¡Buenas!
Aquí estoy con un nuevo, primerizo y divertido -creo yo :v- fanfic sobre estos dos hermosos espécimenes.
Es mi primera vez publicando un fanfic (ÒwÓ)9, en realidad nunca había trabajado tanto en uno como en este, que espero, estés a punto de leer.
Por el momento no tienes que preocuparte por sonrrojarte hasta las orejas -si a mi también me duele :"3- por que no hay lemmon en este cap. Pero cuando vaya a haber, preparense para la explosión de ovarios :3.
Sin más que decir dejo en sus manos mi escrito.
Disfruten y lean creaturitas del señor.⭐
Caminaba lentamente por el pasillo, no tenía muchas ganas de irme a sentar en una silla, rodeado de personas, menos si era para darle más vueltas a la situación tan vergonzosa por la que tuve que pasar hace unos minutos; juro que era la primera y última vez que iba al baño ahí.
Si, tal vez sonaba algo exagerado el decir que por un excesivo TOC con la suciedad no intentaría orinar en un lugar público, pero realmente lo había intentado esta vez; salí de mi oficina como alma que lleva el diablo, ¡santa madre! esos tacos que trajo Hanji para el almuerzo estaban tan picosos, como el demonio diría yo, aunque me fue irresistible comerme más de 7 de esos picantes pero deliciosos tacos.
Ahora tendría que pagar el precio, y como yo no era de esos que se la pasaban comiendo cosas con demasiado "sazón", -prefería la comida endeble y no con mucho color, con lo que al almuerzo respecta-, terminé con el estomago hecho un circo, sentía las tripas revolviéndose dentro de mi interior, era horrible, era parecido a tener diarrea, lo que me faltaba, maldición.
Entré al baño, y sin pensarlo dos veces me encamine lo más rápido que pude hacia el primer cubículo a la derecha, por suerte no parecía haber nadie en los baños por el momento, estaba realmente agradecido por ello. Sin embargo, dada a mi poca fortuna el día de hoy, en el justo momento que había comenzado a descargar mis penas, oí un portazo en la entrada y unos rápidos pasos hacia el cubículo de al lado. Pensé que posiblemente era otro de esos chicos a los que mi amiga con lentes había invitado de su comida mexicana, y lo comprobé al oír un suspiro de alivio prominente del cubículo de al lado.
Y bueno, entonces me tocaba a mi, si se salía uno que otro sonido vergonzoso podía estar seguro del silencio de mi acompañante, aveces era bueno compartir los malos momentos, como cómplices, claro que yo no sabía en lo absoluto de la identidad de la otra persona.
Minutos más tarde alzé mi mano en busca de papel sanitario para finalizar mi visita; pero mi mano, en vez de recibir la suavidad de ese papel de baño extra suave -una de las cosas por las que me gustaba trabajar ahí- choque con el cilindro de cartón que antes era rodeado por el suave papel blanco. Esta bien, no debería significar gran problema, solo tenía que pedir algo de mi compañero de al lado.
-Em...- empecé un poco nervioso, después de todo era la primera vez que le pedía algo a alguien con los pantalones abajo-. ¿Perdona?
-¡¿Si!? -habló más fuerte de lo que me gustaría, al parecer era igual de incómodo para él.
-Ahh, verás ¿me podrías pasar un poco de papel?, aquí no hay nada -creo que mi petición sonó algo escueta, pero necesitaba limpiarme ya, para mi era asqueroso permanecer sucio y en un baño público sobre todo.
-Ugh, te iba a decir lo mismo, ni siquiera el cartón dejaron, esto es horrible...
-Demonios... -suspire por lo bajo; no era bueno, para nada, se supone que en cinco minutos debería pasar para con el coordinador y recibir mi trabajo siguiente, y justo me pasaba esto, maldita la hora en que me comí esos endemoniados tacos, de mi cuenta corría prohibir la traída de comida mexicana a la oficina... Después de repasar cada una de las maldiciones que están dentro de mi vocabulario contra Hanji, la comida mexicana y mi mala suerte, me decidí a elaborar un plan para conseguir el papel higiénico. Primero pensé en llamar a uno de mis compañeros de la oficina para que me lo trajera, estaba decidido a pedírselo a uno de los agentes que colaboraban con nuestro equipo dentro de la empresa, pero recordé que la mayoría de los agentes con esa especialidad se trasladaron a otro edificio por una plaga de murciélagos en los conductos de aire, creo que últimamente el departamento de inteligencia estaba muy descuidado, demasiado.
