Nota del Autor: Historia Alterativa. Los Personajes son propiedad de Stephanie Meyer y su Compañía Editorial. Supongo que no contiene Spoilers de los otros libros, mi historia comienza cuando Edwards deja a Bella en el bosque (Luna Nueva).

¿Qué haces cuando has perdido al amor de tu existencia?

¿Qué tal sí no pudieras soportarlo, sí la pena fuera tan grande que sólo la muerte podría mitigarla?

¿Qué sucedería si alguien te concediera lo que tanto anhelabas?

Prefacio: El comienzo del final

No alcance a percatarme de su presencia, ni siquiera logre sentir el ruido que hace el viento contra su cuerpo, así de sigilosa era, estaba ahí parada frente al vacío y ni aún en esa circunstancia, no podía terminar con mi vida, pero claro él ya lo había hecho.

El dolor parecía no acabar, mi corazón se había roto en mil pedazos y no lograba encontrar una razón de vivir, aunque habían transcurrido exactamente siete meses de aquel día, todavía seguía sintiendo como sí hubiera sido ayer cuando él me había dejado en aquel bosque, sola, y se había ido lejos de mí "Edwards" susurre, mientras lagrimas afloraron de mis ojos y recorrieron mis mejillas, fue entonces cuando decidí rendirme a este maldito sentimiento que embargaba mi corazón, baje mis manos derrotada por el dolor y el sufrimiento, estaba rindiéndome a esta batalla que no podía, o más bien no quería ganar.

No hasta hace mucho había constatado tres grandes verdades: Primero Edwards era un vampiro, Segundo una parte de él – y no sabia que tan poderosa era – quería mi sangre, y Tercero estaba incondicionalmente e irrevocablemente enamorada de él; hoy estaba segura de la Cuarta: No podía vivir sin él, y sí Edward no estaba dispuesto a estar conmigo entonces mi vida no tenía sentido.

Abrí los ojos y comencé a respirar irreflexivamente, mis manos comenzarón a temblar sin control, ya no sentía mis piernas, pero el único reflejo innato es ese momento era correr, así que lo hice, corrí como si mi vida dependiera de ello, ninguna enfermera se percato de mi huida, llegue corriendo al borde del Parque a las afueras del Hospital donde mis padres me habían internado hace un par de semanas. Fue entonces cuando, esperando una absolución miré al cielo y en ese preciso momento sentí un ardor mortalmente ya conocido para mí, los recuerdos del año pasado, en Phoenix se presentaron ante mis ojos como un déja vu, acto seguido mis piernas se doblarón, la vista comenzó a nublarse como la última vez, podía sentir sus labios fríos como la nieve succionar la poca vida que me quedaba.

Cuando finalizó caí de lado sobre mi cuerpo, mi vista aún estaba puesta en el horizonte, estaba amaneciendo, jamás había visto el sol como aquella madrugada, estaba absorta contemplándolo. Según Edwards y los Cullen, la conversión era algo doloroso, incluso yo cuando había sido mordida por James sentí el dolor de la ponzoña entre mis venas como un recordatorio que no quedaría nada al finalizar esa agonía, extrañamente ahora, no era así.

La sensación se parecía más a cuando el alma deja abandonado el cuerpo, mis ojos comenzarón a nublarse aún más, desenfocando mi mirada, sólo alcance a divisar el reflejo borroso de unos pies frente a mi observando satisfecha su hazaña, pero no tuve la suficiente fuerza para levantar la mirada, y ver de quien se trataba. Lo siguiente que escuche fue un murmullo en mi odio, eran palabras: "dile que estamos parejos" y mis ojos se cerraron apesadumbrados, estaba cansada, mi respiración fue más lenta, casi imperceptible, mi corazón no rugía como antes, era un débil latido que estaba apagándose con cada segundo que transcurría.

No recuerdo exactamente que sucedió después, sólo que desperté en la mitad del bosque, tapada por ramas como si alguien me hubiera tratado de esconder, así llena de arbustos constate que era cerca de medio día, estaba aturdida y mi cuerpo estaba entumecido, "Imposible" susurre mientras mi mente comenzaba inconcientemente a recorrer el lugar, era casi vertiginosamente increíble cuan rápido había visto todo con solo dar un vistazo de reojo, con solo una mirada vi como un arbusto se movía a un par de metros, era como si hubiera estado a un paso frente de mí, de pronto escuche un sonido que estaba siendo para mí, en ese momento, familiarmente delicioso se sentía tenue, sincronizadamente perfecto para mis oídos "pum, pum, pum" escuche claramente, no paso una milésima de segundo cuando sentí un ardor que quemaba el fondo de mi garganta, sin siquiera pensarlo ya estaba erguida siguiendo casi por instinto a la fuente de aquel ruido tan deliciosamente enfermizo.

Lo siguiente que recuerdo fue una muy vivida película de acción, ¿estaba yo succionando la sangre de un animal? pensé, tenía mi boca justo en su cuello, mis dientes apretaban la gruesa piel como si fueran cuchillos untando mantequilla, estaba ahí parada succionando su sangre como si estuviera tomando una bebida en pleno verano.

De pronto el pánico y el horror inundo mi mente y solté el cuerpo inerte de aquel animal que me había servido de sustento hasta hace algunos escasos segundos y me lleve las manos a mi boca, ésta aún estaba sedienta y comprobé un hecho del que iba a estar completamente e irremediablemente segura el resto de mi existencia, Quinto: me había convertido en una vampiro.