DISCLAIMER: Historia basada en el final Promesa de Reunión, una 'continuación' a base de mi imaginación. Los personajes del juego RPG maker, Ib, y el mismísimo juego no son obra mía, todos los derechos reservados a su creador, Kouri. Sí, existe OC, otro personaje que no sea del videojuego mismo son de mi propia autoridad, al igual que la trama de la historia.

… ¡Hola! He vuelto, después de medio año o quizás más .n. …

¡En fin! Me he ausentado un poco (¿…poco?) pero he aquí con una nueva, extraña, anormal, rompe-mente y curiosa historia de nuestro juego favorito *yei* Ib!… ¡Y si! No es un one-shot esta vez. La historia podrá o no ser larga, eso dependerá de mi… retorcida mente(? Sin más que decir, disfruten el leerlo tanto como yo escribiéndolo. :'3


Recuerdos.

Garry le prometió devolverle su pañuelo, más sin embargo, no pudo ser pronto. Le prometió llevarle a comer macarones, más sin embargo, no lo logró. Le prometió seguir viéndola y cuidándola, más sin embargo… Él no regresó.

¡Nos volveremos a ver de nuevo!

Lo lamento, lo lamento. —Un suceso inesperado, espeluznante y oscuro hizo separarse de su promesa con aquella niña de 9 años, aquella personita la cual le tomó un cariño inigualable. Sus prioridades no sólo giraban en una niña, lo tuvo que aceptar.

Obtuvieron la dicha de salir victoriosos de aquella Galería sanos y salvos después de las traumatizantes y extrañas cosas con las que tuvieron que interactuar, más pudieron ayudarse uno al otro, formando un vínculo que no los separaría fácilmente. Ella no lo olvidaría, ¿Pero él?

Pasaron casi 10 años… 10 años y durante todo ese tiempo tuvo un pequeño sentimiento de culpa guardado en su interior. Quería verla, saber que estuviese bien, que tuviera una vida digna de ella, desafortunadamente sin él.

Ha pasado 1 año, 1 año luego de escapar de la falsedad y adentrarse a lo real. Él no rompería una promesa tan importante… ¿Sólo por ser una niña lo dejó por un lado, sin importancia? No lo aceptaba, de ninguna manera.

No llores más Ib, si sigues llorando se arrugará tu carita tan bonita. —Madre consolando a su hija sin entender la razón de su llanto.

Lo prometió, las promesas se cumplen… ¿No?

A veces uno no puede cumplir sus promesas hija… Solo queda olvidar, aunque duela, será mejor.

Olvidar…

Por cierto Ib… ¿Dónde está tu pañuelo de cumpleaños?

Secando sus lágrimas, alzando la mirada comprendiendo lacerante situación. Es real, todo es real, ya no está más en un Mundo Fabricado. Es la realidad.

Ella no dijo más que con voz sombría y decidida a dejar todo atrás.

Lo perdí, madre.

Sólo me quedas tú, Mary —Tal como el famoso Guertena la plasmó, terminó dibujándola una noche de verano y perfeccionándola pasando los años. Una muy joven Ib rozando los 14 años de vida; de pie frente a la ventana de su habitación una noche de luna llena iluminando la habitación, con sus cabellos más largos y una figura más esbelta vigila el manto estrellado con delicadeza, para después mirar a la chica en el lienzo, una lágrima resbaló por última vez hacia ese recuerdo.

Hoy es el último día. Cuídate y suerte, no hace falta que lo devuelvas.

Dentro de su baúl repleto de cartas sin destinatario, la última fue puesta en un sobre negro diferenciándolas de las demás. Mañana comienzan nuevos estudios, nueva vida, tal como ella siempre deseó.

Con llave y ocultándolo en el mejor lugar arrinconado, el último mensaje hacia un amigo especial.

A pesar de todo, no podré olvidarte ¿Verdad?

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El reloj no hace tic-tac…

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No recuerdas lo que estabas haciendo…

¿…?

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Mi nombre es Ib, y sé que en este momento estoy soñando. Lo sé porque lo siento, no es la primera vez. He intentado olvidar, borrar de mi mente el mismo complejo de 'pesadilla', que he tenido la mayor parte de mi vida con razón ausente, no lo sé. Más que una pesadilla parece ser algo que realmente ocurrió… Pero no puedo entrelazar este tipo de sueño tan extraño con la realidad.

