Un pequeño drabb, no tengo mcho que decir acerca de él. Espero que les guste.


Lejano

En el fondo de la habitación oía el constante tictac de su despertador, contra la ventana tronaban las gotas que caían con fuerza del oscuro cielo. Su mirada estaba clavada en el chico que se encontraba sentado delante suyo, la cabeza gacha. Veía como el agua que goteaba de sus hebras rojas caía dentro de la tasa que sostenía entre sus manos, veía como se formaban círculos en el té caliente. Pero no veía sus ojos, estaban ocultos tras el flequillo cereza.

Sabía que no debía de preguntar, después de todo no ignoraba cuál era la situación. No, no debía preguntar, solo lo empeoraría. Veía como tiritaba, como el frío de la noche aún se aferraba a su cuerpo. Notaba que la pequeña toalla que estaba sobre sus delgados hombros no era suficiente. El polo que llevaba puesto el pelicereza estaba mojado, así como su pantalón y sus zapatillas. Lo más probable era que se fuera a resfriar. Quería abrazarlo, ofrecerle calor, pero sabía que no lo iba a dejarlo acercarse. No lo iba a hacer, solo se iba a quedar ahí sentado hasta que la lluvia acabase, para luego irse y perderse en la oscuridad. Así sin más. Como ya casi todas las noches, en las que tendría que soportar el verlo ahí, tan cerca y a la vez tan lejos. Porque Gakuto jamás iba a dejarlo acercarse, por más que supiese que sería lo mejor.