Aca les dejo otro corto...es un corto corto XD...creo que se le decia drabbel

Ojala sea de su agrado ^^

Bleac no es mio sino de tite

Fresas

Vio que comía fresas…fresas como su nombre. La forma en que los tomaba con delicadeza y como sus labios y dientes recibían aquella fruta con sutileza hizo que tragase saliva y sintiese seca su garganta.

Estaban solos, en la parte más alejada de los jardines del colegio, así que… ¿Por qué no?

Vio como se puso otra fresa entre los dientes y apenas apartó la mano, se acercó peligrosamente a ella y la ayudo a "comer" la fresa, mientras la comía, sus labios atraparon los dulces de la chica, quien estaba sorprendida y su lengua, con pequeños pedazos de la fruta, se adentró de aquella boca, bailando con la de la joven.

Ambos se aferraron del otro y usaban todas las fuerzas posibles para hacer aquel beso más apasionado. Pero se tuvieron que separar por falta de aire.

Aprovechando la fragilidad de las fresas, él tomó una y con ella, acarició las mejillas, mentón y labios de la chica para luego limpiarla con su propia lengua, siguiendo el orden ya dicho y se perdió en el néctar que aquellos labios producían.

La tendió en el suelo sin perder aquel maravilloso sabor y rodeando el frágil cuerpo con sus fuertes brazos, sus lenguas salieron para bailar un compás al aire libre y sus manos recorrían todo lo permitido y no permitido.

Él le dio un mordisco leve en su oreja, labio inferior y cuello, logrando que ella suspirase complacida, tomó sus manos y sus dedos se entrelazaron mientras sus bocas se volvían a encontrar felices de volver a probar del otro.

Sus manos ahora lo llevaron a la blusa de la chica y aparte de quitarle aquel lazo rojo, le desabrocho los tres primeros botones, disfrutando el poder ver aquellos pechos redondos que le pedían a gritos que lo devorasen. No se hizo de rogar y su boca se acercó a ellos, apoderándose de ellos, en la parte en que no estaban siendo cubiertas por el sujetador, que no duro mucho ya que como no venía con ligas, él los bajo fácilmente.

Ella gemía, sintiendo emociones que nunca antes sintió y que le encantaba, especialmente porque se lo estaba haciendo él, la persona que amaba, la persona que se estaba adueñando de cada milímetro de su cuerpo. Con las mejillas rojas, se atrevió a desabrocharle la camisa y bajársela, quedando a nivel de sus codos y ahora acariciaba aquel pecho desnudo y firme, algo que no era normal en un joven de su edad.

Cerca de su pecho derecho, sintió como el joven hacía presión con sus labios y cuando se alejo, ella descubre que le había dejado una rojiza marca y eso la hizo sonrojar más.

Desafortunadamente, la campana de vuelta a clase sonó, él lanzo un gruñido y ella una sonrisa divertida al ver su expresión.

-Ahora adoro mucho las fresas.

-Hay más en mi casa-Dijo la joven.

-Que bien, ya quiero que la clase termine-Dijo el joven mientras la vuelve a besar.