Notas:

Gracias por haber elegido una historia de mi creacion.

No se si fue solo el caso mio, pero al ver ese asunto de los tecnicos y las armas en Soul Eater, me hizo ver la relacion obligatoria que debe haber entre ambos. Es como una relacion en la que, al final del dia, solo se tienen el uno al otro. En base a esto, este fic.

No me gusta hablar sin fundamento, pero creo que continuare este fic con Soul y Maka y Kid y las hermanas Thompson. Aun espero mas desarrollo por algun motivo. Este (y quizas los proximos por venir) son un poco mas cortos que los demas, pero es porque solo me preocupa, y espero solo centrarme en eso, en la relacion arma/tecnico.

Tambien estoy conciente de que, gracias a los ultimos capitulos, la separacion de Black Star con Shibusen no es del todo similar con lo contado aqui. No me gusta tratar fuera del ambito de realidad de una serie, pero cuando pense en esto aun no se habia desenlasado. Espero que eso no sea un problema. Ademas, intente aprobechar la naturaleza ecchi que tiene SE, por eso este escenario.

Como ya he tenido problemas antes, debo decir que este fic tiene spoilers.

Sin mas, les dejo la historia. Gracias y que la disfruten.

Dependencia

El recorrido había durado todo el día. Desde que habían salido de Shibusen hasta entrada la noche, la metodología fue exactamente la misma todo el tiempo: Caminar en silencio sin hacer preguntas ni mirar atrás. No se hacían presión el uno al otro por mantener un paso, o impedían que el otro descansase, simplemente caminaron hasta donde les alcanzo el día, técnico seguido del arma.

En más de una ocasión se había prestado a cargarla, pero en cada oferta lo rechazo discreta y amablemente. Por supuesto, su estilo de cortesía no era el de ofrecerse directamente, pero cada cierto tiempo le preguntaba si no prefería estar convertida en un arma, por si la situación lo ameritaba. No sabia si hacia obvia su mentira a propósito o no se percataba, pero de cualquier forma por dentro le agradecía el gesto.

Al momento de haber abandonado la institución, con cada paso que se alejaban fue creciendo un deseo de hablar al respecto. La decisión ya había sido tomada, era algo que ambos tenían por sentado, pero alguna palabra, algún comentario vano, algún recuerdo… Aquella huida repentina se marco inmediatamente en ambos, sintiendo un vacío por dentro, el cual pedía constantemente ser llenado, aunque sea por un recuerdo que lo aplacara.

Pero no había tal cosa. Aun cuando caminaba delante de ella, con un aspecto firme y definitivo, Black Star mantenía para si los mismos impulsos y deseos de expresarse que ella. Lo conocía lo suficiente para no tener que preguntarle o siquiera mirarle al rostro. Los eventos y situaciones que los habían llevado hasta ahí eran mas que suficientes para intranquilizarlo por dentro, ella lo sabia.

Tsubaki suspiro silenciosamente mientras recordaba las horas pasadas. Habían llegado a una zona despejada, con una zona libre de árboles y obstáculos, y unas aguas termales. No será la única zona con aguas termales que encontraran hasta llegar a la casa de sus padres, pero si por ese día. Habían decidido detenerse en aquel lugar hasta que pasara la noche y continuar a primera hora de la mañana.

Sentada al borde del estanque, recordaba las veces que había estado en este escenario, y percibió una sensación de melancolía cuando su mente hizo la comparación. Esta vez no se encontraban buscando almas, y sin embargo volvía a encontrarse en una de esas noches al aire libre, pensando profundamente mientras observaba a Black Star.

Con la misma intensidad que todas las veces anteriores, observaba el ímpetu con el que Black Star practicaba sus técnicas y movimientos como si estuviese ofreciéndole el mejor combate a un adversario imaginario. Un día de caminata no lo cansaría, pero aun si hubiese combatido una semana entera sin descanso, aun encontraría energías para entrenar, para ser mejor que antes.

Aunque había algo diferente en este entrenamiento. Había una sensación de fricción, de obligación en su técnica. Su rostro parecía dibujar una emoción nefasta, como si una frustración le impidiera practicar libremente. Sudaba con intensidad por la frente, y su respiración acelerada y entrecortada empezaba a limitarle considerablemente. Por más que se empeñaba en esforzarse, su entrenamiento no lo estaba ayudando a mejorar, sino que lo suprimía y parecía empeorar la situación.

