Definiciones del Corazón



Algo había salido mal sin lugar a dudas, aunque Tailmon todavía no podía explicarse qué...

Taichi y Sora también acababan de confesar sus sentimientos y ahora estaban juntos. Tailmon no podía evitar el dejar de envidiarlos... Ellos finalmente se amaban, pero había desaparecido frente a sus ojos, justo después de aquel primer beso... Mientras tanto en casa, Hikari descubre algo nuevo... ¿Qué será...?



Capítulo 4.- Un digihuevo...



Las cortinas se mecieron con el viento y agitaron el pelo de Hikari, una jovencita de ojos carmín grandes y curiosos... Se encontraba abrazando junto a su pecho una especie de pelotita que se movía en consecuencia a sus cuidados...

Era ovalada, ancha en la parte inferior y tenía dibujos de lunas crecientes azul real en las paredes de calcio negro. La joven Yagami sonrió un poco y levantó la mirada, acariciando una y otra vez al pequeño tesoro...

-Tailmon... ¿En donde estás...?-exclamó Piyomon, buscando a su amiga por todos lados. Un par de sollozos se escucharon en un rincón de aquella habitación... Se aproximó a pasos cortos y, cuando estuvo a una distancia considerable la vio...

-Tail... ¿Qué te pasa...?-murmuró, acercándose más a ella, quién se encontraba acurrucada en el rincón de un cuarto viejo repleto de cajas y muebles en malas condiciones.

-¿Por qué asumes que algo me pasa?-dijo ella, simplemente, a la vez que escondía la mirada.

-No vienes aquí a menos que estés triste...-dando un salto y arrodillándose frente a Tailmon.-Dime... ¿Ha sido algo con Hawkmon?

-...Aja...-responde Tail, levantando la mirada... Las mejillas sonrojadas y el pelo revuelto, cristalinas lágrimas bañando su rostro y una mirada adolorida que calaba hasta lo más profundo... Piyomon no pudo más que abrazarla, envolverla entre sus alas, cálidas... Ahora estaba mucho mejor, Tailmon se sentía segura... Y entonces recordó... Wizarmon a veces la abrazaba así... Y eran unos abrazos tan dulces... Tan tiernos... Tan... Tan... De pronto las lágrimas olvidadas por unos segundos volvieron a llenar sus ojos tan doloridamente como en un principio... O quizá aún peor...

-Tail...-murmura su amiga.-No te agobies... Yo se que estará bién... Hawkmon es un chico fuerte, y si es que de verdad te ama entenderá.. ¿O me equivoco? ¿Acaso fué él quien te agredió? Mira que si te hizo daño, yo soy capaz de...!!

-No...-interrumpió el gato.-He sido yo... Terminé con él... Terminé con él porque...!! Porque... Realmente no se por qué...-termina, agachando la cabeza.

-Si que lo sabes y deberías dejar de engañarte a ti misma... Si lo has admitido una vez, puedes volver a hacerlo!

-No lo sé...-murmura en voz baja-Tengo miedo...

-¿Miedo? ¿Y de qué?

-De no volver a verlo nunca más... Una vez lo dije, y él se fue... No se si para siempre, yo espero que no... Y por eso si lo repito una vez más, temo que se marche para no volver nunca más!!-las lágrimas que antes escurrieran por sus mejillas saltan de sus ojos, formando pequeñas y suaves esferitas que caen cálidamente sobre las plumas de su amiga. Está ahora demasiado sonrojada como para seguir hablando, así que se decide por llevar las palmas de sus manos a su rostro y cubrirlo para que Piyomon no pueda verla... El digimon del amor sonríe y le da un empujoncito suave al gato.

-No te preocupes por eso... Siempre que sigas enamorada de él, estará contigo... Nunca lo olvides...-luego se levanta, le da la espalda y sale del cuarto, dejando nuevamente sola a Gatomon.

Ésta finalmente deja de llorar y se aprieta el pecho con una de sus patas delanteras, como queriendo tocarlo...

-Me duele el corazón...-susurra.

