Los Septuagésimos Novenos Juegos del Hambre.
Me llamo Jael Storm, tengo 17 años, soy del distrito 7, nací en el distrito 2, han pasado 17 años desde la rebelión. Tengo 11 años viviendo en este Distrito.
Este año son los Septuagésimos Novenos Juegos del Hambre y cómo han pasado 18 años desde la rebelión, hace cuatro años los restauraron, la Presidenta Paylor quiso que se volvieran a restaurar, creo que todo lo que pasó en la rebelión la dejó loca, ¿quién es sus cinco sentidos después de todas la muertes de la personas que se sacrificaron por hacer de que desaparezcan los Juegos los vuelve a reinstaurar? Sí, para mí sí está loca.
Me levanto de mi cama, y me dirijo a la ducha, me baño y me pongo unos jeans con una camiseta gris, bajo las escaleras y veo a mi mamá con mis cinco hermanos, tres niñas y dos varones. Mi papá murió hace dos años, tenía una enfermedad que lamentablemente por más que lo trataron los médicos no pudieron curarlo.
Yo soy la mayor, de ahí sigue Tyler que tiene 15, Emma y Meredith son gemelas y tienen 13, la diferencia es que Meredith tiene el cabello de un rubio mas pálido que el de Emma, el siguiente es Charlie que tiene 12, y por último Lucy que tiene 10, es la más pequeña de todos y las más consentida, cómo ven tengo una gran familia, en esta casa, bueno "hogar" porque es un lugar demasiado pequeño, sólo trabajamos mamá y yo. Pero aún así nos hace falta, he pedido teselas y muchas.
Los saludo a todos y le doy un beso a mamá y a Lucy, los otros ya están grandes, nos sentamos en la mesa y comemos lo único que podemos servirnos esta mañana ya que estamos en época de escases en el distrito, sólo tenemos pan. Un pan y un vaso de agua cada uno. Bueno en realidad Tyler, mamá y yo sólo comemos la mitad de un pan cada uno, el otro pedazo del pan de Tyler se lo da a Meredith quién lo parte otra vez a la mitad y se la da a Emma, mamá le da su otra mitad a Lucy y yo le doy la mía a Charlie, nadie habla ya que todos estamos pensando en una sola cosa.
Hoy es la cosecha.
Mis hermanas sólo tienen tres, Tyler cinco y Charlie dos.
Cómo soy amiga de Johanna, sí, Johanna Mason la ganadora de los Septuagésimo primeros Juegos del Hambre, en estos momentos ella ya tiene casi los treinta y ocho años pero sigue siendo tan fuerte como siempre.
Cuando termino me levanto, cojo mi chaqueta de cuero negra, me despido de todos y salgo, tengo que ir a hacer unos cuantos recados, llego a tiempo para arreglarme e ir a la cosecha.
No hay gran cosa que describir de mí, soy la típica chica de la Veta, tengo el cabello café y los ojos grises, en cambio Tyler tiene los ojos verdes como los de mi padre pero tiene el cabello café como mi mamá, Meredith es rubia pero color patito y Emma es rubia pero más oscuro un rubio dorado como mi padre, el de Meredith es como el de mi abuela, la madre de mi papá. Lucy, Charlie y yo somos iguales a mamá.
A la 1:00 de la tarde termino mis recados, se me ha hecho tarde, me baño pero no me puedo quedar relajándome como quisiera por dos razones: 1) no tenemos dinero como para pagar el consumo 2) no podemos gastar tanto porque la necesitan los árboles.
Cuando salgo de la ducha, me encuentro con un vestido negro un poco arriba de las rodillas con tirantes gruesos y un cinturón plateado, colores para un funeral, al final, eso es lo que es, mi fin.
Salgo y todas mis hermanas están ya vestidas y todas con vestidos, mi mamá tiene una obsesión con ellos, a mis hermanas les gusta usar vestidos, yo los odio, me gusta más usar pantalones, en eso concordamos Johanna y yo. Tyler tiene una camisa mangas largas celeste con un pantalón de pinza negro, sin corbata. Charlie tiene también una camisa mangas largas sólo que esta es blanca y pantalones caqui, aunque el nombre de Lucy todavía no entra a la cosecha tiene la obligación de ir porque mi mamá también va y por nosotros, si se quedara en casa, no podría despedirse.
Caminamos en silencio hasta la plaza, me da pena por mi mamá, no tener esposo, su hija más pequeña llora en las noches por el hambre, bueno yo sé que todos mis hermanos lo hacen en silencio por las noches, yo lloro al saber de que aún matándome trabajando no puedo darles todo lo que necesitan, y ver que hoy cinco de sus seis hijos pueden salir elegidos en la cosecha para ser tributo en Los Juegos del Hambre, es demasiado fuerte, si yo fuera elegida... es posible de que todos murieran de hambre porque lo de mamá no es suficiente y si no mueren de hambre mueren también en los Juegos por las teselas.
Ya hemos llegado, todos no abrazamos y nos separamos yendo a donde se registran todos los niños, cada uno a su edad, me coloco con las chicas de 16 años, pobre Charlie, es su primera cosecha y no tiene quién le dé su apoyo, bueno en realidad las únicas que se pueden dar apoyo son Emma y Meredith, al resto nos toca solos, cada uno dividido. Me coloco al lado de Amy, es lo más cercano a una amiga que tengo, siempre he estado más pendiente de mi familia que a mí misma. No me he preocupado por hacer amigos, pero ella creo que lo es. Me sonríe dándome apoyo y yo también lo hago, pero hay algo que me reconforta a diferencia de todos, soy una profesional, pero nadie lo sabe, ni Johanna.
Sólo mi familia.
Veo como Johanna, el Alcalde y John el otro vencedor de una cuarenta y tantos, se sientan en las sillas detrás de donde van las sillas de los nuevos tributos, yo las llamo: las sillas de la muerte.
- ¡Bienvenidos personas del Distrito 7! -se me sale una sonrisa pequeña por su acento ridículo del Capitolio, veo a Jo y noto que también se está aguantando la carcajada -Ahora vamos a dar comienzo a la cosecha viendo este video mandado ¡directamente desde el Distrito 13!-dice con voz chillona.
No le presto atención a ese vídeo porque es aburrido, miro a Jo y me hace un gesto con la mano para que me tranquilice ¿desde allá se nota que estoy nerviosa? lo estoy, por mis hermanos, ellos no saben manejar ni un simple cuchillo. -Ahora vamos a elegir a nuestros futuros tributos -anuncia-¡primero las damas!-suelta, elige una papeleta de miles y camina abre los labios y los deja en el aire para crear tensión, como la odio, y luego lo suelta.
Jael Storm.
