N/A: Este es un fic bastante subido de tono, por así decirlo, solo para mayores de 18 años, va bajo su riesgo.
Advertencias: Para no tener problemas aquí se las dejo, y si siguen leyendo, en verdad espero que les guste; violación, tortura, sadomasoquismo y orgias, lo que venga más adelante.
Descleimer: Todos los derechos pertenecen a Masashi Kishimoto.
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El Tren De Las Doce
Rail.1
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En aquel tren lleno de gente, se escuchaban los leves gemidos de la chica, mientras sin ningún descaro era manoseada por un hombre que la apretujaba contra su cuerpo, todas las demás personas- en su mayoría hombres- solo la miraban y algunos otros desviaban la vista por aquel obsceno espectáculo.
Otra escena normal para cualquier pervertido que entraba en aquel tren, rodeados de depredadores encogiendo a su presa, la cual, por no ser el blanco de miradas reprobatorias, realiza todo lo que su opresor quería.
Aunque al final, era peor.
Si eso ocurría en el tren de la tarde…
¿Qué sucedía en el tren de las doce?
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Sasuke se sentó con desgano en una de la bancas de espera para el último tren, había estado hasta tarde en la casa de sus amigos y le comenzaba a dar de vueltas la cabeza por el alcohol ingerido. Miro su reloj de pulso y chasqueo la legua al darse cuenta que eran las 12, no estaba seguro si aun había transporte.
Para su suerte, no tardo demasiado en arribar una línea, paso en cuanto se abrieron las puertas, se adentro, alzo levemente la ceja al darse cuenta que eran puros hombres los que permanecían en el vagón, pero lo que más extraño era que todos iban de pie, todos los asientos se encontraban desocupados. Decidió pasar por alto aquel hecho y se sentó para descansar un poco.
Recargo su cabeza en el respaldo y no tardo en caer dormido.
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El sonido del barullo envuelto con gemidos hizo que abriera sus negros ojos. Se levanto de curioso de su lugar, solo para llegar al centro de la conmoción y divisar a una chica rubia entre tantos hombres. Solo que completamente desnuda. Observo como aquella joven, a la cual llamaban Ino, era sometida por varios de ellos, mientras uno acariciaba sus pechos, otro le tocaba la parte interna de sus muslos y por último los demás se masturbaban por la escena.
Ella parecía disfrutarlo.
_ Qué te parece Ino-chan, te gusta?_
_ Si, ahh! denme mas, onegai_
Al parecer estaba drogada, ya que ella satisfacía las necesidades de los demás con sus dos manos y con su boca. Al final todos se vinieron sobre ella, dejándola completamente cubierta de su semen, mientras ella había perdido la cordura y reía como fuera de sí, creyendo que fue la mejor experiencia sexual de su vida, mientras para los ojos del moreno solo era un engaño de aquellos hombres.
Un poco asqueado, se sentó en uno de los sillones del tren. No podía hacer nada, después de todo era un mero desconocido.
Pero no podía dejar de preguntarse…
¿Qué había sido todo eso?
Uno de los anteriores hombres se le acerco, sentándose a su lado, su aspecto era el de una serpiente.
_ Eres nuevo?_
_ Que es esto?_
_ Esto mi amigo, es el tren de las doce, o como los demás lo llaman, el ten del deseo_
_ Los va a denunciar_
_ No ella vino por su cuenta, es un negocio_ dijo con cinismo el hombre_ y tu eres un Uchiha, cierto?, creo que era tu destino enterarte de esto_
_ De qué habla?_
El hombre de pálida piel se presento con el nombre de Orochimaru, para después contarle con lujo de detalle aquella efímera organización que fungía para satisfacer sus placeres carnales. Le hablo también de la "huésped", que no era otra que la victima para aquellas orgias.
El menor de los Uchihas solo escuchaba incrédulo hasta que el tipo menciono aquel nombre tabú.
Itachi estaba metido en una organización aun peor.
_ Acaso no quieres superar a tu hermano trayendo a la mejor huésped_
_ Yo soy mejor que Itachi_
_ Demuéstralo Sasuke-kun_
Sonrió con aquella sonrisa venenosa al ver la convicción en los negros ojos del más joven.
Había encontrado al candidato adecuado para sus hediondos propósitos.
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Sasuke tenía que encontrar una buena presa, una buena huésped para el tren de las doce. Observo con detenimiento su alrededor, la mayoría de las mujeres eran atractivas pero solo eso, no tenían aquel toque que a él le llamara la atención. Coloco sus oscuras orbes sobre una muchacha bastante linda, era de cabellos negros y sus ojos de un enigmático tono claro, parecían un par de perlas, ella seria perfecta, aunque después de mirarla un rato la reconoció, recordó que la adolecente era una mojigata, aquella morena, era capaz de armar un lio si la llevaba con engaños ante los demás, y lo menos que quería era una demanda por acoso de parte de los Hyuuga.
Desvíos su mirada de aquella chica solo para encontrarse a una digna mujer.
Sus largas piernas torneadas que se dejaban ver con facilidad por la corta falda, una cintura estrecha, y un busto bastante proporcionado, y no solo eso, esa mujer poseía el toque que le llamaba la atención, bastante llamativa para cualquiera, su larga cabellera rosa, y esos brillantes ojos jade eran lo que buscaba.
Sonrió de medio lado ante su descubrimiento.
Acababa de encontrar a la próxima huésped del tren, solo era cuestión de tiempo para convencerla.
Cosa, que sabía lo lograría de inmediato, si de algo estaba seguro, era de su buena capacidad de seducir a alguien, y por lo consiguiente pedir que hicieran cualquier cosa para complacerlo.
Mostraría ser el mejor, llevando a la chica perfecta para los demás.
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N/S-H: un poco de hentai no le cae mal a nadie, algo variado para no seguir con la monotonía y leer siempre lo mismo, espero y no les haya desagradado.
Hasta la otra.
Sado-Henng