-La mejor dosis de medicina para el dolor de corazones, es el amor... Dos cucharadas cada hora, acompañadas de un beso y un 'te quiero', verás como pronto desaparece la molestia y es reemplazada por felicidad...

Inmediatamente Tailmon abrió los ojos y se puso de pie, buscando por todos lados... Llevaba la esperanza en los ojos y la ilusión en la cara... ¿Era él? ¿Realmente era él? ¿Y en donde estaba? ¿Por qué se escondía de ella? ¿Por qué la había hecho sufrir? Su búsqueda no tuvo mucho éxito, o tal vez si, si pudiéramos llamarle éxito a el echo de encontrar un nido de ratón en la pared... Se fue de rodillas y espero por nada... Solamente suspiró una y otra vez, deseando volver a verlo...

-Ve a casa...-repitió aquella voz suave, en un murmullo...

-¿A casa...? ¿Y en donde es eso? Si tú no estás ahí no es mi casa...- reprocha ella.

-Ve a casa... Las cosas no siempre están tan mal como parecen... Quizás haya algo que te pueda hacer sonreír...

-¿Tú estás ahí? Muy bien...-se pone de pie.-Iré... Pero si no estás en ella, volveré aquí a matarte...

-¿Matarme? ¿Eso deseas?

-Sabes bien que no... Solo quiero que estés conmigo...

-No desesperes Teiru... Siempre hay un tiempo para todo, y el nuestro aún no ha llegado... Lo único que hace falta para ello es tu amor... Y se que hay mucho de eso dentro de tu pecho...

-Esperando por ti...-responde.-Si quieres tenerlo ven... Si quieres compartirlo acércate... Si me quieres regresa...

-...Hago todo lo que está en mis manos... Me parece que es justo que hagas lo mismo... Por ti... Por mi... Por ambos... Por nuestro amor...

-Amor... Amor es una palabra muy delicada que no puede ser utilizada si no va en serio...

-¿Y lo nuestro va en serio...?

-Por supuesto que si... Al menos por mi parte...

-Por la mía también!-se defiende.-Desde hace tanto... Desde siempre...

-Si... Eso fue lo que me dijiste...-respondió el gato, sonriendo alegremente.

-Me gusta verte sonreír...

-A mi me gusta más verte...

Ninguno dijo nada... El aire ventiló con violencia el interior de la habitación, golpeando las ventanas fuertemente.

-Tengo que irme...-repuso Tailmon, levantándose.

-Esperaré por ti...

-Yo también... Te amo...

-Gracias... Recordaré eso... Recuerda tú que también te amo...

-Lo haré, no te preocupes...

Las calles de Tokio acababan de cubrirse de pequeños trozos de nieve... Una nevada en Odaiba... Podía ser... El digimon de la luz caminaba a pasos cortos por las avenidas, sobre las banquetas, dejando marcadas sus pequeñas huellas en la blancura de la nieve... Llevaba las orejas gachas y la cola arrastrando junto a su sombra... Nadie la notó gracias a que su color lograba hacer que se confundiera con el ambiente... A veces aquello era conveniente, otras no tanto...

Un grupo de niños de primaria y sus digimon jugaban guerras en un parque cercano. Tailmon se detuvo frente a ellos y los observó un momento... Se sonrió especialmente al ver a un joven Zetmon compartir un minuto a solas con una pequeña Nyarimon, y parecían disfrutar tanto de la compañía mutua que Tail se vio a si misma y a su amado en aquellos niños... Los hechiceros siempre son tan inocentes y tiernos que no es difícil que alguien se enamore de ellos... Dio un largo suspiro hasta que volvió la vista al frente y lo vio... Hawkmon estaba parado a un metro frente a ella... Empujó un poco la banda de su frente y la miró... Se acercó a pasos cortos a la gata y entonces tomó las patas delanteras de la chica entre sus alas...

-Perdóname...-murmuró.

-¿Cómo...?-Gatomon abrió los ojos y se sonrojó.

-Perdóname... Yo... Lo siento mucho... Nunca debí hacer eso... Me porté muy mal, lo admito... Pero...-se ruboriza.-Pero te amo, y me dolió tanto escuchar que aún no puedes olvidarlo... No después de todo lo que hice...

