Katekyo Hitman Reborn (家庭教師ヒットマンREBORN!) o los personajes que aparecen aquí, no me pertenecen. El creador de ellos es el increíble Akira Amano. Esto es solo una historia basado en el manga.
=ATENCIÓN=
Te daré un consejo, si te gusto Katekyo Hitman Reborn y no te has leído el manga, no leas esta historia. Ya que contiene spoiler del manga, si bien no lo explica como tal, tiene frases y referencias a él. Te aseguro que te arrepentirás de enterarte de ellas aquí. Te daré otro consejo, si te viste la serie y te gusto. Léete el manga. Te aseguro que te gustará. Claro, si te gusto la serie.
Enma creía admirar a Tsuna, lo creía de verdad. Pero no era así. Eso fue lo que descubrió hace muy poco tiempo.
Él creía admirar la forma de ser de Tsuna. Él no era egoísta o egocéntrico, más bien todo lo contrario, se preocupaba por los demás por encima de él. Es amable y bondadoso con cualquiera que se le cruce por adelante. Por eso cuando descubrió esa amabilidad por primera vez se asustó. Le parecía inimaginable conocer alguien tan amable que no fuera de su familia, que era la única muestra de calor que conocía.
Y sabía que no debía creer en él.
Más de una vez se repetía que él era el hijo del maldito que mató a su hermana. Que él solo estaba mintiendo, solo era una hermosa rosa cubierta de espinas para engañar al estúpido que tratará de tomarla, y él no caería si sabía lo que había detrás de ella.
Por eso lo intento, más de una vez lo hizo, alejarse de él. Pero de alguna manera siempre terminaba encontrándose con esa calidez que desprendía. El cielo es cálido, pensaba. Y si él es tierra que significaba, la tierra es fría, pensaba de él.
Recordaba cuando lo encontró por primera vez. Fue un completo accidente, alguien con la misma mala suerte de él. Pero cuando tocó su mano, cuando sintió por primera vez esa calidez que desprendía, no pudo evitar entristecer cuando se enteró de quien venía.
Luego lo sintió muchas veces.
Una y otra vez su calidez lo alcanzaba y lo llenaba de ella, lo odiaba; esa persona que se juró aborrecer en cuanto lo viera, lo llenaba de un sentimiento tan especial.
Como era de esperarse término cayendo en ella, decidió intentar creer en la calidez de cada una de sus palabras. Por eso, termino por darle una última oportunidad para volver a creer. Y luego, cuando él nunca apareció...
Se sintió devastado. La pequeña esperanza que tenia de volver a creer en esta basura de mundo fue destrozada.
Se sintió tan mal que ya no le preocupaba si explotaba, en cuanto cumpliera su objetivo. Si se llevaba al mundo entero en ello, que así sea.
Creyó en todo lo que le dijeron, estaba tan roto, que dejó de escuchar. No tenía idea del tiempo que estuvo sumido en la oscuridad. Fueron días o simplemente unas horas, él no lo sabía. Ni siquiera estaba muy seguro de quien era.
-Matar a Tsunayoshi -no paraba de repetir. Eso era lo único que sabía.
"Odio estar sólo"
Haber perdido a toda su familia había sido difícil.
"Estoy tan solo"
Haber perdido a su hermana fue aún más difícil. Por suerte había encontrado algún tipo de resguardo con aquellos que lo consideraban su "jefe".
"No me queda nadie"
Pero haber perdido a esas personas... ¿Cómo debía superar esto? ¿acaso eso es posible?
"Ya no quiero estar sólo"
"Sólo..."
"Ayúdenme"
Rogaba, se sentía tan vacío y abandonado. Si no había nadie que pudiera ayudarlo, simplemente quería desaparecer, para siempre. Quería dejar de sentir este dolor, ya no importaba nada, simplemente le dolía y mucho.
Una voz a la distancia empezó a alcanzarlo, desde su punto de vista era una especie de punto brillante en la oscuridad. A la cual no podía evitar acercarse. Era tan grande y brillante, tan... lejano. Tenía que alcanzarlo, si era su última oportunidad, se aferraría a ella.
-¡Está aquí! ¡Estoy aquí!
Gritaba la voz.
-¡Recuerda, soy tu amigo! ¡Soy yo!
Y todo se ilumino, Tsuna-kun estaba aquí, con él, no estaba sólo. Lo había salvado.
Aun así, pesaba que era el final, pero de nuevo no lo fue, lo volvió a hacer, salvarlo. Tan fácil y en cuestión de minutos.
-Eres tú.
Esas palabras tan especiales, significaban mucho. Desde entonces sigue aferrado a ellas, lo estuvo desde que tomo el libro que le ofreció el primer día.
Tsuna y todo lo que ese nombre significaba para él. Eran tantos los sentimientos, porque Tsuna-kun es tan genial, tan compresivo y armonioso. Tan cálido.
Después de todo eso es lo que le causaba la duda que tenía ahora. ¿Sentía respeto por Tsuna? ¿Era solo admiración? ¿Tal vez solo estaba agradecido con él? ¿Lo quería como amigo?
Lo que verdaderamente lo acomplejaba era el hecho de la diferencia entre "los respetos" que tenía: sabía que respetaba a Adelhied y la quería como una hermana mayor, o que admiraba como Shitt-P se quería a ella misma. O que sus "guardianes" son más bien sus amigos. Tsuna- kun era diferente, lo respetaba por lo que vale, y lo admiraba por lo que hizo. Lo dejo muy claro el otro día, Tsuna es su amigo. Pero no es lo mismo que lo que siente por los demás.
Eso lo confundía, últimamente no podía dejar de pensar en él. O se ponía muy nervioso sin razón aparente, era difícil. Muy difícil para él.
Tsuna-kun había salido porque Lambo a mitad de un juego se había caído por la ventana y fue a revisar que estuviera bien. Enma estaba acariciando a Natsu mientras esperaba y pensaba en todo esto.
Enma suspiro, todo esto le molestaba, le gustaría saber la respuesta.
-¿Estás bien? -pregunto Tsuna al ver la expresión de su amigo. Apenas había regresado y entrado.
-Sí -contesto un poco exaltado al oír su voz tan de repente-. Ya me voy.
Tsuna asintió mientras se sentaba con un Lambo llorando en sus piernas.
-Adiós.
¡Hola! Otra vez estoy escribiendo una historia de mis desconocidas OTPS.
A mi me encanta esta pareja no importa lo desconocida que sea y, pues, estaba buscando historias de KHR y al leer una descripción de Tsuna llegó la inspiración y nació esto.
Espero que les haya gustado este capítulo de lo que espero que sean varios, aunque todavía no sé cuántos...
En todo caso, gracias por leer y nos leemos luego ;)
