Los alumnos de Gryffindor se amontonaron contra la pizarra de anuncios.

-Genial- exclamo Seamus.

Harry, Ron y Hermione se habían pasado todo el día estudiando para mil pruebas, y les

tocaba divertirse un poco, así que se acercaron para ver de qué se trataba todo el

alboroto, ya que nunca se armaba tanto desastre a menos que fuera algo sensacional.

-¿Qué sucede Seamus?- preguntó Harry.

Su amigo lo miró entusiasmado.

-Vamos a Hogsmade el sábado. Y se anuncia que una nueva tienda ha abierto para todos

aquellos que quieran divertirse y saber mucho más sobre una persona-

-¿A qué se refieren?- preguntó Ginny apareciendo detrás de Harry. Este se dio vuelta

para verla mejor y sonrió como un bobo. Ginny lo miró y le devolvió la sonrisa. Dios,

¿por qué estoy sonriendo como un tonto? Y qué es lo que siento en el estómago.

-Conocen el juego de verdad o consecuencia, ¿verdad?- preguntó Seamus interrogante.

-Sí- dijeron Ron y Hermione al unísono, y se sonrojaron al instante al verse.

-Pues, en la tienda les asignarán un grupo y con ellos estarán jugando a ese juego por

media hora. Debes pagar 3 galleons para jugar-

Harry, Ron, Hermione y Ginny se miraron sonriendo.

-Suena fantástico- dijo Hermione.

-¿Qué les parece si vamos?-

-Sería genial- acotó Ginny.

Ginny miró a Harry para ver si este accedía. Harry no dijo nada ya que estaba observando a Ginny.

-¡Harry!- llamó Hermione.

-¿Qué? Ah sí, de acuerdo, vamos el sábado-

Los dos días pasaron muy rápido. Harry estaba entusiasmado. Iría a Ginny s Hogsmade.

Pero no es una cita. Para ella es solo una salida con amigos. ¿Y por qué rayos me

importa tanto?

Harry, Ron y Hermione estaban en el patio esperando a Ginny. Esta se acercó corriendo

entusiasmada. Harry se quedó pasmado al verla. Que linda que esta. Pero, ¿qué estas

pensando idiota?

Se subieron a las carrozas y los llevaron a Hogsmade. Hermione y Ron charlaban

entusiasmados, y Harry y Ginny se limitaban a mirarlos y reír por lo bajo.

El camino estaba nevado. Todos los alumnos se encontraban adentro de una tienda o en

Hogwarts. Los cuatro amigos caminaban a la casa de Verdad o Consecuencia.

-¿Van a jugar a ese estúpido juego?- gritó Malfoy apareciendo detrás de ellos.

-¿Y a ti que te importa?- dijo Ginny enojada.

-No me dirijas la palabra, traidora a la sangre- dijo Malfoy con repulsión.

Harry sintió cómo le hervía la sangre.

-Nunca más le hables así Malfoy- dijo Harry amenazante.

-¿O qué Potter?-

Ginny dio vuelta a Harry y los cuatro siguieron su camino, dejando a Malfoy parado

bajo la nieve.

-Gracias Harry- dijo Ginny sonrojada.

-De nada Gin- contestó este sintiendo calor en el estómago.

Hermione observaba todo esto divertida. Ron, por supuesto, no lo había notado.

Entraron a la tienda con el gran letrero que decía Verdad o Consecuencia. Las letras se

movían de un lado para el otro así que era difícil saber que decía.

Entraron y escucharon risas. El lugar era grande, muchas rondas de chicos se hallaban

sentadas en el piso, todos de a grupos de ocho.

Los atendió una mujer con un turbante violeta con un pluma.

-¿Quieren jugar chicos?-

-Sí-contesto Hermione.

-Serían tres galleons cada uno-

Hermione le dio el dinero que cada uno le había dado.

-Justo nos faltaban cuatro para empezar otra ronda. Estos son sus compañeros de ronda-

Saludándolos felices estaban Neville, Luna, Colin y Denis, su hermano.

Se sentaron en una ronda, y la señorita les dio una botella.

-La botella está encantada. Si eligen verdad no pueden mentir, si lo hacen la botella lo sabrá, y si eligen penitencia deberán cumplirla. Deben elegir antes si será consecuencia o verdad, y luego hacen lo que la persona que arrojó la botella dice-

Ginny tomó la botella que le daba la señorita.

