Haber…esta es mi nuevo proyecto con el que voy a iniciar, la verdad es que estoy muy nervioso pues hay tantos puntos en diferentes tiempos y la edad no es algo que yo pueda calcular en los personajes de Bleach, así que puede que me equivoque en algunas cosas, sin embargo confió en mi propia investigación y mi argumento para que no falle a la hora de narrar esta historia, por otra parte también, espero que les guste mi forma de escribir, tratare de actualizar seguido, pero depende de la aceptación que tenga este fic para poderlo continuar. Con esto muchas gracias por darle una oportunidad y disfruten el cap.

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¿Cómo llegue a estos extremos? Como…estoy vivo de nuevo…no lo entiendo, todo parecía más fácil cuando irónicamente…vivía estando muerto. ¿Qué significa lo que acabo de decir? ¿suena un poco difícil de entender no? Al principio también lo era para mí, pero con el tiempo esos pequeños detalles no importaban y solo vivías esta "vida después de la muerte" como muchos la llaman.

Todo comenzó cuando llegue a este…mundo de los muertos por primera vez, yo era un caso especial salido de los cuentos de niños, pues trágicamente, no recordaba mi vida en el mundo de los vivos, ningún recuerdo, nada, solamente vacío, por lo que, para mí mi segunda oportunidad era la primera. Llegue a lo más profundo del Rukongai, aun lo recuerdo como si fuera ayer, distrito 80 oeste, un lugar agradable y cálido…por lo menos si reinabas en ese lugar y eres despiadado con todo el mundo.

Recuerdo que los shinigamis tenemos como lema que el mundo después de la muerte era un paraíso para todo aquel que haya sufrido en el mundo de los vivos, esa fue…la más grande mentira que ha existido. Aún recuerdo a una mujer llorar por volver al mundo humano, porque el mundo de los vivos podía ser un terrible lugar, era el Rukongai era más a un infierno que el paraíso que le hicieron creer, se suicidó poco después de decir esas palabras…frente a mí.

Volviendo al tema, yo desperté y vi el mundo por primera vez cuando solo tenía 5 años...o tenía el cuerpo de un infante…lo que sea. Sin padres, sin hermanos, sin familia, lo único que tenía era a mí mismo y no era lo más agradable. Mi primer problema fue el hambre, luego fue un lugar agradable donde poder acobijarme, finalmente en saber dónde estaba, así comenzó mi "grandiosa" vida como muerto.

Mi suerte no podía ser peor, pues descubrí tarde que caí en el lugar más Anárquico y bestial de todos, un lugar donde la ley del más fuerte prevalece y donde tenías que matar para poder sobrevivir un día más. Me las arregle para ser silencioso, para vivir en las sombras, oculto de todo mundo, como un infante no podía darme el lujo de que alguien me descubriera robando comida, tenía que sobrevivir. Poco a poco a pesar de seguir siendo un niño, empezó incrementando mi velocidad para robar con más eficacia y perder a mis perseguidores en caso de ser descubiertos, me metía en peleas con otros niños que intentaban quitarme lo que había obtenido, incluso hombres mayores intentaban quitarme lo que era mío, aprendí a defenderme, aprendí que la vida era dura y que solo había una forma de seguir viviendo, siendo el más fuerte.

No sé exactamente cuánto estuve en el Rokunkai, pero debe de haber sido un buen tiempo, pues cuando finalmente, me decidi en dejar el distrito 80, Sali como un chico de 14 años. Empecé entonces, robando los distritos más cómodos, distritos en los que, si rondaban Shinigamis, por lo menos unos cuantos de ellos, pero era algo en comparación donde había salido. Los shinigamis era mi gran reto, si podía esconderme y escaparme de un shinigami, un guerrero entrenado, entonces podía huir de cualquiera.