-¿Aún...?-cuestionó el gato, abriendo todavía más los ojos.

-Si... Yo ya lo sabía... Lo supe siempre... Estabas enamorada de él... El mejor digimon de todos... El digimon que te había salvado la vida... El digimon que había muerto en el mundo real y no había logrado renacer... Tu mejor amigo... El de los ojos bonitos...

-...Yo dije todo eso...?

-Si... Nunca te cansas de hablar de él... No me digas que no lo habías notado...

-Sinceramente no...-respondió ella, agachando las orejas.

-Pero... Las lágrimas que vertiste ese día... Aquella vez que lo conocí... Esa vez que lo supe... Al momento que me enteré que estaba enamorado de ti y que lo odiaba... Que estaba celoso de que fuera él quien tuviera tu corazón... Esas lágrimas me lo dijeron todo... Lo amabas con toda el alma... Las rosas rojas que llevabas hasta la torre de comunicaciones cada año, en la misma fecha y a la misma hora... Siempre llorabas en silencio... Nadie lo notó excepto yo... Sabía que sufrías y deseaba abrazarte... Quería que lo supieses... Que te enteraras que yo también te amaba y que no me gustaba verte sufrir... Y entonces... Aquella tarde...

-Me lo confesaste...-interrumpió Tailmon, mirándolo a los ojos.

-Si... Y fui el digimon más feliz del mundo cuando me dijiste que yo también te gustaba, y nos besamos... Me consagré a ti con el corazón... Esperaba sacártelo pronto de adentro, que te olvidaras de todo lo que él te provocaba y te enfocaras en mi amor... Pero nunca lo hiciste... Y aunque yo ya lo sabía, me negaba a aceptarlo... Pensaba que quizá con un tiempo más todo cambiara... Sin embargo no fue así...-la mira.- Pero... Él aún sigue muerto... ¿No crees que tal vez yo... pudiera tener alguna oportunidad todavía...?

-...Hawk, yo... Hay algo que todavía no te he dicho...

-¿Eh?-el águila abrió enormemente los ojos y sus pupilas temblaron...

-Volvió...-agregó.-Volvió hace poco y yo le declaré mi amor... Le dije todo lo que lo quería y me dijo que me correspondía...

-...

-Pero... Esa fue la última vez que lo vi... Nos besamos y desapareció justo frente a mis ojos... Se escapó de mis brazos... Nuevamente...- bajando la mirada y dibujando una expresión de dolor en el rostro.-Una vez más...

Hawkmon soltó sus manos y la observó... Los ojos cristalinos reflejaban aquel corazón roto... Aquel par de corazones rotos... Y la abrazó... Al no saber que más hacer la abrazó... Tailmon devolvió el abrazo y así se quedaron por mucho tiempo, bajo la nevada... Cuando Hawk quiso alejarse, ella se lo impidió...

-No te vallas...-sollozó.-Quédate un rato más conmigo... Ya se que lo que yo puedo ofrecerte ahora no es lo que realmente deseas, pero es lo único que puedo hacer... Mi corazón pertenece a alguien más... Alguien que nunca estará conmigo y no puedo evitarlo... Pero... Que más da... Me gustaría conceder al menos por unas horas más tu sueño...

-...-el águila se ruborizó bastante.- ¿Mi sueño...? ¿Acaso tú conoces mi sueño...?

-No... Pero... Quiero cumplirlo....-sonríe ella.-Y estoy dispuesta a todo... Solo por hoy...

-Gracias...-la cabeza gacha y las mejillas rojas, Hawkmon se veía muy lindo... Siempre lo fue, pero aquello lo hacía parecer tan tierno... Tan inocente...

Ella se inclinó lo suficiente para tocar su alma... Y se besaron... Una vez más...

Hawkmon la cubrió entre sus alas y la protegió de la nieve... Luego se desplomaron sobre el suelo, entre el polvo blanco y frío, y el beso continuó...

Hikari se puso de pie y envolvió su pelotita oscura con un gorrito de orejas de conejo color blanco, se acercó a la ventana y con su nuevo juguete entre los brazos, moviéndose cada vez más y más, contempló la nieve, extrañada...