Consideré el llamar a Hanji, pero recordé uno de mis parecidos episodios de cuando estudiábamos en la academia, y había olvidado uno de los reportes, por alguna razón Hanji había echo dos de estos y no me quedo de otra que regalarle una caja de galletas de chocolate -contrabandeadas- para que me diera el bendito reporte. Luego llegué a la conclusión de pedírselo a Erwin, uno de mis colegas más cercanos, pero al ser él el coordinador, sabía que estaba aclarando unos asuntos con demás agentes de la CIA y no podía interrumpirlo para que me trajera un rollo de papel, ni a él ni a Mike, que seguro se encontraba a su lado en esos momentos, no tenía duda de ello.
Mientras me rompía la cabeza por pensar en algún candidato, la voz de mi acompañante se oyó un poco entusiasmada del otro lado.
-Oye, se me ocurrió algo -hizo una pausa un momento, como si se asegurara de que estaba consiente de lo que me decía-. Voy a llamarle a un amigo para que nos traiga algo de papel, ¿ok?
-Si claro -bueno en realidad no tenía la real necesidad de avisarme, o decir que se le había ocurrido algo principalmente.
Los siguientes minutos solo escuché que llamaba y del otro lado se encontraba un tal "Marco", al que después de explicarle la situación dijo que iría inmediatamente, lo supe porque debido a que solo éramos él y yo, el eco de la llamada se escuchaba por todo el baño.
Unos 5 minutos después se abrió la puerta del baño, y unos zapatos marrones se hicieron visibles por debajo de las puertas del cubículo, seguro era el amigo del tipo, por que no se veía que viniera a cagar, nadie que no fuera un acosador esperaría fuera de los baños como si no supiera que hacer ahí.
-¿Bastardo suicida? -dijo el tipo, el cual sonaba algo divertido, y creo que no tenía ninguna razón para burlarse, no tenía ni diez minutos ahí y el trasero se me estaba entumeciendo por estar tanto tiempo sentado en el retrete, esto era horrible.
-Espera... -creo que tal vez el tipo de afuera no era el agradable Marco que oí en la linea hace unos momentos-. Maldito cara de caballo... ¡¿Qué demonios estás haciendo aquí?! -Puedo suponer que no eran los mejores amigos.
-Marco tuvo que hacer algo importante, y me dijo que si podía traerte el papel -se rió un poco al final.
-Genial, ¿y ahora qué esperas para darmelo? tengo que ir a una junta en 5 minutos...
-Jeager Jeager Jeager... -canturreo el equino -según Jeager-. ¿Recuerdas que en la mañana no tenía almuerzo y desgraciadamente olvidé la cartera también?, ¿y tu te estabas comiendo unos tacos?, que según tu estaban deliciosos, y cuando yo te pedí amablemente que me dieras uno... -por alguna razón su voz se volvió más profunda-. Me dijiste que era un pobre idiota, que no merecía comer otra cosa que heno -chasqueo con la lengua repetidamente. Demonios por culpa de su riña iba a terminar con hemorroides.
-Mierda... -ahora se quejaba el de al lado.
-Mira quien es el pobre idiota ahora -estaba seguro de que no le esperaba algo bueno al supuesto suicida, no iba a salir bien librado de esta, en la que por cierto me había metido, necesitaba ese papel higiénico ahora.
-Vamos Jean, no seas mal nacido, recuerda esa vez cuando mojaste los pantalones en pleno entrenamiento de la academia y yo te cubrí para que Marco no viera lo patético que eres -sabía que duraría más tiempo de lo necesario si dejaba que esos dos siguieran peleando, y desgraciadamente dependía del amigo del "bastardo suicida" de al lado.
-Chicos, ¿podrían dejar de discutir?, solamente es un papel de rollo, ¡tu el de afuera! -creó que tal vez no debí haber interferido y así podría haberme ahorrado el ridículo a continuación-. Solo dáselo, necesito irme de aquí pronto.
-Jeager te haré un favor -desde el otro lado se oyó un suspiro creo que de alivio, yo también creí que se lo daría por las buenas-. Te daré el papel, y lo voy a dejar justo aquí -él camino hacia la puerta y se agacho dejando el pobre papel en el suelo.
