
─ ¡Granger! Al fin te encuentro, debí empezar por aquí, la biblioteca, ¿Cómo no? ─ Pansy tomó una silla y la acercó a la mesa de la Gryffindor, ella la miró con incredulidad.
─ ¿Qué demonios quieres Parkinson? ahora no estoy como para tus bromitas ¿vale? vete de aquí, no me agrada tu presencia.
─ ¿Acaso crees que a mí me agrada estar aquí? No, si te he buscado es porque tenía que hacerlo, digamos que me comprometí con alguien, antes de saber que serias tu─ respondió ella restándole importancia.
─¿y quién sería ese alguien? ─ preguntó la castaña con fastidio.
─ ¿Has oído algo de los rumores… de que el murciélago te lleva a volar? ─ preguntó Pansy en un susurro.
─ Claro ¿qué te crees que vivo en otro planeta? Todas las chicas del colegio lo saben… pero eso no es más que un chisme, solo una tonta se creería que él… tu sabes, con sus estudiantes, y que las vuelve locas a todas… bueno digo es que solo hay que verlo. ─ respondió la castaña incrédula.
─ Pues tente de la silla, porque todo es verdad, y eso no es todo, ahora te quiere a ti─ dijo Pansy con seriedad.
─ JaJa que graciosa Pansy…─ la castaña no encontró ningún indicio de mentira en sus palabras…─ ¡Nooo! ¿Hablas en serio?, ¿entonces… tu y … ya? …─ Hermione la miraba con los ojos muy abiertos .
─ Sí, y no sabes…─ suspiró la morena─ tienes que aceptar, es tan… mira no me caes bien, lo sabes, pero en serio esta es una oportunidad a la que ninguna chica debería negarse…
─ Pero… es que... es SNAPE, además ¿Cómo va a querer conmigo si me odia?
─¡Pero nada!… te quiere a ti… hagamos algo ve a su despacho hoy en la noche, como si fuera un castigo normal, y ya lo decidirás sobre la marcha. ─ Sin más la serpiente se puso de pie y la dejo sola, con sus pensamientos.
─¡ay por Merlín! ¡por Merlín! Snape… ¡S-N-A-P-E! … pero él me odia, sí yo solo soy la insoportable sabelotodo, claro que no voy a ir… Hermione Jean Granger, has esperado esto por mucho tiempo y ahora no lo vas a desaprovechar, ¿entendido?... dije que no voy y no voy, ¡no soy muñeca de nadie y ya!... ¡como quieras mujer! ─ Hermione cerró el libro de texto con fuerza, al darse cuenta de que llevaba quince minutos leyendo con la mente en otro lugar. Guardó todas sus cosas en la mochila y dejo el lugar porque estaba segura de que no podría concentrarse nuevamente.
Eran la seis con cincuenta y Hermione caminaba por inercia, en una hora y diez minutos tenía que estar el despacho de Snape si no quería desaprovechar la única oportunidad que tenía con él.
Harry la saludó al sentarse, ella a duras penas le devolvió el saludo con un gesto de la mano. No tenía nada de hambre, así que revolvió la comida hasta que esta desapareció del plato y en su lugar apareció un festín de postres deliciosos, sabía que ÉL la miraba y luchaba con todas sus fuerzas, por no levantar la vista y no encontrarse a esos ojos azabaches, profundos como el océano, porque flaquearía seguramente.
─ Tal vez solo un poco de chocolate. ─ la castaña tomó una copa con pudin de chocolate, y casi al instante esta se desvaneció hasta quedar convertido en un talló delgado de color verde, ahora la chica sostenía una hermosa rosa roja en la mano, una sonrisa se asomó a la comisura de sus labios, y no lo soportó mas, levantó la mirada y lo vio.
Snape la veía con una sonrisa de suficiencia, pero una mirada abrazadora que invitaba a conocer su alma.
En ese mismo instante lo supo, a las ocho en punto se presentaría en el despacho de su profesor.
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