-Por lo general no nieva en agosto... Quién sabe... Me pregunto en donde está Tailmon...-el bulto saltó una vez al momento de que la chica mencionó aquel nombre...-Cálmate...-dijo Kari, en respuesta, no pudiendo contener la risa.-Ella volverá pronto y te dará su amor... Todo el que necesitas... Y pronto, muy pronto volverán a estar juntos...

La puerta se abrió a espalda de la jovencita y su hermano mayor entró, clavando la mirada en ella inmediatamente... Se veía un poco avergonzado, había rubor en sus mejillas y su mirada no era la misma de siempre...

-Hikari...-murmuró, tratando de que no lo escuchara nadie más que él mismo.

-¿Qué sucede hermano?

-Hay algo... Que tengo que consultarte...

-Dime...-la chica lo miró.-¿De qué se trata?

El jovencito se ruborizó más todavía... Entonces notó la mota entre los brazos de su hermana y desvió la conversación.-¿Qué tienes ahí?-dijo.

-¿Eh? ¿Esto? Es para Tailmon! ^^ Llegó esta mañana por paquetería aérea...-respondió, enigmática.

-...¿Acaso se trata de...?

-Totalmente...

-Vaya... Me alegro mucho por ella... Será mejor que valla a buscarla!- argumentó, tratando de salir de la habitación.

-Pero Taichi!! Ibas a preguntarme algo...

El elegido del valor se quedó petrificado... Si, quería decirle algo, pero la verdad se moría de vergüenza de tener que consultarlo con su hermana...

-Es... Sora....-admitió por fin.

Hikari se sonrió, complacida. Ya lo sabía...-¿Qué pasa con ella?

-No se... No se si...

-Si realmente la amas, sabrás que hacer en el momento indicado...-se adelantó a decir la luz.

-Ah...-Yagami no tuvo que decir nada más... Sabía que su hermana era muy inteligente y podía intuir hasta los asuntos más delicados y complicados que nadie quisiera contarle... Entonces lo sabía... Sonrió e hizo una reverencia japonesa.-Gracias...-repuso.-Siempre tienes los mejores consejos... Que vergüenza... Yo que soy el mayor...

Hikari no pudo contenerse y soltó una divertida carcajada.-No siempre va por edades!-reprimió, arrojándole un cojín que Taichi evitó hábilmente.

-Iré a verla! Nos vemos esta noche! Y dale mis congratulaciones a los dos de mi parte!

-Por supuesto! ^^

La puerta se cerró detrás de Taichi y la habitación volvió a quedar en silencio.

¿A los dos...?

Tailmon levantó las orejas y se movió ágilmente... Hawkmon pesaba bastante a pesar de ser pequeño, o al menos para ella estaba pesado... Entonces cerró los ojos y pensó... Si así había sido con Hawk, ¿cómo sería con Wizz? Y es que iba a ser... Ellos se amaban, así que era tan natural... Pero su joven brujo estaba demasiado grande para ella... Por un momento la escena se formó en su cabeza y se sonrojó bastante como para permitir que alguien la viera, así que escondió el rostro entre las plumas de Hawk, quien seguía dormido. Se miró las patas sin guantes y notó aquella cicatriz... Esa cicatriz que le recordaba tanto a Vandemon... El maldito desgraciado que le había valido la muerte de su más grande amor... Apretó los párpados y contuvo las lágrimas una vez más... Salió a pasos cortos del agujero en el árbol relleno de hojas secas en el que estaba en compañía de su x-novio y suspiró. No se arrepentía por lo que acababa de hacer, pero pensó que lo mejor para ambos sería no recordar la nueva experiencia... Entonces se sentó y esperó... A la media hora su amante despertó y salió en su busca... La descubrió sentada en el tronco de un árbol, contemplando la nieve blanca brillando bajo el sol... Era tan hermoso... Y aún más hermoso porque ella estaba ahí... Se acercó a pasos cortos al gato y la abrazó... Besó su cuello y ella no dijo nada, solo se sonrojó.

-Ha sido maravilloso...-murmuró él, con una dulce sonrisa en el pico.

