Nuestro lugar
Estaba perdida, estaba más que perdida pues ya se hacía tarde y si algún prefecto me encontraba vagando a esas horas por el castillo le quitarían puntos a Gryffindor, pero no podía evitarlo me quedé hasta tarde en la biblioteca y… bueno realmente me perdí.
-¿Dónde rayos estoy?
-Estás en la torre del reloj…
Una suave voz me inundó, la cual primero me hizo temblar, aunque ahora que lo noto su voz siempre me hizo temblar.
-Rachel…
-Llevamos un mes aquí y aun no sabes cómo llegar a la torre de Gryffindor.
De pronto el frio de otoño se marchó, al menos para mí, y el calor me envolvió.
-Tengo… problemas de localización- suspiro- bueno realmente soy muy mala ubicándome si no fuera por la gravedad no sabría que es arriba y abajo.
Escuche su suave risa y eso me dio un poco más de confianza, creo que hasta el día de hoy el 90% de mis tonterías son para escucharla…
-¿Qué me dices de ti? Una Slytherin en los pasillos a esta hora… ¿no es eso malo?
Su mirada estaba perdida mirando el paisaje que nos rodeaba, me gustaba verla así, tan calmada, tan… no sé, ¿pacífica?
Me sacó mi bufanda y se la entrego, no sé porque lo hago… bueno ahora lo sé, pero en ese instante no lo sabía, así que casi por inercia se la entrego, ella no dice nada, nada de nada, es una persona de pocas palabras, solo las justas y necesarias para quienes se las han ganado y desde ese instante tenía la sería necesidad de que me las dijera a mí.
-Oí que eres una genio en pociones, una lástima que no tomemos esa clase juntas, me hace falta con mucha urgencia una tutora.
Nada, nada de nada… y eso me frustraba.
-¿Qué tal es Slytherin? Digo… ¿Cómo casa?
Me mira por breves instantes mientras se arregla mi bufanda en el cuello.
-Es algo frio, cada quien lucha solo.
-Oh… -eso no es lo que esperaba oír, mucho menos lo que quería oír- son muy distintos… yo siento que tengo cientos de hermanos ahora, que me hacen bromas y me cuidan, es como estar en casa, aunque en casa no me roban la comida…
Ríe de nuevo y eso me hace sonreír, es extraño cuando ella ríe por mí, se siente bien y solo quiero hacerlo de nuevo.
-No te he visto en clase de vuelo.
Y ahí en ese instante ocurre la tragedia, sus manos se tensan y su mirada baja, es ahí que me doy cuenta que he elegido el peor momento y el peor tema para conversar.
-Me dan algo de miedo las alturas.
-Oh… a mi me da algo de miedo MacGonagall- me mira confundida- me he perdido varias veces ya este mes, y en un par de ocasiones me he topado con ella… dijo que la próxima vez que me pasara me transformaría en un mapa.
Vuelve a reír y eso me calma.
-He de decir que estoy tentada a aceptar su oferta, digo de ese modo no me perdería.
Ríe con más ganas y por fin la puedo ver sonreír.
-¿No tienes filtro cierto?
La miro sin entender mientras ella niega.
-Es tarde es hora de irnos.
Miro por ambos pasillos que nos rodean y no se cual tomar, aun hoy creo que me perdería.
Se toma de mi brazo y me guía por el lugar.
-Presta atención, para que no te vuelvas a perder.
Me lleva hacia las escaleras que dan a la torre y sin soltarnos caminamos lentamente hasta que mis pies topan con las escaleras.
-Buenas noches.
Besa mi mejilla para después marcharse y siento como mi piel reacciona, miró en todas direcciones pensando que un fantasma ha de haber pasado cerca o través de mi.
-Buenas noches.
Repito bajo mientras la miro marchar y sonrió, sonrió como boba, porque a partir de ese instante he prometido salir tarde de la biblioteca y perderme, llegando siempre a la torre del reloj, para perderme unos instantes con ella, a veces en silencio, a veces en palabras. Poco a poco comencé a aprenderme los caminos y uno que pensé nunca recorrer, a las mazmorras de Slytherin, para ser yo quien la dejara a ella…
