Hola a todos de nuevo, quiero darle las gracias a aquellos que me dejan reviews (espero que sigan dejándome), a los que ponen mis historias en sus favoritos, a los que me agregan, y a los que no pues ¡HAGANLOOO QUE ESPERAN!
También quiero darles un anuncio, seguiré escribiendo mis dos historias inconclusas para terminarlas pronto, Sonata para piano y viola -/- Secreto de dos.
Pero no escribiré más Fics, doy mi retirada oficial.
¡No os desesperéis!
Solo me dedicaré a escribir one-shots, o historias de no más 3 capítulos. Así que los espero a todos con un review.
Saludos a mis grandes amigas y seguidoras: Kenniana, Kataka24, Kimiko-Hyuga, Kaory, Sou-Sempai, Aniyasha… ¡Y MAS!...
Gracias a todos y ¡ESPERO REVIEW!
"Ellos son el motor a nuestra imaginación"
P.D: Lo que esta tocando Hinata en el local cuando entra Naruto, es el: 1er Movimiento del Concierto de Elgar, quien lo quiera escuchar háganlo por: Jacqueline Du Pre (dicen que nadie a superado su interpretación en años)
O…O…O…O
Romance
Había decidido recorrer la aldea, era domingo por lo que todo estaba vacío.
Su capa blanca con el título: Hokage, grabado en su espalda; flameaba juguetonamente con el viento, y éste a la vez lo disfrutaba.
Quiso visitar a Sakura, pero recordó que hoy era su día de "cuidado personal", como lo llamaba. Sasuke seguro debía estar durmiendo, y sus demás amigos estaban de misión.
Recordó que hace poco se había abierto una nueva tienda, sabía que era de música y aunque no era muy experto en el tema, decidió ir a visitarla. Si bien en las propagandas de la tele, se decía que estaría abierta todos los días.
Al llegar el dueño lo recibió con el debido respeto.
Buenos días Hokage ¿a que se debe su visita, buscaba algo en especial? –
El hombre lo miraba ansioso, pero el rubio solo vio algo que lo llamó su atención.
Hinata – susurró.
¡Oh! Es la joven Hyuga… desde que abrí la tienda, viene todos los días –
¿Qué es eso que esta tocando? –
El cello –
Se acercó un poco mas estaba intrigado, de pronto posicionó el arco y con el toco las primeras notas.
Siempre que viene toca lo mismo – dijo el hombre preocupado y algo triste.
Suena melancólico –
Así es… esa chiquilla debe estar sufriendo muchísimo –
En ese instante suena la campanilla de la puerta, indicando que alguien había entrado.
Lo dejo Hokage… que sea de dicha su estadía – se fue.
No paraba de verla, tocaba con delicadeza y gracia, se veía hermosa, delicada, sutil, pero a la vez triste, y en su cara ya no se veía rastro de alegría alguna.
De repente abrió sus ojos y lo vio ahí, él supo que el causante de su tristeza era él.
Lo recordó.
Hinata – susurró pero ella no dejaba de tocar.
Yo…-
La melodía bajó, aún sus dedos se movían ágiles y sin emoción.
Lo siento – susurró él.
Las lágrimas la azotaron una vez más.
No llores –
La melodía cada vez se hacía más y más pesada, aunque sonara hermosa.
No quiero Naruto… pero no puedo… vete de aquí…- cerró los ojos.
¡No! –
No sabía de donde ni como le había salido semejante grito, provocando que el ambiente se tensara, pero ella no dejaba de tocar y eso empezaba a frustrarlo.
No me iré hasta que me escuches –
No hay nada que escuchar –
Si lo hay –
Dejó de tocar el instrumento, dejándolo a un lado.
Ya entendí que tú no me amas –
Hinata –
¡CALLA! – abrió los ojos sorprendida de haber levantado la voz. – No me importa si pude haber muerto… yo… yo…- sollozaba cada vez más – Yo te amo y aunque… salvarte me costara la vida… lo haría… aunque tu no… me correspondas… yo soy feliz de que tu… seas feliz…-
Salió corriendo del local echa lágrimas.
¡HINATA! –
Logró alcanzarle el paso ya que la aldea se encontraba más sola que de costumbre.
¡SUELTAME NARUTO! –
Él la había abrazado por detrás.
No – le dijo casi en un susurro.
¿Por qué?... ¿Por qué? – se repetía una y otra vez sollozando aún más.
No lo sé –
Su corazón latía desenfrenadamente, y sus labios querían reclamar los suyos, pero no sabía que clase de sentimiento era ese.
Déjame ir –
…No quiero… -
Cada vez la apretaba más contra sí, no quería alejarse de ella, se había estado acostumbrando a su presencia, más de lo que él creía posible.
Me haces daño y lo sabes –
Empezó a soltar su agarre y la volteó para mirarla a los ojos.
¿Dónde quedó tu timidez Hinata? –
Ella abrió los ojos sorprendida y sonrojada.
Ese sonrojo… era eso lo que quería ver para estar seguro de que aún me amas… porque yo…-
¡NO LO DIGAS! – se tapó los oídos.
Él estaba con los ojos abiertos de par en par, empezaba a comprender; ella creía que la rechazaría y esperaba quedarse con la duda, a que saber la verdad.
¡NO SEAS TONTA Y ESCUCHAME! –
¡NO! –
Con las manos rudas y sin delicadeza se las apartó de los oídos, amarrándolas junto con las de él en su espalda, pegándola aún más pecho con pecho.
Quiero decirte mis sentimientos –
No quiero escucharlos – las lágrimas salieron una vez más.
Entonces tendré que gritártelos –
Naruto… ya basta… déjame ir –
Solo si me escuchas –
Pero…-
…Shh… si me escuchas prometo dejarte libre… - ella se lo pensó y luego asintió – Quise ignorar tu confesión, no era el lugar ni el momento para hacerla, incluso después de mi recuperación pensé que había sido un sueño, luego Sakura dice amarme y mi corazón se confunde una vez más, me nombran Hokage y a ti mi asistente, te veía a diario, me traías el desayuno y siempre estabas pendiente de mí, me alentabas cuando estaba triste o simplemente, cuando no encontraba una solución para cualquier problema, sin notarlo te volviste indispensable para mí –
Pero… tu… me mirabas… diferente…- sabía a que se refería.
Si… No quise aceptar que me había enamorado de ti, así que quise alejarme, te trataba y te miraba con indiferencia… pero hoy al verte ahí… tocar… los sentimientos volvieron… y ahora estoy seguro que…-
No lo digas…- trató de soltarse pero él no se lo permitió, se acercó a su oído y le susurró.
Te amo –
Sus ojos se abrieron con sorpresa.
Ya no tocaría más los conciertos de Elgar; ahora tocaría los de Romance.
También te amo… Naruto… -
O…O…O…O