La preocupación de Tsubaki empezaba a ser notable. En su pelea con Kid, Black Star ya había sido informado de la degradación de su fuerza. Este reconocimiento parecía incrementar esta situación, y empezaba a bloquearle la confianza que tenia sobre si mismo. Además, a diferencia de las muchas veces que se habían encontrado en un lugar como este, Black Star parecía ignorar la presencia de Tsubaki. Cierta fase de su entrenamiento siempre contaba con la presencia de Tsubaki para complementar sus habilidades, pero el tiempo pasaba y continuaba por su propia cuenta, en una lucha personal consigo mismo.

-¿Black Star?

La voz tímida y suave de Tsubaki no era suficiente para sacar de concentración a Black Star. Aunque era seguro que lo había escuchado, su rostro y su actitud se mantuvieron inmutados, como si en esos momentos su preocupación no importaba en lo más mínimo.

-¿Black Star? –Insistió con un poco mas de fuerza, forzando una sonrisa.

-¿Qué quieres? –Respondió Black Star casi de inmediato, sin siquiera mirarla. Su ceño se frunció con más intensidad, como si la interrupción le incomodara sobremanera.

-¿No crees que es suficiente? –Se defendió amablemente, sin importarle la forma en la que le había respondido o el hecho de que parecía no querer saber de ella en lo más mínimo –Mañana debemos empezar temprano. Fue tu idea.

Apoyando sus manos en las rodillas, Black Star jadeaba forzosamente recuperando el aliento. Le dirigió una mirada a Tsubaki y se enderezo, dándole la espalda.

-Levántame si te despiertas primero –Exigió sin voltearse, mientras caminaba sin ninguna dirección hacia el bosque, quizás a retomar su entrenamiento sin ser molestamente interrumpido, como pensaba Tsubaki. La había dejado sola, aunque esto no la había sorprendido.

La noche había entrado de lleno, y la luna, con sus esputos carmesí, iluminaba todo por debajo de ella. Las aguas termales reflejaban parte de esa luz, creando un destello sobre toda la superficie. El vapor que manaba se mezclaba la tenue luz, y daba la ilusión efímera de que uno estaba en cualquier lugar menos en medio de la nada.

Tsubaki sonreía placida ante la escena, con el cuerpo sumergido en el agua. Solo había estado en el agua por unos minutos, pero por la relajación sentía como si habían pasado horas. Recitaba muy para sus adentros una improvisada melodía mientras miraba hacia la luna, difusa por el vapor. Por simple casualidad, se pregunto a si misma si Black Star estaría observando la misma vista.

Desde hacia varias horas, cuando había decidido irse, Black Star aun no había aparecido. Tsubaki se había resignado a esperarlo, pero no podía sacar de su mente el hecho de que estaba allá afuera en algún lugar. Sabia cuidarse solo, pero el sentimiento de preocupación hacia alguien mas era involuntario, especialmente entre compañeros. Cuanto menos apaciguaba su mente deseando que estuviese a gusto si estuviese entrenando, caminando, o disfrutando la soledad. Ahora mismo solo podía desearle felicidad.

En ese momento, una distorsión en el agua llamo su atención. Relacionando el repentino cambio del lugar con la entrada de un cuerpo del estanque, Tsubaki tomo un shuriken, y con solo una mirada hacia la difusa niebla, lo arrojo con fuerza y precisión. El shuriken zumbo a través del vapor y devolvió un golpe seco al instante.

A través del camino dejado por el paso del Shuriken, la figura de Black Star se hizo visible, de espaldas a Tsubaki. Al igual que ella se encontraba en el agua, con el Shuriken aprisionado entre los dedos índice y mayor. Lo arrojo hacia atrás, hundiéndose al instante.

-¡Black Star! –Exclamo Tsubaki sorprendida ante su presencia, al instante cambiando su actitud hacia una de desconfianza, recordando donde estaban -¿Qué haces aquí?

Pero Black Star no respondió. Se limitaba a darle la espalda, sentado en el estanque. La tensión en su espalda reflejaba que el agua caliente parecía no relajarlo. De hecho parece que esa no era su intención, solo quería estar ahí, pero no relajarse, no podía.

-¿Qué estas haciendo aquí? –Insistió, limitándose a ver la escena como una intrusión.

-¡Cada uno esta en un extremo opuesto! –Grito Black Star, sin disimular su exaspero –¡Si te molesta sal de aquí!

