Los personajes son de Trey Parker y Matt Stone, fic creado sin fines de lucro.
La infección
Hemos comprobado que hasta el momento no hay cura
¿Modo de contagio?, Muy fácil, simplemente sales a la calle,
puedes ir a comprar el pan, a trabajar, una fiesta, los amigos…
O simplemente salir a botar la basura y llegas a tu casa
con los síntomas, contagias y luego te sientas
esperando que la naturaleza haga lo suyo
Y es que no sabemos aún la causa específica de tamaña pandemia…
Kyle Broflovski, el chico judío pelirrojo de South Park, un pequeño pueblito en Colorado no era la excepción, la pandemia había llegado ahí y él había sido una de las tantas víctimas de La Infección, ¿Cómo sucedió?, solo infringiendo las normas y reglas de seguridad, corrió lejos de su hogar, lo más lejos posible, ya que había confesado su estado actual: era homosexual. Sus padres no lo quisieron aceptar y su madre armó un escándalo total, lo llenó de insultos y hasta de un golpe que más que dolerle la mejilla le dolió el corazón, destrozado adquirió su libertad a costa de palabrotas, amenazas, gritos y también de la nueva y mortal enfermedad…
Ahora el joven de 17 años se hallaba sentado en una esquina, solitario, oscuro y frío, la luna alumbrando sus cabellos cobrizos, su rostro empapado, sangrando pequeñas heridas en sus resecos labios…se había dado cuenta de su estado actual, salir de su hogar le costó caro, de seguro él se habría infectado unos segundos atrás, se enjugó con la manga de su chaqueta gris, el pequeño riachuelo de sangre que le broto por la nariz, se frotó las sienes en un momento dado en que el mareo se hizo muy notorio, y trató de pensar hacia dónde podía ir en su estado actual..-Así es….al hospital-y se levantó camino hacia allá.
(…)
Stan Marsh caminaba por allí, con una mascarilla en su rostro precavido por órdenes concisas de sus papás, decidido a contarle a su mejor amigo Kyle, confesarle un secreto que guardaba hace tiempo en lo profundo de su corazón, mas se sorprendió cuando se encontró con este llorando sentado en la acera de la calle principal.
-Stan…-el pelirrojo corrió hacia él-Me siento mal…fui al hospital, pero no me quieren atender…hay muchos como yo...y..solo quieren llevarnos a un lugar, un lugar donde todas las personas enfermas esperamos la cura a la pandemia…Stan….sé que no nos llevaran ahí…nos matarán-Lágrimas caían por su perfilado rostro, cuyos colores palidecían con cada minuto que pasaba-Adquirí la infección…moriré amigo-
Stan tenía sus orbes al borde la expulsión, el destino no podía ser así ¿Por qué le hacía esto justo en el momento de su añorada confesión? Se suponía que sería una velada romántica ajena a tanto dolor…
-Stan…siento que no me quedará mucho tiempo…quédate conmigo unos minutos más…por favor-Un fuerte gemido y las lágrimas reinaron en sus ojos, cayó de rodillas y suplicó soltando así su última gota de dignidad.
-Kyle…El pelinegro se quitó la mascarilla-para mí eres todo y mucho más…precisamente ahora iba hacia tu hogar a decirte algo que no he podido callar…
-Stan, ponte la mascarilla…por favor…
-No Kyle…escucha-Stan levanta a Kyle y deja sus manos apretadas a las de su amado-Me gustas Kyle….creo que te amo y no es una broma ni una confesión sin peso…lo siento aquí, en mi corazón-Agarró con cariño una de las pálidas manos y la llevó hasta su pecho, pero el chico pelirrojo aprovechó este movimiento para zafarse del agarre que lo hacía arder por dentro.
-¡Te contagiarás!...de cualquier manera lo nuestro no puede ni empezar….tú igual me gustas Stan…te amo…pero, no se si viviré…¡Por favor!, no te acerques a mí..no me toques….tú sí debes vivir…-Los sentimientos hacia su mejor amigo se afirmaron esa noche de dolor…pero él sabía que el reloj en su cuenta regresiva estaba y que amar a Stan traería más tragedia y no quería hacerle eso a la persona que diariamente, desde los 14 años, le hacía perder la cabeza.-Stan…no sigas….
