Hola a todos soy yo de nuevo sip este es otro fic que pretendo hacer en mis ratos libres y que por consecuencia me dará mas trabajo ya que mi comp. Quiso cooperar y encender sin ningún problema ^_^ aunque sea por tres horas durante esta semana no las desperdicie mucho U-U' por fin se me ocurrió prenderla y chequear que le ocurría y en efecto esta enviruslada por completo T.T'
Por cierto como no tengo presupuesto no pude subir my fic así que me retrase un poco, y T.T enserio lo lamento….no dejen de leerme plissss T.T…
"Experimento 1.1.2:"
Naruto Namikaze.
Capitulo 1: ¿Entra Naruto Namikaze…?
Doce años atrás…
El día estaba totalmente nublado, tanto que parecía ser de noche y una suave brisa tocaba el suelo humedeciéndolo avisando que pronto todo empeoraría de un momento a otro.
Pronto todo era un caos, por una parte, el zorro de las nueve colas atacaba la aldea y la mayoría de los ninjas de Konoha se enfrentaban a el. Especialmente un hombre de cabellos rubios y ojos azules que se encontraba frente a frente luchando con todo lo que tenia para defender lo mas preciado para el.
— ¡No puede ser! —exclamo una voz detrás del rubio.
En ese instante Yondaime-sama dirigió su vista al lugar que minutos antes era la entrada a su aldea. Si, una sorprendente cantidad de energía surgía de ese lugar mientras la nube de polvo se dispersaba lentamente.
— ¿Qué ara Yondaime-sama? —pregunto preocupado un joven de cabellos plateados y mirada seria.
Las alternativas de escape o siquiera el echo de pensar en desviar al gran zorro del camino de la aldea se habían desboronado ante aquella escena, los ninjas trataban de detener al atacante mientras este solo los lanzaba contra lo que fuera y al mismo tiempo lanzaba grandes bocanadas de fuego hacia la entrada de la aldea.
— No me queda otra opción —dijo mas para si mismo que para el joven que lo miraba preocupado— ¿Ya nació mi hijo?
Esa pregunta desconcertó un poco al joven que se encontraba junto a el y lo miro con una expresión en su cara que dejaba ver la intriga que le había causado aquello. — Si —se apresuro a decir mientras miraba al gran zorro dirigirse a su preciada aldea.
— Tráelo —su mirada ahora era seria y decidida.
— ¿Esta seguro sensei? —pregunto el joven de cabello gris que lucia con orgullo su placa nija en la frente.
— Es necesario y tú igual que cualquier otro lo sabes perfectamente —sonrió con melancolía— Apresúrate Kakashi.
El joven solo asintió para luego desaparecer en una nube de humo, para encaminarse rápidamente hacia su destino. A lo cual el hombre de ojos azules solo cambio de dirección su mirada para hacer unos sellos mordiendo su dedo para que saliera un poco de su sangre y llamar a un gran sapo que apareció frente al gran zorro, que parecía furioso por alguna razón que era desconocida para el.
Al terminar de hacer los sellos necesarios para la invocación, el gran sapo miro al enorme zorro que estaba frente a el y le desagrado la idea de tratar de pelear ya que el sabia que no lograría vencerlo.
— ¿Que se supone que haces? —le dijo al hombre que se paraba en su cabeza.
— Salvo mi aldea —contesto.
— No me digas que piensas usar esa técnica —dijo seriamente— Sabes que aun no la perfeccionas y sin la cantidad correcta de chacra para que repongas la perdida te ira mal.
— Lo se, pero no tengo otra opción —sonrió.
— Y ¿ya tienes algún contenedor? —pregunto mientras se preparaba
— Si —contesto sin ánimo.
— Ya veo, con que usaras a tu propio hijo… —se quedo pensativo.
El gran zorro quería adentrarse en la aldea pero gracias al gran esfuerzo del hombre que logro impedírselo y que había ordenado al gran sapo que lo sostuviera por algunos instantes mientras terminaba de crear su sello, para depositarlo en el contenedor que le seria entregado en breves minutos.