He caído en profundo mar añil. Encuentro escalera abajo. Ven, rosa roja, ladrón. Jarrón de agua…

¿Cuadros que viven? Muchas escaleras… Hormiga, manos, pez, ojos, anillo, ramo de rosas, mujeres en un recuadro. Maniquís con vida, sin cabeza; cabezas de maniquí, sin cuerpo; me miran, puzzle de leche, espejo roto, pasos rojos. Dos caminos divididos, pasillos, camino color arcoíris, una llave. Bajo más escaleras.

Me encuentro caminando en una habitación, hay recuadros en algunas partes colocados en este lugar que ahora no puedo fiarme, encuentro un jarrón de agua pura y cristalina, hay una habitación cerca.

Le echo un vistazo y aparentemente hay muchos libros, curiosamente en una de las estanterías hay un espacio vacío, hace falta uno…

Termino por inspeccionar cada libro, y hay uno en especial que sacó en mí ciertas dudas.

Recopilaciones de los trabajos de x ordenados alfabéticamente.

El nombre entre manchas de misterioso líquido negro me impedía leer con claridad al artista, no entiendo porqué apesta a humedad. Sólo se encontraban las páginas C y E, con intriga observo que una página, probablemente la última ha sido arrancada… Sin nada más informativo por ver, salgo.

Algo está mal aquí… Me siento más baja de lo normal, veo mis manos, son más pequeñas y suaves, porto un uniforme y mi cabello es más corto de lo habitual, intenté ver mi reflejo desde aquel tenue jarrón… ¿Qué, soy una niña? Soy yo hace mucho tiempo pero… Nunca había estado aquí.

Seguí recorriendo el lugar hasta encontrarme con una puerta un tanto entreabierta y no pasó segundo alguno de que pensara que algo muy malo haya pasado, el ambiente se siente gélido y muerto. Escucho una plática con poca coherencia pero puedo reconocer los susurros, decido entrar a revisar.

Un presentimiento lleno de angustia y dolor asechaba, junto a insólita verdad que mi pobre mentalidad infantil no asimiló en ningún momento.

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Una habitación, me resulta tan familiar. Repleta de… Conejitos, con ojos rojos.

Hay alguien tumbado al suelo, hablando solo… Su voz siento que la he escuchado, la conozco…

¡Él es…!

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—¡Señorita Ib!

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—¡Estoy despierta! —Atrapándola en el acto en siesta poco acogedora, no vio momento que acomodó su postura en el pupitre, con la frente roja al apoyarse durmiendo 'plácidamente', sus compañeros de clases sólo se limitan a reírse levemente de ella, y para algunos mirarla con pena, causándole más vergüenza a la chica. Todo el salón puso su mirar a alguien muy peculiar.

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—Reconozco lo aburrida que es esta clase, pero preferiría que escuchara un poco acerca de la historia del arte monocromático para poder pasar su examen de ingreso a la universidad. —Con los nervios claros en las mejillas, públicamente se levantó y se disculpó con la profesora de Artes.

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—¡Lo siento mucho! No lo volveré a hacer… —Ganándose risitas y/o consejos, la chica vuelve a sentarse.

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El día ha sido tan pesado que necesitaba lo más pronto posible su merecido descanso, las vacaciones. Tan cerca y tal lejos de salir a disfrutar de la vida loca pero sin antes terminar la recta final de sus estudios, no es cuestión de adivinarlo todos los días, sino que alguien más se lo recordaba como si fuese su fiel deber.

—Eres todo un caso, Ib. —Con un libro de lomo grueso golpeó levemente la cabeza de su amiga, causándole incomodidad y un puchero amenazador en sus labios —Eso no sirve conmigo, pequeña. —Ambas esperaban el tren más cercano para regresar a sus respectivas casas, la joven de larga cabellera castaña, cercana al marrón no pudo esperar más a dar su veredicto.

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—No he dormido en 2 días sólo por estudiar todas las artes del mundo… ¡Son demasiadas, cargo el peso de miles de artistas! ¡Pintores, escultores, hasta de sus vidas o cuando comían o hacían algo!, Es un tanto cansado para mí… —Con la voz cortada y aniñada queriendo transmitir su presión sin victoria, su amiga pelinegra frunció levemente el ceño en respuesta enfadosa, ésta sabía muchas excusas y respuestas que no necesitaba escuchar de nadie más sobre las "verdades de Ib".