Me probé a mí mismo escondiendo de esos shinigamis, así también, una vez me había asegurado ser mejor que estos, elevaba la apuesta bajando a otros distritos más cercanos al centro, para mí era un juego, para ver hasta donde alcanzaba mi habilidad, a su vez, fui considerado la peor molestia de los shinigamis que tenían que buscarme por los robos, era su peor pesadilla.

Entonces, cometí el error más grande de toda mi vida, un error que prometí nunca repetirlo otra vez y así fue hasta la actualidad, tuve un momento de arrogancia. Pensé que estaba listo para un nivel más elevado, pensaba que todos los shinigamis eran de esa forma y podía escaparme de ellos como lo hice con todos los otros que fallaren en mi búsqueda…así que decidí robar en el distrito 1.

No sabía…realmente no sabía que un capitán estaría en los alrededores, de hecho…no era cualquier capitán, era el capitán general Yamamoto Genryūsai. Este lo había atrapado con mucha facilidad, recuerdo que el estaba intrigado ante mi habilidad para poder esconder mi Reatsu a tal nivel, o mis habilidades de infiltración sin tener entrenamiento.

No recuerdo mucho que paso luego, pero por alguna razón que no logro entender, acabe en la academia shinigami. Pase por el protocolo, que es hacer el examen de ingreso, fue relativamente fácil, no había mucha competencia. Logre acceder a las mejores clases, con la máxima puntuación que se podía obtener. La idea de ser un shinigami nunca me agrado, las clases eran aburridas, los deberes eran muy aburridos y la idea de seguir ordenes era simplemente horrorosa, pero el comandante general siempre estaba detrás de mí, observando cada paso que daba, así que no podía siquiera retroceder sin que el temor de morir estuviera presente, por lo que estaba entre la espada y la pared…irónico.

Lo bueno de todo esto, es que ser shinigami satisfacía mi necesidad de obtener más poder. Tal vez me parecía muy aburrido los libros de historia y entre otras cosas que requieren memorizar, pero siempre entraba a la biblioteca a aprender más sobre las disciplinas shinigami. El primero que me llamo la atención fue el Hohō (agilidad), yo ya tenía una gran cantidad de energía espiritual y un fuerte Reatsu, mi cuerpo estaba siendo diariamente entrenado hasta alcanzar el límite que podía ejercer, así que lo único que tenía que tener era habilidad.

Demorando algo de aproximadamente un par de meses, logre ser capaz de hacer 200 Shunpo (Pasos Veloces) seguidos antes de llegar a mi limite. Mi velocidad sin usar Shunpo era muy increíble, así que usando el Shunpo, mi velocidad se volvía totalmente imparable. Hakuda fue otra disciplina que le dedique casi todo mi tiempo, pues en todo momento hacia usa de ella, incluso en mi infancia, era un totalmente maestro en esto.

Finalmente, otras dos disciplinas que le había prestado mayor prioridad, el Kido. Esta fue sin duda, su mayor reto en lo que estaba en la academia, se pasaba horas y horas leyendo sobre cada Hado, que era su mayor objetivo por ser ofensivo, además de aprenderse los Bakudos que más le llamaban la atención, claro que…también aprendió los que requería la academia, pero eran demasiado débiles para él.

Fue llamado un genio, un prodigio por avanzar solo en menos de dos años cosas tan avanzadas. Su insaciable sed de conocimiento y poder lo llevaron tal vez a límites que el mismo no conocía, pero todo tiene un declive y este sería el suyo. La mayoría de los profesores, esperaban mucho de él como shinigami y cuando le entregaron su Zanpaku-tō (asauchi).

La verdad…es que también me sentía muy emocionado, tan emocionado que…recordé quien era yo, no mi pasado, sino todo lo que he vivido hasta el momento, todo lo que había pasado como un muerto, que mi camino de poder me había conducido a ser algo que yo no quería…me odie a mí mismo por haber caído tan bajo, por eso es que, en ese mismo momento, me reúse a ser un shinigami, nunca iba a ser como ellos.

