La Orquídea y el Wampa

Dolor de cabeza.

Flor de dolor de cabeza.

Toda una florería de dolores de cabeza.

Luke Skywalker se preguntó si lo que lo había causado al menos había valido la pena. Quizá Han había cumplido su promesa y contrabandeado suficiente alcohol para hacer la fiesta de "precalentamiento" de la Base Eco algo realmente memorable – aunque personalmente dudaba que esa Base pudiera calentarse jamás.

Con un despliegue sobrehumano de fuerza de voluntad, sus ojos se abrieron ligeramente. Un ojo, para ser precisos, porque el otro parecía bastante reacio a funcionar correctamente.

Blanco.

Todo era blanco.

Eso era un buen signo, Base Eco era mayormente blanca también, pensó esperanzado. Entonces recordó que el planeta Hoth también era mayormente blanco y se le cayó el corazón a los pies. ¿Pies? ¿Caer? Algo sonaba mal con ambos conceptos.

El joven de Tatooine pegó su barbilla al pecho y lo que vio hizo que sus brazos se agitaran por la sorpresa. ¡Sith! Probablemente acusar a Janson de ser un pecho frío acerca de su abordaje a la Recluta R'nair no debía haber sido su más brillante idea.

Trató de liberar sus pies, sin éxito, y gruñó frustrado. El ruido sonó más fuerte de lo que esperaba – Por la Fuerza, ¿ese fui YO? – pero fue seguido por un sonido muy energético de masticación que Luke estaba seguro él jamás había producido, al menos desde que dejara atrás su adolescencia.

Miró alrededor buscando la fuente del sonido y unos pequeños y bestiales ojos le devolvieron la mirada. Luke hubiera querido gemir de nuevo cuando recordó todo de repente, salvo el pequeño detalle de si a los wampas les gustaba devorar a sus presas vivas o no. Aunque su actual almuerzo no se veía muy vivaz de momento.

¿Por qué todo el mundo suponía que lo sabía todo a cerca de los hábitos animales sólo porque había sido criado en una granja? Le había costado varios meses y más de un turno clavado ayudando con el ganado cuando no estaba volando hasta que descubrió que el oficial que había tipeado su registro a las apuradas justo antes de la Batalla de Yavin había omitido la palabra "humedad" en el campo "Ocupación Anterior".

Después de hacer corregir eso, fue inmediatamente reasignado al vivero.

- ¿Granja de humedad? – Preguntó Leia inocentemente cuanto había recurrido a ella en su desesperación, después de matar la orquídea Chandrillana favorita de Mon Mothma. - ¿No es como una hidropónica?

Sospechaba Luke que su problema actual era incluso más mortífero que enfrentar al Comandante en Jefe de la Alianza con la noticia del fallecimiento de su planta preferida así que se arriesgó a moverse y tratar de alcanzar su sable de luz. Qué tristemente no estaba dónde generalmente lo llevaba, sino clavado en una bancada de nieve a un par de metros de distancia.

Trató de moverlo con su mente, a pesar de que su mayor suceso hasta el momento había sido apenas mover unos tornillos sobrantes de cuando había desarmado la unidad de comunicaciones de su X-wing. La pesada empuñadura del sable láser ni se inmutó.

Maldición, ¿por qué siempre le pasaban estas cosas a él? Justo cuando pensaba que estaba llegando a algún lado con su entrenamiento. ¿Qué diría Ben en esta situación? Alcánzalo con tus sentimientos...

El joven Jedi cerró sus ojos. Bien, si sólo pudiera hacer eso antes de que el wampa lo alcanzara a él con sus garras para comérselo...

El sable de luz saltó a su mano.

Fin