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—Eso te pasa por dejar todo al último. —La compañera parecía ser mayor por estatura y un cuerpo femenino más formado, cabellera no tan larga por debajo de sus hombros, rasgos maduros mas no marcaba tanta diferencia con Ib —¿Qué haré contigo cuando estés en mi misma clase?, Ganas tengo y sobran de aventarte muchos libros para que no te duermas y recibas quejas de profesores, ¡Ya es la quinta en el semestre!

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—Por favor Anna, no me hagas sentir más miserable… —A diferencia de Ib, una delgada, esbelta, blanca y no tan alta mujer, una cabellera aun más larga y lacia hasta por debajo de la espalda. Podría afirmarse que se formaba un aura deprimente repleta de emociones desdichadas encima de la chica de increíbles ojos rojos, grandes pero muy femeninos que destacaban en todo lo demás.

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—¡Si lo hago porque ya es suficiente!, Ib, cumplirás 19 en 2 semana y en una semana tus exámenes finales, ya es crítico y la universidad lo es más. —El tren llega, lo cual es un alivio total en la menor. —No te salvarás de mi tan fácil pequeña saltamontes.

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En todo el recorrido no dijeron ni una sola palabra, más que nada Ib parecía muerto en vida con su aun aura deprimente, y su acompañante Anna observándola con decepción fingida. Pasando estación por estación, una grandísima nostalgia surcó los pensamientos de la castaña, mirando sin interés a la multitud cierra los ojos muy lentamente.

En realidad, siento que hay algo que falta…

¿Pero, a quién le hace falta algo?

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Un aviso de bajada hacia la estación destinada a las dos jóvenes, la paz y felicidad de estar cerca de casa fue susceptible en una de ellas.

—Si vas a seguir, termina antes de que llegue a mi casa. —Todavía entristecida, parecía ser demasiado extremo el pacto que se traían, y por la buena fortuna de ella esta vez hubo buenas noticias.

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—No, es suficiente por hoy, necesito ir a suplantar a uno de los meseros así que por hoy te dejo tranquila. —Ib soltó un enorme suspiro que hasta hacía enojar a Anna —Pero ya te dije que aun hablaremos, tienes prioridades que hacer, es tu futuro.

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—Lo sé Anna, ten cuidado al llegar —Se despiden hasta lo lejos que se alcanzaron a mirar antes de perderse entre la gente.

Continuó su andar, lento y sin prisa tras caer la tarde, la brisa de otoño se coló por su cuerpo y le causó escalofríos, a pesar de llevar tanta ropa el invierno ya se encuentra encima de la ciudad.

Llegando sana a su cálido hogar, fue recibida con brazos abiertos del integrante más pequeño de la familia.

—¡Evan! —Un pequeño no más de 9 años causante de sus risas y enojos se colgó literalmente de Ib, abrazándola y ella respondiendo con cariño, el niño sólo repetía el nombre de su hermana y otras preguntas de interés —Claro que me fue bien, el frío es el problema ya que se acerca el invierno, ¿Y mamá?

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La noche llegó tan rápido que no necesitaba pedirse más, una noche completamente fría, se acercaba una temporada invernal y con ello el cumpleaños de Ib, la hermana mayor de la familia. Los padres cenan junto a sus hijos en la comodidad de un techo donde refugiarse de todo peligro, ella sentía calidez cada día, los años pasaron prácticamente en un abrir y cerrar de ojos. Se acerca una fecha normal para Ib, sin embargo desconoce otra razón del porqué ella…

En ese día sin memoria, sus pesadillas se vuelven más visibles, frecuentes.

—Bien, recojan sus platos. —La madre termina por limpiar la mesa, el padre la ayuda con los utensilios, Evan vuelve a su cuarto de juegos e Ib sigue perdida en sus pensamientos —¿Algo pasó, cariño? —No sin antes regresar a la vida por la voz de su mamá.

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—No madre, no ocurre nada.

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—Hija, te conozco más que nadie y sé que algo te pasa. —El color se le desaparecía de sus mejillas, cara, labios.

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—Es solo que…

Aquella fecha vuelve por mí. Necesariamente lo recuerdo.

