DISCLAIMER: Esta historia es de mi autoría, las ideas que aquí se encuentran son exclusivamente mías, sin embargo, los personajes que aquí aparecen no me pertenecen, la creadora de estos personajes es la gran mangaka Rumiko Takahashi.
PRÓLOGO
Capítulo 0
Nos conocimos en un viaje a Tokio, creí que éramos una pareja unida por el hilo rojo del destino. Él era muy atento y caballeroso, aunque su forma de ser era un poco diferente siempre mostraba frialdad, era una persona que con su simple presencia era capaz de intimidar, ya que su aura parecía imperturbable, pero para mí... él era perfecto.
Al poco tiempo de conocerlo decidí presentarlo a mi hermana Kikyo pero sin darme una sola explicación me pidió que me alejara de él, no lograba entender porque se comportaba de ese modo. Sesshomaru me gustaba mucho y aunque ella no estuviera de acuerdo seguiría con él.
–Kagome, te dije que te alejaras de esa persona.
–Te dije que no lo dejaría Kikyo ¿Por qué no te das una oportunidad para conocerlo?
–No tengo que investigarlo demasiado para saber que es un mal tipo.
–¡Basta Kikyo!, siempre te he obedecido en todo; pero esta vez no pienso ceder. –Salí de casa huyendo, no quería discutir con ella una vez más por el asunto de mi relación con Sesshomaru.
Semanas más tardes...
–Ahome ¿Estas bien? –Me cuestionó Inuyasha sacándome de mis pensamientos.
–Estoy bien, no te preocupes tanto por mi Inuyasha–, sonreí para no trasmitirle mi inseguridad, en realidad no quería contarle que seguían los problemas con mi hermana.
–Es normal preocuparme por ti porque... porque te quiero mucho lo sabes muy bien Ahome.
–Si Inuyasha lo sé y gracias yo también te quiero mucho.
El viaje de práctica tardaría alrededor de 3 días, pero un encargado nos reportó sobre un incidente en el que estuvo implicado el coordinador de las prácticas debido a la terrible tormenta por lo que suspendieron las practicas hasta nuevo aviso, tenía que regresar a casa cuanto antes a pesar de que estuviera peleada con Kikyo, ella no era el motivo por el que quería volver con urgencia si no que extrañaba mucho a Sesshomaru. Quería informarle a Kikyo que volvería a casa, pero no tenía ganas de discutir nuevamente con ella, así que llegaría sin avisar.
Gracias a los dioses no tuve que volver a casa sola, Inuyasha siempre cuidándome de mí; desde pequeños fue así conmigo, el más que un amigo es como mi hermano.
–Vamos Ahome, te llevaré a casa. –Inuyasha estaba decido a traerme a casa así que solo asentí.
Caminábamos rumbo a casa, comenzaba a caer la noche, pero las nubes grises cargaban el cielo, parecía que la lluvia no tardaría en caer aquí también, pero siempre traía un paraguas de emergencia, extrañamente mientras pensaba en eso noté raro a Inuyasha, estaba demasiado callado incluso llegue a sentirme un poco incomoda. Siempre teníamos de que hablar, al fin y al cabo, éramos inseparables, así que de alguna forma quería romper la tensión.
–Inuyasha, cuéntame ¿cómo vas con esa chica llamada Yura? –Lo cuestioné para sacarlo de sus pensamientos.
–¿A qué te refieres en cómo voy con ella? –Mi pregunta pareció sorprenderlo, pero ya no podía retractarme de ello.
–Pues sí, en el instituto los compañeros rumoran sobre la relación de ustedes dos. No es nada extraño, tú eres un chico muy apuesto y lindo y ella es hermosa.
–Yura y yo solo somos amigos Ahome, ella me declaró su amor, pero no pude corresponderle.
– Pero ¿Por qué Inuyasha?
–Porque a mí me interesa otra chica.
–¿Qué? –Debo admitir que eso me tomó por sorpresa, soy amiga de Inuyasha desde que tengo recuerdos y no sabía que le gustase alguien.
–B...Bueno yo no puedo decirlo, mejor dime a ti como te está yendo con ese tal Sesshomaru…
–Todo es perfecto con él, me cuida y me respeta mucho, aunque he tenido problemas con Kikyo por él.
–¿Problemas? ¿Por qué?
–Tiene un delirio de persecución en su contra. Se la pasa buscando sus defectos, incluso llego a decirme que la mirada de Sesshomaru es demasiado frívola.
–Kikyo hablando de miradas ¡Jah!
–¬¬ Inuyasha.–Estaba enojada en contra de Kikyo pero no me gustaba que se expresara de ese modo de ella.
–Discúlpame Ahome pero es la verdad, ella no tendrá la mirada más expresiva.
–El caso es que no lo soporta, pero a mí no me importa eso porque yo amo a Sesshomaru.
Inuyasha bajó la mirada, su flequillo cubría sus ojos, Ahome tenía los ojitos cargados de brillo, solo recordar a Sesshomaru le traía buenos recuerdos.
Pequeñas gotas de lluvia comenzaban a caer sobre nosotros a una cuadra de mi casa, así que aceleramos el paso y grande fue mi sorpresa al percatarme del auto que estaba en la acera.
–¿Qué hace aquí? –No pude evitar hacer la pregunta en voz alta.
–¿Quién? ¿De qué hablas Ahome?
–¡Ah! Es el auto de Sesshomaru, pero recuerdo haberle dicho que salía de la ciudad.
–¿Estás segura Ahome? –Me cuestionó Inuyasha con incredulidad.
–Sí, bueno eso creo.
En ese momento hubiera deseado no haber puesto atención a la ventana, la oscuridad en la gran habitación siendo bañada únicamente por la luz de la luna y ante mis ojos la silueta de dos personas unidas... Me lleve las manos a la boca por instinto; no lo podía creer, eso no estaba pasando, mis ojos se llenaron de lágrimas.
–A...Ahome ¿Que suce... –Inuyasha siguió la dirección de mis ojos y no necesito preguntar nada más.
–Ellos me traicionaron...
Amor, Traición, Obsesión Y Odio sentimientos capaces de destruir los lazos más fuertes...
~ ~ Continuará ~ ~