Casi como si hubiera sido llamado, el joven de cabello plateado apareció junto a su sensei y en sus brazos cargaba consigo un bebe que dormía placidamente— Kushina-sama ha quedado agotada después del parto perdiendo el conocimiento, así que no se dio cuenta de que yo tome al bebe —le dijo al hombre que le contesto con una sonrisa cansada.
— Esta bien, solo aléjate un poco y avísale a todos los que puedas para que no salgan lastimados, de acuerdo —le dijo mientras tomaba al bebe en sus manos y le colocaba algunos símbolos en el estomago que había improvisado con su propia sangre.
En ese instante el estomago del pequeño se ilumino y ocurrió algo que no pudo ser visto por nadie mas que el padre y su hijo. Momentos después ocurrió una gran expansión de energía que golpeo a todos los que se encontraban cerca, dejando en su lugar un gran cráter.
La lluvia se hizo presente cayendo en un sinfín de pequeñas gotitas que rápidamente humedecieron todo a su alrededor y dispersando las secuelas de la gran batalla anterior.
En el centro del cráter se encontraba un niño llorando sin parar mientras un hombre lo sostenía en sus brazos de manera protectora, para que no se mojara. El hombre se encontraba muy débil por la gran cantidad de chacra que había perdido y las innumerables heridas que se encontraban por todo su cuerpo.
— ¿¡Sensei!? —se escucho un grito proveniente de algún lugar fuera del cráter.
El hombre abrió lentamente los ojos para poder observar como el niño que cargaba se encontraba bien y sin ningún daño, lo miro y le sonrió, el pequeño al sentirlo paro de llorar para mirarlo con unos hermosos ojos azules que aun cristalizados por las lagrimas desprendían un hermoso brillo de inocencia.
— Hola pequeño —sonrió el hombre incorporándose un poco— Lamento esto pero…—su voz se interrumpió porque sintió un gran dolor en su pecho que lo obligo a toser y escupir una gran cantidad de sangre.
Sonrió con melancolía al ver el rostro del bebe que se encontraba en sus brazos.
— Perdóname Naruto, creo que solo asta aquí podré llegar —ante su asombro el pequeño extendió su manita hacia el y trato de tomarlo.
El corazón se le encogía ante aquel acto por parte del bebe, e izo todo lo posible para no derramar algunas lagrimas y acercar uno de sus dedos para que el pequeño lo tomara.
El pequeño Naruto sonrió y le dirigió una pequeña risita con la que Minato no lo pudo resistir más y lo abrazo fuertemente depositando un beso en su cabecita. El sabía que su final llegaría en breves momentos así que juntando todas las fuerzas que aun poseía, se levanto y camino fuera del cráter en busca de ayuda para su pequeño.
— Creo que tú serás el nuevo hombre de la casa, espero que cuides bien a tu mama y que te conviertas en un gran ninja —le decía al pequeño que bostezaba ante su cansancio interno— Veo que eres muy parecido a mi —sonrió— Creo que lograras mucho en tu vida aunque yo no me encuentre cerca de ti.
Sonrió.
— Espero que todos te lleguen a apreciar por el gran sacrificio que has hecho hoy y que lleguen a considerarte un héroe, porque eso es lo que eres —sonrió ya que el bebe lo miraba con toda la atención del mundo sin perderse ninguna de sus palabras.
Aunque aun no podía creer que en el momento que seria por fin padre tendría que irse y dejar solos a su mujer y su pequeño hijo. Ante ese pensamiento su mirada cambio totalmente y algunas lágrimas resbalaron por su rostro llegando asta el del pequeñín que llevaba en sus brazos.
— ¿¡Sensei!? —repitió la misma voz de hace unos momentos— ¿Se encuentra bien?
El hombre se sorprendió al escuchar la voz de su estudiante y dirigió rápidamente su mirada hacia su dirección. — ¿Kakashi? —Susurro para no asustar a su pequeño— No se preocupen creo que no podría estar peor —dijo mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.
El hombre sin ninguna señal que diera aviso se desplomo cayendo de rodillas en el suelo frente a los presentes dejándolos atónitos por lo que sucedería continuación.