Al parecer el hombre del otro lado vio también donde había quedado abandonada nuestra ultima esperanza para limpiarnos el culo, prometí jamás volver a entrar a un baño público sin antes asegurarme de que había papel higiénico.
-Y tu el de adentro -sabía que mi comentario lo había echo estallar, debí mantener la boca cerrada y dejarlos pelear como animales-. Agradécele al egoísmo del idiota suicida la falta de papel -un risita por parte del nombrado equino y unas maldiciones del otro tipo vinieron a continuación.
-Demonios... -Murmuré lo suficientemente alto como para ser oído por el tipo de al lado-. ¿Por qué mierda no pudiste haberle dado un maldito taco?¿eh? -estaba comenzando a enojarme, y de solo pensar que era por un estúpido papel de rollo me hacía rabiar aún más-. Ahora vas a tener que levantarte en pelotas para ir por el higiénico.
-¿Disculpa? vas a ir tu -
¿espera qué?
-¡¿Por qué demonios crees que yo me voy a levantar medio desnudo a recoger el papel de rollo?! -esto se estaba alargando más de lo que me gustaría, y mi humor estaba empeorando proporcionalmente.
-¡Bueno, tu estas más cerca de la puerta! -desde ahí se convirtió en una lucha sin sentido donde los dos nos oponíamos rotundamente a dejar nuestro orgullo de lado y salir del cubículo en cueros por un mísero papel.
Luego de maldecirnos hasta nuestros futuros hijos y de terminar bramando como dos idiotas trogloditas, me decidí. Faltaban dos minutos para empezar la reunión y si de algo estaba seguro era de que no llegaría tarde por un maldito idiota y papel de rollo. Me subí el pantalón hasta donde pude sin dejar que tocara mi retaguardia, por que me daría más asco de lo que ahora estaba soportando, y con todo mi valor y esperanzas de que cuando saliera no entrara nadie al baño, abrí de un tirón la puerta.
Posiblemente debí esperar por que él se parara del retrete y me pasara el rollo, porque juro que ver un trasero completamente al descubierto, de un hombre, no era para nada satisfactorio. Y como dice la santa biblia, "Y vendrán cosas peores", ahí no terminó el asunto; al bastardo ese, se le ocurrió voltearse más rápido de lo que yo pude cerrar la puerta, y para mi -hija de puta- suerte, el tipo no estaba cubierto como yo, dejando expuesta toda su monstruosa hombría. Tal vez hasta yo me sorprenda de lo homosexual que va a llegar a sonar esto, pero uno debe ser detallista del porque de sus más horribles pesadillas y desde ahora anécdota de terror; sabía que había hombres que tenían una protuberante "cosa" por así decirlo, entre las piernas; pero juro que eso no era normal en lo más mínimo, y por la cara del tipo sabía que la mía era de puro terror. Luego de procesar lo que mis hasta esos momentos, limpios y sacrosantos ojos -tómese en cuenta mi exageración- vieron, cerré la puerta en milésimas de segundo y esperé silenciosamente. Ví al suicida pasar hasta su cubículo, después oí el inconfundible jalón de la cadena del baño, una cremallera subir, y luego una voz demasiado calmada con un pequeño «"ten"» de parte del que ahora sabía era un castaño pasarme el ansiado papel de rollo por debajo de la pared del cubículo.
Y mientras caminaba hacia la sala de juntas, descubrí muy a mi pesar, que nuevas aventuras ocurrían en todos lados, hasta en el baño de la oficina.
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¡Gracias por leer hasta aquí!
Si es que lo hiciste... ′w′
A continuación las aclaraciones, por si alguna cosa no comprendieron :3
Hemorroides» una de las causas de quedarse demasiado tiempo sentado en el retrete son las hemorroides. Así que piensen bien antes de leer fanfics en el escusado ;3.
Cueros» Es lo mismo que levantarse en pelotas, osea desnudo.
Si les ha gustado o quieren recalcar un horror ortográfico o de gramática, como a tantos les gusta recalcar. No duden en dejarlo en comentarios chiquillos y chiquillas.
Recuerden que el alimento de un escritor, por lo menos aquí son los comentarios, si que si :)
Y sin nada mas que decir, me despido y espero que tengan un lindo y fantabuloso día cariños mios °3°