-¿Quién empieza?- preguntó.

Hermione alzó la mano y tomó la botella.

La hizo girar y esta paró.

-Luna, verdad o consecuencia-

Luna meditó un rato y luego contestó.

-Creo que elegiré verdad-

Hermione sonrió con complicidad.

-Luna, ¿estás segura que los Narggles existen?-

-Desde luego que creo que existen-

La botella no hizo nada. Hermione dejó de sonreír desilusionada.

Luna tomó la botella y la hizo girar.

-Ron, verdad o consecuencia-

-Verdad- respondió este sin titubear.

-De acuerdo, déjame ver-

Luna pensó por un rato largo pero luego preguntó.

-Ron, ¿sigues pensando que soy una loca sin cura?-

Ron se sonrojó notablemente.

-Sí, tal vez. Un poco-

Luna asintió con la cabeza y sonrió. Todos la miraron extrañada.

-¿No te molesta que te llamen loca Luna?- preguntó Harry.

-No, para nada. A mi mamá también la llamaban loca. Así que como que sigo la tradición, ¿no?- dijo muy orgullosa.

Todos estallaron en risas. Luna los miró estupefacta pero empezó a reí también. Harry observó a Ginny reír. Cuando reía mechones de cabello caían sobre su rostro, y ella los quitaba con un involuntario movimiento de cabeza. Harry suspiró. Si tan solo no fuera la hermana de Ron.

Ron tomó la botella y la hizo girar.

-Colin, verdad o consecuencia-

-Verdad- dijo este con timidez.

-¿Es verdad que te gustaba Ginny hace tan solo unos meses?-

Harry y Colin abrieron los ojos nerviosos. Dice que sí y lo mato.

-Sí-contestó Colin con el rostro rojo de vergüenza. Ginny lanzó una risita. El rostro de Harry se distorsionó por la furia. Hermione lo miró y también lanzó una risita.

-Denis, verdad o consecuencia-

-Verdad- respondió la finita voz que Denis.

-Fuiste o no fuiste tú el que tiró a la tía Muriel el año pasado a la pileta durante la fiesta de Navidad-

Denis rió por lo bajo.

-Sí, fui yo-

Los dos hermanos comenzaron a reír a carcajadas, mientras los otros seis miembros de la ronda los miraban asombrados y confusos.

Colin, al ver sus rostros de confusión, les explicó.

-El año anterior nuestra madre hizo una fiesta de navidad con todos nuestros molestos parientes. Muriel es nuestra tía insoportable que la invitó nuestra mamá por compromiso. Estaba todo el mundo en calma y se oye el grito de Muriel, y luego el agua salpicó por todos lados. Estuvieron una hora retando a nuestro odioso primo porque creyeron que él la había tirado. Fue la mejor fiesta de toda mi vida. Debieron haber visto la cara de Muriel en la pileta mientras gritaba "¿Quién lo hizo? Me las pagarán" Todos los invitados reían a carcajadas. Hasta mis papás. Se le arruinó su horrible tapado verde chillón que ella consideraba hermoso –

Todos comenzaron a reír con ganas. Quién iba a creer que el pequeño Denis iba a ser capaz de hacer una cosa así.

Denis comenzó a girar la botella.

-Hermione, verdad o consecuencia-

-Verdad-

-Oigan, que alguien escoja consecuencia- se quejó Ron.

Hermione fulminó a Ron con la mirada.

-Como decía antes de que Ronald me interrumpiera, verdad-

-Mm, ¿recuerdas cuando salías con Victor Krum?-

-Si, por supuesto-contestó Hermione encantada de que preguntaran acerca de Victor, ya que podía poner celoso a Ron.

-Pues, recuerdo que te invitó a pasar parte de tus vacaciones con él-

-Sí, lo hizo-contestó Hermione-¿A dónde querés llegar Denis?-

-Pues, ¿fuiste a visitarlo?-

Ron la miró atenta y expectante. Hermione contestó como lo más normal del mundo.

-Si, claro que lo fui a visitar. Me quedé una semana en su casa y conocí a su familia. Debo decir que su familia me recibió muy bien y son muy buenos –

Ron estaba rojo de ira.