-Eso es...-respondió ella.-Si... Me ha gustado mucho...

-¿La primera para ti?

-Aja...

-La mía también...

-¿En serio?

-Si... Estaba esperando por esto... Por ti... Dime que volverás a mi lado... Dímelo!

-Hawk... Antes de comenzar con todo esto acordamos que solo sería por hoy... Así que para mañana todo hará terminado... Seguiré esperándolo... Hasta que él regrese, y entonces... Entonces...

Hawkmon se molestó un poco...-¿Cómo sabes que volverá?-se quejó.-Tal vez nunca lo haga! Tal vez... Tal vez solo...!

-Yo se que lo hará...-le interrumpió.-Porque me ama tanto como yo le amo a él... Y nunca más volveremos a separarnos...

-Tail... Eres muy ingenua...-se sienta a su lado y besa tiernamente su frente. Quiso besarla una vez más en los labios, pero el digimon de la luz se lo evitó...

Las escenas antes pasadas llenaban su cabeza y se arrepentía por fin... Se arrepentía de haberlo hecho... Se arrepentía de haber traicionado la confianza de Wizarmon y la propia... Entonces cerró los ojos y cayó pesadamente sobre la nieve, de rodillas... Hawkmon se sonrojó bastante y agachó la cabeza...-Como sea te amo...-repuso. Nunca se enteraron de que alguien más los observaba... Que alguien más llevaba el tiempo mirándolos, sufriendo en silencio con el corazón en un hilo...

Palmon se secó las lágrimas y salió huyendo de aquel lugar, sin rumbo fijo...

Cerca de las 6 de la tarde, una molesta e irritada Gatomon subía las escaleras de su edificio hasta la entrada de su departamento; empujó la puerta de madera y entró sigilosamente al interior... Se fue de rodillas y se sacó el amuleto de la cola...

-Lo mejor para nosotros será no recordarlo...-y sacudió el amuleto... Los recuerdos espantosos se borraron inmediatamente de su cabeza, quedando hasta su encuentro con un antiguo novio que le pedía perdón y con el que acababa de entenderse muy bien...

-Tailmon!!-gritó su socio, saliendo apresuradamente de su habitación.

-Kari...-exclamó ella, con la voz calmada y el tono que la caracterizaban...

-Que bueno que llegas! ^^ Tengo algo para ti!!

-¿Qué es?

-Mejor acompáñame a ver!! :)

Tail no pudo hacer nada antes de que la chica la tomara de una mano y la llevara casi a rastras hasta el interior de la habitación de la Yagami. El gato abrió los ojos enormemente y entonces se sonrojó... Un par de lágrimas recorrieron sus mejillas y miró a su compañera...-Es... Es...-balbuceó.-¡¿Acaso es...?!

En respuesta Kari asintió y sonrió ampliamente... Tailmon se abrazó con amor de aquel huevo... Estaba feliz... Dibujó una sonrisa en sus labios y besó una y otra vez a la pelotita...-Wizarmon!! Wizarmon!! Eres tú!! Por eso desapareciste!! Renacerás!!

El huevo saltó una vez más... Una lágrima cayó sobre una de las lunitas y de pronto una incandescente luz blanca lo envolvió... Con un ligero estallido un digimon apareció del interior del huevo, y abrió los ojos... Aún eran en un verde agua... Llevaba una especie de chupón en la boca (normal) y era del tamaño de un bollo... La gata lo miró con asombro e ilusión en los ojos... Entonces lo abrazó como nunca había abrazado a alguien antes y el pequeño se sonrojó...

Era tres de agosto y él acababa de regresar... Estaba ahí, nuevamente a su lado... Había cumplido su promesa y tan solo necesitó de un poquito del amor de Tail.. Si lo hubiese sabido antes, todo hubiera sido tan diferente... Tendrían tanto tiempo juntos... Pero no pensaba lamentarse ahora... Él estaba ahí, con ella y eso era lo único que realmente importaba... Dio un par de tumbos de felicidad y lo besó en la frente... El digimon pasó de su etapa micro a su etapa bebé con solo un beso... Las chicas no lo podían creer... Ella lo abrazó más fuertemente mientras que él se sonrojaba y sonreía apenado...