Todo paso como en cámara lenta el caía arrodillado frente a ellos dejándolos atónitos, mientras su gran amigo Hiashi del clan Hyuuga lo miraba activado su Byakugan— Es peor de lo que imagine —se dijo mientras seguía corriendo en ayuda hacia su compañero y amigo.
— Tengo que actuar rápido si quiero ayudarlo o tan siquiera darle la oportunidad de llegar a los médicos —dijo un hombre de cabello blanco que se acercaba rápidamente a su estudiante.
El se encontraba corriendo en la dirección correcta pero se detuvo al ver que algo estaba ocurriendo en el lugar en donde se suponía que se encontraba su estudiante.
Todos se dirigían hacia su Hokage para auxiliarlo, pero ocurrió algo extraordinario, en el ultimo momento que los dejo estáticos en sus lugares, ya que ante el asombro de todos, un aura azul rodeo completamente al hombre que se encontraba arrodillado sosteniéndose un costado del cuerpo con una mano y con la otra aferrándose fuertemente a su pequeño. Sin poder comprender la situación un ninja se acerco a tratar de tocar aquello, pero el hombre de cabellos blancos le ordeno que se alejara ya que podría ser peligroso.
El ninja retrocedió lentamente para poder observar con atención la escena. Ya que las heridas del cuarto Hokage se desvanecían mientras el solo miraba al pequeño que sonreía, con una mirada llena de cariño y agradecimiento el también le dedico una sonrisa.
— Me parece que e logrado colocar correctamente este sello —dijo el hombre rubio mientras se incorporaba lentamente y el aura que lo rodeaba se desvanecía para dejar que los curiosas y preocupados compañeros de el lograran acercarse un poco mas.
— ¿Qué a sido todo eso sensei? —pregunto el joven Hatake acercándose a su querido sensei.
El solo sonrió y dio unos cuantos pasos para acercarse a su alumno— Me parece que le agrado mucho a mi hijo —dijo simplemente acariciando la mejilla del niño en sus brazos.
En el presente…
— ¡Naruto! —se escuchaba una voz femenina de detrás de la puerta— Ya despierta o llegaras tarde a la academia.
Unos segundos después un joven de doce años abría perezosamente sus ojos permitiendo observar esos hermosos orbes azul zafiro que poseía. Se incorporo un poco para alcanzar a ver su reloj, el que se encontraba en su mesita junto a su cama.
— ¿QUE? ¿APENAS LAS SEIS? —grito mientras se tapaba con la almohada nuevamente.
Pero en el momento en el que a el se le vino el recuerdo de cómo lo había despertado su madre la ultima vez. Si el aun recordaba el primer día en que decidió, no por cuenta propia, quedarse dormido el día en que tenia que asistir a un entrenamiento ninja, su madre se había enfurecido tanto que lo había bañado con agua helada tanta que casi inundo su habitación.
Suspiro ante esa escena en su cabeza— Y pensar que era época de invierno —se quito su gorrito y se rasco la cabeza mientras se incorporaba lentamente de la cama.
Se levanto perezosamente buscando su ropa para darse una ducha matutina, de agua caliente, antes de que llegara la ducha improvisada de su madre. Se dirigió a su closet de donde solo saco una toalla anaranjada y sin ninguna prisa la coloco en su hombro dirigiéndose así a su destino.
— Vamos Naruto o te perderás el desayuno —le grito su madre desde la cocina para que se diera prisa.
Naruto solo suspiro y siguió su camino al cuarto de baño, lentamente se quito su piyama y la dejo tirada por todo el suelo sin preocuparse por nada más. Aun se frotaba los ojos mientras abría el grifo de la regadera lentamente.
Termino rápido, ya que si no se apresuraba terminaría con su estomago vació hasta la hora del almuerzo en la academia. Salio con solo la toalla tapando su parte inferior y escurriendo de agua su cabello, el que solo sacudió un poco para secarlo y peinarse rápidamente.
Entro en su cuarto una vez mas, para vestirse con una camisa negra que tenia unas flamas anaranjadas en la parte inferior y las mangas, esa era su favorita así que tenia varias con el mismo estilo (pa que no digan que no se baña si es que lo visto igual durante todo el fic jeje ^_^) y además agarro un suéter negro de gorro por si acaso ya que si no lo hacia su madre lo devolvería a su habitación en el momento que lo mirara sin este.