Recuerdo que, fue una totalmente decepción cuando se enteraron que había renunciado a mi Zanpaku-tō. Mi Zanjutsu era increíblemente bueno, podía ganar con una espada de madera a alguien que portaba un arma de verdad, realmente me había tomado enserio en no usar mi Zanpaku-tō y eso lo notaron todo el mundo.

Ese fue el momento en que regrese a mis propias raíces. Fui a visitar niños que terminaban en las mismas condiciones que yo en su momento, claro que ellos si recordaban su vida como humano. Les ayudaba a buscar a algún familiar, algunas veces lográbamos, a veces no. No podía quedarme con tantos niños, así que usando lo que ganaba en algunas cosas dentro de la institución, logre construir un orfanato para aquellos niños.

Yo no tenía ningún solo amigo en la academia, cada vez que miraba a alguno, solo veía esa arrogancia de pertenecer a un grupo que decía hacer el bien o simplemente venir de una clase noble, los nobles eran su peor enemigo. En conclusión, era un genio apartado por todos, no es que quisiera entablar conversación con alguno.

Logre proveer al orfanato de muchas cosas, lo necesario para que tengan una buena vida, como es comida todos los días, ropa nueva, etc. Pero cada vez los niños iban aumentando y su dinero dejo de ser suficiente. Su búsqueda del poder se detuvo, cambiando a una por sus propias necesidades. Empezó por haciendo trabajos caseros, ayudando a toda persona que necesitara de músculos o alguna que otra cosa, ganaba cierto dinero y aprobación de aquellas personas por sus buenas intenciones, pero lo que buscaba más que su respeto era el dinero.

Un día, una mujer me dijo que era guapo, muy pero muy guapo. Yo simplemente levante una ceja antes de agradecerle por el elogio. Su comentario me dio curiosidad. Ese mismo día me mire ante el espejo, algo que nunca realmente Asia para examinarme a mí mismo. Frente a mi vi a un adolecente rubio, de ojos celestes, delgado, pero no por ende marcado. Eso solo me llevo a una conclusión, el trabajo más antiguo que la misma sereitei.

Ganaba mucho dinero, una gran cantidad que fue lo suficiente como para que su pequeño orfanato creciera abruptamente logrando tener a más niños huérfanos, todo iba bien hasta que su tiempo de descanso termino, era hora de volver a la realidad.

Contra todo pronóstico, logre terminar la academia, incluso sin ser capaz de usar mi Zanpaku-tō. Al ser el alumno estrella, logre que todas las divisiones me eligieran para estar en su grupo. Para algunos, esto era el mayor privilegio entre todos, podía elegir entre cual estar, no había alguna duda de que era un caso muy único.

Pero a pesar de todo, yo estaba decidido, si estaba obligado a convertirme en shinigami, no sería parte del Gotei 13, recorrería mi propio camino. Estando en una rodilla, mire a el capitán General con toda la determinación que tenía.

"Quiero pertenecer a las Fuerzas Especiales (Onmitsukidō)"

Pude ver todas las expresiones de incredulidad de parte de los capitanes y tenientes, pero yo estaba centrada en solo una y era del capitán general. El viejo Yamamoto incluso había abierto sus ojos para mirarle directamente, reconocería esa mirada donde fuera, estaba enojado, me había revelado ante sus órdenes y por norma general, este no era un lugar donde tuviera poder, se encontraba atado de manos.

"Está seguro de esa decisión… ¿Uzumaki Naruto?"

Ese era mi nombre, el cual era la único que podía recordar de mí mismo, fue tal vez, el último vestigio y pista que tenía sobre mi pasado. Gire mis ojos ligeramente para ver la expresión de la capitana de la segunda división, Yoruichi Shihōin, una mujer algo morena de cabellos morados y ojos dorados. Ella tenía también, una ligera sorpresa ante mi elección, pues desde ahora, ella sería mi General supremo.