-Tail...-murmuró.-Gracias por todo...-y pasó a novato... Tailmon sabía que podía lograrlo... Sabía que no iba a quedarse en aquella etapa por mucho tiempo, así que como pudo se acercó a él y le besó los labios... Wizarmon apareció entonces... Los ojos cerrados, sintiéndola suya... Y se dieron cuenta de que no podían seguirse besando... Tailmon se sonrojó y sonrió un poquito avergonzada a la vez que él se incorporaba y parpadeaba un par de veces más...

-Creo que lo mejor será que los deje solos...-alegó Hikari, dando la media vuelta.

-Hikari!-arremetió el brujo.-Quiero darte las gracias...

-¿A mi...? ¿Y eso por qué...?

-Por haberme ayudado a renacer con tu luz...

-¿? Pensé que había sido Tailmon la que...

-Fue tu emblema, mezclado con su amor...-interrumpe.-La luz rosada que me inundó fue la que me permitió volver al mundo material... Y esa luz fue tuya... El amor de Tailmon fue lo que me ayudó a nacer...-la mira con una sonrisa y la descubre sonrojada, observándolo con ternura y le devuelve la mirada...

Hay silencio por un segundo hasta que Hikari rompe una vez más el ambiente.

-Entonces no hay problema! ^^ Que bueno que regresaste... Espero que ahora ambos sean muy felices...

-Yo también...-responde él.

Cuando la niña sale por fin de la habitación ninguno dice nada... No sabían que decir realmente... Se tenían ahí el uno para el otro y era lo que de verdad les importaba ahora... Y aunque hubiese reinado la calma, el silencio seguía siendo cortado violentamente por el latido acelerado de sus corazones... Tail se puso de pie y se acercó a él... Lo abrazó de repente por la espalda y él no dijo nada, solo abrió los ojos y se sofocó...

Ahora sabía cuanto lo amaba y eso la verdad le causaba un poquito de incomodidad... Antes estuvieron juntos el uno al otro muchas veces, abrazados e incluso compartían cama, pero como ninguno de los dos había dado el primer paso, no se preocupaban... Nadie haría algo impropio, total solo eran amigos y nada más... Pero ahora... Ahora las cosas eran completamente diferentes, y aunque el hechicero era la mar de inocencia, sabía cuando las cosas comenzaban a ponerse calientes... Estaban actuando con timidez... Si bien la primera fue ella, él no se iba a permitir quedarse atrás, suspiró y la miró... Ella aún lo abrazaba, con los brazos al rededor de su cintura, que era la parte a la que le llegaba... Tailmon bien no era alta, pero era preciosa... Aquellos bigotitos respingados que se erizaban cuando llovía o cuando estaba nerviosa... Esos enormes y penetrantes ojos azules de pupila negra... La piel salpicada de suave pelo blanco por todas partes... Cola larga y delgada con tonos morados... Y las orejas... Todo en ella era simplemente perfecto...

Ella pensaba exactamente lo mismo de él.. Los ojos verdes y la mirada seductora que tanto le gustaba... El tamaño no importaba, era un digimon con forma humana, pero eso no tenía la más mínima importancia... Las orejas de elfo, alargadas y respingadas en la punta... El pelo lacio, café claro, tirando a rubio... La piel suave y en tono azulado... La vestimenta, los poderes, sus habilidades... Y por si fuera poco aquella hermosa voz que fue la que la enamoró... Esa voz que favorecía tanto en los momentos en los que él le hablaba... Cuando le dirigía la palabra la hacía ponerse serena, sentirse protegida, segura... Muchas veces la arrulló con alguna melodía que le salían bastante bien, o alguna anécdota con las que contaba por montones. Sin lugar a dudas, ambos sentían mutuamente que tenían a la criatura más perfecta a su lado... Cuando Wizarmon suspiró ella se sonrojó... Wizarmon era una persona demasiado suspirosa, pero ahora no parecía tanto...-Tailmon...-murmuró el brujo, con la cabeza gacha.

-¿S...si...?

-Te amo...

-Yo también te amo...