-Mi familia también siempre te recibe bien- dijo con rencor.

-Desde luego que sí Ron. Pero teniendo en cuenta que Víctor y yo estábamos en una relación, era una situación un poco más complicada-

Ron bufó por lo bajo. Hermione simplemente lo ignoró y giró la botella.

-Ginny-dijo complacida.

-Verdad o consecuencia-

Ginny meditó. Si elijo verdad Hermione seguro que me pregunta de Harry, y no quiero admitir que sigo locamente enamorada de él, y no se que va a hacerme hacer si elijo consecuencia.

Meditó un rato más pero luego dijo sin titubeo.

-Consecuencia- todos la miraron sorprendida.

Eligió consecuencia. Espero que tenga algo que ver conmigo lo que tenga que hacer.

-De acuerdo Gin. Tendrás que besar al próximo chico que entre por la puerta-

Dijo Hermione satisfecha. Ginny tragó saliva.

-¿Cómo?-gritaron Ron y Harry al mismo tiempo.

-Ya me escucharon- confirmó Hermione.

Ginny miró aterrorizada la puerta. ¿Quien entraría? De repente se escuchó la campana de la puerta. Alguien había entrado. ¿Pero quién?

Todos miraban expectantes. ¿Quién entraría?

Dean.

Su antiguo novio.

Debía besar a Dean.

-De acuerdo-dijo Hermione sonriendo a medias-Que sea Dean-

No, no puede besar a Dean. Si lo besa él va a pensar que a ella le gusta, y va a querer volver a ser su novio. No quiero eso. Harry pensaba esto espantado.

Ginny se levantó con paso firme y caminó hacia Dean.

-Hola Ginny, ¿cómo estas?- dijo Dean sonriendo y agitando la mano.

Ginny lo tomó de la camisa, lo atrajo hacia ella y lo besó. Dean la besaba con los ojos bien abiertos. Luego de un rato se separaron.

-Lo siento- dijo Ginny cabizbaja. Se dio vuelta para irse pero en ese instante Dean la tomó de la manga y le preguntó en vos baja:

-¿Fue una prenda?-

Ginny lo miró apenada.

-Si, lo siento mucho Dean- Dean sonrió comprensivo.

Ginny sonrió y volvió a la ronda.

Harry estaba furioso. Fulminaba a Dean y a Hermione con la mirada. Tenía ganas de lanzarle a Dean un maleficio imperdonable o simplemente hechizarlo para que le salieran anguilas del estómago. Tuvo que hacer un enorme esfuerzo para no hacerlo.

Ginny tomó la botella y la hizo girar.

-Harry, verdad o consecuencia- preguntó Ginny mirando a Harry directo a los ojos.

Harry estaba sin palabras. La mirada de Ginny lo dejaba sin respiración. Luego de un gran esfuerzo balbuceó:

-Verdad-

Ginny le sonrió comprensivamente y preguntó:

-Todos sabemos acerca de tu antigua historieta con Cho-informó.

Harry asintió.

¿Por qué me pregunta eso? Yo me puse enojadísimo cuando ella besó a Dean. Si me pregunta de mi antigua novia significa que no le molesta hablar de eso. Y por ende que yo no le intereso.

-Pues bien, todos creemos que has seguido adelante-

Harry asintió de vuelta.

-Mi pregunta es, ¿estás enamorado de alguna persona? Y si ese es el caso, ¿Quién es esa persona?- Quiero saber así la mato .A menos que se a yo. Pero no, Ginny tonta. Como vas a ser vos.

Sacudió esa idea de la cabeza y se concentró en Harry.

Harry se sonrojó notablemente. Tragó saliva repetidas veces. Sentía mucho calor.

-Emm, yo…, es que…- titubeó.

-¿Si, Harry?-

Todos lo miraban expectantes.

-Pues sí. Estoy enamorado de otra chica-

Todos abrieron los ojos.

-¿De quien Harry?- preguntó Ron.

-De…de Gi…-

-Perdón chicos, se les acabó el tiempo. Ya pasó media hora-anunció la mujer con turbante.

Harry suspiró muy aliviado. Ginny rió ante este hecho y Harry sonrió. Hermione lanzó una mirada de desilusión.

-Pues, en otra será-dijo Ginny.