"Estoy seguro, Capitán General (sōtaichō)"

Eso fue todo, eso fue lo único que realmente merecía la pena recordar de aquel día. Por otra parte, me uní a las fuerzas especiales, un grupo selecto de ciertas personas que componen lo que sería la fuerza militar del Sereitei ¿Qué quiere decir esto? Que éramos los únicos que realmente tenían misiones de verdad comparándolos con los shinigamis. Los agentes de las fuerzas especiales eran simplemente soldados en las sombras, su muerte no sería recordada, eran armas del sereitei las cuales tenían la obligación de morir por él, pereciendo entre la oscuridad.

Nuestro deber era complemente secreto, nuestra vida personal fuera del trabajo en ningún momento podía entrometerse en nuestras misiones, para la sociedad, no existíamos. Cuando Salí de la academia, la gran mayoría de Rukonkai sino todo el mundo, pensó en que yo había renunciado a ser shinigami y había vuelto a vivir entre ellos, esto no fue totalmente errado, pues realmente fui a vivir en ese lugar.

Todo mi tiempo libre me la pasaba en el orfanato, que desde ese momento fue mi hogar, los niños eran tal vez, mi única razón por la cual seguía haciendo algo que no me gusta, por el bien de ellos yo tenía que matar y eso aligeraba mi carga. Verlos sonreir y ser felices, ignorando de todo lo que les rodea, era simplemente relajante esa inocencia que mostraban, dándole un brillo al final de todo el camino.

Las personas de Rukonkai que lo conocían o de los alrededores, también venían a visitarlo a darle comida o entre otras cosas, para todos, era un héroe y una gran persona, alguien que realmente se preocupaba por ellos, no como los shinigamis. Por las noches yo era un asesino, el mejor que pudo haber tenido el Sereitei y las fuerzas especiales.

Tal vez mi velocidad no era capaz de alcanzar a mi líder y capitana de la segunda división, pero mi fuerza bruta y resistencia era algo que me permitía ser capaz de seguirle el ritmo e igualarla algunas veces. Siempre perdía cuando hacía uso de algo que ella misma había creado, lo hacía llamar Shunko, algo que realmente me intereso en un principio, pero decidí dejarlo de lado, yo iba a encontrar mi propio camino, no podía caminar igual que ella lo hace, todos somos diferentes.

Me volví amigo de mi capitana, era realmente una persona muy energética y muy interesante, siempre compartíamos una o dos copas antes de ir al trabajo. Ella, sin embargo, por alguna extraña razón, no confiaba en mí. De hecho, una vez le pregunte de qué se trataba, su respuesta era mi falta de pena en asesinar, para mí era tan natural como reír, sin contemplaciones, sin siquiera pensar en las consecuencias, yo simplemente mataba a mi objetivo sin siquiera darle la oportunidad de defenderse.

Yo también estaba confundido, era realmente tan natural para él, esa fue su respuesta que cayó en oídos sordos. Eso nunca fue impedimento para pasarla bien con su capitana, era realmente muy divertido. Siempre hacia bromas de su uniforme ninja, como si le callera como anillo al dedo, el respondía con una carcajada, esa era su rutina.

Ser parte de las fuerzas especiales realmente no había sido tan malo, se empezaba a acostumbrar e incluso le empezaba a gustar. Pero todo que va por buen camino…se tiende a cambiar por un giro inesperado, eso fue lo que le paso a él en una noche. Aun lo recuerdo como si fuera ayer…

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"todos estamos reunidos" el se encontraba con su uniforme ninja de las fuerzas especiales, al igual que todo su escuadrón, los cuales asintieron a sus palabras "entonces, Dispersaos" dicho esto, todos en el grupo se dispersaron fuera del lugar y corrían entre las casas en una sola dirección. El tenía una misión, parece ser que había reportes de energía de shinigami junto a Hollow en un área específica del Rukonkai, se cree que han sido atacados por la desaparición repentina del Reatsu del shinigami. Por otro lado, también, se podía tratar de un acto de traición pues no solamente había uno, sino muchos varios y solo quedo una que hasta el momento prevalece en ese mismo lugar.