Aunque no hay memorias de ese día…

Sé que algo pasó. Por el hecho de que eso es…

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—Los exámenes finales se acercan pronto, estoy un poco fatigada, es todo. —Le sonrió para calmar su preocupación, logrando su cometido.

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Antes de ir a la cama, platicó con su padre sobre las fechas de los exámenes y las futuras vacaciones, hasta que ella esté libre de todo lo académico podrían disfrutar de unas lindas vacaciones de invierno dicho por su papá, asintiendo gustosa le desea buenas noches y regresa a su habitación sin antes despedirse de los demás.

Finalmente, sola en su lugar reservado, todo estaba como ella lo dejó en la mañana antes de partir al instituto, los libros tanto revueltos y mal acomodados, paletas de pintura tirados, lienzos cubriendo el suelo creando una alfombra en este, infinidad de pinturas y pinceles, varios dibujos…

Y ella, Mary. No tiene la remota idea de cómo llegó a su vida, pero lo hizo, vagamente en una de sus tantas memorias 'falsas' hace énfasis una pintura solitaria y a su alrededor, muchas cosas infantiles, dibujos y unos muñecos.

¿Por qué Mary? Bueno, suena lindo, muy melancólico.

Ib pudo guardar en su mente el modelo del cuadro y lo recreó, lo ha retocado por años y actualmente, de una niña de 9 años aproximadamente así como ella los tuvo alguna vez, ha plasmado a una Mary más adulta en torno a su edad actual, tan sublime, bella de lo que realmente consiste la belleza, ni siquiera parecía un lienzo.

—Hola, Mary. —Le regala su más tierna sonrisa antes de recostarse en su cama, en donde no había nada artístico, solamente ella.

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Los recuerdos, aunque no los pedía recordar, regresan a cazarla cada noche creando una pelea con la almohada y su razón, más que aquello, confusión en lo más profundo de su ser. Hay algo que la molesta y cree que nunca pasó, pero sabe que existió un suceso que pudo haberla cambiado en todo su esplendor.

¿Por qué veo cosas que no he visto antes?

¿Por qué son recuerdos y no producto de mi imaginación?

Sé que es real, estuve aquí, aunque no pueda confirmarlo…

¿Por qué siento que ha olvidado algo tan importante?

—¿Por qué…? —En su mano, un envoltorio estrujado de un pequeño caramelo es lo único que la hace estremecer y sobretodo, dudar con fuerza de su verdadera realidad —¿Por qué estoy llorando…? —Observando un monótono techo, las lágrimas se expusieron y sus pupilas no dejaban de temblar al igual que su delgado cuerpo. Por inercia se acurruca, terminando en llanto abrazando sus piernas, entretanto melancólico sentimiento de ira la consume durante toda la noche.

Fue entonces que justo en ese momento, echaba de menos su tan querido pañuelo.

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—¡Buena suerte hoy, hija!

Con un poco de prisa sobre sus hombros, Ib comienza una carrera por la vida académica y por uno de sus test programados dentro de 5 minutos, claro que no llegaría completamente a tiempo pero tendría que crear milagros antes de las 8 de la mañana.

¿A quién engañaba? Para tomar tren se llevaría más de 10 minutos, y la ida, más de 20, estaba muerta. En verdad necesitaba ese milagro.

Como un rayo de esperanza iluminando el camino, el milagro llegó solo. El sonido del claxon aturde completamente a la castaña, haciéndola gritar en media carretera.

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—¡Sabía que te dormirías hasta tarde, tonta!, ¡Sube! —Su salvación al igual que su delirio, Anna, la llevó justo a tiempo al instituto a presentar su compromiso.

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El tren arriba a la estación destinada a las 8:05 de la noche.

—Empezaré a hacer apuestas contigo sobre tu pésima puntualidad, jovencita. —Otro golpe con el mismo libro y en la misma cabeza de la adolorida e irritada chica —No sé cuando aprenderás.

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—Exageras mucho las cosas, Anna. —Al lado de Ib, un joven rubio cenizo apuesto de la misma edad que la pelinegra, consolaba a una Ib indefensa con lágrimas de cocodrilo —Si fuera tu familiar le encontraría más sentido a tus regaños.

