Hola de nuevo ^^
Como de seguro se enteraron, va a haber una semana Kataang. Pues yo quería participar pero a la hora en que quise inscribirme me di cuenta que ya estoy atrasada por como 5 días...
Así que haré mi propia semana Kataang empezando hoy, yay!
Sé que he dejado de escribir por bastante tiempo, así que tomaré todo eso que se ha fermentado en mi cabeza y haré una super lluvia ácida de ideas.
Al no haber escrito por un rato (y nunca antes haber participado en una semana kataang) me gusta ver ésto como un reto de escritura, así que espero que lo disfrutes ^^
PD: Debería estar estudiando física...
Avatar: El último maestro aire no me pertenece.
Clasificación: T
o-o-
Día 1: Sello.
Pudieron haber sido mucho más discretos en lo que concernía a un tema tan delicado para el joven guerrero de la Tribu Agua. Sokka incluso comenzaba a pensar que frecuentaban este tipo de cosas para echarle en cara lo desorientado que podía llegar a estar después de la noticia del compromiso entre su hermana menor y el Avatar.
Dejó salir un suspiro antes de comenzar a caminar en dirección al pequeño grupo de chicas sentadas sobre el césped, su misión: Tener una pequeña charla con su hermana.
Tanto Katara como las pocas acólitas que le acompañaban le miraron confundidas cuando le preguntó a la joven maestra-agua si podían hablar un momento. El fúnebre silencio que inundó al pequeño grupo segundos antes de que Sokka arribase le dejó una sospechosa idea hacia lo que sea que fuese lo que estaban hablando, mas le restó importancia una vez que se alejaron.
La joven de ahora diez y nueve años miró extrañada a su hermano luego de que le invitase a tomar asiento en una de las bancas del jardín, curiosamente, apartada lo suficiente para que la conversación no llegase a oídos de nadie mas.
-¿Sucede algo, Sokka? ¿Aang está bien?- Preguntó preocupada. Un fugaz brillo de anticipación en sus ojos.
-Sí, Aang está bien. Los curanderos dicen que solo necesita un par de días más de reposo, y saldrá como nuevo. -Comentó señalando con el pulgar la reducida construcción a sus espaldas, misma que servía de enfermería en el Palacio Real de la Nación del Fuego.
-¿Entonces qué pasa?- Cuestionó curiosa.
El joven guerrero tomó aire, preparándose para tomar una responsabilidad que debió pertenecer a su madre.
-Katara...-Exhaló poco antes de continuar.-...Lo siento, pero tenemos que hablar acerca de esa...esa...cosa, en tu cuello.
-Ugh, Sokka...- Reclamó cubriéndose el rostro con ambas manos.- No vas a empezar de nuevo con lo del collar, ¿o sí?
-No me refiero al collar, hermanita.- Agregó con una mueca.- Hablo de esa...marca.
Katara no captó el porqué su hermano mayor señalaba una zona expuesta de su cuello, justo por debajo de la clavícula. La morena le miró extrañada mientras imitaba el movimiento de Sokka y se acercaba una mano al lugar señalado. Un leve dolor propagándose, cosquilleándole el cuello.
Entonces lo recordó... ¿Cómo olvidarlo?
Ese había sido el punto exacto en donde Aang le había besado la noche anterior, durante aquella mágica e ilícita visita de media noche. Era como si todos en el palacio se hubiesen enterado que la joven maestra no llegó a su habitación después de visitar a su novio la noche anterior...
Todos excepto Sokka, por supuesto.
-o-o
Bien, ahí va la primera de la semana ^^
No sé de donde salió el que Aang estuviera en la enfermería, aunque me gusta pensar que resultó herido luego de alguna super batalla con rebeldes o algo así x3
Además que apostaría que, al menos una vez, Sokka llegó a notarle una de esas "marcas" a Katara xD
Gracias por leer.