"Naruto-sama, encontré algo" escucho desde más arriba de su posición. Era una novata en las fuerzas especiales, se trataba de Soi Fong, perteneciente de la familia Feng, un clan noble que siempre ha servido al clan de su capitana. Ella es una chica muy linda y fácil de avergonzar, ella le admira por haber escuchado muchas de sus grandes logros en la academia, sobre todo el de graduarse en dos años y elegir las fuerzas especiales.

"bien hecho Soi-chan" con esto el apareció de repente a su lado para ver de qué se trataba. El abrió los ojos cuando vio que se trataba de una vestimenta shinigami "¿Qué significa esto?" pregunto a si mismo preocupado mientras veía esto. Por otro lado, Soi Fong y su escuadrón busco por todos los lugares tratando de encontrar más pistad.

Luego de un tiempo todos se presentaron ante el "no encontramos nada, no hay signos del Hollow ni tampoco del shinigami" dicho esto los soldados vieron lo que su líder tenía en sus manos.

"esto es solo uno, he encontrado los demás" con esto el arroja 5 uniformes "pero falta uno…" Con esto dejo las cosas en el aire mientras esperaba por una respuesta. No teniendo tiempo empezó dictando órdenes "bien, nos retiramos, encontramos pistas suficientes como para hacer una investigación, el hollow ha desaparecido y del shinigami no hay rastros.

De pronto la tela del espacio se rompió alrededor del escuadrón, sorprendiendo a todos ante algo tan inesperado. De aquellos salieron Gillian. Todos en el escuadrón estaban completamente asustados ante esto, no solo eran Hollows que no se suponía estar en este lugar, sino también que la imposibilidad de esto era simplemente demasiado.

Naruto reacciono rápidamente usando Kido " Sōkatsui (Lluvia de Fuego Azul)" grito el ataque sin siquiera nombrarlo, lanzando de su palma una bola compuesta de fuego azul que choco contra uno de los Gillian destruyendo toda su cabeza en una enorme explosión. Desde los desgarres, empezaron a salir más hollows pequeños haciendo gruñir al rubio " ¡rápido! ¡formación!" grito el rubio haciendo que todos asintieron y formaran un circulo alrededor.

Desapareciendo en un Shunpo, se encontraba cara a cara con un menos grande y con un puño directo, logro fracturar la máscara de este, usando un segundo logro perforarlo y destruirlo. Saltando antes que el menos desapareciera, cayó en picada con una patada, atravesando uno de los gillian justo por la máscara, acabando con él.

No se esperaba, sin embargo, que uno de ellos empezara a cargar un cero contra su escuadrón, que se defendía de hollows pequeños. Chorriento rápido hacia ellos, vio también que no solo uno de los gillian, sino otros 3 más apuntaban a su escuadrón de frente. Logro llegar mucho antes que estos dispararan.

"Bakudō No. 81: Dankū (División del Vacío)" con esto una enorme barrera se alzó frente a su escuadrón, logrando detener los tres ceros de aquellos menos grande. El grupo por otra parte veía asombrado el despliegue de habilidad de su líder. Esto les costó caro al no notar que habían mas Hollows a sus espaldas, reaccionando a su debido tiempo lograron defenderse del ataque sorpresa.

Naruto entonces noto como solo quedaban esos 3 menos grandes. Usando su ingenio uso la falta de equilibro de su enemigo "Bakudō No. 63: Sajō Sabaku( Cadena de Enrollamiento)" grito su encantamiento mientras 3 grandes cadenas doradas se dirigían con rapidez hacia las piernas del menos grande, quien al tratar de caminar no pudo superar las cadenas, terminando por caerse hacia adelante, justo frente a Naruto quien sonrió "Raikōhō (Cañón del Trueno Rugiente)" dijo chocando una esfera eléctrica al hollow destruyendo su cabeza y la mitad de su cuerpo en una enorme explosión eléctrica.

