Despiadado...
Ni siquiera tengo palabras para describir lo que vi en los ojos de Kuchiki-taicho en ese momento, pero pude sentirlo en cada fibra de mi cuerpo cuando su mirada cruzo con la mía, había asesinado a una persona, de la forma más brutal y despiadada que podría haber imaginado, él, siempre tan elegante hasta en el calor de la batalla había destrozado el cuerpo de su enemigo, regocijándose por un instante al sentir los huesos y músculos quebrándose a su paso, sonrió, de forma apenas perceptible, un ligero movimiento en la comisura de su labio que hizo que mi parte baja se retorciera de dolor, verlo ahí, con la ropa desgarrada, cubierto de sangre y con esa maldita sonrisa me había excitado a niveles insospechados, no tuve opción mas que sentarme en el suelo para ocultar la tremenda erección que había tenido, ojala Ichigo terminara pronto su pelea, así podríamos volver a casa.
- Renji… -
Su suave voz me alertó de inmediato y casi de un brinco me incorporé.
- ¿H-hai Kuchiki taicho? -
- ¿Tienes un pañuelo? - dijo mientras miraba atentamente su brazo, las heridas provocadas por Senbonzakura sangraban profusamente, pero también se que estaba mirando algo mas, irritado lo tome por la muñeca y tirando de él lo alejé del sitio.
- No tengo, pero venga! - lo arrastré fuera del lugar hasta donde la oscuridad del parque impedía la vista a los demás - ¡deje de mirarla! -
Un atisbo de confusión cruzó sus bellos ojos grises mientras separaba los labios para preguntar, casi podía escuchar el "¿De que estas hablando?" así que adelantándome a sus palabras hice lo que en ningún otro momento me atreví, lo empuje contra un árbol y lo bese, vaya que lo bese, viole su boca arrancándole un gemido de puro placer, estúpido Tsukishima, no importa cuanto haya disfrutado la pelea contigo, jamas va a gemir para nadie, ni de placer...ni de dolor...
- Renji... - soltó entre un suspiro - ¿estás celoso? -
- N...no - dije retrocediendo como un perro apaleado.
- Estas celoso por ¿ésto? - levanto el antebrazo donde su sangre se mezclaba con la de Tsukishima - ¿porque disfrute de una pelea que no fue contigo? -
Lo vi acercar su brazo a sus labios para lamer lenta y sensualmente una linea de sangre que bajaba hasta su codo.
- Dios... - susurre mientras mi mano viajaba involuntariamente hasta mi sexo, sabe perfectamente que me excita el verlo así, el saber que tiene un lado oscuro.
- Nos encargaremos de ese asunto más tarde... - sus labios se sellaron con los míos mientras su mano acompañaba a la mía - y quizá puedas ayudarme a lavar toda esta sangre -
- Hai... - suspire mientras el dolor al fin había cedido.
Apenas 5 minutos después, y ante la histérica mirada de Rukia, Kuchiki-taicho y el resto de los capitanes dieron media vuelta.
- Nos vamos - fue lo único que dijo mientras nos alejábamos de la zona, aunque esa ligera sonrisa apareció nuevamente.
~FIN?~