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—¡Soy como su prima/hermana!, Tom, su madre me pidió que la cuidase y la guiase en su vida académica, ¡Del mismo modo que remediar sus horrores!—A falta de argumentos se empeñó a utilizar la misma referencia de 'cumplir el deber'.

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—Tú solo me golpeas con ese libro, Anna. —Con un rostro infantil y el digno puchero de berrinche, gana la batalla entre la violación de derechos humanos y la manera "normal" de reprender a una chica por ser irresponsable.

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—Anda, tienes que ir a hacer turno o la que recibirá regaños serás tú. —Le sonríe con burla, logrando intimidar aunque fuese un poco los orbes aceitunados de Anna, algo de lo que Ib jamás había presenciado.

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—¡No tienes que decirme que hacer! Nos vemos Ib, escucha mis consejos al menos una vez. —Suspira resignada para tomar otra dirección con el chico, dejando nuevamente sola a Ib entre el mar de gente, aunque para ella es nuevamente un alivio.

Y comenzó su andar lento y despacio, ahora sin compañía como normalmente lo es. Parece desorientada, el rumbo de siempre se ha convertido en un sendero a blanco y negro donde solamente ella permanece. Lentamente, los recuerdos vuelven a surgir, esta vez, sobre alguien diferente.

¡Saldremos juntas de aquí, así que prometido!

Y comeremos muchas chucherías, e iremos a todo tipo de lugares.

Ib… ¿A quién elegirías si solo dos pueden salir de este lugar?

¿A mí? O… ¿A Ga…?

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—¡¿A quién…?! —Tanto fue su asombro que no se dio cuenta de su desvío, se había perdido nuevamente en sus pensamientos pero esta vez en plena caminata, chocando contra otra persona dando por consecuencia que ella fuese a terminar en el suelo, sin embargo… No fue de esa manera.

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La otra persona pudo amortiguar su caída tomándola del brazo con la mayor delicadeza posible, tanta era su confusión que repentinamente se puso de pie mirando hacia el suelo, su flequillo ocultaba la visión hacia la persona frente a ella.

Quiso disculparse, pero sus labios no emitían sonido, quiso retirarse, pero su cuerpo estaba paralizado, ¿Qué es esa sensación tan complicada de entender?

—Disculpa… —Una voz masculina pudo fracturar sus recuerdos, o al menos los recientes dejándola sin arma con qué defenderse, y sin temor a lo que viniese decidió levantar su rostro y ver quién se encuentra en frente.

Sus manos sudaban, su respiración tan agitada, sus ojos queriendo descubrir la verdad tras esa voz.

Porque uno también puede confundir las pesadillas con la realidad, y más cuando esa pesadilla puede ser real… El recuerdo que puede alterar toda su vida.

Ib… ¡Juguemos!

Prometiste que estaríamos juntas…

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Mentirosa.

Todos sus sentidos repentinamente dejaron de funcionar, sintió que algo devoraba su alma a cada segundo repleto de desesperación, una voz golpeó su mente y todo su ser, de tesitura tanto grave sin perder un toque femenino, esto… ¿Proviene de su mente? No, para su gran mala suerte, no es así.

Perdió el equilibrio y cayó, no escuchaba nada, ni sentía absolutamente nada, todo se volvía gris. No necesitaba hablar, lo último que pudo visualizar en ojos turbios desde la distancia fue a esa chica caucásica de linda sonrisa… Sus ojos mostraron crueldad.

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Continuará.


Yeeei, he vuelto a Ib una chica… despistada, descuidada y algo tontita adolescente de casi 19 años(? Las personas cambian… ¡No! ¡No se alteren, hay una razón que justifica todo! xD *próximamente* Hum, bueno esto es básicamente un licuado de… emociones a flote, en busca de respuestas, una solución que vendrá pronto, o eso espero.

No he dormido bien sólo por crear el desarrollo de la historia, ejem. *vómito de imaginación* Espero haya sido un capítulo de su agrado, este es el primero (no) al igual que un comienzo un poco confuso (hasta para mí, curioso) que después ya veré lo que mi mente loca, inusual, cofenfermacof y muy poco normal haga continuar este fic. :'3 se acepta comentarios *gratis* de todo tipo, sugerencias, mentadas de… tomates; de las buenas y de las malas, todo comentario le hace un bien a la humanidad… y a mis ojeras (eeejem), les regalo unas galletitas.

Nos leemos~ Airissan.