Resaltando su estado, Black Star golpeo con fuerza la superficie del agua, salpicando gotas por todas partes, gesto que disipo la duda y desconfianza que tenia Tsubaki en ese momento. No estaba de humor para molestar ni para que lo molesten.

Con la presencia de Black Star, el ambiente alrededor cambio, aunque de una manera diferente. Aun cuando estaba tan cerca, lo incomodo de la situación era lo ausente que se sentía. Como si su persona estuviera oculta. El ánimo, la intensidad y el espíritu que lo caracterizaban estaban completamente ausentes. Solo había una persona reprimida en el otro extremo de las aguas termales.

La mente de Black Star se sentía como un despojo, incapaz de enfocar perfectamente una idea precisa. Su ambición, sus recientes fracasos, la impotencia de poder que sentía… sentía una presión y una rabia incontrolable. Sentía su cuerpo rígido y adolorido, pero no era por estar atento al entorno u algo que tenga que ver con entrenamiento, sino porque de esa forma se sentía cerrado, capaz de ahogar dentro de si su propia desdicha.

La escuela, los profesores, Kid, Maka, Soul… Con cada minuto que caminaba decidido en dirección contraria a ellos mas sentía ansiedad y desespero por lo que había hecho. Actuar por impulso nunca lo había afectado en gran forma, pero ahora dejaba atrás muchas cosas que consideraba importantes. Aunque se decía que no había marcha atrás, era algo que el mismo no se creía, pero prefería no verlo como una salida. Su siguiente y único paso era continuar con Tsubaki hacia la casa de sus padres.

Tsubaki había asentido ante todas las elecciones que el había hecho sin decir una sola palabra. Claro esta, que el hecho de que no haya dicho nada no significaba que no tenia nada en la cabeza en esos momentos. Simplemente su naturaleza no le dejaba discutir con la forma de ser y actuar de el. Ella estaría detrás de el fiel y sumisa siempre.

En su estado de atención, sintió como al agua empezaba a agitarse detrás de el. Giro la cabeza y vio a través del vapor una figura desplazándose hacia el lentamente. Su posición era tímida, pero iba en forma decidida, con una mano extendida como gesto de buena fe

-¡No te acerques! –Grito en forma alterada, con una mezcla de sorpresa y miedo. Giro el cuerpo completamente y pudo mirar con mas detalle. El rostro de Tsubaki se veía ligeramente sonrojado, pero le sonreía dulcemente, no en forma de compasión, sino de cariño -¡Maldición, te dije que no te acerques!

Cuando la mano de Tsubaki estuvo cerca de su pecho, este la aparto rudamente con la mano. Sin embargo, la persistencia de Tsubaki iba impidiéndole movilidad, hasta que logro separarle ambos brazos y se unió a el en un abrazo.

El cuerpo tensado de Black Star se quedo completamente inmóvil. Tsubaki reposaba su cabeza en su hombro, y seguía con la misma sonrisa de antes. Movía suavemente las manos por su espalda, sintiendo los músculos resistiéndose violentamente.

-¿Cómo superaras a Dios si no confías en ti mismo?

Tsubaki no obtuvo respuesta. Sintió las manos de Black Star subiendo por su cuerpo y reposaron sobre su cadera, emulando un abrazo.

-¿Tampoco confías en mi?

Por reacción a esta ultima pregunta, Black Star completo el abrazo y se hundió en el pecho de Tsubaki. Respiro lentamente por unos segundos, y sintió un aligeramiento en su cuerpo. Sus músculos ya no estaban rígidos, y su mente ya no se sentía tan trastornada. Se arrullo tranquilamente en el cuerpo de Tsubaki y cerro los ojos. Se hundió en la calma que los rodeaba por unos segundos y sonrió de forma altanera.

-¡Tonta! ¡Como te atreves a pensar que el hombre que superara a Dios no tiene confianza en si mismo o en su arma! ¡No me hagas reír!

Con una nueva muralla cubriendo sus verdaderos sentimientos, pero con una confianza restablecida, Tsubaki suspiro conforme. Sintió un leve sonroje de su parte cuando se pregunto a si misma si el pequeño tramo tibio que sentía corriendo a través de su pecho eran lagrimas o sangre, y esperaba con algo de resignación que fuera lo segundo. El gran Black Star no debería darse el lujo de llorar, no en este momento.

Fin.