Al ver que tenía más enemigos a sus espaldas y aun le quedaban otros 2 más, decidió acabar con todo de un disparo antes que alguien de su escuadrón saliera herido "¡Todos! ¡huyan!" el grito hiso reaccionar a su equipo, haciendo que los varios agentes se dispersen en diferentes lados dejando el campo abierto para su líder, quien empezaba a juntar una gran cantidad de poder en sus manos " Hado No. 73.." susurro con los ojos cerrados antes de abrirlos con fuerza y disparar " ¡Sōren Sōkatsui (Loto Gemelo, Lluvia de Fuego Azul)!" Grito su ataque disparando un dual haz de fuego azul, con un poder tal devastador que elimino por completo a todos los hollows pequeños y la mitad inferior de los menos grandes.

"Naruto-sama lo logro" felicito Soi fong al ver que todos los enemigos habían sido derrotados, su escuadrón asintió a sus palabras haciendo sonreír ligeramente a su líder.

"si bien hemos vencido, tenemos que buscar alguna señal o indicio que nos pueda llevar a los responsables de la llegada Hollow" explico Naruto mientras los demás asentían "esto no ha sido para nada normal, un hollow puede pasar al Rukonkai, pero sucede rara vez, pero ¿muchos de estos y acompañados de Gillian? Esto no es para nada normal, debemos informar de esto antes que sea demasiado tar-"antes que cualquier pueda decir algo. Una enorme rasgadura se formó por debajo de ellos y junto a todos los residuos de los Hollows.

Todo el escuadrón estaba sorprendido y cayeron sin más por el vacío. Naruto vio cómo su escuadrón caía sin esfuerzo hacia Hueco mundo, podía salvar su vida ya que el había saltado antes de que se abriera la grieta, pero entonces vio a Soi fong quien era la única que no había desaparecido por completo. Sujetándola por sorpresa logra lanzarla fuera de el desgarro antes que este se sellarla cambiando de lugar, lo cual fue cuestión de segundos luego de que se abriera, gritándole sus últimas palabras.

" ¡soi-chan! ¡todo depende de ti!" fue lo último que escucho soi-fong luego de que la grieta se cerrada, dejándola en tierra, mirando casi sin vida como su grupo había desaparecido y su más cercano amigo, había sacrificado su vida para salvarla.

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¿Por qué sacrifico su vida por la de ella? No lo sabe, pero la gran mayoría de sus conocidos le llamaban héroe y si un héroe tenía la oportunidad de al menos salvar una vida, entonces había valido la pena.

Nunca se arrepintió de tomar esa decisión, para él esta había sido la mejor forma de morir, pero la vida le trae más sorpresas, sobre todo cuando de repente, acaba junto a su grupo en un lugar tan oscuro y sin cielo aparente, con enormes estructuras hechas de cuarzo, semejando a árboles, también conocido como Bosque Menos.

Bien, esta es la segunda parte del prólogo. Por otra parte, tengo solo una mísera y cuestionable duda. ¿Qué opinan de esto? ¿quieren que Naruto sea parte del gotei 13 o se vuelva humano? Estuve pensando esto y tengo…por así decirlo, dos ramas que podría hacer a partir de este momento, en el siguiente cap, escribiré como seria si se vuelve humano, en todo caso que no les guste, puedo cambiarlo a la segunda opción que tenía, que era volverlo parte de la división 4, para quienes no sepan es el escuadrón de apoyo médico ¿pienso cambiarlo de escuadrón? No, este quedara en este hasta que, de alguna forma, vea conveniente que deje de ser shinigami. De verdad ayudaría su opinión sobre esto y gracias por todo.