Y por supuesto no podían faltar los pantalones ninja color negro que siempre doblaba de la parte inferior, ya que era su estilo y aparte, le gustaba hacer enojar a su sensei por no colocar adecuadamente su vestimenta. Antes de salir de su habitación tomo su gorra negra que tenia bordado un espiral azul, ya que era su favorita y sin olvidar sus guantes.
— ¿Ya estas listo Naruto? —se escucho que tocaban nuevamente la puerta.
— Si Oka-san bajo enseguida —contesto mientras se colocaba sus zapatos ninja para salir disparado a la cocina.
— Valla, Naruto —se escucho una voz masculina detrás de Naruto— Creo que llevas prisa.
Sonrió.
— Por cierto, ¿Qué haces despierto tan temprano? —le dijo mientras le revolvía el cabello.
— Etto… buenos días Oto-san —dijo Naruto mientras miraba hacia otro lado.
— ¿Qué ocurre hijo? —pregunto sonriéndole.
— Creí que Oka-san me dejaría dormir un poco más pero no fue así —se quejaba con un puchero.
— Nunca cambiaras, será mejor que nos dirijamos a desayunar ya que si no lo hacemos nos dejara sin desayuno ni almuerzo —dijo comenzando a caminar hacia el comedor.
Su casa no era muy grande, viendo el puesto que ocupaba el padre de Naruto, pero era muy cómoda para ellos ya que solo eran tres y no necesitaban tanto espacio para solo dejarlo vació durante horas. En parte porque el padre de Naruto, ósea Minato Namikaze, era el actual Hokage de la aldea y su esposa, Kushina Uzumaki, que actualmente era una de los miembros del escuadrón anbu, así que la mayoría del tiempo se la pasaban fuera de casa en viajes en los cuales recorría casi todas las aldeas, en especial Suna y el país de las olas.
Pero no por eso descuidaban a su Hijo, no por el contrario solo estaban fuera durante el tiempo que Naruto estaba entrenando o cuando el les avisaba que saldría a dar un paseo o visitaría a su amigo Gaara, o simplemente lo dejaban pasar un tiempo a solas. En fin no eran unos padres sobre protectores y eso le agradaba a Naruto, ya que lo dejaban entrenar en técnicas más avanzadas para su edad las cuales le enseñaba principalmente su padre.
Aunque le encantaba que su madre le mostrara el arte del dominio de la espada y las armas de viento (como el arco, kunai, shuriken y cualquier otra que se lanzara, etc.), pero su favorita era la espada ya que en ella se le daba muy bien el dominio.
— Buenos días Oka-sama —dijo un alegre Naruto que entraba oliendo lo que su madre le había preparado.
— Buenos días Naruto —dijo acercándole un tazón de ramen que le encantaba al joven rubio.
— Esto estará delicioso —dijo sonriendo y comenzando a comer.
Mientras el comía su padre se acerco a su esposa y la abrazo por la cintura dándole un sencillo beso en los labios. — Buenos días —dijo sonriendo.
Ella solo sonreía al regresar su vista y ver que Naruto ya se había terminado todo y pedía un poco mas— Creo que se parece a alguien —dijo señalando al rubio mayor quien solo sonrió colocando su mano en la nuca.
El después de terminar dos tazones más, aparte de los cinco que devoro en unos instantes, salio de su casa para dirigirse a la academia ninja. Ese seria su primer día de clases, ya que el había entrenado con su padre y con algún sensei ocasional durante toda su infancia, pero su madre lo obligo a asistir a la academia para que se relacionara con las demás personas y porque solo faltaban pocos días para que se realizara el examen para ser un genin.
El seguía caminando por las calles vacías ya que aun era muy temprano y ya que su madre lo había obligado a levantarse suspiro.
— Creo que ya me perdí —se dijo a si mismo mientras miraba a los lados— ¿Tu sabes como llegar a la academia ninja? —le dijo al viento.