Stan no le hizo caso a las palabras de Kyle y en un rápido y fuerte movimiento lo atrapó en sus fuertes brazos y susurró al oído con cálidas palabras-No me importa morir contigo, tú sabes que seremos capaces de amarnos hasta en la eternidad…-
(…)
-Ven…tranquilo…mis padres están dormidos-Stan cerró la puerta de su casa con cautela, eran las una de la mañana y estos tenían jornada laboral-Sube las escaleras Kyle...vamos a mi cuarto-
Ah…-Dejó escapar el chico de cabellos de fuego, cuando Stan atrapó sus labios en un cándido y ardiente beso que competía con la reciente sangre que salio desde los labios de Kyle…haciendo que el beso supiera al típico sabor metálico de la sangre, y también a ardor de dos grandes amores que se correspondían por primera vez e una situación sumamente estresante.
Ya estaba hecho, ambos firmaron su acta de muerte, el camino a la verdadera libertad, un sacrificio de amor real.
Cortando el beso ansiado, Stan contempló a su amado y susurro-Amémonos…entreguémonos…si la muerte vendrá por ti y luego por mí, unamos nuestros cuerpos en el acto mas pasional que los humanos no podemos despreciar…
Stan comenzó a besar el cuello previamente descubierto por él mismo, ascendía y descendía por la delicada piel, que cada vez se hacía más pálida, tanto así que competía con la luz que en esos momentos la Luna entregaba a través de la ventana iluminando esplendorosamente el camino a ambos, Kyle recibía cada lamida, cada beso y mordida con leves gemidos de pasión, por ser su amado quién se los entregaba…y dolor por la segunda manifestación de la infección….los dolores musculares, secundarios al sangramiento inicial que afloraba en ciertos momentos inesperados…
Kyle se apartó bruscamente de los labios que aprisionaban su cuello, el otro joven lo miró con expresión desconcertada, y el chico pelirrojo comenzó a desabotonar su camisa, se la quitó y dejó al descubierto su suave y pálida piel, luego sacó el cinturón de su lugar, se desabrochó el botón del pantalón y lo tiró dejando a la gravedad hacer su trabajo, lo quitó conjunto sus zapatos y luego los calcetines, quedando solo en su diminuta ropa interior, con el corazón palpitándole a mil, y la lujuria apoderándose del reinado que antes poseía el miedo.
El chico pelinegro de ojos azules, lo miraba encantado, su ropa interior blanca, le daba un aspecto angelical, mas la mirada que le daba su amado en esos minutos era de contrariedad, un deseo total que encendían al pelinegro al punto de querer hacerlo explotar en ese mismo momento.
Una seguidilla de besos, caricias y sobre todo estas, si no fuera porque Kyle comenzó a sangrar de nuevo, esta vez por su nariz y por uno de sus oídos, Stan se acercó a mirar-Kyle...ven...sécate con esto, si quieres te puedes acostar-
-¡No Stan¡ ¿Qué no lo entiendes?...me queda poco tiempo ya…por favor quiero ser tuyo y tú sé mío…por favor…-Se secó la sangre molesta con el paño que Stan lo había facilitado…
-No sé Kyle…es que…
-¿Basta ya!-se acercó al pelinegro y comenzó a besarlo con pasión-¡Es ahora ya! De todos modos, no puedo esperar a tenerte como siempre soñé…Ahora tómame y cumple conmigo el deseo que en estos momentos veo en tus hermosos ojos, el mismo y ardiente deseo que sé…se reflejan en los míos ahora...
-Lo haré…-Kyle que en ese momento tembló por la mirada ardiente de Stan, serían unas últimas horas, pero las últimas horas quizás más felices de su existencia, se sentiría más vivo que nunca a pesar de su estado que decaía cada vez más con el desarrollo de los molestos síntomas de la enfermedad…
Este en un ¿Two shot? Creo que así se llaman…Muchas gracias si leíste esta primera parte.
ADVERTENCIA: El próximo capítulo y final es Lemmon declarado.