-Gracias de nuevo... Te debo mi segunda oportunidad...

-Yo te debo la vida...-repone ella.

-Eso está olvidado, Tail... No importa, puedes olvidar esa deuda... Lo hice con mucho gusto... De verdad...

-No puedo hacerlo...-replica.-Nunca lo haré... ¿O tú lo olvidarás?

-...No...

-Entonces lo tenemos en mente...

-Eso parece ser...

-Wizarmon...-luego lo soltó y se fue frente a él, envolviéndolo nuevamente en un abrazo... Tenía la cabeza hundida entre las ropas del mago y lo abrazaba con fuerza... Wizarmon no sabía que hacer... Nunca había estado con una chica... Bueno... Con ella si... Pero no en su actual situación... Recordó como Angemon lo hacía... Las abrazaba y les besaba el cuello... Pero no él... Realmente aquello le parecía un poquito más comprometedor, y ante todo Wizz era un caballero... La cubrió con sus brazos y al mismo tiempo con su capa y así se quedaron... Él se fue de rodillas sobre el piso y ella aún de pie, abrazándolo, envuelta en la calidez de su amor, las mejillas sonrojadas y el corazón acelerado... Una escena demasiado conmovedora para gusto propio... Finalmente Tailmon se decidió... Dio un profundo y hondo suspiro y abrió los ojos para clavar la mirada en las penetrantes pupilas verde esmeralda del hechicero... Sin decir nada más, descubrió su rostro y tras cortar los ásperos y gruesos hilos que apretaran sus labios, lo besó... Wizarmon abrió los ojos y se sonrojó aún más... Era una sensación tan placentera... Nunca había sentido nada así... Nada igual... Los labios de Tailmon eran suaves y cálidos, y los bigotes crespos hacían cosquillas en el rostro... Cerró los ojos y se dejó besar... Y aún más tarde la besó también... Si bien la nariz del brujo no molestaba, debido a que nunca existió, aquel detalle era adorable... Su perfil lucía aún más tierno cuando se le miraba sin la capa encima... Ella se sentía tan afortunada de tenerlo ahí, solamente para ella... Sin nadie que los molestase, nadie que se lo impidiera, nadie que tratara de separarlos... Eso si, nunca volverían a apartarse uno del otro... Estaban juntos y planeaban seguir así por mucho tiempo más... Era su mayor deseo... Vivir la vida juntos... Estar así siempre, abrazados, sintiendo el calor y el cariño del otro... Era maravilloso... Y aunque para Tailmon el besar a alguien no fuese experiencia nueva, para él si lo era... Era un primer beso... Un primer beso material... Un beso que pudo sentir realmente, que disfrutó desde que comenzó hasta que terminó... Ella sabía hacerlo muy bien, de vez en vez daba mordiditas suaves en los labios del brujo y él lo disfrutaba... Ella también.. No se lo dijo, pero era la primera vez que besaba a alguien así... Alguien a quien realmente amaba... También sabían que no deseaban soltarse, no querían alejarse ni un poco uno del otro, ni siquiera por un segundo... Pero todo lo que empieza tiene que terminar, incluso la vida misma... Él se apartó un poquito de sus labios y la observó... La oscuridad de su capa la hacía verse aún más hermosa... Y era suya... Realmente suya... Estaba ahí, de verdad, no era simplemente uno de tantos sueños... No un sueño más, o tal vez si, un sueño vuelto realidad...

La noche cayó muy pronto y su amor llegó a lo más profundo con la oscuridad... Hikari votó por quedarse a dormir esa noche con su hermano, porque según lo explicó:

-Alguien necesita la habitación esta noche...



Continuará...



Dudas? Comentarios? Deseas cebolla o bufonadas? No dejes de escribirme!

wizzie_chan@hotmail.com

Tailmon W.



*Para mi querido Vivi-Koishii... ¿Sabes que todo esto me inspiras? Master Vivi, te amo... De verdad te amo... Gracias por la oportunidad, prometo esforzarme mucho para hacerte feliz, tanto como me haces tú a mi con tu existencia...



Lunes, 25 de Marzo de 2002

02:03:36 p.m.