El joven que se encontraba escondido en un árbol se sorprendió de que hubiera alguien tan cerca de el y que no se hubiera dado cuenta antes. Ya que en ese instante Naruto apareció a su lado para preguntarle.
— Al parecer te diriges a la academia, por tu cara supongo que si —le dijo con una media sonrisa— Yo igual voy para aya, ¿puedo ir con tigo? —pregunto el joven rubio a su sorprendido amigo.
— Cla…claro —dijo el joven que se encontraba en el árbol.
A ese último comentario Naruto se mostró agradecido ya que aun no se acostumbraba a caminar por las calles en esa aldea, y también hacia poco había regresado del país de las olas. Todo por culpa de una misión que le habían impuesto a su madre y que aparte ella se lo había llevado para que conociera algunas técnicas de agua y cosas por el estilo, a lo cual el accedió rápidamente por su parte.
El, que contaba con apenas siete años y que cuando iban a visitar a su padre por lo general no salía de la oficina o se la pasaba en los campos de entrenamiento y de ahí a su casa, por lo tanto no conocía muy bien las calles o siquiera se ubicaba ya que para el colmo, tenia un pésimo sentido de la orientación. Además siempre estaba en peligro de ser sorprendido por algún enemigo que lo quisiera secuestrar, matar, o cualquier cosa que era peligrosa para su seguridad.
— Gracias, a si por cierto me llamo Naruto —le dijo ofreciéndole la mano.
— Sasuke —le correspondió el saludo— ¿Creo que no eres de por aquí? —le dijo mientras saltaba para bajar del árbol y comenzaban a caminar.
El sonrió un poco, mientras le aparecía una gotita en la cabeza (ya saben tipo anime) porque en realidad pertenecía a esa aldea, pero solo que se había ausentado por un largo tiempo. Y fue lo que le comenzó a explicar a su nuevo amigo.
— Creo que tienes una vida algo complicada —le dijo mientras Naruto terminaba su historia.
— Si eso creo, por cierto ¿en donde estamos? —dijo mirando en todas direcciones.
— Veras, estos edificios son los de la academia ninja —le señalo los grandes edificios.
— ¡Wow! —dijo con los ojos bien abiertos para poder mirar todo el lugar.
La vista era espectacular, ya que había varios edificios, unos que contaban con más de cinco pisos y otros que constituían los salones, gimnasios y centros de entrenamiento para los futuros ninjas de Konoha.
De un momento a otro Naruto salio corriendo dejando atrás a su nuevo amigo para sorprenderlo con un gran salto que lo llevo hasta el techo del edificio mas cercano. Desde donde lo saludaba e invitaba a subir para que compartiera la sorprendente vista que se podía observar desde ese lugar.
Pero lo que Naruto no savia, era que llegar ahí con solo un salto no era posible para cualquiera y que solo el lo había logrado a la primera, pero lo peor no era eso sino que uno de los profesores lo había observado y se dirigió al lugar de inmediato.
— Demonios —se dijo el joven Sasuke— Como se le ocurrió esa tontería, pero es bueno en lo que hace —se quedo pensativo— Y yo que lo catalogue de gran ninja a primeara vista —miro en dirección al rubio— Bueno no es un inútil, pero si algo baka.
— ¡Oye tu! Bájate de ahí —decía el profesor que se acercaba al edificio saltando entre los árboles.
Al verlo, Naruto creyó que estaría en problemas y sin pensarlo se lanzo al vació cayendo con agilidad en el suelo. Lo que desconcertó al sensei que lo seguía mientras el joven moreno se quedaba parado en la entrada resignado de que seguiría solo el camino desde ahí.
— Creo que definitivamente si es un baka —se dijo suspirando— Como se le ocurre salir corriendo en ese momento —comenzó a caminar en dirección a su clase.
Continuara…
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Primer capitulo, si ya se que es un vago intento de cambiar la realidad, pero ¿no se trata de eso un fic? Como sea díganme que les parece lamento hacerlo corto pero no tengo Money pal ciber y tampoco cooperación por parte de my compiu. Y mi Oka-san ya me esta regañando así que sayo.
P .D: dejen reviews ^_^ sayo.
