Recuerdo con claridad el comienzo de la guerra. Ellos entraron por la fuerza al Palacio de Jade y comenzaron a atacarnos. Nosotros los derrotábamos pero, cada vez que lo hacíamos venía otro grupo más y teníamos que luchar otra vez. Luchábamos sin parar y cada vez nos cansábamos más. Cuando pensaba que ellos resultarían vencedores, desaparecieron misteriosamente.
El maestro Shifu nos ordeno seguirlos, pero, por precaución, el se quedaría por si había un ataque. Ninguno estuvo de acuerdo, mas, tuvimos que obedecer. Los empezamos a seguir y cuando estabamos a una distancia considerable de nuestro hogar, una explosión se escuchó.
La explosión provenía del Valle de La Paz, y solo tiempo después supe que fue obra de nuestros atacantes. En esa explosión perdí a mi padre y él al suyo. Ambos nos consolabamos mutuamente, pues, nadie más entendía nuestro dolor.
Nos volvieron atacar repetidas veces y así perdí a mis amigos uno a uno. Y con cada muerte la coraza que había creado para que nada me dañara, que era aparentemente indestructible, se fue quebrando. Empezo con una simple fisura, pero poco a poco las fisuras se volvieron huecos. Pense que podría reconstruirla, sin embargo, cuando él murió, se rompió completamente. Después solo quedó la tristeza que se oculto tras mi deseo de venganza.
Lo maté, maté al causante de todas mis penas. Traté de que sintiera todo el dolor que a mi me hizo sentir. Por todos los que murieron por su culpa. Porque él ya no estaba conmigo por su culpa. Sé que solo sintió una pisca de mi dolor, aunque quedé satisfecha. Y luego quedó un vacio que hizo que el dolor reapareciera.
Ese dolor que había quedado sepultado bajo la ira, logró salir, pues su opresor se había marchado. Y ahora que estaba libre, se dedicaba a atormentarme día y noche.
Me dirijo hacia mi muerte. Yo nunca habría hecho algo parecido si no me encontratara en esa situación. Tiempo atrás, habría dicho - si me lo hubieran preguntado - que si moría, lo haría por causas naturales o lo haría luchando. Ahora no moriré ni por la primera ni por la segunda. Morire por el dolor que siento. El que me consume poco a poco.
Ahora que mi ira fue descargada, ya no me queda nada. Sólo este inmenso suplicio que ya no puedo soportar. Ya no soy fuerte. Mi coraza me ha abandonado dejando a la pequeña tigresa que era objeto de burlas en el orfanato.
Cuando lo maté, la guerra acabó. Todas la personas que vivían con miedo me agradecían. Todos los que tenían a un familiar muerto por culpa de la guerra me saludaban con ovaciones. Y todo había comenzado por la predicción de una joven inexperta. Sin embargo, decidieron creerle y al hacerlo se volvió realidad. Y se cumplió, pero, el precio a pagar fue muy alto.
No tengo a nadie y es por eso que me dirijo a mi muerte. No tengo un propósito para vivir. Hay un vacío en mi corazón que ya nadie puede llenar.
Muchas personas ven su vida pasar por sus ojos antes de morir. En mi mente solo hay una imagen, y es la de él la última vez que lo ví. Estábasonriéndome y prometiéndome que iba a estar bien, promesa que no pudo cumplir. Veo la imagen de Po, antes que el se fuera y muriera... para protegerme.
Hola! Bueno, se que es muy corto. Pero simplemente fue una idea que se me ocurrió de la nada. Lo he colgado en este sitio porque no se que tan mala soy escribiendo (estoy iniciando) y averiguar que tengo que corregir.