Es tan comprensiva. Y la verdad no hace escándalo por nada.

Harry se levantó y le tendió una mano a Ginny. Esta la tomó y se levantó.

Salieron del negocio y se separaron de Luna, Neville, Colin y Denis. Caminaron hasta donde los esperarían las carrozas y cuando estas llegaron se subieron. Al llegar a Hogwarts fueron al gran salón para la cena. Dumbledore les dio un discurso sobre la seguridad en Hogsmade y luego empezaron a comer.

-Que lástima que justo se terminó el tiempo cuando Harry iba a decir de quien gustaba- dijo Hermione mirándolo de reojo.

Harry, que justo tenía en la boca una porción de pollo, se atragantó. Ginny puso su mano en su espalda y le dio pequeñas palmaditas. A Harry se le erizó el cabello de la nuca cuando sintió la cálida mano de Ginny en su espalda.

-Si, una lástima-dijo Harry.

-Oye Harry. ¿Quién es esta chica?- preguntó Ron curioso mientras comía dos patas de pollo a la vez. Hermione, ante este hecho, suspiró irritada y Ron se sonrojó abochornado.

-No importa Ron. No quiero hablar de ello-

Ron asintió comprensivo. Pero Hermione no había terminado.

-No se por qué estabas tan nervioso. ¿La persona que te gustaba estaba por ahí cerca?- dijo Hermione con una sonrisa de complicidad.

-Em, yo no se Hermione- dijo Harry mirando a Ginny, visiblemente nervioso.

Terminaron de cenar. Hermione no había insistido más acerca de esta misteriosa chica. Subieron a la sala común y comenzaron a charlar. Se empezó a hacer tarde, y Hermione subió a su habitación. Ron también subió con la excusa de hacer tarea, pero en realidad se iba a dormir.

Quedaron Harry y Ginny solos.

-Hoy me divertí mucho Harry-

-Sí, yo también-

Harry dudó un momento pero luego le preguntó:

-Oye, Ginny. El beso que le diste a Dean, ¿Significó algo para vos? –

Harry la miró expectante.

-¿Por qué quieres saber Harry?- Ginny lo miró.

-Ah, por nada. Solo curiosidad-

-Ah, bueno. No, no significó nada. Lo mío con Dean se terminó. Es cosa del pasado. Pasado pisado, siempre digo- Harry sonrió divertido. Ginny puso una sonrisa tímida.

- Y además, ahora me gusta otro chico- dijo con picardía.

Harry la miró entusiasmado.

-¿Te gusta mucho o en exceso?-

Ginny rió divertida y sonrió tiernamente.

-Estoy verdaderamente enamorada-

Harry suspiró. ¿Quién será el afortunado?

-¿Por qué suspiras Harry?- preguntó Ginny lanzando una risita.

-No, por nada-

Ginny bostezó.

-Lo siento Harry. Estoy muy cansada. Me voy a acostar-

Harry se levantó.

-Sí, yo también voy a dormir-

La acompaño hasta la escalera que la conducía al cuarto de niñas.

-La pasé muy bien hoy Gin-

Ginny sonrió. Como me gusta cuando me dice Gin.

-Yo también la pasé muy bien Harry-

Los dos lentamente se fueron acercando. Estaban a pocos centímetros de fundirse en el tierno, apasionado y tan esperado beso. Ginny podía sentir el aliento de Harry, y Harry podía oler el olor a rosas emanando del cabello de Ginny.

-¡Harry!- llamó Ron desde arriba de las escaleras de hombres. Por suerte no había bajado las escaleras porque sino los habría visto. Ginny se separó inmediatamente de Harry. Harry estaba desilusionado y al mismo tiempo furioso con Ron.

-Adiós-dijo Ginny, dándole un gran beso en la mejilla y subiendo las escaleras.

Harry sonrió y tocó su mejilla.

Subió las escaleras hasta su cuarto, se acostó sin decir palabra, y se durmió. Soñó con Ginny esa noche. Agradeció que Ron no supiera Legeremancia por que sino se habría dado cuenta que estaba soñando con su pequeña hermanita, y ya que Harry no sabía Oclumancia, fue un verdadero alivio por que si no sabía cómo ocultar sus pensamientos, su mente era como un libro abierto.